miércoles, 19 de junio de 2013

El dulce vértigo de la Literatura



Ando estos días enredado con la apasionante lectura de la extraordinaria novela de Javier Marías “Tu rostro mañana”.  Posiblemente nos encontremos ante la mejor novela española –y posiblemente europea- de los últimos años.  Una vez que la empiezas te atrapa de inmediato y cualquier momento del día o de la noche es bueno para ir avanzando en su lectura. Una escritora de la talla de Ali Smith ha dicho en “The Sunday Telegraph” de la misma: “Estamos ante una de las obras mayores de la literatura contemporánea”. Y Orhan Pamuk escribió:”Entre quienes deberían recibir el Nobel está Javier Marías”. Estamos ante un novelón en el fondo y en la forma (alcanza las 1.342 páginas) de los que dejan una huella imperecedera en el alma de los buenos lectores. Javier Marías se puede encontrar con un problema similar al que le ocurrió a Gabo García Márquez cuando escribió su inmortal “Cien años de soledad”: superarse resultará una misión casi imposible. Esta novela fue publicada en tres entregas entre 2002 y 2007 y ahora, ya definitivamente compacta, se nos muestra en todo su esplendor.  Javier Marías configura junto a Arturo Pérez Reverte y Antonio Muñoz Molina el “Triangulo de las Bermudas” de la Literatura española contemporánea. Javier Marías es un escritor cuyas obras han sido traducidas a cuarenta y dos lenguas, publicadas en cincuenta y dos países y cuyos ejemplares vendidos superan los seis millones. Afortunadamente en España se están editando muchos libros y parece ser que crece el número de lectores (fundamentalmente lectoras). El libro electrónico gana adeptos pero queda todavía algo lejos la desaparición de los libros de papel.  Abrir un libro por cualquiera de sus hojas es una delicia para los sentidos. Los libros tienen un alma escondida esperando la mano amiga que la acaricie y despierte. Sería una jodienda que en el “Más Allá” no dispongan de Librerías. Una Gloria sin libros, música, teatro o cine es cualquier cosa menos una Gloria. Voy a dejaros con Dios que yo me quedo en la compañía de Javier Marías y su “Tu rostro mañana”. El Cielo puede esperar pero una buena novela admite pocas esperas. Nos leemos…perdón quise decir nos vemos.

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