viernes, 30 de septiembre de 2011

The End veraniego



Se acabó -al menos oficialmente- la temporada veraniega. Ya Septiembre no da más de sí y está presto para dejarle paso al inquietante mes de Octubre. Termina un ciclo que comenzó en los relucientes días de Mayo, para terminar rindiéndose a la evidencia de lo que cantaba la sin par Rocío Jurado: “…..pero el Invierno llega, aunque no quieras”. Todavía es previsible que los calores nos den algunos últimos coletazos pero a no dudar ya serán postreros y definitivos. Presumo que todos los veraneantes estarán ya de vuelta y en sus quehaceres habituales, y los encuentros serán motivo de gozo en una Ciudad proclive a fugaces encuentros y eternos desencuentros. Nos esperan meses –y posiblemente años- muy duros tanto en lo económico como en lo social. La Crisis se ha cebado especialmente con Sevilla, propiciando un insostenible número de parados, con el consiguiente desosiego para muchas familias sevillanas. Pero no queda otra que remar contracorriente ante una tesitura social ciertamente complicada. Porque a decir verdad, ¿cuándo ha dejado esta Ciudad de estar en Crisis? Siempre hemos tenido momentos históricos de esplendor seguidos por una larga resaca de penurias. ¿Cuando podemos establecer en la Historia de la Ciudad su cota más alta¿ ¿Quizás en la época romana? ¿Tal vez en el reinado Andalusí? ¿Cuándo después de muchos sinsabores se consolidó la Exposición del 29? ¿Cuándo celebramos la del 92? Estudiar todas estas etapas sevillanas te deja meridianamente claro que los periodos posteriores fueron convulsos y propensos al desencanto generalizado. Sevilla ha sufrido –y sufre- a lo largo de su rica Historia un cúmulo de despropósitos que han dañado de manera muy grave e irreversible su legado patrimonial. Cuesta trabajo imaginar que Sevilla se siga considerando una de las más preciadas joyas de la Humanidad a pesar de los estragos de la piqueta. ¿Cómo sería hoy Sevilla con su recinto amurallado intacto y perfectamente conservado? ¿Cómo sería el Casco Histórico con la Plaza del Duque integra e igualmente la de la Magdalena? ¿Cuántos Edificios, Casas, Teatros y Establecimientos tradicionales fueron demolidas de manera inmisericorde? ¿Crisis? Aquí en esta Ciudad este concepto lo llevamos cosidos en la piel desde tiempos ancestrales. Siempre soñando con algo que nos haga renacer de unas cenizas resultantes de la llama del agobio. Por eso le decimos adiós al mes de Septiembre para adentrarnos en los laberintos de la cotidianidad. Vamos a ver que pasa en los mese venideros. La Crisis debe –o debía servir- para despejar algunas incógnitas planteadas: no debemos fiarnos –y mucho menos darles carta blanca- a los encargados de velar por nuestras vidas y haciendas. No estaría tampoco nada mal que templemos nuestras “ínfulas de grandeza” de impostada clase media. La misma que nos ha provocado un aterrizaje forzoso en la llanura de la realidad cotidiana. Solamente en Sevilla puede ocurrir que, después de gastar muchos millones en un mamotreto como las “Setas de la Encarnación”, dejemos morir lentamente parte de nuestro mejor Patrimonio Artístico-Cultural-Sentimental (Iglesia de Santa Catalina, Convento de San Leandro, Iglesia de Santa María la Blanca…..). Así han funcionado siempre las cosas por esta mariana tierra de contrastes configurados en luces y sombras. Por eso está bien que hoy se nos vaya Septiembre para poder ponernos mano a la obra. Nadie que quiera y sienta esta Ciudad puede autoexcluirse de la ingente tarea pendiente. No pretendamos que Zoido sea una especie de Cid Campeador que nos traiga las cabezas de los sarracenos hasta el centro de nuestras mesas.

Digámosle adiós al mes que el calendario marca como el noveno. Chao, Goodbye, Au revoir, Arriverdeci o, simplemente, vaya usted con Dios pegajoso y “membrillero” Septiembre.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La Jugada perfecta




“Con el talento individual se ganan partidos;
con el talento colectivo se ganan títulos”
- Michael Jordan -


El Mundo del fútbol se nutre de momentos mágicos que, aparte de encumbrarlo al terreno de la estética del Arte, lo hace eterno en la memoria sentimental de la gente. Hace algo más de un año vivimos la conquista de la Copa del Mundo por la Selección Española. Posiblemente aquel día conseguimos gracias a don Andrés Iniesta el poder disfrutar de la Jugada perfecta de nuestras vidas. Fue el gol que posibilitó que España saliera a la calle en olor de multitud patriótica. Posibilitando que balcones, ventanas y coches lucieran la insignia nacional sin que por ello nadie fuera tachado de “facha”. He visto la jugada repetida muchas veces a través de Youtube y me la se casi de memoria. El pase a Iniesta se lo da Cesc Fábregas. Es un balón a media altura un poco adelantado para evitar el fuera de juego de Andrés. Este lo controla sutilmente dejándolo botar una vez. Lo empala antes de que baje y así evitar el cruce a la desesperada del defensa holandés. El portero a pesar de intuir por donde va a ir el balón solo puede rozarlo. El gol de nuestra vida enmarcado en la Jugada perfecta. Maradona se cruzó medio campo ante Inglaterra sorteando ingleses como si huyera del hambre de su infancia. Valdano ha comentado en más de una ocasión que a pesar de apoyarlo en toda la travesía sabía que no se la iba a pasar a nadie. O la clavaba o la perdía. Fue, eso si, el testigo terrenal más cercano que tuvo aquella magistral jugada. Valdano la vivió en primerísima persona y eso es tocar el cielo con la palma de la mano. El añorado Antonio Puerta le marcó un golazo al Shalke-04 que a la postre le abrió al Sevilla las puertas de la Gloria. Corría el minuto cien de partido cuando Puerta engancha una impresionante volea a media altura que se cuela como un obús en la portería alemana. El trianero Dani marcó el gol más importante de la Historia del Betis. Fue en una final de Copa contra el Osasuna. El nazareno Varela avanzó unos metros por el centro hasta llegar a las inmediaciones del área navarra. Dani aguanta escorado a la izquierda evitando el fuera de juego. Varela le pone la “pelota” adelantada y Dani la controla, haciéndola avanzar suavemente, hasta conseguir cruzarla lejos del alcance del portero. Marcó el gol de su vida y, lo más importante, de toda la Historia verdiblanca. Era la final de la Novena Copa de Europa en Glasgow. Jugaban el Real Madrid y el Bayern Leverkusen. Aquel día posiblemente Zidane consiguió en un increíble remate hermanar Fútbol y Ballet. Fue un balón que Solari le mete por la izquierda a Roberto Carlos en plena carrera. Este centra sobre la marcha para quitarse al defensa de encima. Le sale un globo imposible de rematar para cualquier delantero. Para cualquiera menos para Zidane lógicamente. Este se sitúa en el borde del área y cuando la pelota aterriza la engancha en una acrobática volea que se cuela por toda la escuadra. Quedó configurado en ese mágico momento la plasmación del mejor remate de la Historia del Fútbol. Todas jugadas perfectas y todas eternas en la memoria sentimental de aquellos que amamos el buen fútbol. Este Deporte es virilidad, pasión desenfrenada, violencia, dinero, pelotazos, fundamentalismo, irracionalidad y una sutil manera de distraer al personal de problemas más importantes. Pero también es belleza estética, duelo deportivo, lazos familiares, tradicionalismo, momentos ilusionantes, sentido llanto y alegría compartida. Lo dijo don Vujadin Boskov: “Fútbol es Fútbol”. No hay más, o lo tomas o lo dejas.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Por su cloro los conoceréis



Hace tan solo muy pocos años las piscinas se convirtieron en un signo de distinción y un signo inequívoco de triunfo social. Todo aquel que significara algo en la escala social debía tener Piscina y, evidentemente, Caseta en la Feria y Casa en el Rocío. Quedaba de esta forma configurado el “Triangulo de las Bermudas” de la gente pudiente y triunfadora. Te decían: “vente el Domingo con la “parienta” y los niños que veras como se lo pasan en la Piscina”. Daba igual que se tuviera una casa, un chalé, una parcela o una tienda Kiowa, lo importante es que tuviera una piscina. Innegable resulta constatar que muchos de estos logros sociales nacieron fruto del tesón y el talento, resultando no menos evidente que en otros predominó la “mangoleta” y el blanqueo de dinero, propiciando vertiginosas escaladas sociales y dinerarias. Había mucho dinero esperando que algunos desaprensivos cogieran la brocha y les dieran una espuria mano de cal. Ahora la Crisis ha puesto casi definitivamente las cosas en su sitio. Cuando cada miércoles mañanero emprendo el camino que me lleva –y me trae- hasta Sanlúcar la Mayor para ver a mi santa madre, observo la ingente cantidad de piscinas vacías existentes en el Aljarafe. Muchas durmiendo el sueño azul de la falta de cloro. Algunas en viviendas que presumo deshabitadas y otras con una presencia humana casi fantasmal. ¿Dónde pondrán ahora la “era” los gorrones domingueros? ¿De que presumirán en la actualidad los “tiesos” con ínfulas de grandeza? Observo piscinas grandes y pequeñas abandonadas a su triste suerte de piletas vacías. Otras están llenas de agua pero carentes de juegos infantiles que son en definitiva quienes les dan la vida. Recuerdo una excelente película dirigida por Frank Perry e interpretada magistralmente por Burt Lancaster titulada “El Nadador” (1968), donde se narraba, rayando la perfección, la decadencia “piscineril” en toda su crudeza. Burt Lancaster –desencantado de todo y de todos- cruza el condado donde vive nadando por las piscinas que poseen amigos y conocidos. Un clarificador alegato sobre las grandezas y miserias del “Sueño Americano”. Pasamos en unos años de las masificadas piscinas públicas de nuestra infancia a aquellas particulares de hoy. Huérfanas de bullicio y sin más presencia que la de algún olvidado flotador. Ya los niños no tienen “hambre” de Piscinas. Las dejan abandonadas a su suerte y se refugian en sus habitaciones refrigeradas para jugar con la “Play”. Pobres piscinas, ayer soñadas por los niños de mi generación y hoy sin más compañía que los rayos de sol que a modo de calidoscopio se reflejan sobre ellas. Cada día tienen menos usuarios y algunos de sus dueños tienen cosas más serias en las que pensar. Como por ejemplo una carta certificada y con acuse de recibo citándolos en los Juzgados para hablar de sus piscinas y otras pertenencias. Época más que de piscinas de trampolines. Subieron por una escalerilla hacia la cima para terminar cayendo de bruces contra el agua. Son los signos de unos tiempos donde todo se relativiza enmarañado en los que denominan “tesituras y/o circunstancias”. ¿Volverá a resurgir el esplendor veraniego de las piscinas privadas de antaño? ¿Conseguirá el cloro despertar de su actual letargo de garrafas cerradas a cal y canto en oscuros almacenes? Quien lo sabe. No están los tiempos para emular a Nostradamus. Al final la Humanidad siempre se nutrió de repetirse históricamente. Nada nuevo bajo el sol o si acaso un chapuzón infantil en la piscina de……….

domingo, 25 de septiembre de 2011

Los folios emborranados



No es la primera vez y, posiblemente no será la última, que comento que no me considero esto que hoy se conoce como un bloguero. No formo parte de ninguna de las redes sociales y sigo pensando, de manera pertinaz, que el escribir –en mi caso particular- es un gesto individual y solitario donde uno abre la ventana para que se confundan con el aire opiniones y sentimientos. Suelo visitar, por amistad y consideración, dos o tres blog de queridos amigos. Siempre con el noble propósito de aprender y saber valorar la suerte de tener “colegas” tan sensibles hacia la vida y sus consecuencias. Poco más puedo decir en esta materia. Puede que llegue un día –y eso estaría bien- que existan tantos blogueros como personas conectadas a Internet. Que cada cual exprese sus opiniones y sensaciones será motivo de gozo tanto individual como colectivo. Nadie debe guardarse sus impresiones y no debía existir más cortapisa que el buen gusto y el respeto hacia las opiniones ajenas. Libertad por libertad: que cada uno escriba lo que quiera y que cada cual lea lo que prefiera. Un amigo sociólogo ha hecho un trabajo de campo sobre los blogueros sevillanos y, en los mismos, predominan los de tema cofrade. Curiosamente mis primeras incursiones en Internet –antes de que Salva Gavira configurara mi Blog- también tenía a esa materia como tema primordial. Empecé colaborando con algunas páginas cofradieras para, definitivamente, dar el salto hacia temas más variopintos. Hoy escribo sin pudor de lo humano y lo divino y, la verdad, es que dejo que sean los Tomas de Hora de manera autónoma quienes me marquen mi “Hoja de ruta”. Sinceramente nunca pensé que se contarían por miles los visitantes de esta “Relojería” sevillana y, mucho menos, que personas de cierta relevancia en la Ciudad se molestaran en visitarla. Esto tiene un problema felizmente resuelto por mi ego: lo que escribo es –o no- interesante en la medida de lo que planteo y no por la forma en que pueda desarrollarlo. El fondo de las cuestiones (la ética) sobre la manera de expresar las mismas (la estética). Estoy convencido de que gente que se molestan en seguir las pautas de estos Toma de Horas discreparán, en no pocas ocasiones, en parte o en todo de cuanto aquí planteamos. Esto es realmente bueno y nos ayuda a seguir perseverando. No pretendemos ser un referente de nada ni de nadie. Decimos y planteamos cosas que nos atañen como sevillanos o simplemente como seres humanos. No recibimos –ni damos- lecciones de nada ni de nadie que nos sirvan para “reconducirnos”. Amamos la libertad tanto como amamos a esta Ciudad de nuestros amores y desvelos. No pretendemos dogmatizar ni situarnos por encima del bien y del mal. Vamos a seguir por aquí hasta que Dios así lo quiera. Somos plenamente conscientes de que todo en la vida tiene fecha de caducidad. Cada vez que veamos cerca un folio en blanco, no nos resistiremos a la tentación de plasmar en él nuestro mundo de ensueños y realidades. Cuando este “Reloj” se pare seremos pasto de las llamas del olvido y, lo asumiremos como algo implícito al ejercicio de vivir. No queremos solo distraernos viendo girar y girar el “Carrusel de la Vida”. Pretendemos montarnos en él y sentir el vértigo de la alegría de vivir. Emborronar folios para el engrandecimiento de esta Ciudad es en la actualidad nuestra actividad más noble. Dudar, si os parece bien, de nuestra capacidad pero nunca dudéis de nuestras intenciones. Dejémosle la posteridad a los que ya en vida intentan conseguirla. Nosotros somos –perdón por la petulancia- dos pétalos de un clavel reventón del paso del Señor de Sevilla. No aspiramos a más ni tampoco a menos.

Ser un soplo de aire fresco en una Ciudad que en no pocas ocasiones se asfixia en manos de los mediocres. Lo que nos une es que siendo verdad que la vida –en Sevilla- “son siete días” nosotros la compartimos intensamente a partir del quinto: Pasión, Gran Poder y la Trinidad. Folios emborronados con las lágrimas del alma. En definitiva el vértigo, el dulce vértigo, del folio en blanco.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Barandas del Cielo



“Las barandillas del Puente
se meneaban cuando yo paso;
yo te quiero a ti solita
y a nadie le hago caso”.


Barandas, barandillas, para que nuestra vida tenga un sólido soporte físico y espiritual donde apoyarnos. Una baranda que, en un sube y baja sincronizado, afianza nuestra cuna impidiendo que demos con nuestros pocos días -o meses- en un prematuro cuerpo a tierra. Los niños miran primero el suelo a través de las rejas de la cuna; luego gateando sobre el mismo y ya, definitivamente, andando con pasos vacilantes para ver hasta donde les lleva la vida…”Caminante no hay caminos / se hace camino al andar….” Una balaustrada de piedra nos hace subir hasta la cima del Puente de San Bernardo para llevarnos al antiguo Nervión. Allí nos esperan, anclados en la singularidad de las cosas eternas, los espectaculares cruces de Marcelo Campanal; los remates de cabeza de Araujo; los “caballitos” de Juanito Arza; las internadas por la derecha de Fernando Guillamón; las filigranas de Pepillo; los despejes de puño de José María Bustos y, la delantera de los “Stuka”, dispuesta a hacer temblar a las defensas más aguerridas. Reconozco que, a pesar de mi cercanía, le hice “mutis por el foro” a ese Puente granate de Arte y Sabiduría balompédica, y me fui a través del Parque buscando la Gloria por medio de los sufrimientos domingueros. Pero lo cortés no quita lo valiente y las nuevas generaciones (sevillistas o no) deben saber que donde hoy está ubicado el Nervión Plaza antes estuvo La “Plaza del Nervión”. Un fortín futbolero donde arañar un punto –dos ya no digamos- le costaba Dios y milagros a aquellos que, en sus visitas, trataban de vencer a los defensores del castillo blanco. Un Puente, las balaustradas de un Puente, los llevaban y los traían como una marea blanca siempre triunfante pero, eso sí, pendientes de si por detrás del “Caballo del Cid” se escuchaba gritar ¡Gol! Al Sevilla se entra y se sale por un Puente que cada Miércoles Santo alcanza la cima de su Gloria. Al Betis se llega y se vuelve por una larga senda cubierta de flores y palmeras bordeando Pabellones del 29. El Sevilla es la Historia y el Betis es el Sueño. Tan complementarios son que no se concibe en la Ciudad el uno sin el otro. Sevilla tiene ya muchos Puentes pero siempre tendrá uno al que le sobran todos los apellidos: “el Puente”. Aquel que apoyados en sus barandillas nos lleva al Templo de la Soleá y la Siguiriya. El de las banderitas republicanas o gitanas, o que se yo como eran las banderas. El Puente siempre se debe –o debía cruzarse- en contramano. Al entrar, siempre por la izquierda, para contemplar como se nos va acercando poco a poco la calle Betis. Al salir, también por la izquierda, para soñar Sevilla –con Triana a nuestra espalda- en las distancias cortas. Sin prisa, pero con una leve pausa para pararnos justo en el centro y, apoyados en la barandilla, mirar el río. Barandas, barandillas, de madera en el alfa y el omega de nuestra existencia sevillana. De noble cuna mecida por las nanas de abuelas y madres…”En la cuna del hambre mi niño estaba / con sangre de cebolla se amamantaba……” La última barandilla, también de madera como su Cruz, es rectangular y está pegada a las paredes laterales de su Camarín. Apoyados en ella subimos y bajamos fatigosamente para verlo a Él. Barandas, barandillas, para que nuestro caminar por la vida tenga un soporte donde apoyarnos. Con la esperanza, con la firme esperanza, de poder un día –ojala que muy lejano- poder contemplar Sevilla apoyados en las barandas del Cielo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sonanta de fría luna



Veía sentado desde la atalaya de su cuidada habitación en la Residencia de Mayores de un pueblo del Aljarafe, como la tarde se moría lentamente difuminándose entre los olivos del horizonte. En las playas andaluzas la tarde se esconde cuando el sol se sumerge, poco a poco, en las aguas que funden en el horizonte mar y cielo. En el Aljarafe las tardes no se esconden sino que simplemente se mueren para volver a renacer en esplendidos amaneceres. Se llamaba Francisco Baena García, había nacido en 1920 en un pueblo de Sevilla y era conocido en el mundillo del Flamenco más intimista como, “Paquito el de Peñaflor”. Su afición a la guitarra le llegó como caída del cielo cuando una turné comandada por Pepe Marchena actuó en su Pueblo. Escuchó tocar la sonanta a “Manolo de Huelva” y se quedó atrapado entre sus acordes para el resto de sus días. Se dijo para sus adentros: “Un día no muy lejano yo seré guitarrista”. Aprendió desde muy joven a fuerza de voluntad y con los acordes que un ciego de Montellano tuvo a bien enseñarle. Se marchó a los Madriles siendo muy joven en busca de gloria y fortuna. Poco podía imaginar que ambas damas casi siempre se muestran esquivas con quienes las buscan con el alma en duermevela. Lo difícil no es buscar la fama, sino que sea ella quien te busque y te encuentre a ti. Fueron durísimos años de posguerra enmarañado en la infantería del Flamenco. Noches tocando de manera stajanovista en tablaos madrileños para terminar, en madrugadas eternas de cante y vino, por las ventas y colmaos de los alrededores de Madrid. Fue, en definitiva, un jornalero del “Toque”. Se casó, enviudó y nunca tuvo hijos. Si acaso tan solo una que respondía al nombre de: Sonanta. Todos esos años pasaron a una velocidad vertiginosa. Durmiendo a la salida del sol y viviendo intensamente la noche bajo el influjo flamenco de la lunita plateada. Ahora, desde la cima de sus ochenta y cuatro años recién cumplidos, recordaba sus vivencias desde aquel reducto de cuerpos que se arrastran y mentes que se pierden por la nebulosa del olvido. Su vida envuelta entre copas de vino, humos de puros habanos, “mujeres de la vida” y cantes que arañaban las paredes del alma. Siempre en la memoria su compare del alma, Rafael Romero “El Gallina”. Una noche inolvidable que tuvo el honor de acompañar el Cante del “Genio de la Alameda Sevillana”, Manolo Caracol, y este, después de darle ocho mil reales al amanecer, le dijo: “Paquito me has tocao la guitarra como pa llevarme tres días cantando”. Ahora, allí estaba de pie junto a su ventana, recordando preso de la melancolía los años vividos y perdidos en el mágico círculo de la existencia. Exiguas eran las pertenencias personales que configuraban su cuarto en la Residencia. Algunas prendas roídas por el paso del tiempo; una foto enmarcada de la Virgen de Villadiego, Patrona de Peñaflor; otra del madrileño Cristo de Medinaceli y una foto dedicada de Manuel Serrapí Sánchez, “Niño Ricardo”. Eso si, apoyada en un rincón, tenía una vieja guitarra guardada como oro en paño dentro de una funda negra como el azabache. La abría cada mañana con sumo cuidado y sentado en el borde de la cama la acariciaba dulcemente (su artrosis nodular erosiva en ambos manos ya no le permitía tocarla. Acariciarla ya era otra cosa). Los días pasaban con la desesperante lentitud que pasan para aquellos que ya no tienen agenda ni prisas. Ningún Diccionario Enciclopédico del Flamenco lo citaría siquiera. Ninguna biografía lo nombraría aunque fuese de manera colateral. Simplemente, nunca había existido oficialmente para la Historia de la Guitarra Flamenca. ¿Paquito el de Peñaflor? Nadie daría razón de él y mucho menos de su esplendido toque flamenco “ricardiano”.
La tarde le iba dejando paso a las primeras sombras que presagiaban el manto negro de la noche. Una lágrima negra nacida del llanto amargo de la Siguiriya le resbaló por su mejilla. Estaba solo, tremendamente solo.

Un gorrioncillo - pajarillo pardo por la Carrera de San Bernardo- se posó en su ventana y trinando de manera acompasada levantó el vuelo. Se secó la cara con la manga de su pijama mientras lo veía alejarse volando por el cielo aljarafeño. Sacó la guitarra de su funda apoyando su mano izquierda en la cejilla. Cerró los ojos y soñó que su compare “El Gallina” le decía: “Paquito ponla al tres por medio”. Venciendo la artrosis empezó a articular sus dedos en el aire emitiendo sonidos con la boca. Trin, trin, tran, trin, trin, tran…. Se sonrió soñando con el recordado comentario de Caracol: “Lo dicho Paquito, me has tocao pa llevarme cantando tres días”. Eso, al menos, ya nadie podía quitárselo.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Los primeros compases del “Zoidazo”

Ya han transcurrido los primeros cien días de la “era Zoido” en el Ayuntamiento sevillano y, podemos sacar algunas conclusiones sobre sus primeras intenciones. Evidentemente, estos primeros días han estado mediatizados por la época estival, entendiendo que todos los Cursos empiezan en Septiembre y el Municipal no iba a ser una excepción. El Verano es inhábil a casi todos los efectos y en la política las cosas se ralentizan hasta la llegada de las “calores del membrillo”. Ahora será en definitiva cuando la máquina diseñada por Zoido (donde se ha priorizado la valía de las personas antes que su fiel militancia) empiece a funcionar. Como era más que previsible, han aparecido algunos “flecos” pendientes del anterior Gobierno Municipal que, no han hecho más que llevar al limite, una situación económica ya de por si insostenible. La “roncha” heredada es de la que producen vértigo. Pero esto era “vox populi” en la Ciudad y Zoido sabía de antemano lo que se iba a encontrar en las exhaustas arcas municipales. Hay que tirar “pa´lante” con la “herencia” recibida e intentar reconducir la situación (tarea enormemente complicada, pues sin medios económicos los proyectos terminan durmiendo el sueño de la utopía). La Ciudad, a que negarlo, se muestra de momento ilusionada y el “baño de popularidad” que le suministró a Zoido en la Procesión del Corpus fue sintomático. Evidentemente y dada la ancestral novelería de esta Ciudad, si el vencedor hubiera sido Juan Espadas le hubieran aplaudido igual. Aquí lo importante es subirse al carro de los vencedores que el de los vencidos siempre va vacío y sin rumbo. Lo verdaderamente ilusionante es que en el Ayuntamiento sevillano hay motivos para la esperanza. Zoido y Espadas garantizan, en los preámbulos de su andadura municipal, que las cosas van a ir por derroteros bien distintos a los padecidos anteriormente. Buena pinta, muy buena pinta, tiene el perfil político de Juan Espadas, símbolo inequívoco de por donde debía ir la necesaria renovación del PSOE. Ellos sabrán. Los primeros plenos municipales televisados no hacen más que confirmarnos que aquí hay partido y, que a no dudar, la gran beneficiaria será la Ciudad. Los anteriores plenos eran un canto al Esperpento. Zoido se ha convertido en un valioso activo del PP a nivel autonómico y nacional (hoy los Partidos más que activos tienen “castigos” en los perfiles de sus dirigentes) y eso en los primeros meses le va a distraer de sus principales obligaciones al frente de la Ciudad. Su Partido –el PP- lo va a utilizar como principal aval de referencia para que Javier Arenas conquiste ¡por fin¡ la ansiada Presidencia de la Comunidad Andaluza. Arenas, por si solo, está demostrado que no le gana a nadie. El político de Olvera tiene una mala consideración en el sentir generalizado de los andaluces (ahí están las encuestas donde difícilmente consigue el aprobado) y es, a que dudarlo, uno de los mayores responsables de la larga permanencia de los socialistas andaluces en el Poder. Ahora tiene la ansiada fruta al alcance de la mano pero va a necesitar dos elementos claves para conseguirla: 1) Que los socialistas sigan hundiéndose victimas de sus errores. 2) Contar con la inestimable ayuda de gentes como Juan Ignacio Zoido. Sevilla va a tener que vivir con sus problemas aparcados hasta las próximas convocatorias electorales. Zoido tendrá que rentabilizar, de manera preferente, su sonado triunfo electoral para darle a Javier Arenas la necesaria cobertura. Curiosamente y, como prueba inequívoca de aquí nadie se chupa el dedo, el PSOE junto a IU han conseguido aprobar en el Parlamento andaluz la incompatibilidad de cargos. ¡A buenas horas mangas verdes!
Dicen –precisamente ahora que han perdido- que no se puede estar en misa y repicando. Estos ejercicios de sectarismo político difícilmente dejan de pasar factura electoral. De todas formas, Zoido tendrá que emplear una parte nada desdeñable de su tiempo en darle cobertura política a alguien de un perfil tan bajo como Javier Arenas. Espadas va marcar los tiempos de este más que posible desmarque temporal de Zoido.

Lo difícil será que él mismo Espadas pueda mantener durante cuatro años a su más que interesante Equipo. Hay personas independientes, altamente cualificadas, que han abandonado temporalmente sus profesiones y -cosa lógica por cierto- no pueden perder tiempo y dinero sentados en la bancada de la Oposición.

Es más que previsible que Juan Espadas, ante el aparcamiento “Zoidista” de los problemas de la Ciudad, crezca en su futuras expectativas políticas. Omito de manera intencionada las posibilidades municipales de futuro de IU en el Ayuntamiento sevillano.

Siguen sus dos ediles encastillados en la soberbia y Espadas se ha encargado de recordarles que el “Pusilánime” ya no está para darles cobertura. El sectarismo siempre se suicida con su propio veneno.

Posiblemente desde la entrada de la Democracia nunca estuvo el Ayuntamiento en mejores manos (Gobierno y Oposición) y los próximos meses serán cualquier cosa menos aburridos. Hay nivel, mucho nivel, y lo más importante: un firme deseo de sacar a Sevilla del atolladero donde la habían metido una pandilla de inútiles. Atentos al juego que puede que el resultado, en los próximos años, este todavía en el aire. Posiblemente, a la tradicional y manida dualidad de Sevilla haya que añadirle otra, la de: Zoido o Espadas; Espadas o Zoido. Al loro que esto promete.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Indignación como preámbulo de Rebelión



El Movimiento de los justamente llamados “Indignados” ha ido creciendo no solamente numéricamente sino, lo más importante, en la conciencia adormecida de la gente. Padres de familia en paro con serias dificultades para mantener a los suyos. Mayores atribulados por comprobar que con su corta y congelada Pensión poco más pueden hacer para ayudar a hijos y nietos. Jóvenes con carreras universitarias terminadas o formaciones profesionales consolidadas sin futuro y escuchando las “cantos de sirena” de que se vuelvan emprendedores (¿). Ciudadanos, en definitiva, desayunándose cada día con un nuevo caso de corrupción o, padeciendo medidas judiciales que separan radicalmente lo legal de lo justo. Todo enmarañado en una Democracia, seriamente adulterada y, alejada peligrosamente del sentimiento democrático de sus ciudadanos. No nos engañemos: los sistemas democráticos con todas sus imperfecciones son la unica salida racional que tenemos los humanos para vivir en paz y libertad. La Democracia, en sus aspectos más perversos, la podemos corregir tomando parte activa en su desarrollo y denunciando sus desviaciones. En las Dictaduras son ellas las que no corrigen a nosotros para eliminar nuestra capacidad de pensar. Conviene no equivocarse motivado por nuestro actual desencanto: Democracia siempre; Dictadura nunca. Pero no podemos negar que nuestra Democracia –junto a gran parte de la europea- está bajo mínimos y con una imponente carga de desprestigio. Quieren desde las esferas del Poder (Oposición incluida) que cada persona represente solamente el valor de un voto (evidentemente teledirigido) cuando ellos nos “programen” las Elecciones. Sufrimos una insoportable carga de cargos (valga la redundancia) “públicos” que, en demasiadas ocasiones, se dedican a emular en sus rapiñas a los “Piratas del Caribe”. No solamente es verdad que no nos representan sino que solo lo hacen con sus intereses más espurios. Raro es el día que no nos desayunamos con un nuevo y escandaloso caso de corrupción que, a la postre, siempre quedan impunes y soslayado por una Justicia implacable con los débiles y sumamente complacientes con los poderosos. 5.000.000 millones de parados representan un dato estadístico (negativo lo suelen llamar) para políticos y sociólogos y, una ruina personal y/o familiar para cada una de las personas atrapadas por el Paro. Así funciona la Sociedad actual: para los políticos el Paro es, como mucho, motivo de preocupación y para muchas familias motivo de no poder siquiera subsistir. La Izquierda de este sufrido país ha considerado más rentable resucitar los “fantasmas del pasado” antes que encarar urgentes soluciones a los gravísimos problemas que padecen los trabajadores. La Derecha, en un supremo ejercicio de oportunismo político, continúa vertiendo gasolina en el fuego de la Crisis para terminar de quemar a los que hoy ocupan el Poder. España no está todavía vertebrada políticamente (lo de Bildu es tremendamente escandaloso). Se encuentra desmembrada socialmente y, hundida económicamente. ¿Catastrofista? Sinceramente, es la realidad quien se empecina en sembrar nuestras vidas de pesimismo. Políticos de gran prestigio internacional como Felipe González hablan sin tapujos de aligerar –eliminado o reestructurando- la enorme, costosísima e inútil carga administrativa que padecemos (Diputaciones, Senado, Comunidades Autónomas…..). Los banqueros son “El Gran Hermano” de nuestras maltrechas vidas y haciendas. Nadie parece dispuesto a ponerle freno a esta cadena de abusos. Manejan las vidas de las personas bajo el implacable yugo de la usura.
Indignarse está bien, y es necesario, pero si no le añadimos una plasmación practica a través de la Rebelión (siempre de forma pacifica) será como clamar en el desierto. Indignación igual a Teoría. Rebelión igual a Acción.

España ya no podía esperar más la convocatoria de Elecciones Generales. Urgía programarlas cuanto antes, pues ZP y su “Candidato” estaban tan caducados como los dos yogures de piña de mi “frigo” (ahora por cierto los tiraré).

Cambiar unos políticos por otros es sola una parte de la solución y, sería como cambiar las macetas de ventana pero dentro de la misma casa. Hay que modificar ya, sin tapujos y en profundidad, el contexto social y político que ha configurado que en la actualidad España sea una pesadilla que se nos eterniza en el tiempo. No están las cosas como para “paños calientes”. Intentarán tomar medidas que consistirán en cambiar algo las formas para que en el fondo todo siga igual. Tiempo al tiempo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

No con mis impuestos…¿Qué impuestos?




Posiblemente nunca como ahora hemos tenido –padecido más bien- una Sociedad donde prevalezca más el complejo mundo de las consignas. Amplíense las mismas a la existencia de un Día para casi todo (del Orgullo Gay; de la Madre; del Padre; de los Enamorados; de la Mujer Trabajadora….). No interesa profundizar en los conceptos de las cosas sino más bien resaltar los titulares de los mismos. Durante la pasada visita agosteña del Papa a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se puso de moda una consigna por los anti….todo, consistente en un:”No con mis impuestos”. Que cada uno se manifieste de manera pacifica y civilizada, a favor o en contra, de lo que estime conveniente no deja de ser un sano ejercicio democrático. Poco, o nada, que objetar ante tales muestras ciudadanas. Faltaría más. Han sido muchos años en este país con la mordaza puesta como para cuestionar la necesaria libertad de expresión de las personas. Pero claro, cuando un “muchacho” porta una pancarta con el lema de los manidos “mis impuestos” y, resulta que tiene 32 años de edad; que no ha cotizado un solo día de su vida y que, además, participa en “botellonas” cuya recogida de toneladas de basuras le cuesta millones de euros a las arcas municipales, el hablar de “mis impuestos” se nos antoja como algo absolutamente esperpéntico. El portavoz del PSOE, don José Blanco, dejó meridianamente claro que la visita del Papa no le ha costado un solo euro al Estado. Más bien por el contrario podemos hablar –decía el señor Blanco- razonablemente de beneficios. Pero no sigamos por ese terreno que no existe peor sordo que el que no quiere oír. Desde niño siempre escuché una frase que como todo lo que nace del tópico está impregnada de verdades y mentiras: “Que a ese lo mantenemos con nuestro dinero”. Esto vale para un médico; un funcionario de una ventanilla de Hacienda; un político; un cartero; un conductor de autobuses o el mozo de espadas de un torero de relumbrón. Todo –decimos- sale de nuestros impuestos y cometemos el tremendo error de no entrar a saco en el centro de gravedad de las cuestiones. Estos días, don Alfredo Pérez Rubalcaba, recogiendo el guante que lanzó en su día, don Felipe González Márquez, ha cuestionado -con datos apabullantes- la inutilidad manifiesta y la sangría de millones de euros que representan las Diputaciones. ¡Ahí es donde debemos poner el dedo en la llaga de nuestros maleados impuestos! Evidentemente se trata de un ejercicio de oportunismo político, pues hace este planteamiento cuando de las 32 Diputaciones existentes en España, 24 están en manos del PP (también ahora han descubierto la incompatibilidad de cargos). Pero una cosa no quita la otra y debemos asumir que el oportunismo en política representa la antitesis del idealismo. Nada nuevo bajo el sol que calienta España. En las Diputaciones están mezclados funcionarios que desarrollan su trabajo de una manera honesta y eficaz, junto a políticos caducos y amortizados que ya ni recuerdan a que se dedicaban antes de “meterse” en política. Una especie de “Cementerio de elefantes” que provoca en este sufrido país una sangría de muchos, muchísimos, millones de euros. Las Diputaciones están obsoletas y sus funciones pueden ser perfectamente desarrolladas por las Comunidades Autónomas. El tema esta encima de la mesa y bien harán los políticos –de toda clase y condición- en no pasar de puntillas sobre el mismo. Diputaciones y Senado como ejemplos paradigmáticos de por donde se dilapida una parte importante de nuestros impuestos. Pero parece ser más rentable –en clave progresista- preguntarse quien paga el combustible del “Papamóvil”, antes que averiguar de donde sale el mantenimiento de tantísimos e inútiles coches oficiales (y sobre todo de sus ocupantes).
La clásica cantinela anticlerical para esconder las propias miserias.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Las siete y diez de la Alameda de Hércules



Pasarán años, muchos años, y seguiremos hablando de los “políticos” que gobernaron –mejor mandaron- en la Ciudad en estos últimos largos años. Tenían dos defectos fundamentales: el derroche de los nuevos ricos y una sobredosis de “catetismo” ilustrado. Pasear por el Centro histórico es en la actualidad un canto a la perplejidad. Alterada sustancialmente por gente que ni conoce la Historia de la Ciudad ni en realidad tampoco parecía importarles. Todo lo hacían en aras de una impostada modernidad sin saber distinguir los ecos de las voces. La “roncha” que nos han dejado va a hipotecar el futuro de la Ciudad en los próximos años y, los destrozos urbanísticos son difícilmente subsanables. No contaban con nada ni con nadie y ahora están camuflados bajo la sombra de los políticos mediocres. Paso casi a diario por la Alameda de Hércules y duele comprobar como ha sido deteriorado este mágico e histórico entorno en aras de una pretendida vanguardia urbanística. Dejando atrás la calle Calatrava a la derecha han situado “juntitos” como “figuritas” de un mueble-bar a, Pastora “La Niña de los Peines”, Manolo Caracol y al torero “Chicuelo”. Arte puro de la Alameda en su máxima expresión (siempre nos faltará Manuel Vallejo). Solo falta poner un carril de madera y tirar los bolos desde la acera de enfrente. ¿Tan difícil era poner a cada uno en su sitio? Pastora, sola, donde ahora están los tres (vivió y murió en la calle Calatrava). Chicuelo en la margen izquierda de la Alameda frente a la casa donde vivía y, Manolo Caracol, en su antigua ubicación cercana a la calle Trajano. Pues nada, los ponemos juntos nos hacemos la fotito de rigor y a otra cosa mariposa (por cierto, a los de IU que estuvieron en la colocación de los monumentos recordarles –por aquello de la Memoria Histórica- que a Manolo Caracol le concedió Franco la Orden de Isabel la Católica en 1968). Pero como la insensatez no conoce fronteras se preguntaban: ¿Qué podemos hacer también para estropear la otra punta de la Alameda? Dicho y hecho. Junto a unas columnas milenarias han colocado un horroroso reloj con visos “ikeanos” y que, en justo castigo, se les ha parado a las siete y diez de la tarde. Lo pusieron frente al antiguo “Bar de las Maravillas” (a escasos metros donde Manuel Vallejo se sintió indispuesto y se fue raudo a morir al Hospital de las Cinco Llagas, no sin antes cantarle una última saeta a la Macarena). La Alameda representa la Historia más llamativa de la Ciudad y, desde que el Conde de Barajas disecó la infesta laguna para convertirla en un Paseo romántico, por allí han pasado muchas cosas. La Alameda está considerada históricamente como el jardín público más antiguo de Europa (1574). Vamos que no fue solo un enorme prostíbulo donde se reunían señoritos juerguistas; cantaores; prostitutas y demás gente de mal vivir. Fue un emporio que marcó la vida lúdica de Sevilla durante muchos años. Allí el Cante Flamenco alcanzó la dimensión –en cantidad y calidad- más alta de toda su Historia. ¡Que bien vendría convertir la Casa de las Sirenas en un Centro de Análisis e Interpretación del Flamenco! Parece ser que hoy es preferible dotarlo para Cursos inocuos que justifiquen los fondos de la UE. Lo dicho: “A la Alamea, a la Alamea, que viene el guarda con la correa”.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Peter cogió su fusil




“Como llenarte, soledad,
Sino contigo misma”
- Luís Cernuda –

-
Peter es un australiano que pide para su diaria supervivencia en la calle Laraña de Sevilla. Peter era un profesor de Literatura en la deslumbrante ciudad de Sydney. Peter dejó sus clases y se vino a la Vieja Europa tras los pasos de una hermosa muchacha italiana. Nada que reprocharle. Si existe algo que justifica el “darle la vuelta al calcetín de la vida” es en aras de seguir las pisadas de una italiana. “Si tu me dices ven lo dejo todo / si tú me dices ven dejo todo para ti…..” Peter conoció en sus carnes la herida del desamor y la pena amarga del desconsuelo. Peter fue dando tumbos de Ciudad en Ciudad hasta desembocar en los brazos de la Vieja Híspalis. Peter está feliz entre nosotros y cree, por derecho propio, que forma parte de la compleja familia sevillana. Peter es un exquisito en las formas y un caballero en el fondo. Peter es culto, muy culto, y en él tomó forma la discreción. Peter, ya toca decirlo, es mi amigo. Peter pide con tanta educación que cuando le das unas monedas te entran ganas encima de darle las gracias. Peter forma parte del entramado urbano de la Campana sevillana. Peter tiene –tenía- un perro grandote color canela al que yo llamaba “Buqui”. Mi relación con Peter empezó hace un par de años. Me llamaba la atención su extrema limpieza y sus finos modales. No era un indigente al uso (caso de que podamos encuadrar a los pedigüeños en un solo perfil). Siempre sentado junto a él tenía a su perro. En los rigores invernales arropado íntegramente con una manta (que yo mismo le di) y en los días calurosos protegido bajo la sombra de la cercana galería. Un día me llamo la atención ver como tenía un saquito de pienso antialérgico. Era el mismo que yo le daba a mi perra y que cada medio kilo costaba por encima de los 6 euros. Fue la primera vez que dialogué con él. Me dijo: “Si, es que les salen unas manchas en la piel y me ha dicho el veterinario que le de solo este pienso”. ¡Pedía en la calle para comer y no le importaba darle un pienso especial a su perro! Desde entonces lo veo y lo saludo en mis numerosas bajadas al Centro de la Ciudad. Le ayudo en cuanto puedo –que a no dudar será muy poco- y me preocupo de preguntarle al menos como le va. El Maestro de fotógrafos sevillanos, José Manuel Holgado Brenes, sin yo saberlo, me tiró una instantánea en el Mercadillo del Jueves buscándole ropa. El pasado día 26 de Julio, Día de la Señá Sant´Ana, vi de lejos que estaba acompañado de un “colega” pero sin su perro. Me contó la tragedia: él, pudiendo dormir en un albergue, lo hacia en la calle porque no le dejaban entrar a su perro. El día 25 cuando amaneció le extraño no verlo durmiendo junto a él. Se levantó a buscarlo y sufrió en sus carnes la redundancia más terrible: su perro yacía en una calle adyacente destrozado por la embestida de un coche. Estaba literalmente abatido cuando me lo contaba y solo su educación consiguió que las lágrimas no se le desbordaran. Apenas acertó a decirme: “No es justo, Juan Luís, no es justo que Dios me haya dejado sin mi único compañero”. “No es justo, Peter, no es justo”, fue lo único que supe contestarle. Me temo que Peter, harto ya de estar harto, ha tomado el fusil del descreimiento. Otro más varado en la playa del desconsuelo. Va a militar en el Ejercito de los descreídos a los que como decía Machado: “…. de nada nos -les- sirve rezar”. Peter cogió su fusil no para atacarnos sino para defenderse ante el infortunio.
Puede, todo es posible, que dentro de poco alguien, de los muchos que le apreciamos, le regale algún cachorro y la vida vuelva a renovarse –a través de la ilusión- una vez más.

Lo veremos mientras tanto pidiendo sentado en la calle Laraña con su pelo rubio atado con una coleta. Su gorra vuelta de revés para el depósito de algunas monedillas. Su atillo con sus pocas pertenencias depositadas en el suelo y, la manta vacía, donde “Buqui” se acurrucaba para protegerse del frió. Ojala pronto podamos decir: “Peter soltó su fusil”.

martes, 13 de septiembre de 2011

Victimas por partida doble


Leía, en un reportaje publicado en el Diario “El País” a principios de este mes de Septiembre, la situación por la que atraviesa la banda terrorista ETA en la actualidad. Parece ser que la siniestra “Caja” de esta pandilla de asesinos está bajo mínimos. La causa objetiva era que su principal fuente de ingresos en forma de extorsión a empresarios vascos (el llamado “impuesto revolucionario”) lo habían aparcado de momento. Todo motivado para no interferir negativamente en la praxis política de sus gestores (llámenle Batasuna, Sortu o Bildu que al final aparecerán los mismos perros -perdón por la comparación con la noble raza canina- con distintos collares). También se especificaba en el citado reportaje que en la actualidad figuraban a nivel operativo un número no superior a los cincuenta etarras. En las cárceles –dicen- hay abierto un encendido debate entre sus presos para abandonar –o no- definitivamente las armas. Todo enmarcado en la prioritaria necesidad de abandonar cuanto antes el “trullo”. No es descartable que ETA, en un periodo no excesivamente largo, emita un comunicado o convoque una rueda de prensa anunciando el definitivo abandono de la “lucha armada”. Evidentemente ya tendrán pactadas unas contrapartidas con el Gobierno de turno (no seamos hipócritas y andemos siempre negando lo evidente). Los presos, a que dudarlo, ocuparán un lugar preferente en sus peticiones. Primero los irán acercando poco a poco a las cárceles del País Vasco para luego, por las gateras y con nocturnidad y alevosía, irlos soltando poco a poco. Todo sea, dirán, por una paz permanente y el entierro definitivo del terrorismo en España. Pero, ¿y las victimas? ¿Qué hacemos con tanto dolor acumulado y tanta orfandad clavada en las paredes del alma¿ ¿Qué argumentaciones podemos darles a estas familias para que comprendan esta tropelía que puede producirse a medio plazo? Lamento decirlo pero me temo que están condenadas a ser victimas por partida doble. No nos engañemos, en la vida en general y en la política en particular todo tiene un precio (o mejor una contrapartida). Bildu no está rigiendo muchos Ayuntamientos en el País Vasco tan solo por –para mi entender- un error garrafal de varios jueces. No obviemos que también recibieron los votos de muchísimos vascos que sabían a quienes votaban y, lo más importante, lo que votaban. Cada día que pasa consiguen mayores cotas de poder y sus expectativas –siniestras expectativas- avanzan a pasos agigantados. No querer verlo es negar la evidencia o silbar haciéndonos los distraídos. Ser demócrata es asumir que por la vía cívica que marca la Libertad nada puede considerarse tabú. Desde la forma de Estado (Monarquía o República) hasta anhelos nacionalistas plasmados en referéndum consultivos. Todo, insisto, dentro de unas reglas de juego establecidas por todos y para todos. Pero la sangre derramada nunca puede quedar impune. Todos los españoles decentes y bien nacidos –independiente de sus ideologías- haremos bien en considerarnos colectiva y solidariamente victimas de los terroristas. Será la única forma de que los políticos no vuelvan a duplicar el dolor de viudas y huérfanos. Me temo que la “vuelta a casa por Navidad” de los presos etarras figura en alguna que otra agenda de la clase política. Estemos atentos que nos esperan tiempos de estupor e indignación. Si dejamos a la victimas abandonadas a su suerte nos estaremos equiparando con los verdugos. No olvidarlos a ellos ni a su dolor debe formar parte de nuestro sentido de la decencia.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Tiempo de recortes




Amigos íntimos dedicados al campo de la producción cultural -en cuanto a eventos y espectáculos se refiere- me confirman, lamentablemente, que la Administración ha recortado drásticamente los presupuestos en este apartado (al parecer algo que consideran fácilmente prescindible). Mi propia actividad como colaborador del Área de Flamenco en una Compañía Discográfica me lo confirma de manera fehaciente. Ayuntamientos y Junta han llegado a la lamentable conclusión de que puestos a recortar es en la Cultura donde más se debe mostrar generosa la tijera. La Cultura parece ser algo baladí e insustancial y poco importa que se prescinda de lo que, al parecer, la gente no necesita ni demanda. Craso error que terminaremos pagando muy caro. Al final, no nos quedará más sensibilidad que aquella que proporciona el plástico de las tarjetas. El pasado verano ha sido funesto y, las actividades culturales programadas por los distintos Ayuntamientos, han pasado de la consideración de escasas a la de nulas. El Mundo de la Cultura agrupa a muchísimas personas que, desde la vertiente artística o en sus distintas facetas laborales, colaboran para que nuestro espíritu reciba el alimento que complemente al que recibe nuestro aparato digestivo. Quede claro, que no entramos en el espinoso tema de las subvenciones, sino en la necesidad de popularizar los eventos culturales para que tengan acceso a los mismos todo tipo de personas. Esta tierra nuestra nunca se sintió cómoda en el término medio de las cosas. Somos un compendio de máximos y mínimos. En épocas de bonanza económica no había reparos en pagarle un fortunón a algún artista de relumbrón por cerrar una Campaña Electoral. Hoy, en un periodo de “vacas flacas”, orillan a la Cultura como algo fácilmente prescindible. No hay dinero para el montaje de espectáculos y la configuración de eventos culturales. Se comete una doble perversión: abandonar a su –triste- suerte a los trabajadores de la Cultura (artistas incluidos) y, se les sustrae a la gente su necesario pan espiritual. Festivales de Flamenco, recitales de Jazz, ciclos de música clásica, Teatro al aire libre y Cines de Verano, saboreados hasta ayer en noches estrelladas y con el soniquete de fondo del canto de los grillos y, hoy en vías de desaparición. No hay dinero para lo accesorio –nos dicen- y el poquito que queda lo emplearán en cosas más importantes y sustanciales. Han conseguido que los músicos guarden sus instrumentos –junto con nuestras almas- en sus fundas a la espera de tiempos mejores. Cantaores, bailaores y tocaores de Flamenco reciclados históricamente a tristes épocas de juerga, cuarto, borrachera y miseria. No hay dinero para la “Cultura del Entretenimiento” mientras ellos se “entretienen” en lo que usted y yo sabemos. No saben racionalizar los recursos de que disponen a través de nuestros impuestos, y solo saben manejar dos conceptos en materia redistributiva: dar mucho (a los suyos) o no dar nada (a todos los demás). ¿Pero en verdad notamos en nuestras vidas la ausencia de la Cultura? Parece ser que no y ya se encarga “Mamá Televisión” de proporcionarnos nuestra diaria ración de embrutecimiento. Aquí –llamemos a las cosas por su nombre- lo que interesa son “ceporros integrales” movidos como marionetas por las cuerdas del Poder. “Belenes Esteban” como referentes de nuestros anhelos e inquietudes. No quieren que además de soñar con la Luna pretendamos un día bajarla entre todos para verla de cerca. Si nos quitan las salidas nocturnas del Verano seremos como pollos enjaulados en recintos acondicionados en manos de la “Caja tonta (lista)”.


Escuchar cantar por Soleá a las dos de la mañana en Mairena del Alcor; ver “El Guateque” en un Cine de Verano de Tomares con el ruido de fondo de doscientos comiendo pipas; escuchar a la “Bejazz” dando un recital de Jazz-Flamenco en las Cabezas de San Juan; ver representada una obra de las Hermanos Álvarez Quintero en la trianera Plazuela de Santa Ana o escuchar una Orquesta de Cámara en la desembocadura del Guadalquivir (allí donde el día huele a manzanilla y la noche a mágica guitarra y a brea marinera).

Todo esto se nos está hurtando por una cohorte de impresentables que se creen que la Cultura es como el paraguas, algo solo necesario para cuando llueve. Un juguetillo de divertimento para tener entretenido al “personal”. Cada día hay más músicos callejeros y más políticos “apoltronados”. Rebelarnos contra este estado de cosas es ya algo acuciante para rescatar nuestras manipuladas vidas. ¡Dios te salve Música y Cultura, los que se mueren por vosotras os saludan!

domingo, 11 de septiembre de 2011

Trabajo: ¿Castigo divino o gloria terrenal?



Recuerdo hace unos años una excelente canción de Raphael (por cierto, al que la “Progresía” ha descubierto ahora que siempre ha representado el culmen de la modernidad en España) dedicada al mundo del trabajo. Arrancaba así:

Arrastrar la dura cadena
Trabajar sin tregua y sin fin;
Es lo mismo que una condena
Que ninguno puede eludir

El trabajo nace con la persona
Va grabada sobre su piel
Y ya siempre le acompaña
Como el amigo más fiel.
…… …… ……. …….

El asunto del trabajo como castigo divino parece no estar demasiado claro. Pues mientras las Sagradas Escrituras nos hablan del trabajo como una bendición de Dios, plumas bíblicas autorizadas escribieron que fue en la persona de Adán - por meterse donde no le importaba, algo en lo que los humanos somos especialistas- cuando tomó forma y cuerpo este castigo, sujeto a falsos convenios y a toda clase de explotaciones. En la España “Zapateril”, con una alarmante cifra de 5.000.000 de parados, el tener trabajo ya no se nos configura como un castigo divino sino más bien como una gloria terrenal. Nuestro Presidente ha logrado despejar una incógnita ancestral: ¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? Ni lo uno ni lo otro. La respuesta hoy en España es clara: no trabajar para no vivir y trabajar para malvivir. El trabajo se nutre, de manera complementaria, de vocaciones y frustraciones. Trabajar en algo donde realmente te sientas plenamente realizado es tocar el cielo con la palma de mano. Hoy las precarias necesidades laborales han propiciado que nadie –en situación de paro - le hago ascos a ninguna ocupación laboral (lógicamente dentro de sus posibilidades profesionales). ¿De los que trabajan cuantos lo hacen en algo que realmente les gusta? ¿De los que no trabajan cuantos les gustaría hacerlo en lo que fuera? En el aspecto humano trabajamos para mantener a nuestras familias y a nosotros mismo, además de configurarnos como parte activa del entramado social de nuestro país. Trabajando eres vital para tu familia y te sientes útil socialmente. También, resulta evidente que lo hacemos para mantener a un montón de parásitos. Que una parte del fruto de nuestro trabajo –en forma de impuestos- le proporcione al Estado las herramientas económicas necesarias para estructurar la Sociedad, es perfectamente asumible y legítimo. Que del trabajo ajeno se beneficie tanta gente que a la larga solo se representan a ellos mismos y a sus intereses, ya es harina de otro costal. Los habitantes de nuestro sufrido y peculiar país (Andalucía ya ni les cuento) nunca tuvimos más “representantes” y, curiosamente, nunca estuvimos peor “representados”. A pesar que desde muchos frentes interesados quieran diluirlo como sea, el 15-M ha clavado su diana dando más les duele (el centro de sus carteras). Nos esperan, a que dudarlo, meses apasionantes y donde los políticos –todos- o bien estrechan su relación con los problemas reales de la gente, o las consecuencias pueden ser imprevisibles.
Han llevado su gestión política a las antípodas de los intereses de los ciudadanos y han posibilitado que la Democracia española este bajo mínimos. La gestión de don José Luís Rodríguez Zapatero (nefasta hasta la saciedad) no es más que la punta de un iceberg que, entre todos, se han encargados de configurar. Si trabajar es un castigo divino pues bienvenido sean castigos como este.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Tiempo de incertidumbre



¿Cuántas veces en los últimos meses hemos escuchado, leído y comentado la palabra Crisis? ¿Cuántas han sido las que se erigió en protagonista de alguna tertulia radiofónica, un artículo de prensa o una simple conversación entre amigos? La hemos denominado de todas las formas posibles: crisis económica; crisis social; crisis espiritual; crisis existencial o, inclusive, crisis de valores. Nunca la prensa dedicó mayor número de páginas a los aconteceres económicos -nacionales y foráneos-, y nunca los suplementos color salmón tuvieron mayor acogida. Tratamos todos en definitiva de conocer el origen y la causa de esta tremebunda hecatombe y su futuro desenlace. No hay manera, pues los sesudos y generosamente pagados economistas y políticos que controlan nuestros “jurdeles” y, por extensión, nuestras vidas tampoco lo saben. Nadie se explica el derrumbe de la llamada Sociedad del Bienestar que con tanto esfuerzo y dedicación levantaron nuestros mayores. Los partidos socialistas europeos hace tiempo que enterraron a la socialdemocracia y, los conservadores, ya no saben que merece la pena conservar embarcados en el neo-liberalismo. Vivimos en manos de un reducido grupo de ineptos que nos han llevado a la situación actual. Hemos caído victima de la usura, el despotismo político y, una judicatura que cada día tiene más de legal que de justa. Lograron convencernos que ya casi todos formábamos parte de un amplio espectro en una emergente clase media, y hoy no sabemos que hacer con tantas tarjetas de cuentas en números rojos. Pasas a saludar a un amigo que tiene un pequeño negocio y pueden pasarte dos cosas: que este cerrado con un cartel en la puerta indicando que “Se traspasa”, o de que te comente que la situación es insostenible y tendrá que plantearse el cierre a medio plazo. Los que disponían de un empleado se han visto obligados a prescindir de él, y hoy su mujer o su hija son quienes les ayudan a malvivir comercialmente ahogados por los fantasmas de la Crisis. Si te tropiezas con alguno de los que todavía tienen trabajo, te dirán que la Empresa está pasando serias dificultades y que no paran de reducir personal. Los fijos cada día son menos fijos (¡tiempos aquellos donde un sevillano podía trabajar cuarenta años en una misma Empresa!). Los de contratos eventuales –la mayoría- tienen serias y razonables dudas de que se los renueven. ¿No nos queda otra ante esta difícil disyuntiva que conformarnos? ¿Debemos obviar cualquier atisbo de esperanza? Para nada. Estamos vivos y debemos manifestarnos con toda la fuerza que nos da el civismo en desenmascarar la “Cueva de Alí Babá y los –mucho más- de cuarenta ladrones”. Nos quedan, a que dudarlo, tiempos de extrema dificultad pero peor lo pasaron nuestros abuelos para remontar la empinada y durísima cuesta de la posguerra. Ser solidarios ahora no es un gesto, es más bien una necesidad para con los demás y, fundamentalmente, para con nosotros mismos. Saldremos reforzados si conseguimos reforzarnos en nuestro interior. Lo dejo dicho Martin Luther King: “Los hombres han conseguido volar como los pájaros; también han conseguido nadar como los peces, pero no han conseguido llevarse como hermanos”. Quien quiera que recoja el guante y quien no que siga embobado tocándoles las palmas. Siempre será preferible que te acusen de demagogo antes que de “pasota”. Tiempo de incertidumbre en un barco –que no era el nuestro- hundiéndose bajo el viento huracanado de los poderosos de la Tierra.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Triana y el Cante; el Cante y Triana



El pasado 26 de Julio, Día de la Señá Sant´Ana, se presentó en el Abba Triana Hotel, un excelente libro dedicado a la Historia de la Velá (abarca desde sus orígenes en 1280 hasta 1948). Todo gracias al tesón y el talento de quien, de manera acertada, se nos configura como el mejor cronista trianero actual y, testaferro del legado que en su día dejó el recordado y añorado Manolo Macías. Les hablo naturalmente de Ángel Vela Nieto. Allí estaba la flor y nata de la infantería trianera más noble y que, una vez más, confirma mi vocación frustrada de trianero no nacido en el arrabal. Ángel Vela presentó una síntesis del contenido de su libro como solo él saber hacer las cosas: con temple torero y la sabiduría heredada de los que prestan sus oídos a cosas interesantes y, su tiempo, a las causas impregnadas de nobleza. Dijo algo que me llenó de satisfacción. Ni más ni menos que anda en la actualidad gestando un libro que nos aclare, de manera rigurosa, la importancia vital y fundamental de lo que ha representado Triana para el Flamenco (prioritariamente para el mundo del Cante. Aunque en el Baile tampoco les ha ido mal). Ahí esta la Cuna y quien no la quiera ver así será inducido por motivaciones subjetivas o condicionado por enunciados fundamentalistas. Triana, Jerez y Cádiz se nos configuran como los rincones andaluces fundamentales para que el Flamenco encontrase “Parada y fonda”. ¿Y Sevilla? Pues le dio todo cuanto demandaba en majestad y grandeza. Sevilla no crea Cantes crea Cantores/as. Sevilla, se nos presenta como una hermosa pulidora que consigue labrar sobre preciosos metales en bruto, artesanales e imperecederas joyas para el lucimiento del Flamenco. No existe una Soleá de Sevilla y al menos hay tres o cuatro en Triana. Tampoco hay una Siguiriya sevillana y en el arrabal los “Cagancho” crearon más de cuatro. Nadie conoce una Toná específicamente sevillana pero si existen a ritmo de fragua en Triana. ¿Tiene Sevilla un cante por Tangos? No consta, pero Triana tiene unos majestuosos llamados del “Titi”. ¿Qué representa por tanto Sevilla para el Flamenco? Lo representa todo. Aquí vieron su primera luz nada menos que: Vallejo, Pastora, Tomás, Caracol, el Carbonerillo, Antonio “el de la Calzá”, el Sevillano, el Pinto, Escacena, Centeno, Niño Ricardo, Antonio Ruiz Soler…… ¿seguimos? Aquí se hicieron grande cuando nos llegaron de Jerez genios del Cante como: Chacón, Manuel Torre, el Gloria, Cepero, la Paquera, Chocolate……Innegable resulta la presencia de todos los grandes cantaores buscando la verdad del Cante por todos los rincones de Triana. A Sevilla venían a “Torear” y a Triana a ver la verdad del “Toro” en noches plateadas de dehesas. Sevilla y Triana; Triana y Sevilla forman parte de un mismo armazón ideológico, cultural y sentimental. Pero las peculiaridades de Triana la hacen tener unas señas de identidad propias. Contextualizar solamente a Triana como un Barrio de Sevilla es minimizar las verdades históricas. Lamentablemente desde una Sevilla de “charanga y pandereta” se ha querido vender la imagen de una Triana “graciocilla”, variopinta y con mucho “arte” (no obviando que muchos trianeros han contribuido bastante a esta imagen desnaturalizada de Triana). Esperamos ilusionados el libro de Ángel Vela sobre “Triana y sus Cantes”. Vivimos tiempos de reivindicaciones de todo tipo y, no estaría de más, que reivindiquemos también el rigor de las verdades objetivas. Cuanto hagamos en ese sentido será el mejor patrimonio que podamos dejarle a las generaciones venideras. Hagámonos eco de las voces –quejíos- que nacen de las montañas y obviemos el efímero rumor de las olas. Como decía Machado: “Todo necio confunde valor y precio”.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Las profundidades del alma



Dado que como es previsible nuestro cuerpo ha sido circunstancialmente alterado por los rigores de Agosto (cervezas, tintos de verano, sardinas, tortillitas de camarones, arena, sol, mosquitos, salitre, siestas, familiares inoportunos….), podemos arrancar este Toma de Horas hablando de algo tan etéreo e ilocalizable anatómicamente como las profundidades del alma. He dedicado gran parte del ya finiquitado mes de Agosto al estudio de los aspectos personales (humanos) de una serie de personajes de los que, afortunadamente, me nutro para enriquecer mi patrimonio cultural-sentimental. He dado bandazos investigadores en todas direcciones. De Mozart a Manolo Caracol. De Alfred Hithcok a Diego de Velázquez. De Paco de Lucía a Marlon Brando. De Bertrand Rusell a San Juan de la Cruz. De García Lorca a Walt Whitman. De Bach a Antonio Ruiz Soler. De Laurence Olivier a Juan Belmonte. De Sofía Loren a “La Niña de los Peines”. De María Callas a Bette Davis. De……. Insisto, estaba más interesado en escudriñar la faceta humana de estos personajes que en ahondar en sus inmortales obras. De ellos me nutro cada día y han configurado, de manera armoniosa, la atalaya desde donde mi espíritu levanta gozoso el vuelo. He utilizado Internet como herramienta principal de investigación, con la inestimable ayuda de mi modesto Archivo y Biblioteca. Al final se demuestra que las verdades elementales -no pocas veces- son más elementales que verdades. Todos al final aparecen nimbados con una aureola donde se complementan luces y sombras. Existen aspectos de sus biografías dudosos y contradictorios y otros, históricamente contrastados, donde a titulo personal salen francamente mal –o bien- parados. No es más que la eterna dicotomía entre ética y estética. Algunos pueden haber sido absolutamente geniales en sus actividades creativas y unos auténticos miserables como seres humanos. Aquí se nos plantearía una incógnita difícil de despejar: ¿Debe prevalecer la obra artística sobre la condición humana o debe ser al revés? Pongamos un ejemplo concreto: en el pasado 2010, Martin Scorsese le rindió un Homenaje en forma de Documental al Director Elia Kazan. Lo presentó en el Festival de Venecia. El tema suscitó una gran polémica en el Mundo del Cine norteamericano, dado que Elia Kazan había delatado a once (parece ser que fueron algunos más) compañeros ante el Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso (Senador McCarthy). Se abrió un fuerte e interesante debate de esos que dejan huella por el peso de las argumentaciones. Scorsese decía que en su Documental rendía solamente Homenaje al Director que ha sido reconocido, de manera unánime, como uno de los más grandes del Cine. Los detractores del Documental, sin negar la evidencia de sus grandísimas dotes como Director, decían que debía prevalecer su deplorable comportamiento humano. ¿Cómo posicionarse pues? Supongamos que nos dan a leer una novela, sin concretarnos su autor, y que la misma nos causa un fuerte impacto emocional. Posteriormente nos aclaran que se trata de un escritor francés que colaboró activamente con el Régimen Nazi en la ocupación de Paris. ¿Cambiaremos nuestra inicial consideración positiva sobre la novela?; ¿Obviaremos los “deslices colaboracionistas” del escritor o le daremos prioridad en una apreciación global sobre su obra? ¿Si descubrimos aspectos turbios en la vida personal de Velázquez, dejará de emocionarnos la contemplación de su inmortal pintura? Sinceramente, a mí me interesa mucho el José Maria Pemán de “El Divino Impaciente” y nada el de las odas a Franco. Hace diana en mis sentimientos andaluces “La arboleda perdida” de Rabel Alberti y encuentro perfectamente prescindibles sus versos a Stalin.
Nos nutrimos del Arte y, a que dudarlo, siempre podremos prescindir de las miserias -y grandezas- personales de los artistas. Aparte de que contra mayor sea la dimensión de un personaje, más entrará en el peligroso juego de las medias verdades o las medias mentiras.

Si lo que leemos, escuchamos o contemplamos nos parece sublime sintámonos plenamente satisfechos, sin pretender que personaje y persona vayan siempre cogidos de la mano. ¿El orden de prioridades? No existe como tal y, no pocas veces, las biografías se escriben buscando el morbo y el escándalo antes que adentrarse en el complejo bosque de la verdad. Si algunos no han sabido unir artista y persona seguro que al final tendrán que rendir cuenta ante algo (la Historia) o ante alguien (Dios).

lunes, 5 de septiembre de 2011

Los Toros: Una cuestión cultural

El pasado día 29 de julio el Consejo de Ministros adoptó una decisión que se nos presenta como una excelente noticia para el incomprendido Mundo de los Toros. Se acordó que las atribuciones de esta mágica Fiesta pasaran del Ministerio del Interior al de Cultura. Nada más lógico y así queda expresado en la nota informativa posterior al citado Consejo de Ministros: “Entendida la tauromaquia como una disciplina artística y un producto cultural, las competencias del Estado en orden a su fomento y protección tienen su correcta ubicación en el Ministerio de Cultura”. Era de una lógica aplastante y con una ecuación sin fisuras: Toros igual a Arte; Arte igual a Cultura. Todo enhebrado en la necesidad de defender, fomentar y propiciar que nadie pueda hacer “causas políticas” con nuestro mejor Patrimonio sentimental. Con plena seguridad podemos afirmar que en esta buena noticia no habrá resultado una cuestión baladí que la actual Ministra de Cultura, doña Ángeles González-Sinde, sea una excelente aficionada. Cansa a estas alturas el seguir insistiendo del porqué el Toreo representa un fenómeno artístico-cultural de primera magnitud. Los anti-taurinos (a los que muestro mi respeto) no están por la labor de adentrarse en los distintos vericuetos que les lleven –al menos- a la comprensión global de este fenómeno llamado Fiesta Nacional. Los que somos aficionados -hijos y nietos de buenos aficionados- poco nos tienen que explicar –los anti-taurinos- a estas alturas de nuestras vidas. ¿Maltrato animal? ¿Fiesta impregnada de salvajismo? ¿Comercio antes que Cultura? ¿Machismo irredento? Solo son consignas impostadas donde prevalece el continente sobre el contenido. El Toro de lidia desaparecería si desapareciese la Fiesta. No habría maltrato porque tampoco habría toro. El Toreo es una de las Fiestas más nobles que le quedan a la Vieja Europa donde se aúnan la emoción con los compases del arte más puro. Nada hay preconcebido, ni incluso la posibilidad de que el torero termine la corrida pagando un tributo de sangre. Su colorido, ambiente, música y, sobre todo, el hombre creando belleza ante la fiera es sublime. Así lo recogieron pintores de la talla de Picasso y Goya. Así lo testimoniaron gente del talento de Ernest Hemingway y Orson Welles. Así ha quedado recogida para la eternidad en películas y documentales. Bienvenido pues este cambio de Ministerio que no hace más que corroborar algo que hace unos meses hicieron los franceses: declarar al Toreo, Bien de Interés Cultural (BIC). Sobre gustos es lógico admitir que no hay nada escrito, pero amigos que queréis que os diga, donde se ponga una buena corrida –taurina- que se quite una concentración de anti…..todo. Por la vía democrática todos los pronunciamientos son legítimos pero, sinceramente, cuando tantos animales son maltratados y están en vías extinción, atacar al único que los humanos cuidan y protegen con esmero es un verdadero despropósito. En Cataluña ya han ganado la primera batalla; procuremos que no ganen también la guerra en el Estado español. Sin Toros, España sería menos España y nosotros menos españoles.

domingo, 4 de septiembre de 2011

20-N o Elecciones Generalísimas




Cuando ya el mes de Julio entraba en sus últimos estertores existenciales, don José Luís Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de la Madre Patria, nos anunció algo largamente presentido y deseado: se adelantaban las Elecciones Generales al próximo día 20 de Noviembre. Coincidirán con otro 20-N donde, para vergüenza histórica de todos aquellos que se hicieron “anti-franquistas” después de esa fecha, Franco se murió de viejo en una cama de Hospital. Si algo ha definido siempre a este país ha sido el haberse configurado como el “Paraíso de los Oportunistas”. Por aquello de la coincidencia de fechas en el argot popular las Elecciones programadas para el 20 de Noviembre han pasado a llamarse: Elecciones Generalísimas. Era la crónica de unas elecciones anticipadas tan necesarias como evidentes. La Legislatura hace ya bastante tiempo que estaba literalmente agotada y la andadura política de ZP era un canto a la desesperanza. Las agonías en la vida y en todos los ordenes de las cosas contra más cortas menos daños producen. Parece ser que se avecinan aires de cambios profundos y la ciudadanía a través del voto siempre tendrá la última palabra. Creo, sinceramente, que más que un cambio de siglas o de políticos lo que la gente reclama con urgencia es un profundo cambio de comportamientos. La clave no está en Rajoy o Rubalcaba sino en profundizar en los valores de una Democracia, la española, que se encuentra bajo mínimos y, lo que es peor, envuelta en un halo de despotismo y corrupción verdaderamente alarmantes. Culpar a José Luís Rodríguez Zapatero de todo lo males que nos aquejan es, aparte de injusto, un ejercicio de infantilismo político. Es, a que dudarlo, un político mediocre que se encontró de la noche a la mañana con la poltrona del Poder. No se lo esperaba nadie y unos trágicos acontecimientos unidos al empecinamiento del PP por instalarse en la mentira lo llevaron al Palacio de la Moncloa. Pero ZP no tiene la culpa de la hambruna africana ni de que llueva en Semana Santa, como se empecinan en “demostrar” algunos articulistas (serviciales plumillas en definitiva). Las Elecciones Autonómicas en Andalucía se celebrarán definitivamente en Marzo. Bien está que así sea, pues el diluirlas como hasta ahora dentro de las Generales, era una afrenta a los sentimientos políticos de los andaluces. Andalucía tiene unos problemas tan graves y específicos que hurtarle a la gente un debate serio sobre los mismo era como considerarlos “menores de edad”. El atraso endémico de esta tierra nuestra, tan querida como maltratada por los siglos, ya no está para “paños calientes” ni más embaucadores de salón. Aquí ha tomado carta de naturaleza la picaresca más cervantina y los parámetros sociales siempre son manifiestamente empeorables. Necesitamos gente seria que nos gobierne desde la honradez, la eficacia y la transparencia. ¿Es mucho pedir por estos lares? Parece ser que hasta ahora sí. Los vientos en los desiertos solo mueven las arenas de un sitio a otro. Los de la política deben ser para que, al abrir las ventanas, se ventilen las casas y se oxigenen los corazones y las ilusiones de los que están sumidos en la desesperanza. Por tanto no nos engañemos, ni son tan malos los que se irán ni tampoco tan buenos los que llegan. Somos nosotros, con nuestro pasotismo, los que engendramos los “monstruos de la política”.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Antonio Valverde



Me llega una triste noticia a través de Ángel Vela: la muerte de Antonio Valverde. Desconocía, por esta forma de vida actual donde ya todos somos “extraños en el paraíso”, incluso que estuviera enfermo. Dicho con rotundidad y pidiendo disculpas por el exabrupto: cumplir años es una mierda. Cada día nos llegan nuevas y malas noticias de personas queridas caídas en la batalla de la vida y, por alusiones afectivas, ya nos va costando trabajo cargar con este saco de orfandad sobre nuestras espaldas. Es costumbre cotidiana y misericordiosa hablar siempre bien de los que nos dejan. No es el caso de Antonio Valverde, pues en su persona se daban cita cuantos elementos positivos adornan al ser humano, situándolo de pleno derecho en el hermoso campo de la inmortalidad afectiva. Era bueno y grande este Antonio de soles y lunas que hizo gravitar su vida entre su familia, sus amigos, su trabajo y el Flamenco. Su tiempo existencial transcurrió entre los aledaños de Santa Catalina al amparo de albaranes y facturas de artilugios que facilitan la vida hogareña y, su querido y flamenco Barrio de los Carteros. Alma Mater de la lamentablemente desaparecida “Peña el Manantial” y, posiblemente, uno de los aficionados flamencos que yo he conocido más comprometido con la causa (la que nos lleva –o debía llevarnos- al engrandecimiento del Flamenco). Para la eternidad de mi memoria sentimental quedarán las noches flamencas de lunas claras, vividas y disfrutadas –junto a su amigo del alma Jenaro- en los festivales de Mairena del Alcor. Nuestros encuentros flamencos en “Torres Macarena” o en “El Manantial”. Siempre embriagados por la magia del Arte Jondo y la amistad que nace de las profundidades del alma. Aturdido me dejaba las muestras sinceras de afecto y consideración que tenía este Antonio de Fandangos del Chozas y Colombianas de José Galán hacia mi persona. Si yo valiera la mitad de lo que el sinceramente pregonaba, se me abrirían de par en par las puertas del Cielo. Insisto, duele soportar esta última etapa de nuestra vida donde permanentemente el Gran Poder sevillano pone en nuestros labios un” descansa en paz”. Escribo este Toma de Horas cuando todavía estoy sobrecogido por tan triste pérdida. Suena en el ordenador –en homenaje a nuestra intemporal amistad- una Siguiriya de Manolo Caracol. Estamos a 2 de septiembre del 2011. El día, acorde con la luctuosa ocasión, es triste, gris, plomizo y lluvioso. Las lágrimas se me asoman a las ventanas de los ojos para mojarme la cara de pena. Huérfanos se quedan de tu amistad tus inseparables Jenaro, Ángel y cuantos tuvieron –tuvimos- la suerte de conocerte y tratarte. Cuando ya las frases no pueden superar a los sentimientos mejor cerrar los tinteros del alma. Solo me queda decirte que fue un verdadero placer el haberte conocido. Allá donde quieras que estés nunca pasarás desapercibido. Estoy seguro que alguna paloma se posará en la puerta del “Bar Talocha” y levantará el vuelo con la tristeza de no verte. Como decía el gran Machín: “Espérame en el cielo…. (Que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero”).



viernes, 2 de septiembre de 2011

La calida luz del membrillo




“Calle de la Corredera
cuando alguien grita ¡agua!
aquí quien no corre vuela”.


Arrancan los esperanzadores –la esperanza de estar vivos- días de Septiembre y, una vez más, se pone en marcha el reloj que marca las cosas imperecederas de la Ciudad. Tiempo de reencuentros, de relatos viajeros y de amores colgados en la percha de la luna agosteña. Lo cantaba el Dúo Dinámico: “El final del verano / llegó y tu partirás / yo no se hasta cuando / de mí te acordarás…..”. El verano es insustancial por su propia naturaleza. Se aparcan temporalmente deberes y obligaciones y nos adentramos en una vorágine donde mandan los cuerpos sobre las almas. Todo lo sustancial queda aparcado hasta la llegada de Septiembre que siempre termina por aparecer fiel a su cita. El verano sevillano se remata, con los lentos días agosteños, cuando la Ciudad toma aire en noches interminables de terrazas y añorados Cines de Verano. Días inmisericordes, donde el día nos castiga para que la noche nos de la contrapartida a los soles desosegantes. Los árabes nos enseñaron que los días de la canícula están para ocultarse en remansos de sombras; agua que se besa en el aire y caricias soñadas al amparo del dulce arrullo de la música. Los romanos –a golpes de cornetas y tambores- a mostrarnos de puertas hacia fuera, y, los árabes, a la introspección de las cosas bellas imbuidas en la lentitud de lo sutilmente eterno. Hacia dentro las emociones (el sonido) y hacia fuera los gestos (el ruido). (Cautivaron a una mora / y pa España la trajeron / y en la pila del bautismo / Candelaria le pusieron). El mar –la mar- se despereza en Septiembre de la multitudinaria invasión de sus playas y vuelve a recuperar su origen bravío. Los hombres siempre se adentraron en los mares por tres motivos fundamentales: el Comercio, la Pesca y la Aventura. Dejémosla estar para poder verificar como Dios sopla sus aguas en las duras noches otoñales. El Mar –la Mar- ruge desafinado o desgrana sobre las crestas de sus olas la dulce melodía del amor. “El sol del membrillo” es una excelente película-documental de quien está considerada por lo critica como el mejor director del Cine español, Víctor Erice. Con una escasísima filmografía compuesta de tan solo tres películas: “El espíritu de la colmena” (1973); “El sur” (1983) y, el citado “El sol del membrillo” (1992). Un carrerón cinematográfico cortado por un cúmulo de circunstancias merecedoras de ser analizadas en profundidad. “El sol del membrillo” gira en torno a la figura del pintor manchego, Antonio López, y a la evolución de un membrillero plantado en su jardín. El pintor lo va pintando en la medida que el tiempo lo va transformando desde la etapa otoñal a su decadencia en el riguroso invierno. La cámara no es más –ni menos- que un testigo mudo de este proceso creativo: atrapar en definitiva la luz del membrillo. Sevilla sitúa al membrillo en pleno Septiembre y en una doble vertiente: su luz amarillenta con atardeceres más cortos y su calor tan pegajoso como efímero (en junio las calores tienen todavía un largo recorrido; en septiembre ya tienen fecha de caducidad). Sevilla siempre ha sido una tierra de vísperas: Semana Santa, Feria, Corpus, Virgen de los Reyes….se nos configuran idealizadas en sus días preliminares. Septiembre es en si mismo un puro preámbulo. Todo se renueva configurando el inicio de un nuevo ciclo. La vida y sus circunstancias parecen comenzar de nuevo y permanece intacto nuestro propósito de enmienda. Ya están superadas las travesías a través de los calurosos desiertos del tórrido verano.
Volvemos a la rutina que es la única manera de volver a nosotros mismos. Nacemos de nuevo a la Esperanza que es la mejor forma de nacer en Sevilla. Bienvenidos a la Ciudad y a la vida. Permitirme que sea mi nieto quien os de la bienvenida.

Nota adicional: ¡Lo que han cambiado los tiempos! Antes se venía con nosotros de vacaciones una muchacha dulce, tímida y educada a la que conocíamos como la “Prima del pueblo”. Este año nos acompañó una “Prima” de otro índole. Hija directa de usureros y especuladores: la “Prima de Riesgo”.