Cuando ya eras más
pasado
que presente
intentaste hacer
balance de lo vivido.
No te cuadraban las
cuentas:
te sobraban números
y te faltaban
sentimientos.
Le preguntaste al
amanecer
el porqué de las
cosas.
Te respondió la
mañana
con una rapsodia de
Franz Liszt.
Acariciaste la cabeza
de plata
del perro de tu
bastón esperando
que este te moviera
el rabo.
Fundiste Administración
y Consejo para, al
final,
estar mal aconsejado
(y peor
administrado).
No te cuadraban las cuentas:
te sobraban números
y te faltaban
sentimientos.
Ahora es demasiado
tarde
para casi todo. Te
cubre el
negro manto de la
soledad
en las noches
interminables.
No hay vuelta atrás
ni tampoco
segundas
oportunidades.
Estás
irremediablemente perdido.
No te cuadraban las
cuentas:
te sobraban números
y te faltaban
sentimientos.
(de “Las Siete
Revueltas” -2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario