Doña Fátima Báñez, Ministra de Empleo (Paro) y Seguridad Social de
nuestro sufrido país, nos deja de cuando en cuando algunas perlas dignas de
ensartarlas en el collar de los despropósitos.
En una ocasión al encomendarse a la Virgen del Rocío para salir de la Crisis consiguió incendiar
las Redes Sociales. Bien está que cada uno –una- se encomiende a quien estime
oportuno para encontrar consuelo y/o soluciones a sus problemas cotidianos (yo
lo hago cada día), pero no estaría de más que un político no se plantee
soluciones milagrosas. Los ciudadanos no votan santos: votan personas
(políticos). Doña Fátima acuñó una frase para referirse a nuestros jóvenes
talentos “exiliados” en busca de trabajo por tierras extrañas absolutamente
surrealista. Lo llamó: “Movilidad Exterior”. ¡Tira milla morena! Dejar claro que doña Fátima Báñez no es un
verso suelto en el poemario del Partido que nos gobierna (PP). Los políticos se deben a la Empresa que les paga (el
Partido) y una vez aupados al Poder siguen a rajatabla las consignas que emanan
de las altas jerarquías (nacionales y, fundamentalmente, foráneas). Recuerdo una pequeña entrevista que le
hicieron el pasado 9 de noviembre en el Diario “El País” a un componente de eso
que doña Fátima llama “Movilidad Exterior”. Se llama Eric Labuske y es un madrileño de 25
años de edad. Estudió turismo, habla
cinco idiomas y vive y trabaja en París. Forma parte del Movimiento llamado
“Marea Granate” que tiene como objetivo dejar testimonio de que son “exiliados”
profesionales en busca de las oportunidades que el Gobierno de España les
niega. Eric nos dejó perlas como estas: “Llegué a París, en siete días tenía un
trabajo de recepcionista en un hotel de cuatro estrellas y un salario de 1.700
euros netos. Eso fue tras enviar 250 currículos en España sin recibir una sola
respuesta”. “No me fui de España, me
echaron”. Sobre la salida que nuestro Gobierno augura a la salida de la
recesión nos dice: “Es un término económico que se calcula con cifras: ni lo se
ni me importa. No creo que le importe a ningún ciudadano de a pie. Lo que
importa es saber si puedes encontrar trabajo. (….) La gente necesita saber si
va a poder comer”. “El Gobierno utiliza
un lenguaje que no hace más que aumentar la distancia entre la ciudadanía y la
clase política”. A lo que doña Fátima
Báñez llama “Movilidad Exterior” él argumenta: “Obviamente queremos tener la
opción de salir fuera, pero que sea una opción no una obligación”. Remata diciendo: “Han invertido dinero en
formarnos y los frutos de nuestra formación se los llevan Francia, Alemania,
Australia….”. A pesar de que su marcha
resultó traumática para su familia dice Eric: “Viendo como van las cosas, a
corto plazo no creo que vuelva. Ni yo ni nadie. La gente no confía en encontrar
aquí algo, y si hay algo es con plaza de becario, sin sueldo, en condiciones
pésimas”. Testimonios como el suyo nos dejan las cosas meridianamente claras. Solo se me ocurre decir….Amén (en hebreo “así sea”).
viernes, 6 de diciembre de 2013
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