A mi hija Alicia candelaria por vocación y tradición
Hoy, como cada 2 de Febrero,
celebramos el Día de La Candelaria. Es una de esas dos fechas que se encuentra fuertemente
arraigada en el epicentro de los sentimientos candelarios (evidentemente la
otra es el soñado y anhelado Martes Santo). Dentro de los actos de este hermoso y mágico
día existe uno en particular que le da un emocionado sentido de continuidad a
esta fecha: la presentación de los niños a la Reina de San Nicolás. Las imágenes, nuestras sagradas y queridas
imágenes, son las únicas capaces de unir pasado y futuro a través del
presente. La vida muere y se renueva con
cada hoja de almanaque que cae y nuestras devociones más intimas se acrecientan
con el paso de los años. La Virgen de La Candelaria es el camino más corto que tengo
para reunirme con frecuencia con dos de las mujeres más importantes de mi
existencia: mi abuela Teresa y mi
madre. La
Candelaria se nutre de nuestro fervor y lo proyecta
amorosamente bajo un halo de belleza a nuestros hijos y nietos. Ella
es un poema de Antonio Fernández Montes
escrito en “su exilio” de la Barrida de los Pajaritos. Un estudio riguroso e
imprescindible con sabor a beatífico ibuprofeno escrito por Martín Carlos Palomo. Una devoción
inquebrantable en la familia de los Lappi
o una gran verdad en la rigurosa perseverancia candelaria de Pepe Martínez Raposo y Salvador Reina.
Un llavero de Vito que descansa
encima de una mesa con velas rojas de rogatorias que, al ser encendidas,
siempre esperan el milagro de vivir una vida sin sobresaltos. Un Hermano
Mayor que nos llegó un día desde la Alcaicería de la Loza para alfombrar el camino que va desde San Nicolás a la Plaza de La Alfalfa. Dos Candelarios (así con mayúscula) que
vuelven la cara por la Plaza del Pan y acuden prestos si alguien
levanta la voz diciendo ¡a mi La Candelaria ! o
simplemente Ignacio o Fali. Una, cien, mil historias
candelarias contadas en primera persona y donde los “buenos”, en honor a Ella, perdonan a los “malos” y estos a su vez prometen “no coger ventajas en las levantá”.
Hoy, como cada 2 de Febrero, es el Día de La Candelaria. Buen día para ir a verla y ver de cerca su cara llena de Verdad
y guapa sevillanía. Debemos hacerlo por
nosotros y, fundamentalmente, por quienes ya no pueden hacerlo. Hoy, insisto,
es el 2 de Febrero: Día de La Candelaria.
Juan Luis Franco – Jueves Día 2 de Febrero del 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario