(A Fran Silva fotógrafo de luces y sombras)
Calidoscopio luminoso que penetra
Luz divina derramada en piedra
pura
Pasión y Amor puliendo la
hermosura.
Dulce arco iris vidriado por veleta
Lamento colorido en forma de Saeta.
Pues cuando Dios se viste de
color
Escapa entre el cristal
nuestro dolor.
La luz eterna cromada en su textura
Un caballito de mar sin su
montura
Galopando día a día en el
Salvador.
2 comentarios:
Muchas gracias maestro. Un abrazo hermano.
Fran Silva
Magnifico, maestro. Un abrazo.
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