Ha fallecido en Sevilla Fernando Soto. Este sindicalista y político de
hondas raíces proletarias tenía setenta y cinco años de edad. Se hizo mundialmente famoso, junto a los
también sevillanos Eduardo Saborido y Paco Acosta, a raíz del Proceso 1001. A través del mismo, y
en pleno periodo franquista, trataban de juzgarlos y sobre todo condenarlos por
sus actividades sindicales (las penas solicitadas por los “jueces” superaban
los quince años de cárcel para cada uno). El mismo día que empezaba el Juicio -un 20 de
Diciembre de 1973- una bomba etarra hizo volar por los aires el coche de Luis
Carrero Blanco. Fueron unos días de una extraordinaria tensión y donde nadie
sabía como terminaría aquella odisea. Fernando Soto fue uno de los fundadores del
Sindicato CCOO y miembro destacado del PCE.
Provenía de la
Factoría de CASA donde fue compañero de mi suegro y germen de
la lucha obrera sevillana. Ya en plena Democracia se afilió al PSOE ocupando
distintos cargos de responsabilidad en la Administración
andaluza. La vida de Fernando Soto siempre estuvo ligada a la lucha
reivindicativa de los trabajadores. Los que tuvieron la suerte de tratarlo en
la distancia corta coinciden que era una persona extremadamente bondadosa y
solidaria. Ahora, cuando los Sindicatos están en horas muy bajas y con un
déficit de credibilidad verdaderamente alarmante, es cuando gana enteros
figuras como la de Fernando Soto. Se nos
ha ido un luchador indesmayable y un convencido demócrata. Corren malos tiempos
para la Izquierda
–para la Derecha
ni les cuento- de este país y la palabra más usada en estos días es la de
“Regeneración democrática”. Izquierda o
Derecha; Derecha o Izquierda debían ser dos formas de interpretar nuestra
devaluada Democracia. Hoy no ocurre así
y los políticos van dando tumbos entre imputaciones y tribunales. Por eso hombres de la talla de Fernando Soto
debían de ser referentes de actitudes y compartimientos sociales y políticos. Disimularlos llenándolos de honores es una
manera sutil de confundir la forma con el fondo. Es como premiar a los poetas
sin tener que leerlos. Ha muerto
Fernando Soto, un sindicalista sevillano que un día peleó porque no faltara el
puchero en ninguna casa obrera de Sevilla.
Descanse en paz.
Juan Luis Franco – Miércoles Día 9 de Julio del 2014
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