Insisto: nada mejor que Cáritas para calibrar la situación actual de la
gente más desfavorecida en la, todavía, llamada España. Una Entidad, Cáritas, que nace en el seno de la Iglesia Católica española y que
lleva a la práctica en toda su expresión el mensaje del Mesías. Es decir:
predicar y dar trigo (priorizando lo segundo). Atienden a los más
desfavorecidos en sus necesidades más elementales y a nadie se le pregunta su
ideología, nacionalidad, credo religioso o color de la piel. Llevan a rajatabla lo de “dar de comer al
hambriento y beber al sediento”. Los datos de su Memoria-2013 son absolutamente
demoledores y dejan al descubierto las falsas verdades (económicas y sociales)
de quienes nos gobiernan en la actualidad (lo mismo que hicieron los
anteriores). En relación al 2012 aumentó
en 600.000 el número de personas atendidas por Cáritas y, paralelamente, han
recibido de las Administraciones Públicas el menor porcentaje de ayudas de los
últimos cinco años. Las donaciones a través de la Iglesia y la ayuda de
particulares y entidades privadas se configuran como sus principales fuentes de
ingresos. Sus voluntarios que superan los 78.000 se entregan de manera
altruista para paliar las necesidades más extremas. Aparte, desarrollan una
serie de trabajos sociales tendentes a sacar de la pobreza y la marginación a
un número considerable de personas. Incluso cubren tareas que debían de
desarrollar las distintas Entidades Públicas (por cierto: la falta de políticos
no será el problema. Están superpoblados de ellos los Ayuntamientos,
Diputaciones, Comunidades Autónomas y Gobierno Central, ¿hay quien de más?). El
Partido en el Gobierno (PP) y el de “nuestra” Comunidad Autónoma (PSOE) se
encuentran realmente incómodos con Cáritas y su tenaz defensa (con palabras y
hechos) de los más necesitados. Si un político asume la existencia de una
pobreza extrema también está asumiendo su fracaso. Todos tiran de manual para
salvaguardar sus muebles. El PP siempre culpa en tertulias y debates a la
penosa etapa “Zapateril” de todos nuestros males actuales. La Herencia recibida
(demoledora por cierto) como subterfugio de una pésima gestión actual al frente
del país. El PSOE andaluz siempre tiene a mano las afrentas y humillaciones que
reciben de los “peperos” de Despeñaperros para arriba. A Podemos, una fuerza
emergente y residuo político del 15-M que, a los nueve meses de su creación, iguala en intención de voto a un Partido centenario
(PSOE) ya no saben como atacarles. “Populistas”, “Proetarras”, “Chavistas” o
“Castristas” son algunos de los conceptos que les adjudican para
descalificarlos (si los Socialdemócratas y Liberales-Conservadores europeos
hubieran hecho a tiempo sus “deberes” los extremismos emergentes, de Derecha
(Francia) e Izquierda (España), estarían durmiendo el sueño de los utópicos). Pero,
evidentemente, con Cáritas se encuentran entre la espada y la pared. Es casi imposible escuchar a un Ministro o a
un Consejero de la Junta
referirse a ella en términos elogiosos. Mejor
ignorarla y a esperar que lleguen tiempos mejores y tengan que poner un cartel
que diga: “Cerrado por falta de hambrientos”. No saben ni pueden (y
posiblemente no quieran) como atacarla. Pero lo que les resulta muy molesto es
como, en el día a día, Cáritas los deja con las posaderas al aire. Que quieren
que les diga: a lo mejor el Nazareno no estuvo entre nosotros en vano. Ayudemos a Cáritas y nos ayudaremos a
nosotros mismos.
jueves, 2 de octubre de 2014
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