Solo me basta decir tu nombre y me vienen a la memoria recuerdos de una infancia donde todo estaba por estrenarse. Solo me basta mirar tu cara y veo en ella reflejadas las de mi madre y mi abuela que dirán desde el Cielo… ¡este año ya toca que salga a la calle! Solo me basta agarrarme a los barrotes dorados de tu Capilla para saber que contigo es imposible la soledad existencial de un candelario. Solo me basta cerrar los ojos y notar tu presencia atrapado amorosamente en un blanco antifaz que huele a almidón de corral de vecinos. Solo me basta agudizar el oído para que se unan el rachear de las alpargatas de tus costaleros con los trinos de los pájaros en la Plaza de la Alfalfa. Solo me basta tirar una moneda en San Nicolás para que siempre me salga cara: la tuya. Solo me basta rezarte un sentido Ave-María para que conmigo contesten Amén aquellos que ya no están entre nosotros. Solo me basta decir azul y plata para que los plateros de Córdoba cincelen alborozados tu nombre. Solo me basta decir Saeta para que “La Niña de la Alfalfa ” la convierta en oración hecha cante. Solo me basta tocarme la frente para que una cinta métrica de la Alcaicería me programe un capirote. Solo me basta sentirte en la distancia para notar tu divina presencia. Solo me basta, para que seguir, decir por siempre tu nombre….¡CANDELARIA!
Juan Luis Franco - Domingo de Ramos del 2014
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