viernes, 29 de enero de 2010

El Pensador de….San Fernando.

“No hay en el mundo objetivo por el cual se pueda sacrificar la libertad del hombre” - Vasili Grossman -

Hace unos dias, en plena vorágine de compras navideñas, pasé por la Plaza Nueva y me acordé cuando hace unos meses estuvo allí la espléndida escultura del “Pensador” de Rodín. La situaron justo delante de la Casa Grande de “todos” los sevillanos. De espaldas al Consistorio y abierto a la contemplación de viandantes y curiosos Aquel día acudí con un amigo de sentires a una gestíón municipal, relacionada con la programación del Congreso callejero de trompetas y tambores (celebrado recientemente y al parecer con notable éxito de participantes y público asistente. Música callejera y cofrade al paso pero sin pasos). Aquel día a la salida, y antes de bajar la escalinata, nos paramos un momento en la puerta del Ayuntamiento. Contemplamos una hermosa vista desde nuestra posición. Teníamos de espaldas al “Pensador” y al fondo, en pleno centro de la Plaza, el Rey San Fernando a lomos de su caballo. No pude por menos que dejar volar mi imaginación y soñar el siguiente dialogo entre los dos:


- San Fernando: –Pss, pss… Pensador ¿estás durmiendo?-

- Pensador: - No, estaba pensando.

- S.F. -Ya, y si no es mucho preguntar ¿en que pensabas?.

- P. – Sobre toda en la condición humana y en el callejón donde se ha metido.

- S.F. -Te entiendo, yo la conozco a fondo y se que es capaz de lo mejor y lo peor.

- P.– Por cierto ¿tú llevas mucho tiempo aquí?.

- S.F.– En Sevilla desde 1248, que la conquisté para la causa cristiana.

- P. – No, yo me refiero aquí montado a caballo en esta Plaza.

- S.F. – Ah bueno, eso fue una idea de Isabel II en una visita a Sevilla en 1862.
- Pero no me terminaron hasta 1924. Ya sabrás que las cosas de Palacio van despacio y en Sevilla ya ni te cuento. Fíjate en el Metro que lo programé yo.

- P. - ¿Tu naciste aquí?

- S.F. – No aquí “entregué la cuchara” el 30 de mayo de 1252. Nací en el Reino de
- León alla por 1198. Pero no preguntes tanto y háblame de tí Pensador.

- P. – Bueno, yo nací de la mano de Auguste Rodín sobre 1880. Dicen que quería
representar a Dante a las Puertas del Infierno. Aquí en Sevilla estoy de paso,
que por cierto me tiene loco el tranvía de los coj…. ¡Joder cualquiera piensa
aquí con tanto jaleo!. Por cierto Fernando ¿tuvistes muchos hijos?.

- S.F. – Quince nada menos. ¿Qué te parecen mucho?. Que quieres, el descanso del
guerrero. Pero sobre todos sobresalió uno al que llamaron Alfonso X, y al
que denominaron El Sabio. A ese si que lo quisieron de verdad en esta
Santa y olvidadiza Ciudad.

- P. - Oye Fernando, ¿esta Plaza siempre es tan tranquila de noche?


- S.F. – Que va. Lo que pasa es que el Betis hace tiempo que no gana nada. Ya te
- querría yo ver a tí una noche de jolgorio con los verdolagas.

- P. - Pero me han dicho que tu estás en el escudo del que llaman el Sevilla ¿no?


- S.F. - Hombre yo conquiste Sevilla entera y no media. Aunque al final fuí yo el
conquistado. Pero hasta Silvio, que era sevillista, decía en una canción que
cuando entré en la Ciudad lo primero que pregunté fue: ¿dónde está mi
Beti?.


-P. - Bueno Fernando vamos a dejar la charla por hoy. Voy a seguir pensando
que es lo mío. Por cierto ahora que lo pienso ¿tu sabes en que día de Abril
cae el Domingo de Ramos?. Aunque sintiéndolo mucho yo ya no estaré aquí.

-S.F. – No sabría decirte pero ya va quedando menos. A mi me agrada cuando la
- gente se sienta a descansar en mi pedestal ebrias de azahar y cera.

- P. - – Si que debe ser emocionante. Os recordaré desde la distancia y siempre
pensaré en vosotros. Suerte y al toro que decid por estos lares. Hasta
siempre amigo Fernando.

- S.F. – Adios Pensador. Aquí me tendrás siempre a lomos de mi caballo.


Sevilla. Plaza Nueva. Pensador de Rodín. San Fernando. Reflexionar, pensar y actuar. El ejercicio de vivir en definitiva. Así lo soñé un día y así os lo cuento.

miércoles, 27 de enero de 2010

El noble Espíritu de la Solidaridad.


Hace unos cuantos viernes al mediodía nos encontrábamos comiendo cuatro amigos. Compañeros del alma, compañeros. Lógicamente degustabamos un menú de “Economía de Guerra”. Más que la comida lo que pretendíamos (y pretendemos) es seguir compartiendo mesa, mantel y amistad todos los últimos viernes de cada mes. Es una hermosa y relajante manera de despedir en buena compañía los problemas de las semanas que se nos fueron. Quedan aparcados de momento los aconteceres profesionales, laborales o familiares para saborear en libertad y armonía nuestra solida amistad. Aquella que nace de la complicidad y el afecto sin ninguna clase de “ojana” añadida. La vida te da a tu familia envuelta en un halo de misterio de cómo serán tus relaciones con ella en el futuro. Defraudarás o serás defraudado por alguno de sus miembros. Es ley de vida. Como decía salomónicamente el antiguo acomodador del Cine Trajano:…”en toa las casas hay un cuadro ladeao”.

Los amigos son otra cosa. Los eliges o te dejas elegir por ellos libremente. No son eternos pues nada lo es en esta vida. Entran y salen de tu existencia como el agua de la rueda de un molino. La vida con sus múltiples variantes se encarga de romper amistades que uno sopesaba serían eternas. Craso error. Todo es efímero y cambiante en nuestra andadura terrenal. Lo lamentable es cuantas veces por una sobredosis de orgullo pierdes a grandes amigos. Es la condición humana siempre dispuesta a ver la paja en el ojo ajeno. Por no dar una disculpa a tiempo cuantas amistades se han ido al garete. Escarbemos en nuestro interior y seguro que a todos nos sale alguno.

Estábamos como os decía en los inicios de la comida. Teníamos sobre nosotros un alto murmullo proveniente de las pocas mesas ocupadas y al que en teoría no prestábamos atención. No era así realmente. Uno de los tertulianos nos comenta:…”os dais cuenta que llevamos aquí veinte minutos y la gente solo habla de la crisis y sus consecuencias”. Asentimos todos y nos deja en suspenso un brindis que teníamos previsto. Alguno se lo replantea y dice con energía:…”venga c…… brindemos por nosotros y que le den por c…a la crisis”. Vuelve el amigo comensal a la carga con una segunda reflexión: ”joder, es que las malas noticias nos persiguen por todas partes”. Volvemos a “nuestra” realidad y seguimos a lo nuestro. Es decir comer, beber y sentirnos libres y dichosos en este anhelado breve paréntesis semanal. Lo demás puede esperar que no estamos dispuestos a que nadie nos robe nuestros entrañables encuentros.

Todos los analistas, independientes de ideologías y posicionamientos políticos, coinciden que lo malo está todavía por llegar. Que en el temido 2010 aumentarán las penurias de muchas familias con su incorporación al temido –y muy numeroso- grupo de los parados. Nuestro Gobierno actual (siempre con su bucólico optimismo por bandera) nos dicen que en este año que acabamos de inaugurar, ya se verán algunos positivos rebrotes económicos. Eso sí: todavía quedará un largo trecho para que se vuelva crear empleo (tiempos raros los que nos tocado vivir. Como puede un Gobierno Socialista hablar de mejoras económicas sin crear puestos de trabajo que invierta la situación de los parados). Se dan distintas recetas y lo que preocupa al ciudadadano de a pie (es decir a la inmensa mayoría) es que las mismas son contradictorias y difusas. Si los que controlan las riendas de la Economía Global no se ponen de acuerdo entre ellos en lo esencial mal vamos. Alguien dijo, y creo que acertadamente, que: ”muchas veces un pesimista no deja de ser un optimista bien informado”. Pero debemos procurar con todas nuestras fuerzas que “los mercaderes” no nos amarguen nuestra existencia. Pocas dudas hay que están en ello, pero debemos presentar nuestras credenciales de hombres/mujeres comprometidos con la Sociedad y fundamentalmente con los mas débiles. Para aquellos que asumimos un compromiso critiano se nos ofrece una gran oportunidad para desarrollar los fundamentos de nuestra Fe: demos trigo y que prediquen los políticos de turno.

Todas las experiencias –fundamentalmente las negativas- tienen un sedimento positivo. Solo aprendemos de nuestros errores y de los desengaños que padecemos en nuestra andadura terrenal. En los tiempos que se avecinan de grandes dificultades económicas es cuando debemos recuperar una serie de valores que nada tienen que ver con lo material. Valores humanos en su doble vertiente social y religiosa. Nos dijeron que ya todos –o casi todos- formábamos parte de una amplia clase media y nos lo creímos. Ahora toca fajarse y capear el temporal como cada uno buenamente pueda. Recuperemos nuestro deteriorado entorno afectivo y familiar enfermo del mal de la avaricia mas desmedida. Valores éticos que se decía estaban superados vuelven a llamar a nuestra puerta. Démosle la bienvenida con los brazos abiertos. Nunca debimos dejarlos marchar. Estábamos instalados en la falsa dinámica de: ”quien mas tiene es quien mas vale” y, ahora que la cuenta bancaria empieza a titiritar, tendremos que recuperar de nuevo la verdad del ser humano que un día tiramos a la cuneta. Aquella que tan machaconamente nos repetían en nuestra niñez nuestras santas abuelas.

Aprendamos de aquellos que un día nos dijeron: ”no es mas rico quien mas tiene sino el que menos necesita”. Los tomamos por locos y nos reímos de ellos. Progresar por el bien de los tuyos y el propio es legítimo y forma parte de la necesidad de avanzar hacia metas mejores. Pero lo triste es que lo estábamos haciendo, dejando en el camino lo mejor de nosotros. Es decir nuestra condición humana, espiritual y sentimental. Capeemos el temporal que se nos avecina con la ilusión de superarlo y procurando salir reforzado con lo mejor que hay (o había) en nosotros. Cada uno debe rebuscar en el fondo de su interior (que seguro algo bueno debe quedar) y sacarlo a flote. De esta saldremos -a duras penas, pero saldremos- posiblemente utilizando un talante bien distinto al mostrado hasta la fecha.

Hasta la llegada de la crisis (señores gobernantes: ¿había o no había crisis?) se argumentaba que: donde la derecha decía Caridad la izquierda decía Justicia. Ya estos conceptos por si solos son dificiles de mantener. Son malos tiempos para la demogogia. Ahora toca remangarse y remar por derecho. Donde hay hambre tenemos que poner comida; donde frío ropa de abrigo, y donde exista la desesperanza poner ilusión solidaria.

Nos enteramos no hace mucho de la feliz noticia de que las JJSS de Lepe han repartido mantas y comidas entre los emigrantes que están pendientes de recoger la fresa. ¿Pero estos gestos de caridad cristiana no eran privativos de Caritas?. Para nada. Hemos tardado mucho tiempo y muchos tropiezos en comprender que cuando se mezclan Caridad y Justicia sale algo muy hermoso y fundamental. Pongamos que hablo de la: Solidaridad.

lunes, 25 de enero de 2010

Con cuchillos y pistolas.



Al sereno de mi calle
le quieren quitá la novia;
esta noche nos veremos
con cuchillos y pistolas.
(Camarón por Tangos)



Pues allí estaremos. Que nadie lo ponga en duda. La cita será en “Ca el Maera”. Arribaremos cuando la tarde pierda lentamente sus últimos fulgores de luz en los brazos de la noche aljarafeña Se nos ha dejado claro que solo podrán participar en la reyerta los solteros menores de 30 años, y sin ningún vástago pendiente de crianza y apellidos.

Ya han confirmado su asistencia Juanito Berenjena, el Cuqui, Salvador el de Amparo, Fali el de la Espartería, Chicharito, Eduardo el de Coronado, Manolo el de la Inés, Currito el Pastelero, Manolo Faquiro, Juan Luis el del Zaguán, Manolito Valencia y Paco el Gitano. Se nos ha recomendado que vayamos llegando de uno en uno para no despertar sospechas. Con andares rápidos y pegados a las paredes de las calles para evitar que nos delaten las alargadas sombras de la noche. Allí, en el mostrador del “Maera” nos esperan -firmes como soldados de La Legión- tres botellas de Zalamea con sus pitorros incrustados en el cogote. Beberemos el aguardiente a chorro como lo hacen los mineros de La Unión. Tenemos que quitarnos el sabor a metal que sienten los toreros en sus gargantas cuando el toro aparece por los toriles. Luego empezaremos el reparto de navajas de Albacete, con brillos lorquianos de luna clara en sus afiladas hojas. Pistolas traídas expresamente para la ocasión de los poblados del Oeste de Almería (tampoco pasa nada si por una vez ganan los indios). Nos conviene ir bien pertrechados por lo que pueda pasar (pasarnos).


Todo empezó cuando uno de la Banda del Breva del vecino Barrio de los Mamelucos se encaprichó de la novia de Perico el Sereno. Recibió de ella un no rotundo por respuesta, pero comentó por las tabernas de manera altanera que sería para él por las buenas o por las malas. Que el lunes –por hoy- vendrían todos a secuestrarla. ¡Y hasta ahí podíamos llegar!.


Ya lo tenemos todo previsto. Una vez armado hasta los dientes nos agruparemos en la Plazuela de las Rosas. Allí aguardaremos silenciosos y con los pulsos a mil por hora. Situaremos a Chicharito en el campanario de la Torre la Vela que es el punto más alto y con mejores vistas de nuestro Barrio. Solo pueden entrarnos los del Breva por el Puente de los Suspiros. Una vez que sean divisados por Chicharito este nos avisará con un Cante por Martinete. Alto y fuerte como la rabia que nos embarga.


Después, lo que tenga que pasar pasará. Sabemos que nos duplican en número pero nosotros los superamos en cojones y dignidad. Está en juego la honra de nuestro Sereno y eso para nosotros es sagrado:

Los Serenos de Triana
van diciendo por las calles,
que duerma el que tenga sueño
que yo no despierto a nadie
.



Siempre que llegamos a las claritas del día ebrios de amores, vino y cante, siendo del todo incapaces de conseguir que se fundan amorosamente llave y cerradura, ahí está siempre para ayudarnos Perico el Sereno. Discreto, bondadoso, servicial y cómplice silencioso de nuestro desatino:



Por tí yo me acuesto tarde;
por tí me van a dá un día
una puñalá en la calle.



¿Y estos cabrones le van a quitar la novia?. Por encima de nuestros cadáveres.
Dicen que el pasado sabado se agotaron en las droguerías del Barrio los tintes Iberia de color negro. Abuelas, madres y hermanas quieren estar prevenidas por si tienen que enlutarse de negra pena por dentro y por fuera. Todas rezaron por nosotros el domingo en la misa de doce. Durante la misma nos comentan que retumbaron las paredes del Templo cuando don Indalecio dijo:….”En verdad es justo y necesario”. Muy pocos se percataron de que la Virgen del Rosario tenía algunas lágrimas de mas en su bello rostro. Las mujeres han pintado cruces en las puertas de las casas como en el “Romance del Amargo” y han puesto nuestros nombres debajo. Esperemos que cicutas y ortigas no nazcan en nuestros costados.

Somos gente pacifica, tolerante y sentimental, pero nos enseñaron nuestros mayores que si quieren arrebatarnos algo nuestro lo defendamos con uñas y dientes. No queda otra por tanto. Vivir con mansedumbre y sin honor o morir ondeando las banderas del orgullo y la honra. Si logran abatirnos, y luego nos arrojan al río, seguro que lo último que se hundirá serán nuestros huevos.

Si falto a mi próximo “Toma de Horas” ya sabéis a que ateneros. Un coñazo que os ahorráis. Ya seré tan solo un grano de arena en la memoria sentimental de esta Ciudad. Contactad con Salva Gavira que él os dirá –si lo estimáis oportuno- donde podéis dejarme un clavel – un rojo rojo clavel-. O mejor: esperad un poco más y llevarme un recorte de prensa con un titular que diga: “!Por fin!, don Manuel Ruiz de Lopera liberó al Betis de su secuestro”.

viernes, 22 de enero de 2010

Dos por una dos, dos por dos cuatro, (¿o no?)

“Y a toda Patria ajenos,
sabemos más,
pero valemos menos”.

- Gabriel García Tassara -

Todo, absolutamente todo en la vida, nace de un proyecto ilusionante y con grandes incógnitas por despejar. Cuando nuestros padres decidieron, o lo hizo la Madre Naturaleza en forma de penalty, traernos al Reino de los Vivos (unos más que otros), es casi seguro que dirían en el periodo de la gestación…”mi marido quiere una niña pues así tendríamos la parejita. A mí me da igual, lo importante es que lo que sea venga bien”. No habíamos nacido y ya pesaba sobre nosotros el venir con el sexo adecuado a las circunstancias programadas. Luego además teníamos la responsabilidad de “venir bien” es decir sano y salvo. Si encima traíamos un pan bajo el brazo ya ni les cuento. Nuestro primer proyecto como persona la habríamos empezado con buen pié. Al decidir traer a nuestros hijos repetimos integramente el guión de esta siempre inacabada historia.


Los seres humanos mentimos piadosamente hacia nosotros cuando decimos…..”yo no quiero que mi hija/o sea una extensión mía, que elija libremente su camino”. Y en esa “libre elección” nos bautizan o no según las creencias de nuestros progenitores. Nos hacen bético o sevillista al poco de nacer según sus preferencias futboleras. Luego nos harán hermano de tal o cual Hermandad, que evidentemente será la de sus amores y desvelos. Canalizarán nuestro futuro en los estudios hacia un horizonte determinado. Nos inculcarán actividades complementarias para nuestro desarrollo integral. Esto es así y además está bien –que cojones- pues nos hace sentirnos queridos, protegidos y responsables. Querían lo mejor para nosotros y nunca escatimaron sus escasos medios para conseguirlo. Fuimos lo primero en su lista de prioridades y resulta doloroso comprobar con que frecuencia nos olvidamos y marginamos a nuestros mayores.


Una de las mayores aportaciones que el cristianismo ha hecho a la Sociedad Occidental ha sido el concepto de Familia. Lamentablemente hoy se encuentra en desuso y bombardeada sistemáticamente por una “Progresía de Salón”, que tira los muros de las casas sin tener previsto como reponerlos. Han convertido los “hogares” en una especie de cooperativas donde cada uno puede hacer lo que le venga en gana (de manera prioritaria los más jóvenes). ¿Principios?; ¿Disciplina? ; ¿Sacrificio? ; ¿Conjugar deberes y derechos? ; ¿Respeto a los mayores? ; ¿Valores solidarios ¿ ¡Vamos anda!. Eso –nos dicen- ya está obsoleto y es propio de mentes reaccinarias y retrogradas. Cada uno a “su bola” que la vida son dos días y lo importante es disfrutarla. ¿Que el “niño” no estudia? Eso es culpa de los profesores que no lo motivan. ¿Que en la casa no colaboran para nada?. Joé ni que la casa fuera un cuartel. ¿Que con 25 años no sabe lo que quiere ni a que dedicarse profesionalmente?. No hay prisa que para eso –dicen- luchamos contra el franquismo para liberarlos del agobio y la opresión. ¿Que sabemos de manera fehaciente a que dedica el tiempo libre y a donde le va a conducir¿ No pasa nada que lo importante es no estropearle su juventud con nuestros “rollos” de carrozas, que se diviertan a tope que también nosotros fuimos jóvenes (“The Young ones”, que cantaba magistralmente Cliff Richard).

Aquellos padres que desde la responsabilidad moral y humana se resisten a tirar por la borda su sentido de la ética lo tienen crudo. Los mismos que no están dispuestos a permanecer impasibles mientras observan como sus hijos tiran su futuro –y sus vidas- a la basura. En la Sociedad actual son vilipendiados desde todos los frentes progresistas. Les dirán: carcas, retrogados, reaccionarios, dictadores de tres al cuarto. Estas serán algunas de las lindezas que les dedicarán y apostillarán: “Valiente facha, cuidado con preguntarle a su hijo (con 27 años) que cuando piensa dar un palo al agua”. “Lo unico que va a conseguir es traumatizar al pobre chaval”. “Estos meapilas no se terminan de enterar que estamos en un Estado laico y libre”. Conozco casos de amigos que han terminado por “entregar la cuchara” hartos de remar contracorriente. Ellos dicen blanco por estar convencidos de que ese es el color (camino) correcto para sus hijos y la Suciedad (perdón quise decir Sociedad) en todas sus varientes dirán que es negro. Basta repasar los parámetros que la vieja Europa, a través de sesudos análisis, le concede a la educación española en general y a la andaluza en particular para ver por donde andamos.


Si algo es absolutamente indiscutible en el contexto histórico de la educación española fue el sistema educativo que intentó instaurar la Institución Libre de Enseñanza (1876–1940) con Francisco Giner de los Ríos a la cabeza. Merecería por su importancia una mayor dedicación analítica por parte de historiadores, educadores y políticos con sentido de la responsabilidad. Hoy dentro de las contradicciones en las que estamos inmersos hay padres agnósticos o ateos que llevan a sus hijos a colegios religiosos, por ser las que mas se acercan a un proceso integral de un sistema educativo, pero no quieren que les den Religión ni que hagan las Primera Comunión en los mismos. Vamos es como si un ecologista anti-taurino presidiera en la Feria de Sevilla una Corrida en la Real Maestranza. Hemos perdido el hilo conductor que debía partir de los hogares y tener su continuidad y realización en las escuelas. Nunca al revés. Pero claro si los abuelos con su enorme y bondadosa carga de sabiduría están postergados al silencio y al ostracismo (digámoslo sin rodeos los ancianos –en demasiadas ocasiones- valen lo que marca su pensión). Los padres y los profesores (me gusta mas llamarlos maestros) se han convertido en colegas de los alumnos. Pues así nos va. Los últimos intentos por reconducir la situación política-educativa ya es por todos conocidos: no saben salir del atolladero donde nos han metido y creen que sin atajar el problema de raíz este tendrá solución. Varian las formas (a nivel de nombres) pero no los contenidos.

De la educación que reciban nuestros hijos o nietos va a depender el futuro global de este país de nuestros amores y desvelos. Seamos moderamente optimistas (lo que vemos día a día no da para más) y empujemos todos los que podamos (o queramos) el carro de la Educación. A no dudar que si lo hacemos a tontas y a locas y lo despeñamos nos caeremos todos con él. Tiempo al tiempo.

Dos por una dos, dos por dos cuatro, ¿o no¿

jueves, 21 de enero de 2010

“Y Dios en la última playa”.



Haití o la versión mas cruel y desgarradora de como las fuerzas de la Naturaleza pueden cebarse cruelmente con los pobres de la Tierra. Haití o la pobreza extrema llevada a sus últimas consecuencias. Haití machacada históricamente por colonizadores inmisericordes y dictadores corruptos y sangrientos. Haití o el duro lastre de sentirnos –y llamarnos- seres humanos conmovidos por el dolor y la pena ajena.


Tembló la corteza terrestre y derribó como un castillo de naipes todo aquello que se elevaba sobre ella. Ahora la tragedia si fue igualitaria: cayeron las casas de los pobres y los palacios de los ricos (ser rico en Haití lleva implícito tener las manos manchadas de sangre). Rugió la Madre Naturaleza dejando a su paso una estela de muerte y las sombras de la orfandad se adueñaron de calles y plazas.


Gracias al enorme valor y profesionalidad de los periodistas de raza (no confundir periodismo con “tertulianos mamporreros” de tres al cuarto), pudimos tener una visión desgarradora y sobrecogedora de las consecuencias de la tragedia. Muertos apilados por doquier. Niños heridos a medio curar saliendo de “hospitales” de campaña, implorando con sus tristes miradas algo de consuelo humano. Se cortaron carreteras en señal de protesta por la falta de ayuda exterior amontonando cadáveres en las mismas. Pocas veces las televisiones nos ofrecieron unas imágenes mas dolorosas y desgarradoras. Solo había motivos para una tenue esperanza: cuando conseguían rescatar a alguien con vida después de estar sepultados durante varios días. Todo terrible y todo servido a la carta en los distintos informativos.

No seamos ilusos. El olor a mierda no se evita solo tapándose la nariz, sino mas bien limpiándola a fondo. Admito que cuesta trabajo meter la cuchara en el plato y llevarsela a la boca, cuando la pequeña pantalla te ofrece imágenes terribles de niños o adultos muertos o mutilados (los médicos tienen ahora mismo como prioridad en Haití el amputar para evitar muertes inmediatas). Esto es lo que hay y debemos enfrentarnos a las tragedias –para sensibilizarnos como humanos con ellas- en toda su crudeza. Mirar para otro lado es no querer enfrentarnos a la dureza de la vida tal y como es. No es dar alas al morbo, sino mas bien conocer en toda su crudeza aquellos acontecimientos que preferimos –por comodidad sentimental- ignorar.

En Haití ahora campan a sus anchas el dolor mas terrible junto al pillaje y el sincero deseo de muchos países de prestarles la ayuda mas solidaria. Todo es un puro caos en un país que ya venía lastrado –desde hace muchos años- por una pobreza endémica unida a unos politicos corruptos; causantes –y grandes beneficiarios- de las miserables condiciones de vida de la gente. Nada nuevo bajo el sol: existen los pobres para que puedan existir los ricos.

“Y Dios en la última playa” es una novela, excelente novela, de Cristobal Zaragoza que fue Premio Planeta en 1981. Me acordé de ella cuando hace un par de días un intimo amigo que milita en las filas del agnosticismo y poseedor de una extraordinarias cualidades humanas me preguntó: “¿Tu no crees que “vuestro” Dios se ha cebado con los pobres de Haití?”. Como se que es una pregunta que esta hecha desde el afecto y el rigor dialéctico no rehuyo el contestarle.

Dios no pone a los pobres de la Tierra en zonas miserables y susceptibles de ser devastadas por el desborde de ríos y arroyos. Allí los pone la codicia y la avaricia de los ricos. Dios no construye a los pobres “casas de papel”, quedando a merced de los terribles latigazos de la Naturaleza en forma de tormentas y terremotos. La construyen la usura y la insaciable sed de rapiña de los ricos.

Decía el escritor Jose Manuel Caballero Bonald: “solo los imbéciles son ajenos al noble ejercicio de la duda”. Tenemos la capacidad de dudar adherida a nuestros sentimientos y a nuestro intelecto. Sabemos desde nuestra fe de creyentes que dudar es legitimo y humano. Hay situaciones en que la bondad de nuestros Dios se nos hace difícil de entender (encontrarla en la Planta de Oncología Infantil del Virgen del Rocío es complicado). Avatares que desembocan en terribles tragedias familiares que hacen tambalearse las mas firmes creencias. Somos humanos y debemos serlo desde la nobleza, la solidaridad, el pensamiento, la reflexión y la duda. Hubo una etapa de mi vida en plena juventud que militaba en las filas de los agnósticos. El ateismo nunca me intereso, pues debe ser pesadísimo estar toda tu vida convenciéndote –e intentando convencer a los demás- de la no existencia de Dios.

Lo que resulta incuestionable que al final seremos juzgados por nuestros actos y no por el incienso acumulado en las paredes del alma. Preguntar por Dios al final del camino y que alguien nos diga: “¿Dios?, sigue el sendero de la luz del sol en el horizonte que seguro lo encontrarás en la última playa”.

miércoles, 20 de enero de 2010

13 Rue del Percebe


Al final no nos engañemos todo se reduce a lo mismo: distraer con falsas polémicas al Personal para no acometer los grandes y graves problemas de la Ciudad. Es más rentable por ejemplo sacar a la palestra el Nomenclátor (vaya nombrecito) que afrontar el endémico asentamiento chabolista del Vacie. Dicen que de lo que se trata es de limpiar el callejero de calles y plazas con nombres y alusiones al Régimen Franquista. Triste sino el de una Ciudad que al final está comandada por una formación política que consiguió en las elecciones municipales un exiguo número de votos. Su futuro es tan prometedor que en las últimas generales no ha conseguido formar ni grupo parlamentario propio. La política española está sujeta al “mercadeo” y a pesar de que no pongo en duda su legitimidad así nos va. El caso de Sevilla es paradigmático. Quien sacó mas voto en las municipales está en la oposición y quien menos está mandando.

La diferencia entre un buen o un mal político es que mientras el primero convierte la polémica en debate contructivo, el segundo no solo procede al revés sino que continuamente está generando polémicas que solo conducen al enfrentamiento de la ciudadanía. Eso sí, todo lo hacen con un sentido democrático impoluto. ¡ Faltaría más!

Los aconteceres históricos no se interpretan se analizan (versus Don Antonio Domínguez Ortiz, Maestro de Historiadores ). Es decir la Historia no es como una lavadora a la que programamos para que la ropa salga de una forma determinada e interesada. Nuestro pasado más reciente (es decir una parte importante del siglo XX) es históricamente vergonzante. Una lucha fraticida entre hermanos que llenó de huerfanos este país nuestro. Una postguerra miserable y ruin donde la venganza y la ignominia camparon a sus anchas por la Piel de Toro. Cárcel, fusilamiento, exilio, sinrazón, hambre (de alimentos y de libertades) y todo aquello de lo que se nutre el ser humano para demostrar que puede llegar a ser el animal más vil de la Creación. Pero si olvidamos el sectarismo en el cajón de la Historia, sabemos que tropelías hubo por los dos bandos, (aunque siempre los vencedores tienen la sartén por el mango) lo mismo que gestos sublimes de nobleza a titulo individual y los cuales propiciaron que supieramos que la concordia era cuestión de tiempo. No hay mal que dure cien años ni………

Afortunadamente con la transición democrática -ejemplar y edificante hasta más no poder – se cerrarón viejas heridas y se olvidaron viejos rencores. Si se ponían todos los muertos encima de la mesa esto sería una postguerra civil condenada a perpetuarse en el tiempo. Había que pasar página y ya sería tarea de los historiadores ( de los rigurosos y no de los que arriman el ascua a su sardina ) el dejar constancia del acontecer de tan triste etapa de nuestra Historia.

Aparte que todos los historiadores, sociólogos y politólogos coinciden en afirmar de manera rotunda que el periodo de monarquía parlamentaria juancarlista es, con diferencia, el de mayor prosperidad, tolerencia y pacifismo de toda la Historia de España en su conjunto. Nunca como hasta ahora este País nuestro(con problemas pendientes tan serios como la vertebración territorial) había avanzado más y mejor en cuestiones tales como: prestaciones sociales, sanidad, tecnología e integración plena en la vieja Europa. El tejado patrio aún tiene muchas goteras pero ni punto de comparación con el que soportaron nuestros mayores.

Pero ahora vuelven algunos (afortunadamente muy poquitos ) a tocar de nuevo los tambores de guerra. Cualquier excusa es buena que para eso estamos en Democracia. Cambiar los nombres de algunas calles. Bombardear algunas tradiciones que huelan a incienso y a cristianismo (eso sí de manera subterranea que no les interesa ponerse enfrente de los sentimientos de la gente). Los votos –aunque escasos- son los votos. Proclamar la llegada de la III Republica (¿otra republiquita queréis miarma?). Terminar de una vez por todas con la Fiesta Nacional por excelencia (los Toros). En fin cuando el personal anda preocupado por el paro, la carestía de la vida, la inseguridad, el terrorismo, la (pobre) educación que reciben nuestros hijos, las listas de espera en nuestros hospitales y demas “menudencias”, ellos van y plantean de manera prioritaria el cambiar el callejero de la Ciudad y el sentido de las tradiciones patrias.

No se enteran ni les interesa tampoco. Los nombres de las calles de una Ciudad responden por un lado a la sabiduría popular que las bautiza para siempre. Así nacen la Plaza del Pan, la de la Pescadería, la calle Ancha de la Feria, la del Burro, La Campana…. Por otro lado las personas que aparecen rotuladas en su callejero debían ser aquellas que fueron grandes benefactoras de la Ciudad independientes de su ideología. Valgan como ejemplos los nombres de José Utrera Molina o Felipez González Márquez. O aquellos que con su quehacer hicieron que se incrementase el patrimonio social, cultural o sentimental de Serva la Bari, España o la Humanidad. Ni mas ni menos. Quien haya demostrado la Historia que tiene las manos manchadas de sangre no puede figurar rotulando ni un centímetro del callejero urbano de ninguna ciudad del mundo.

Como última alternativa –y para zanjar el tema- que utilizen al igual que en EEUU la numeración para rotular las calles. Claro que conociendo nuestra sentido de la picaresca no es de extrañar que muy pocos quisieran vivir en la calle 13 y muchos en la 69. Nomenclator Habemus.

lunes, 18 de enero de 2010

“El Niño de Hamburgo”.


La capacidad que tiene Sevilla junto a la luminosa y sin par Cádiz (Cai de mis entretelas) para generar historias que superan al surrealismo es asombrosa. Se cuentan acontecimientos cotidianos que no pocas veces son hermosas y talentosas farsas. Al igual que aquello que nos parece fruto de la fantasía encierra más verdad que el Barrio de la Viña o el de Santa Cruz. Aquí se dan la mano de manera armoniosa la realidad y la ficción y todo queda al final en ricas anécdotas que enriquecen en definitiva el patrimonio cultural-sentimental de los pueblos. Que estas puedan verificarse o no ocupa un segundo plano. Aquí no nos referimos a hechos históricos relevantes sino al rico anecdotario popular. ¿Verdad o mentira?. Que más da. Si al final cuando preguntamos al círculo intimo del acontecimiento en cuestión, unos nos dirán que es una trola como la catedral de Burgos (¿porqué siempre decimos la de Burgos y no la de Cádiz o Sevilla por ejemplo?. Quizás porque allí solo tienen dos estaciones: la del invierno y la del ferrocarril). Por el contrario otros nos comentarán:…”eso es una verdad como un templo que un cuñao mío estaba allí y lo presenció todo”. Lo dicho, anécdotas que independientes de su confirmación ya pasan a formar parte de la memoria sentimental de la gente. Luego las mismas se contarán en trescientas versiones distintas pero casi todas con un final parecido. Antes a esto se le llamaba “liar la guita” hoy de manera más culta y refinada le dicen: “socializarse”.

Permítanme este anecdotario preámbulo para hablaros de mi amigo Peter. Un personaje real pero que también podría serlo de ficción. Es un alemán nacido concretamente en Hamburgo. Andará en la actualidad en la frontera de los 45 “tacos”. Su padre regentaba en la bella Ciudad alemana una Residencia para Emigrantes (el Kolping House). Allí Peter siendo muy joven trabó amistad con un emigrante sevillano oriundo de la Barriada del Tardón (él me cuenta que con quien de verdad hizo migas fue con la hija de Paco el tardonero). Aprendió a través de ellos el castellano y le metieron en sus juveniles venas el venenillo del Flamenco y las excelencias de la Vieja Híspalis.

Desde entonces Peter tenía entre ceja y ceja -como su primera obsesión- conocer Sevilla y por ende dejarse embrujar por la magia del Flamenco. Sus introductores sevillanos de la Residencia le habían insistido que Sevilla se conoce solamente perdiéndose por sus callejas y plazuelas. O bien en su parques y jardines o en el bullicio ensordecedor de sus bares y garitos. Que el Flamenco hay que saborearlo en vivo y en directo y no a través de la frialdad del microsurco sonoro.

Pues la ocasión como se suele decir se “la pusieron a huevo”. Se entera en su Ciudad que con motivo de la Expo del 92 en Sevilla, están buscando gente joven para colaborar en el Pabellón de Alemania. Cogió un saco de dormir con sus catorce mantas (pues hablamos de Hamburgo en Febrero) y estuvo toda la noche guardando cola en la Oficina de marras. Dice que fue el segundo (¡como no sería de fatiga el que fue el primero!). Ya lo demás le vino todo rodado.

¿Qué como lo conocí?. Fue una hermosa noche de Septiembre en el Festival de Cante de Mairena del Alcor. Nos sentamos juntos pues un amigo común nos había sacado las entradas…….”mira Juan Luís, aquí te presento a Peter, es alemán y un gran aficionado al Flamenco. Vamos que no se pierde una”. Aquella noche yo alucinaba en colores. Terminaba un cantaor un Cante por Soleá y le preguntaba mi amigo…”Peter, que te ha parecido”…..le contestaba…”bien, pero creo que en el primer tercio se ha cruzao con la guitarra”. Luego otro cantaba por Alegrías, y decía Peter….”esta pasao de compás pero se ha ido de tono un par de veces”. Imaginen estos comentarios llenos de sapiencia y jondura flamencas con su dejillo alemán. Escuchaba los cantes sin pestañear y había que traerle la “priva” a la silla pues no se ausentaba ni un momento. Aprovecho para decirles que por cierto era capaz de beberse Bajo de Guía con las barcas incluidas.

Desde entonces no he dejado de verlo con frecuencia. La última estas pasadas navidades en la cola del Nacimiento de Cajasol. Acompañaba a un matrimonio alemán con dos niños tan rubios como los girasoles. Nos saludamos efusivamente y me presentó a sus acompañantes. Aprovechó para ponerme al día de los últimos acontecimientos flamencos. Me dice: “oye Juan Luis, te enteraste que falleció Ramón de Algeciras. Peazo de tocaor y uno de los mejores discípulos del Niño Ricardo”. Continua con su disertación y apostilla:…”la mala suerte de Ramón era que al ser el hermano del monstruo de Paco de Lucía siempre ocupó un segundo plano”. ¡Ahí queda eso para los gacetilleros flamencos de tres al cuarto!

Peter pasea mucho por el Centro y se dedica a enseñar la Ciudad (su medio de subsistencia) a turistas (preferentemente alemanes y franceses). Nos habla con un casticismo mezcla de Günter Grass y Rafael de León, y siempre que nos vemos terminamos hablando de Flamenco y de Sevilla sus (nuestras) dos grandes pasiones. Cambia de compañera más que de camisa. Cada vez que lo veo, siempre con una distinta, me dice….”mira voy a presentarte a mi parienta”. Es exquisito, culto, educado, cariñoso y sevillano por derecho propio. Cuando llegó a Sevilla empezo a tomar clases de guitarra flamenca y en el colmo del talento ahora es él quien las da.

La última vez que coincidí con él en un evento flamenco fue en el merecido Homenaje que le dieron hace unos meses a Pepa Montes en el Hotel Triana. Para no variar iba muy bien acompañado, esta vez de una japonesa, me la presentó y me dice….”ella le gusta mucho el Flamenco y es profesora de una Academia de Baile en Tokio”. Me aventuro y le pregunto a la hija del Sol Naciente….”oye pues te habrá gustado como baila Pepa Montes”. Me contesta:…”ha estado sublime, sobre todo por Alegrías”.

Pues nada “miarmas” seguid con vuestra afición. Solo quiero pediros un favor: cuando nos veamos de nuevo en otro “tinglao”, no decirle a nadie que nací entre la Alfalfa y la Puerta de la Carne. Que me da corte y me acomplejo. Que no se me note que voy con vosotros de aprendíz. Decidle si acaso a quien no me conozca que soy sueco o noruego. Yo procuraré estar calladito.

viernes, 15 de enero de 2010

El alma se serena.


El tiempo real se compone de minutos, horas, días, meses…… El tiempo vivencial está compuesto de momentos. Una suma de numerosos momentos que nos llegaron anárquica pero puntualmente. Lo afectivo, lo sentimental, lo espiritual, lo cultural, la vida de cada uno en definitiva es un compendio de buenos y malos momentos. Un momento fue el nacer a la vida y un momento será cuando solo seamos retazos de la memoria. Un momento para el primer amor de adolescente y un momento para el primer gran desengaño amoroso. Un momento para cerrar un libro, terminar una película, ver una obra de teatro o contemplar una exposición que nos hizo crecer en nuestro interior. Un momento fue cuando un médico nos comentó que habíamos estrenado orfandad y otro nos dijo que ya formabamos parte del clan de los padres o los abuelos. Fue tan solo un momento cuando un árbitro dio el pitido final al partido que hizo conquistar un titulo al equipo de nuestros amores. Momentos que sumados configuran toda una existencia. El Alzheimer es terrible porque no solo les roba la memoria a las personas que lo padecen, sino lo que es peor, les va robando poco a poco los momentos pasados, los presentes y los futuros. Les deja tan solo el Tiempo real: el de los minutos, las horas y los días. Vacios de contenido y de vivencias asumidas. Ya no eres tú quien manda sobre ti, ahora desgraciadamente lo hace el reloj de tu muñeca.

Este necesario preámbulo viene al caso para adentrarme en el mágico mundo de los conventos de clausura. Aquí no existe el tiempo real ni el vivencial. Simplemente el tiempo se detiene en un remanso de paz, oración y sacrificio. Desde niño me apasionaron estos recintos de reflexión espiritual por ser un mundo oculto y misterioso. Nací y me crie en un entorno plagado de ellos. Cuando pasaba cerca me estremecían los susurrados rezos que escuchaba al fondo. Tornos donde iba por dulces que me encargaba mi abuela y donde era de obligado respeto el Ave María Purisima. Campanitas en la entrada que sonaban cuando suavemente zamarreabas una cadena. Un olor a limpio y a caoba que te impregnaban los sentidos. ¿Había algo más blanco que el delantal de una monja?. Hagan memoria.

Siempre marqué una linea radical entre el mundo de las monjas y el de los sacerdotes. Dado que mi tío, don Antonio Franco, era Rector del Seminario de Sevilla, tuve ocasión de niño de acudir al mismo con frecuencia y tratar a algunos seminaristas. Compartíamos partidos de futbol, charlas, vivencias y su mundo no era tan hermético ni tenía nada que ver con el de las novicias. Ellas se preparaban para dedicar sus vidas al rezo, la contemplación, las faenas en la huerta, la prepararación de dulces celestiales, o cuidar enfermos y ancianos. Llevar a la práctica en definitiva, hasta las últimas consecuencias, la doctrina del Mesías. Los sacerdotes ocupaban –y ocupan- en algunos casos cargos de reponsabilidad (politica, educativa y social) y su función espiritual era –y es- más abierta hacia el exterior.

El de las monjas y sacerdotes son mundos divergentes, aunque en teoría persiguen una misma finalidad: impartir y desarrollar la doctrina del Cristo Redentor. Evindetemente teorizamos sobre conceptos y no sobre personas individuales. Individualmente los habrá de distintos compartamiento y actitudes. Las monjas viven tan dentro de sí que no tienen posibilidades ni de hacer daño siquiera, más bien todo lo contrario. No conocen el poder ni la pompa y por tanto no la añoran. Viven inmersas en su mundo interior y tan solo lo abandonan para ayudar desinteresadamente a los más desfavorecidos.

Hace muy pocos días, concretamente el día 22 de Diciembre, mientras los niños de San Ildefonso lograban que un puñado de españoles escapara de la crisis, arribo con un amigo de sentires en el bello pueblo de Marchena (una auténtica joya arquitectónica y cultural. De obligada visita para muchos sevillanos que desconocen las grandes sorpresas que nos deparan los pueblos de la Provincia. Para mayor gloria aquí vió su primera luz el Maestro de Maestros del Cante, don José Tejada Martín, el “Niño de Marchena”). Venimos a realizar una gestión con las monjas clarisas del Convento de la Purísima Concepción (Santa María). Que dicho sea de paso fue fundado en esta bella ciudad el 4 de mayo de 1624 a instancia de Sor María de la Antigua, bajo el mecenazgo de los Duques de Arcos. Dejamos el coche en una bella plaza rectangular de corte dieciochesco y nos dirigimos por la calle del Palacio Ducal hacia las puertas del convento. Subimos salvando una pequeña cuesta y un empedredado de chinas lavables. Camino que resulta poco propicio para los tacones de aguja, pero donde necesariamente hay que caminar lentamente. En este mágico entorno ¿prisas para qué?.

En la entrada nos atiende amablemente una señora que hace las veces de portera y vendedora de dulces conventuales. Nos introduce en una austera pero hermosa habitación que esta separada por una celosía metálica. En nuestro lado hay una mesa de camilla rectangular con los faldones grana y su correspondiente brasero, el cual nos enciende para combatir el duro frío mañanero. Aparecen detrás de la celosía dos monjas con una dulzura extraordinaria y un trato exquisito. Una, la Madre Superiora, Sor Inmaculada, es de avanzada edad. Tiene el cuerpo encorvado por los años y el ofrecerse con cariño y devoción a sus tareas cotidianas. Parece salida de un cuadro de Zurbarán. La otra monja es una joven africana tan alta como las palmeras de Tanzania. Lista como el hambre que acompaña secularmente desde siempre a los de su raza. Venimos a concretar el poder gestionarles comercialmente una obra musical que grabaron el año pasado (“Clarisas en el Portal”) y que a la postre ha sido una de las grandes sorpresas musicales de las pasadas navidades.

El convento lo conforman veinte monjas clarisas de cinco nacionalidades (España, Kenia, Uganda, Tanzania y Madagascar). En el coro figuran dieciocho y cantan en varios idiomas: español, latín, inglés y suahilí. Quedamos impresionados por la lucidez de estas dos monjas. Tan distintas en apariencia pero con una compenetración que nos deja totalmente sorprendidos. Quedamos en vernos mas adelante. No entienden (y hacen bien) de prisas comerciales.

Después nos enseña Sor Inmaculada, la única parte visitable del convento. Concretamente la capilla y sus aledaños que es donde ensaya el Coro. Quedamos impresionados por la belleza que se nos ofrece ante nuestros ojos y con el espíritu palpitando de emoción. Nos vamos reconfortados y sabedores de haber estado momentáneamente en un espacio donde el tiempo es intemporal. Nos anima la hermana a que las visitemos con frecuencia (incluso podemos hospedarnos alli). Le damos cariñosamente las gracias y le pedimos que rece por nosotros ante el que nacerá en estos días. Que somos pobres pecadores mortales. Bebemos vino de vez en cuando. Escondemos nuestras verdades más veces de la cuenta y para colmo ¡hasta nos gustan las mujeres!. Intentamos la mayoría de las veces ser políticamente correctos y así nos va.

Lo dicho. Tiempo real y tiempo vivencial. Momentos donde poder atrapar nuestro espíritu tantas veces volando con la cometa de lo efímero y superficial. Buscarnos allí donde anida la verdad y conseguir de vez en cuando que el alma se serene.

miércoles, 13 de enero de 2010

Pepe Torrano


Nuestra Semana Mayor está llena de personajes/personas que desde posiciones anónimas (la mayoría de las veces anonimato que ellas mismas imponen) han conseguido que sus tareas, realizadas desde el rigor y la pasión, sean elementos sustanciales en el devenir de aquello que engrandece y llena de vida nuestras tradiciones más seculares y arraigadas. Aquellas que nos llevan indefectiblemente al Hijo de Dios y a su Bendita Madre bajo el prisma de lo secularmente sevillano.

Pepe Torrano, el cual me honra con su sincera amistad, es un verdadero genio del Arte de las grabaciones. Ingeniero de Sonido en Alta Frecuencia cuenta en su haber con una interminable lista de grabaciones. Todas ellas con una perfección técnica arrolladora. Su profesionalidad, para aquellos que hemos tenido la suerte de compartir tareas con él, es sencillamente abrumadora. No existe el reloj en su quehacer profesional. Se mueve sencillamente por el tiempo aquel que nos dice que lo realizado admite poca o ninguna posibilidad de mejora. Su manual de trabajo es: poner sus amplios conocimientos técnicos al servicio de algo que verdaderamente le apasione.

Precisamente y en fecha muy reciente, la 2 de TVE emitió un excelente documental sobre los pormenores de una de las grabaciones de Flamenco más interesante que conocieron –y conocerán- los siglos: La Leyenda del Tiempo. Recuerdo perfectamente que después de comprar esta joya discográfica –en formato LP- y desoyendo los criterios de algunos colegas del Flamenco, que me insistían que era un trabajo irrelevante y alejado de los canones del Cante, y que por tanto de poco –o ningún interés-, me puse a escucharlo detenidamente. Nunca fuí ajeno a consejos y sugerencias que personas de rigurosa solvencia moral o intelectual me hayan hecho, pero el último –y definitivo- veredicto es cuando libre de prejuicios me enfrento con los sentidos abiertos de par en par a una película, un libro, una exposición o una obra discográfica. No tengo reparos en reconocer que la primera audición de “La Leyenda del Tiempo” me dejó literalmente clavado en mi asiento hogareño. ¡Que conjunción de belleza en el fondo y en las formas!. Un Camarón en estado de divina gracia. Una serie de acompañantes de lujo (Raimundo Amador, Pepe Roca, Tomatito, Manolo Soler, Manolo y Rafa Marinelli, Pepe Ébano, Jorge Pardo, Gualberto, Manolo Rosa, José Antonio García, Antonio Moreno “El Tacita”, Rubem Dantas,Tito Duarte….. Todo –y todos- supervisado por Ricardo Pachón) y unos textos verdaderamente sublimes. Hablamos de: García Lorca, Omar Kayan o Fernando Villalón. Toda esta conjunción de sentires dieron a la postre una de las obras más redondas y plenas de toda la Historia del Flamenco. Grabada en el verano de 1979, su gestación -antes de pasar por los estudios de grabación- se produce en Umbrete en un estado de plena libertad y total anarquía, con los olores de fondo de los guisos de Juan “el Camas” y otros más en consonancia con el “verde que te quiero verde”.

Una mezcla de anarquismo vivencial y artístico al que podríamos considerar peligroso en el fondo pero no en las formas. Todos iban por libre y todos - posiblemente sin saberlo ni pretenderlo- formaban parte de un hermoso proyecto musical colectivo. Los caminos del Arte son cualquier cosa menos lineales.

Fue la primera grabación donde Camarón abandona definitivamente “de la Isla” y se queda solo para los restos con el nombre artístico de “Camarón” a secas. Curiosamente la puesta en el mercado de “La Leyenda del Tiempo” resultó un fracaso estrepitoso de ventas. El mismo Camarón dudaba de si había hecho lo correcto y se juraba que su próximo trabajo discográfico sería de Cante Flamenco puro y duro.

Pues bien este reciente documental de la 2 consiguió reivindicar a dos ilustres personajes que fueron claves en esta hermosa grabación y que en su día fueron ninguneados. Afortunadamente, y a través de este elaborado reportaje, el tiempo los ha puesto definitivamente donde les corresponde. Fueron el genial guitarrista Tomatito (que ni siquiera aparecía en los créditos de la primera grabación de este trabajo discográfico) y el excelente técnico Pepe Torrano una de las almas mater de esta excelente grabación.

Desgraciadamente en estos últimos tiempos han caido en picado las grabaciones de flamenco, y esto ha propiciado que mis encuentros con Pepe Torrano sean –y no es poco- meramente personales. Hemos sustituido en el Cante “Las Leyendas del Tiempo” por “Los Tiempos de Leyenda”. Grabar Flamenco hoy día –gracias a la desidía de nuestros administradores- se ha convertido en una cuestión ciertamente ruinosa.

Afortunadamente en los últimos años ha ido creciendo vertiginosamente un gran interés por las grabaciones de nuestra Semana Santa. Se ha ido configurando un amplio número de apasionados por este tipo de música. Curiosamente me consta que esto no solo ocurre en el mundo cofrade, también se muestran interesados aficionados a la música clásica que se encuentran desligados del mundo de las Hermandades. Ya las Bandas de Cornetas y Tambores, las de Música o las Agrupaciones Musicales no son consideradas de manera despectiva como músicos de segunda fila. Hacen un tipo de música culta y popular. Se basan en partituras de una gran riqueza musical, ¿alguien podría desmerecer Amargura de Font de Anta ante cualquier composición del más puro clasicismo?, y sus interpretes mantienen un concepto de autodisciplina verdaderamente admirable. Dominan los instrumentos después de largas horas de ensayo. Interpretan su música con gran esfuerzo físico detrás de las imágenes procesionales, consiguiendo un corpus de acoplamiento musical sin cuyos sones nuestra Semana Santa estaría incompleta.

Aquí es momento de recuperar a Pepe Torrano, por ser uno de los máximos responsables de que esta música culta y semana-santera quedé registrada para la eternidad. Logra crear en el Estudio un clima de cordialidad y apasionamiento que hace que los músicos se sientan tan importantes como los de cualquier sinfónica del mundo.

Ya podemos en pleno Agosto cerrar los ojos y a traves de esta música del alma cofrade soñar con “chicotás” de canastillas y bamboleo de palios.

Pepe Torrano ama lo que hace y consigue que los demás compartamos ética y estéticamente aquello que nos convoca.

Dios le guarde muchos años Maestro Torrano.

lunes, 11 de enero de 2010

Primera Plana


Tres días hay en el año que seguramente no reluzcan más que el sol pero que tienen un denominador común: no se puede complementar el mágico triángulo que toma forma con el ritual mañanero del primer sorbo de café, la compra del pan recién hecho (¿recién hecho?; de ilusión también se come) y la busqueda del amigo kioskero que nos venda el periódico de cada día. Pues lo último nos falla. Esos tres días no hay periódicos. Los encargados de confeccionarlos, editarlos, distribuirlos y venderlos están esos días –cosa justa y necesaria- disfrutando –quien pueda- de la paz, el descanso y el disfrute junto a los suyos.

Tres días, tres, como los Reyes Magos de Oriente, sin prensa en la calle y sufriendo la orfandad en nuestras vidas de lectores de lo cotidiano. Primero: el 25 de Diciembre…”fu,fu,fu… ha nacido en un belen”…… Después el 1 de enero…”año nuevo, vida nueva (o por lo menos debíamos encararla con un mayor rearme de fe e ilusión), y por último el Sabado Santo, donde la Soledad al traspasar el pórtico de San Lorenzo pone el punto y final a la Semana Grande de esta Ciudad. Quedando sus calles vencidas por la melancolía. Huérfanos de una Ciudad que –una vez más- se nos mostró en todo su esplendor, y soñando los dulces momentos vividos buscando en las hermosas soledades de los templos el antídoto para una espera tan larga.

Recuerdo que en casa de mis padres nunca faltaba el periódico de cada día (fundamentalmente gracias a mi madre que siempre fue una lectora fidelísima de “El Correo de Andalucía). Yo de niño andaba más preocupado porque no me faltara mi ración semanal con las aventuras de: “El Capitan Trueno”; “El Jabato”; “Roberto Alcázar y Pedrín” o “El Guerrero del Antifaz”. Luego mi hermano mayor empezó a traer el “Marca” y creo que por ahí empezó a fraguarse el que mi segundo equipo sea el Real Madrid (aparte de que mi grandes ídolos del beticismo –don Luis del Sol y don Rafael Gordillo- terminaran defendiendo la camiseta merengue).

Desde hace muchos años siempre fui comprador-lector de la prensa diaria. He cambiado de periódico alguna que otra vez y en más de una ocasión –buscando una mejor y mayor información- adquiriendo dos de distinto signo y línea editorial. Pero los años aparte de atemperarte la pasión (turca) terminan por aclararte de que la verdad absoluta no existe, y mucho menos la necesaria objetividad y el rigor informativo. Esto es extrapolable a cualquier medio de comunicación de prensa, radio o televisión. Una notica específica y concreta tendrá distinto tratamiento y análisis según el medio que la aborde. Esto no es ni bueno ni malo sino tan real como el aire que respiramos.


Al adquirir “nuestro” periódico en el día a día buscamos fundamentalmente nuestra diaría ración de autocomplacencia y ver reflejados nuestros sentires políticos, sociales, culturales y espirituales en el mismo. No estamos ya para sobresaltos leyendo cosas que “choquen” con nuestros presupuestos ideológicos. Buscamos que “nuestro” periódico no nos defraude y funcione como portavoz y vocero de nuestros sentires ciudadanos. Esto lo planteo, no como una critica, sino como un hecho contrastado y del que yo también me siento participe.
Hoy -a pesar de que yo animo a la gente a comprar prensa diaría, aunque sean diarios de contenidos deportivos (futboleros)- los periódicos digitales existentes en internet, permiten a los usuarios de la red poder obtener una amplia información visitando las ediciones digitales al arrancar cada jornada. Esto posibilita de una forma moderna –es decir ágil, rápida y resumida- tener una visión de las distintas opiniones y posicionamiento de los mismos. Aparte claro está de su actualización permanente como hace su hermana la Radio. Bastará una somera lectura de la prensa actual para comprender que los historiadores del futuro no lo tendrán fácil para analizar nuestra historia más reciente. Nunca hubo tal cúmulo de información y nunca los temas tuvieron enfoques más distintos y distantes.

En la actualidad existen enormes posibilidades de adquirir información y conocimientos. Lo curioso es que se da la paradoja que ante este aluvión de cuestiones formativas-informativas existe un alto índice de personas con un gran –y peligroso- desconocimiento de todo cuanto le rodea y afecta. (las encuestas a pie de calle son clarificadoras sobre el particular. Incluyendo las realizadas en las puertas de las universidades).

De todas formas –si me lo permiten- yo animo al personal que compre y lea la prensa cada día. Da igual que sea “El Mundo”; “El País”; “ABC”; “Diario de Sevilla”; “El Correo de Andalucía”; “Marca”; “As”; “Estudio Estadio”; “La Razón” o “La Voz de Trebujena”. No debemos olvidar que las manchas que dejan en las yemas de los dedos los periódicos, son las huellas dactilares de la Democracia y la Libertad. Ser críticos con lo que nos cuenten es la cuestión fundamental. Eso siempre va a depender de nuestra capacidad crítica y reflexiva. De todas formas siempre será preferible esto que vivir en un sistema político con la edición de un solo periódico (que no es más que un folleto propagandístico-político del Partido-Gobierno en el poder), y a donde desde Sevilla mandan con dinero de los contribuyenyes a “brigadistas” para que reciban lecciones prácticas de auténtica “democracia”.

Primera Plana o lo que es igual: el derecho a discrepar en libertad.

viernes, 8 de enero de 2010

Ciudadano Fernández

Hola amigos. ¿Todos sanos, salvos y resacosos?. Pues nada, arrancamos con el primer Toma de Horas de este imprevisible y desconcertante 2010. Suerte, paz y felicidad a granel para todos. Sí, ya sé que suena a tópico pero no queda otra. De todas formas, y por si acaso, agárrense que vienen curvas.

Aunque no entraba en mis planes – y movido por las circunstancias- empiezo un nuevo año en la Barriada de Pino Montano (muy cerca de la Finca de Ignacio Sánchez Mejías donde se reunían en Sevilla la irrepetible generación de poetas del 27. Allí donde en una fiesta flamenca y después de escuchar cantar a Manuel Torre escribió García Lorca que era “el hombre de mayor cultura en la sangre que he conocido”. ¡Joder,¿se puede dar una mejor versión vivencial y poética del Cante Flamenco!?).

Pues eso, con el año que comenzamos ya llevo viviendo la mitad de mi vida en esta –por cierto- excelente y querida Barriada. Un día me explicó don Manuel Márquez de Castro la diferencia entre barrio y barriada. Me dijo que fundamentalmente consiste en que mientras en los primeros las gentes vivian de puerta para fuera, en las segundas es al revés: se vive fundamentalmente de puertas para dentro. Las condiciones de vida de mucha gente en los barrios de antaño eran extremadamente difíciles (proliferaban los corrales de vecinos donde pocas posibilidades existían en aquellos modesto cuartos de llevar una vida hogareña). La calle por tanto era el hábitat natural de los vecinos y nadie resultaba ajeno o extraño en la misma. Todos nos conocíamos y convivíamos en los buenos y en los malos momentos. Evidentemente con la necesaria y espectacular subida del nivel de vida de las gentes humildes y trabajadoras, las barriadas ya posibilitaron los enclaustramientos en hogares confortables y acogedores. En los barrios ganaba por goleada el aspecto humano y en las barriadas lo hace la cuestión material (nunca desdeñable para aquellos/as que nos hemos criado en corrales llenos de miseria y con una falta de higiene evidente. Pero insisto: con la humanidad por bandera). Unir ambas cosas debía ser una busqueda tan legítima como necesaria.

Pues bien, cualquiera que llegue a Pino Montano (bastión fundamental de la cosecha de votos del PSOE sevillano) y pregunte por Pepe Fernández, así sin más elementos aclaratarios, lo tendrá difícil. Nadie sabría responderle y le dirán que en la Barriada hay más de quinientas personas que responden a ese nombre. Cosa bien distinta es, que se pregunte por Pepe “eldelvideoclú”. Ahí ya nadie tendrá la menor duda de a quién buscamos.

Pepe es una gran persona y un personaje singular que cubriría su etapa vivencial terrena en cualquier circunstancia histórica. Es decir: es intemporal y situarlo en cualquier época es tarea relativamente fácil. Podríamos ubicarlo sin rubor en cualquier película de Federico Fellini. O vendiendo alfombras voladoras en cualquier mercado persa. O bien como jefe de cuadrigas en la Roma Imperial. Ordenando la mesa en la Última Cena del Mesías para que Dan Brown no coloque a más gente de la cuenta y de paso se forre. O viajando en la nave espacial de “2001. Una odisea del espacio”, para tratar de convencer a los extraterrestres de las enormes ventajas de votar a UPyD.

Este espécimen humano pinomontanero, aparte de su enorme calidad humana y que lo sitúan como una persona bondadosa, solidaria, talentosa y sensible ante lo culto y lo bello, no es menos cierto que es un personaje digno de la pluma de García Márquez o de Miguel Delibes.

Concurren dentro de su orondo caparazón físico una amalgama de elementos que lo hacen formar parte de los grandes personajes sevillanos. A saber: lector compulsivo, profesional hostelero de la escuela de Perico Chicote. Abuelo, padre y esposo ejemplar (más adelante me referiré a su santa esposa) y amigo de sus amigos. Forma parte –formamos- de los neuróticos que tenemos al Betis como epicentro de nuestro terrenal ejercicio de sacrificio y masoquismo (cuando el Betis –muy de tarde en tarde- proporciona alguna alegría significativa, se enfunda con un calzador una camiseta verdiblanca donde las 13 barras –dada su oronda figura- se amplian a 130).

Regentaba un videoclub (por el que será eternamente recordado en Pino Montano) y que a la postre -dada la galopante crisis- recicló poco a poco en una tienda de barrio antiguo, donde se podía encontrar absolutamente de todo. Desde una croquetas caseras congeladas hasta el repuesto de una fregona. Desde una Casera de naranja hasta un bolígrafo Bic cristal. Nunca en mi vida lograré entender como en un local tan pequeño podían caber tal cúmulo de cosas. Cambiaba el sentido de las estanterias todas las semanas. Además propiciaba que nos reuniéramos allí a diario una serie de colegas que con la excusa de la charla nos clavábamos unos cuantos de botellines (Perico, Manolo, Jose, Juan Luis, Gambrinus and Company). Él no bebe alcohol, y se surte diariamente de media docena de cortados de máquina, que a la postre son consumidos a las horas más diversas y menos proclives a toma café.

Su santa esposa María del Carmen –Mari para sus amigos y convecinos- es su complemento ideal. Dicen que cuando nació a su madre le comentaron tres cosas: “ha tenido usted una niña que a no dudar sera una excelente mujer que dará la talla como hija, esposa, madre y abuela”. “Fumará durante toda su vida como un carretero y será la fan número uno del cantante internacional de Linares, Raphael”.

Por el camino que lleva a Belen,
Sabes que estuve enamorado de ti.
Yo soy aquel que cada noche te persigue
pues nada soy sin Laura.

Creo haber dado unas pinceladas del componente ético de Pepe, sobre su estética ya ni les cuento. Merece un breve comentario. Su cara la ha visto revestida de todas las formas posibles. Bigotes mexicanos o a lo Dalí. Perillas o barbas variopintas de todas las formas posibles. Su cabeza se ha visto cubierta de fijador o bien con una coleta sujetando con una gomilla el pelo largo. Sin obviar auténticos rapados por debajo del cero donde las ideas quedaban patentes y a la vista. Viste como lo que es –un bohemio ilustrado- y te lo puedes encontrar con una camisa negra y una corbata rosa. Con un sombrero de cuero y sus gafas a lo John Lennon.

Un enjambre de pim y colgantes flotan y se pierden por su pecho mientras camina despacio, y parándose cada cincuenta metros con algún conocido ( más “paraitas” que la Macarena por la calle Ancha la Feria) llevando en bandolera un enorme bolso. Difícilmente sale de la barriada pues imagino que aquí encuentra cuanto necesita para vivir. Gente con perfiles de barrios antiguo trasplantadas a las barriadas modernas para su mayor esplendor.

Como escribió el poeta del Palacio de las Dueñas:

Donde hay vino(café), beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.


Son buena gente que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.