Sinceramente no tengo reparos en reconocer que la creación de este Blog
(gracias a Salva Gavira) me ha reportado
un cúmulo de satisfacciones que me ayudan a crear y a intentar interceder en
las cosas que me rodean. ¿Importancia? ¿Relevancia? Ninguna, pues hasta la luna
sabe que a pesar de todo su esplendor terminará siendo liquidada por el
amanecer. Salvo en contadas ocasiones (fundamentalmente cuando nos ataca la
“Dama de la Guadaña”
o ocurren hechos de especial relevancia) siempre me gusta escribir cuando las
cosas han sido maceradas por el tiempo. Los temas de actualidad para
analizarlos con objetividad necesitan el reposo que tan solo les proporciona el
paso de los días. Siempre tengo escritos
y guardados en la recamara no menos de cuarenta Toma de Horas. Algunos los suelo enviar para ser colgados por
Salva Gavira y otros los cuelgo yo directamente en el árbol del olvido. Mi niñez,
mi juventud, el Flamenco, el Jazz, el Cine, la Literatura, la Sociedad y todo lo relacionado
con Sevilla se me presentan como los temas más recurrentes. En ellos –y con
ellos- me encuentro muy cómodo y me brotan, mientras tecleo el ordenador, casi
de manera espontánea. Escribo un par de
horas cada día y casi siempre lo hago en las últimas horas de la tarde. Antes
de “meterme en el sobre” le doy un repaso a lo escrito y, la verdad, suelo
rectificar muy poco sobre lo elaborado inicialmente. En algunas ocasiones
–afortunadamente muy pocas- me levanto de madrugada por notar que hay algo que no
me cuadra. En la actualidad este Blog ronda las doscientas cincuenta visitas
diarias (hemos triplicado el número de visitantes que nos siguen cada día) y,
así nos consta, algunas de demostrada fidelidad. Esta cantidad para la mayoría de bloggeros
será algo insignificante pero para nosotros es un acicate para no
desfallecer. Son ya muchas las ocasiones
en las que hemos dejado meridianamente claro los dos objetivos que movieron la creación de este Blog: provocar emociones e
inducir a la reflexión. Siempre con
Sevilla, absolutamente siempre, en el epicentro de nuestros sentimientos. Este
mundo de los Blog es fascinante pues te puedes expresar con absoluta libertad
sin tener que depender de ideologías encubiertas, líneas editoriales o espurios
intereses comerciales. No ganas un euro pero este no es nuestro medio de vida
ni lo monetario, en este caso, es algo que realmente nos preocupe. Con los años
estoy cada día más convencido que las sociedades funcionan y progresan a través
de grupos minoritarios. Son aquellos que rompen los moldes prefabricados por
falsos políticos y mercaderes. Las elites culturales y sociales que defienden
lo legítimo y verdadero en detrimento de los discutibles mundos de oropeles y
cartón piedra. La masa para los “calentitos” y la mayoría silenciosa ni está ni
se le espera nunca: no existe. Corren tiempos extremadamente difíciles con el
hambre de muchos niños a la cabeza. En España están pasando cosas de una gran
gravedad y cada día nacen cien nuevos pobre y un par de nuevo ricos. Con la corrupción y la usura hace tiempo que
topamos y raro es el día que no nos tropezamos con nuevos rateros de lo ajeno
(el dinero de todos los contribuyentes). ¿Debemos pues intentar mostrarnos
contrario a la belleza en cualquiera de sus variantes y atender a lo
básicamente necesario? Nada es
incompatible en esta vida. La ética siempre debe llevarnos a la denuncia y al
compromiso social y la estética a la renuncia de lo banal en beneficio de lo
culto, bello y exquisito. El que no nos
conviertan en simples marionetas siempre va a depender de nosotros. En ello estamos y estaremos mientras el
cuerpo aguante.
viernes, 3 de octubre de 2014
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