domingo, 19 de octubre de 2014

La difícil coherencia





Hacer lo que se dice y decir lo que se piensa se nos presenta hoy, más que nunca, como algo realmente complicado. La necesaria coherencia ni está ni parece ser que se le espere. Los políticos de nuestro país –de todo signo y condición- manejan y mezclan mentiras y verdades (más de las primeras que de las segundas) amparados en su condición de miembros elegidos democráticamente por los ciudadanos. Se elaboran “Programas Electorales” que nos resulten atractivos para así votarlos y una vez llegan al Poder los guardan en el cajón de los objetos olvidados. Siempre se manejan excusas donde son los saliente los responsables de los males que nos aquejan (les suena la de la “herencia recibida”). Según nos dicen hacen lo que pueden y manejan las vidas y las haciendas de las personas a su libre albedrío. El Movimiento del 15-M fue una respuesta ciudadana a un enorme cúmulo de despropósitos a los que la Clase Política en su conjunto había llevado a la gente. Consecuencia de aquel movimiento ciudadano, y pescando en río revuelto, apareció la formación político-social de “Podemos”.  Es lo que pasa cuando no se hacen los deberes: llegan otros y los hacen por ti.  Ignoro el recorrido político que tendrá esta formación.  Con su espectacular irrupción en la vida política española en las pasadas Elecciones Europeas da la impresión que ha llegado para quedarse.  Cada vez que la Prensa más conservadora o los dirigentes populares los tachan de populistas, chavistas, proetarras, demagogos, antisistemas….les están allanando el camino para una mayor consolidación entre la ciudadanía española. Nuestra Derecha española nunca se entera de nada y ocupa unos de los primeros puestos en el ranking de la torpeza política europea.  El PSOE se ha buscado alguien joven (Pedro Sánchez) que no esté contaminado e IU relanza a Alberto Garzón con la misma finalidad. No nos engañemos, ambos son un antídoto contra el “estrellato” de Pablo Iglesias.  Nos dicen: savia nueva para tiempos nuevos.  Estamos inmersos en el mundo de la imagen y de lo que se desprenda de ella dependerá el éxito o el fracaso de la persona en cuestión. Es de sentido común plantear más pronto que tarde una profunda regeneración democrática (Felipe VI debía encabezarla para así consolidarse definitivamente entre los españoles. Toca ya pasar de los gestos a los hechos).  Estoy convencido de que las mayorías absolutas se han terminado en España para los próximos años y todo va a ser susceptible de ser pactado. Cabe preguntarse, ¿con quién puede hoy pactar el PP?  ¿Cuántos años les quedan que permanecer en la Oposición? ¿Políticamente los viejos peperos nunca mueren? Mientras que algunos Partidos buscan, a través de la regeneración,  la coherencia social y política (aunque sea de cara a la galería) en el PP siguen aferrados a unos lideres que ya están prácticamente amortizados.  España necesita como el comer (y sobre todo para que pueda comer todo el mundo) un Partido Social-Demócrata fuerte y otro Liberal-Conservador que no le ande a la zaga.  Los Grupos minoritarios siempre existirán pero deben configurarse como una balanza que garantice el equilibrio democrático. Las próximas citas electorales van a despejar algunas de las cuestiones que aquí torpemente se exponen.  Estamos mal, muy mal, y los cantos de sirena suenan tan falsos como repetitivos.  Están pasando cosas muy graves -con el hambre de los niños a la cabeza- como para creer que si tenemos paciencia las cosas mejorarán en el futuro.  Pierden credibilidad por día y lo realmente preocupante es que no se sabe si no se enteran o quizás no quieran enterarse.  La difícil coherencia.  

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