Han sido el muro de contención para que los estragos de la pandemia no fueran absolutamente demoledores. Trabajaron sin desmayo en jornada interminables con escasos medios y desbordados por los masivos ingresos hospitalarios. Médicos, enfermeras, farmacéuticos (los grandes olvidados en el capítulo de reconocimientos), celadores, personal de limpieza, vigilantes y todos cuantos configuran una Sanidad tan eficaz como maltratada por los políticos de turno (y no de guardia precisamente). Ha sido enorme el número de sanitarios contagiados (la mayor tasa del mundo) y muchos de ellos han pagado con sus vidas. Ahora y como reconocimiento a un comportamiento ejemplar les han concedido el premio "Princesa de Asturias a la Concordia". Nunca una distinción fue más justa y que llegue en el momento más oportuno. Los Sanitarios siempre argumentan que, como no puede ser de otra forma, agradecen de corazón los aplausos y los reconocimientos ciudadanos y oficiales, pero que lo verdaderamente importante es que se atiendan sus justas reivindicaciones. Priorizan una Sanidad Pública donde se cambien los recortes por inversiones. Con mejores dotaciones humanas y materiales. No pretenden ser supermanes ni tampoco Héroes de Marvel. Tan solo quieren desarrollar su trabajo en las mejores condiciones posibles. Saldremos todos ganando: ellos en el desarrollo de su trabajo y nosotros como los máximos beneficiarios.
jueves, 4 de junio de 2020
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