Pasear es un placer.....peligroso

Desde que terminé por jubilación con mis actividades laborales y profesionales dedico las mañanas a dar largos paseos. Lo hago por el entorno urbano donde transcurrieron mi infancia y juventud. Para entendernos por el Casco Antiguo de la Ciudad (a la postre el más extenso de Europa). Desde un tiempo a esta parte pasear por esta zona es un ejercicio andarín no exento de riesgo. Ciclistas que no se bajan de sus bicicletas ni en los ascensores de sus casas. Da igual que sean calles peatonales; pasos de cebra; aceras o semáforos en rojo. Están en continuo movimiento y eso, en una Sociedad que camina siempre de prisa y sin rumbo fijo, no debía extrañarnos. Para colmo de repente aparecen grupos de turistas en fila India y montados en bicicletas de alquiler. Parece que estuvieran buscando "El Dorado " sevillano. Luego están los "móvileros " compulsivos. Caminan con la cabeza gacha pendientes tan solo de su móvil y si no andamos listo nos pueden llevar por delante. Por si éramos pocos parieron los patinetes eléctricos. Van a toda pastilla sorteando a la gente en un peligroso zigzag que, en algunas ocasiones, termina con un transeúnte en un hospital. Pasear y leer eran las dos grandes aficiones de don Antonio Machado. Aficiones encomiables y fáciles de compartir con el Poeta del Palacio de las Dueñas. Pero en la actualidad si pretendemos hacer camino al andar debemos estar muy pendientes de lo que se nos puede venir encima.

Candelaria

A mis nietos Rafa y Lola

Mañana, mañana sale. Será un gran día para los que hace tiempo decidieron teñir sus corazones de azul y plata. Tiempo de recordar a los ausentes con el pálpito sentimental de los presentes. Mañana asistiremos a una deslumbrante clase de Teología popular en clave de Judería sevillana. Un palimpsesto de Martes Santo con el eco nostálgico y lejano de "Los campanilleros " de la Niña de la Puebla. Será un majestuoso paseo con reminiscencias de Corrales de vecino y de Casas señoriales. Su omnipresente presencia sale a la calle para recordarnos que cien años no son nada. Un camino que, como el de cualquier mocita dominguera, siempre es de ida y vuelta. Mañana sabremos con certeza que las sombras serán vencidas por la luz. Mañana la Puerta de la Carne será una puerta abierta de par en par que nos introduce en los paraísos perdidos de la niñez. Sabremos sin ningún atisbo de duda que Ella representa el Alfa y el Omega de nuestra existencia. Mañana, mañana sale La Candelaria y eso siempre, absolutamente siempre, son palabras mayores.

Perpectiva

Producid grandes Personas, lo demás os será dado por añadidura. (Walt Whitman)

Demostrado queda que en este país, de nuestros amores y desvelos, intentar estar bien informados se ha convertido en un ejercicio de masoquismo. Sabes lo que te espera si enciendes la tele; pones la radio o abres un periódico y sin embargo entras al trapo. Ves a un "macarra de discoteca" amenazar al Gobierno de tu país y se te enervan los sentidos. Escucha que los herederos de una banda terrorista que llenaron de dolor y sangre las calles y plazas de nuestra tierra se han convertido, de la noche a la mañana, en modelos de moralidad y convivencia ciudadana. ¡Cabe mayor grado de cinismo! La política española (puede que también la de otros muchos países) se ha envilecido y ha propiciado una peligrosa desafección con la gente que dice representar. No es solo una cuestión de ideología sino una lucha descarnada y sin tapujos por mantener o conquistar el Poder. Los que lo tienen son capaces para conservarlo de aliarse con el mismísimo diablo. Los que quieren conquistarlo culpan al Gobierno de todos los males (incluyendo, si hace falta, la erupción del volcán de La Palma). Me dice un buen amigo, de los que piensan por los que no lo hacemos, que hay que ver las cosas con perpectiva. Dejarlos que se peleen entre ellos que, cuando ya sea demasiado tarde, vendrá algún "salvapatria " a recoger los restos. Lo de repetir la Historia (la nuestra y la de todos) va implícito en nuestro ADN. La perpectiva de las cosas flotando sobre nuestras vidas.