miércoles, 23 de diciembre de 2009

Adios 2009. Bienvenido (¿) 2010.

(A mi primer nieto que nacerá a la luz de Sevilla en los albores del año que se avecina )

Se nos va, vaciando sus últimos granos de arena en el reloj del Tiempo, el 2009. No ha sido precisamente un año con muchos elementos positivos recordables, tanto en lo social como en lo económico. En lo personal cada uno/a tendrá su propia historia. La suya, que será única e intransferible. Unos/as, habrán estrenado su paternidad. Otros, han conocido el sabor amargo de las lágrimas de la orfandad. Nacer y morir estan atados de manera inseparables en el péndulo del reloj de la vida y la existencia. Habremos bebido en la fuente del amor y el desamor nos habrá rondado por las esquinas del desconsuelo. Empezamos el año con sanos y nobles proyectos para cambiar nuestra vida y la de los demás. ¿Cuántos se cumplieron y cuántos no?. No importa. Lo importante es caminar en la buena senda y siempre con la esperanza de llegar a mejores puertos.

Decía Antonio Machado:

Caminante son tus huellase
el camino nada más;
Caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.

Año nuevo vida nueva es un tópico que necesitamos creer para intentar mejorarnos y por ende mejorar el entorno afectivo que nos rodea. Lo triste es que los cambios son en las formas y casi nunca en el fondo. Nos `prometeremos -una vez más- aprender inglés de una puñetera vez. Ir al gimnasio para paliar esa barriguita cervecera que tan lejos nos deja de George Clooney. Dejar de fumar para cortar esa pesada y persistente tos mañanera. Beber con moderación. Le plantaremos de una vez cara al estrés. Todo posiblemente quede, como siempre, en buenos y vanos propositos. Balas de fogueo que ni tan siquiera llegaron a reposar en la recámara. Es nuestra condición y sin estas falsas ilusiones no podríamos vivir. Pero, ¿porque no intentamos de verdad cambiar en el fondo y no sólo en las formas?. Por ejemplo bajar el listón de nuestra soberbia y vanidad y ser mejores personas. Más humanos en definitiva. Aprender que dialogar es antes que nada saber escuchar, que es como realmente se aprende. No tener de manera permanente el "yo" en los labios y cambiarlo por el "nosotros". No vivir en un continuo lamento por cosas que dejamos de hacer cuando aún estamos a tiempo de hacerlas. . Mejor tarde que nunca. Engancharnos a la bandera de la solidaridad, la decencia, el esfuerzo y la bondad para intentar mejorar la especie a la que pertenecemos. ¿Que hay mucha tarea por hacer?. Da igual. Tenemos mil formas de mejorar esta Sociedad que nos ha tocado vivir. Bien sea en el seno de la familia. En el trabajo. La vecindad. Los amigos. Y por supuesto con aquellos que nos son afines en sentires sociales, políticos o religiosos. ¿Pura utopía?. ¿Apología del "buen rollito"?. ¿Sermón navideño?. Posiblemente, pero no nos queda otra que intentarlo.

Quién pone su empeño en conseguir nobles ideales y no los consigue nunca fracasa. La victoria está en el camino recorrido y los/as que siembran con pasión y cariño, tarde o temprano, recogen el fruto deseado. No intentemos alcanzar la santidad ni ser mártires de ninguna causa. No es eso. Simplemente basta con no hacernos cómplices y participes de una Sociedad que todo lo basa en lo material y lo superficial. Somos humanos y afortunadamente imperfectos. Pero nunca debemos ser aves de rapiña al servicio de siniestros intereses, y que consiguen que vendamos por treinta monedas (o un chalet con piscina) nuestra alma al diablo.

Despidamos a este 2009, al que le quedan pocas horas de vida, sin resintimiento y con alegría. Estamos vivos y dipuestos a enfrentarnos al 2010 que nos llega lleno de negros nubarrones y malos presagios. No importa. Saldremos reforzado de esta batalla si sabemos afrontarla en corto y por derecho. Ahora más que nunca debemos ser solidarios. Puede que sea una de las últimas oportunidades para nuestro rearme social, cultural y espiritual. Siempre con la tolerancia por bandera. Hasta hace muy poco solo eramos un número de una cuenta corriente. Un sin fin de tarjetas de créditos. Un Rey Mago para nuestros hijos durante todo el año (aunque hablábamos muy poco con ellos, ¡estábamos tan atareados!). Nos creíamos el ombligo del mundo. Unos ojos llenos de números y cifras y ciegos de puestas de sol. Un alma perdida a la sensibilidad y la belleza, la misma que dejamos olvidada un día atada a la cuerda de un trompo de nuestra niñez. Un marido cansado. Un amigo siempre sin tiempo y con prisas. Un compañero o vecino ajeno a los problemas de los demás. Un hombre o una mujer en suma que no tenía tiempo para nada (excepto para sus ocupaciones laborales/profesionales). Lo importante era nuestra "realización personal". Pues ahora o nunca toca intentar recuperar al que un día fuímos -y por el que seremos recordado-. Aquel que necesitaba muy poco para ser feliz. Nos convencieron que quien más tiene más vale y ahora toca despertar de tan falso y vano sueño. Pintan bastos.

Sed felices y brindad por los buenos sentimientos. Este "Toma de Horas" se despide de vosotros hasta el año que viene. Espero que muy pronto vuelva a sonar en nuestros corazones ese tic-tac que ya anuncia ansioso …"otra llegada de la Primavera".

Un sentido abrazo.

lunes, 21 de diciembre de 2009

" El Boletin "


Era la tarde de un sabado de diciembre. Al nefasto 2009 sólo le quedaban horas para decir su adios definitivo. Estaba solo en su casa. Su gente estaban en distintos quehaceres en el exterior. Resolviendo los avatares de las compras navideñas y que a él le resultaban cansinas y farragosas. Cortitas por la crisis pero necesarias. Todo le hacía presagiar que serían unas horas las que permanecería en una soledad no propiciada pero pensaba que: …." a nadie le amarga un dulce".
Buscó en su biblioteca y se dio de bruces con un pequeño libro que le había regalado un amigo de sentires. Era de Félix González de León y se titulaba "Historia Crítica y Descriptiva de las Cofradías de Penitencia, Sangre y Luz. Fundadas en la Ciudad de Sevilla".

Tenía la inveterada costumbre de leer con música tenue de fondo. Vio propicia para la ocasión una obra del Coro de la Capilla del Tenor Joaquín Ruíz ……"Ese hombre que camina es …Jesús del Gran Poder".

Ya había formalizado el escenario perfecto: soledad, lectura historicista sobre Sevilla y sus Hermandades y cantos espirituales en homenaje al que nos espera en San Lorenzo. Sólo quedaba confiar que no llamara a su puerta un agente inmobiliario por si quería vender su casa. O una pareja de educados Testigos de Jehová ofreciéndole la salvación de su alma dejándole un par de folletos. Que tampoco sonara el teléfono con alguna propuesta para cambiarle la telefonía (por cierto: ¿por que ahora no llaman desde los bancos ofreciéndote préstamos a discreción y abonables en tan solo 24 horas?. ¿Dónde ha ido a parar el dinero que tan generosamente les dió nuestro Gobierno?).

Afortunadamente sus ruegos fueron atendidos. Nadie rompió su añorada soledad. En menos de una hora dio cuenta del pequeño y sabroso libro con la promesa en firme de una segunda lectura. Casi de manera milagrosa la obra musical tocaba a su fin. El último tema eran los sones de Soria-9 en un claro homenaje al Señor de Sevilla.

Miró la calle desde su terraza. Ya la tarde estaba perdiendo paulatinamente su dulce fulgor. En el horizonte se adivinaba la cornisa del Aljarafe. Cerró los ojos y le pareció oler a mosto y a pan de pueblo recien hecho. Pronto la fría noche sería quien ganase la última batalla al día. ¡Siempre las tinieblas amenazando con robarnos nuestro haz de luz!. Todo, en unos minutos afortunadamente, volvería a la cotidianidad familiar. Se entretuvo en ordenar el ya voluminoso revistero. Fue apartando aquellos periódicos que el paso voraz del tiempo hacía viejo a las pocas horas de publicarse. También hizo lo propio con suplementos dominicales con viajes a la Antártida y una y mil maneras de mantenerse jóven. Ordenó para su Archivo las revistas de Historia, de Literatura y las dedicadas a la Semana Santa.

Casi al final y sin esperarlo encontró un Boletín antiguo de su Hermandad. Aquel que le citaba para la papeleta de sitio. Que notificaba los hermanos que ya no estaban entre nosotros. Con fotos de sus titulares en los Cultos internos. Dándonos recomendaciones para el buen discurrir de nuestra Hermandad en la calle. Las advertencias mil veces leídas y aplicadas: ….." acudirá a la Hermandad en silencio y por el camino más corto"; …."durante el desarrollo de la procesión no volverá la cabeza, no hablará con nadie, guardará la debida compostura y acatará en todo momento las instrucciones que le de su celador de tramo".

No pudo evitar esbozar una sonrisa recordando los momentos pasados y de los que el Boletín fue un feliz prólogo. ¡Y pensar que dentro de poco se pondría en marcha de nuevo la mágica rueda de los preámbulos del gozo semanasantero!. Una nueva Semana Santa que nace y muere entre la arboleda (perdida y recuperada cada año) de la Plaza de San Lorenzo.

Sin pensarlo dos veces besó suavemente la contraportada donde figuraba la Virgen de sus amores. Y ya le sonó la campana en forma de porterillo electrónico. Escuchó una voz que era sangre de su sangre:……"Papá baja a ayudarnos que traemos bolsas del……. "

Mientras esperaba el ascensor no pudo evitar pensar que: "Soledad no es estar solo, soledad es no tener recursos sentimentales para hacerla felizmente habitable".

viernes, 18 de diciembre de 2009

"Navidad, dulce Navidad".

Cosa bien distinta es vivir "de" los recuerdos que vivir "con" los recuerdos. En el primer caso damos por sentado que cualquier tiempo pasado fue mejor. Asumimos que el presente es un lastre que solo con la referencia del ayer se nos hace soportable. En el segundo, valoramos lo vivido con sus luces y sombras. Sabiendo apreciar que en el presente y el futuro pueden estar los mejores dias de nuestra existencia. Parodiando a un presidente futbolero podríamos decir que:….."lo mejor está por llegar". Puede que nuestros mejores años sean los que nos queden por vivir. Todo queda objetivamente supeditado a las vivencias y avatares gozados/sufridos por cada uno/a. Una infancia feliz o infeliz condicionarán el proyecto de hombre o mujer que seremos en el futuro. Si las sombras nos marcaron, solo con un creciente espíritu de superación podremos reciclarnos y cambiar lo negativo en positivo. No pocas veces recordamos situaciónes o seres queridos no como realmente fueron sino como los veíamos nosotros entonces. Tenemos la gracia divina de configurar nuestra personalidad en el día a día. Si tuvimos malos referentes en nuestra cadena generacional solo tenemos que cambiar el sentido de nuestro eslabón. Ser distintos para que nuestros herederos sepan valorar nuestro esfuerzo en cambiar el curso de las cosas. Si por el contrario estamos orgullosos de nuestros ancestros, solo nos queda hacernos merecedores de la herencia moral y ética que recibimos. Bien cierto es -y doy fé de ello- que una infancia feliz será la mejor referencia para configurarte en una buena persona. Pero como siempre no hay regla sin excepción o como se suele decir:…."de todo hay en la Viña del Señor". La tragedia es inherente al caminar del ser humano por la Tierra. Enfermedad, muerte, desosiego, desamor, frustraciones… , van cogidas de la mano a salud, vida, paz, amor, gozo… Es simplemente:……la Vida.

Ya estamos inmersos en los preámbulos de las fiestas navideñas. Fiesta que representa para muchos el culmen de lo estrictamente comercial, aunque tampoco hay que ser fariseos al despreciar esta faceta. Este año se presume cortita en gastos por la galopante crisis que nos golpea y nos golpeará una buena temporada. Si la gente es feliz comprando con su dinero, pues que compren lo que quieran o lo que puedan. El ser humano necesita sentirse querido y el regalo se nos conforma como una forma de conseguirlo. Cada cual es cada cual que diría Serrat. Lógicamente si la Navidad solo tuviera esta lectura materialista flaco favor nos haríamos a nosotros mismos.

Vayamos por parte: la Navidad es motivo de alegría para los que somos creyentes con el Nacimiento del Mesías. Ahí radica para nosotros su auténtica Verdad. Es el comienzo de nuestra Fe y por tanto días de gozo. Todavía quedará lejos la tragedia que se le avecina al recien nacido. Alguien dijo que es una festividad especialmente pensada para los niños. Rotundamente cierto. Estos afortunadamente carecen de pasado y viven el presente con todas su fuerzas. Solo cuenta el hoy más inmediato y lo que les depare el futuro no les preocupa en absoluto. Ellos no notarán como nosotros el peso de los ausentes. Sillas vacias en mesas opíparamente dispuestas donde muchas veces los que faltan son los más presentes.

Cada Navidad será distinta a la anterior por las circunstancias personales de cada uno. Existe un eficaz antídoto para superar este posible estado de melancolía. Seamos niños por unos días. Salgamos a las calle en pueblos y ciudades. Hagamos un paréntesis en nuestras actividades y vayamos a contemplar belenes. Acompañemos a nuestros hijos, nietos o sobrinos. Dejemos que sean ellos a través de sus ojos esperanzados los que nos muestren la verdad de la Navidad.

Saquemos a pasear al niño que todos llevamos dentro. Felicitemos de corazón a ese familiar, vecino o amigo al que apenas vemos. Sabemos que ese firme propósito de vernos con más frecuencia se volverá a difuminar. ¿Pero que más dá?. Al menos una vez al año seremos portadores de una felicidad efímera pero verdadera.

¿Que ojalá este espíritu imperara todo el año?. Es cosa nuestra. Lo dejó dicho el que nacerá en estas fechas: …."amaos los unos a los otros como yo os he amado".

El mejor regalo que podemos hacer nunca será material. Eso se difumina a los pocos días y está al alcance de cualquiera que sea pudiente. Lo que permanecerá en nuestros corazones es la semilla de bondad y solidaridad que seamos capaces de repartir. Sin pedir nada a cambio. Solo por el placer de sentirnos vivos. Vivos y niños por estas entrañables Fiestas.
Navidad, dulce Navidad.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Demonio vestido de Logse.

Vivimos en nuestra Sociedad tiempos complejos y perversos. Quien quiera negar la existencia de Dios está en su pleno derecho de pensar y sentir. Pero visto lo visto, negar que el Demonio existe y que toma mil y una formas es incuestionable. Asistimos perplejos a numerosos casos donde Lucifer adquiere aspecto humano. Padres violando o maltratando salvajemente a hijos/as de pocos años e incluso de meses. Matrimonios o parejas que ayer se bañaban en las plácidas azules aguas del cariño y el respeto y hoy se mueven en el fango del rencor. Maltratadores. Violadores. Pederastas. Psicópatas de toda índole y condición. Dictadores y fanáticos que los sustentan y apoyan. Políticos corruptos siempre pendientes de llenarse el saco. Personas mayores abandonadas a su suerte por aquellos a los que dedicaron sus mejores años. Todo una fauna humana malvada, insolidaria y egoísta que harían palidecer al mismísimo Caín. Lo que nos mueve a la esperanza es que son una minoría. Sangrante, perversa y ruidosa si se quiere, pero minoría al fin y al cabo. La gente es mayoritariamente buena por naturaleza, educación o convicción. De ello estoy seguro. Si miramos cuanto nos rodea comprabaremos que hay más rosas que espinas. Lo evidente es que las primeras hermosean la Tierra con su fragancia y colorido. Mientras que las segundas producen dolorosas heridas en aquellos que tuvieron la desgracia de ser rozados por ellas. Seamos moderamente optimistas ante la complejidad de un sistema de vida que nos llama con frecuencia a la desesperanza y al desosiego.

Un evidente motivo de preocupación lo debe representar un sector de la juventud -menor del que nos sitúan los sociólogos y mayor del que nosotros quisiéramos- que utilizan para "convivir" el egoísmo, el vandalismo, el pasotismo y una violencia absolutamente gratuita y desgarradora. Todos estamos en su "punto de mira" y basta simplemente con salir a la calle para ser blanco de su salvaje y canallesco "modus operandi". Si además coincides con ellos en algún tipo de evento público, el riesgo para tu integridad y la de los tuyos se hace todavía más patente.


Dos casos he vivido en las últimas horas que son significativos sobre el comportamiento de estos desalmados. En ambos un perro -sin duda nuestro más fiel y mejor compañero terrenal- ha sido el triste protagonista.

Aquellos que hemos tenido la suerte de convivir con un perro, suscribimos plenamente que es el mejor amigo del hombre (o de la mujer no vaya a ser que te llame machista doña Bibiana). Son fieles y acompañan tu cotidianidad con una gran dosis de ternura que tienen en sus ojos el faro luminoso de sus sentimientos. Piden muy poco y te dan mucho a cambio de comida, agua y afecto. Uno de los incidentes que antes mencionaba lo viví recientemente en mi Barrio de Pino Montano. Veo de lejos un pequeño revuelo que se forma en torno a una señora mayor que está sentada en un poyete. Conforme me acerco al grupo compruebo que se trata de Dolores una vecina de avanzada edad que llora desconsolada abrazada a su pequeña perrita. El pobre animal está sangrando por la boca. Me explican lo acontecido: pasaron dos "muchachitos" en una moto (evidentemente por zona peatonal que para eso la calle es suya) y justo al llegar a la altura de Dolores, el que iba de "paquete" le propinó una patada en la cara a la "Chiqui" (ese es el nombre de la perrita que acompaña fielmente a esta noble dama en su triste y diaria soledad). Luego se marcharon a "toda pastilla" entre sonoras y crueles carcajadas.

El otro incidente con una diferencia de pocos días fue en la Barriada de los Pajaritos (por cierto, degradada y abandonada hasta la exasperación), donde acudo a visitar a un amigo víctima de la soledad y el abandono. Observo a un hermoso y orondo perro caminando solo por la acera. De pronto aparece "su dueño" en una moto a "toda pastilla" y le da alcance. Porta un bate de béisbol y sujetando al pobre animal con una mano con la otra empieza a darle palos. Mientras le pega empieza a recriminarle a gritos que: "ya no te vas a escapar más" (no te quepa la menor duda pedazo de ca…. que lo intentará una y mil veces ) Mientras perpetraba esta canallada nos miraba desafiante a cuantos atónitos presenciábamos la cruel escena. Si algunos le hubiéramos llamado la atención por su salvaje comportamiento, seguro que habríamos "cobrado" de lo lindo. Lo que movía a la mas absoluta compasión era con la conformidad que el pobre animal recibía los palos. Señal inequívoca de que se los daban con frecuencia.

En fin, que Dios nos coja "confesaos" si nos tropezamos con esta gentuza. Ya lo cantó magistralmente el Maestro Rafael Farina cuando decía:….."Alma de tirano / corazón de hierro / maldita sea la mano / que mata un perro."

lunes, 14 de diciembre de 2009

Cuestiones pasionales.

El pasado día 1 de este mes que pondrá el cierre definitivo al infausto 2009, celebramos los Hermanos de Pasión un emotivo Cabildo para dilucidar tres -como las Hijas de Elena.Aunque dijeran que ninguna era buena- cuestiones que volverán a conseguir que nuestra querida Hermandad de un pasito más -¿y van¿- hacia adelante bajo el mando del valiente timonel, Javier Criado Fernández. La Historia -en cualquiera de sus vertientes- la escriben los que arriesgan e intentan dar un paso hacia adelante. Se podrá estar o no de acuerdo con Javier Criado pero lo que resulta incuestionable es que lleva a dilucidar en Cabildos lo que se dice en los corrillos tertulianos cofrades. ¿Hay un dilema?, pues lo votamos, y a otra cosa mariposa. De esta forma solo podremos hablar en los bares sevillanos de cuando terminará el secuestro del Betis, o donde estará el techo de este Sevilla de relumbrón.

Se acordó que la Virgen de la Merced procesionara por las calles sevillanas acompañada de música fúnebre. Justa y necesaria para paliar tan profundo dolor y acorde con la belleza singular y sevillanísima de su mágico y esplendoroso entorno. Vean con detenimiento -una vez montado en Semana Santa en El Salvador- todos los detalles del paso de la Señora y quedarán gratamente sorprendidos. Es de las imágenes sevillanas que quedan oscurecidas por la grandeza de quien las antecede. Ella como buena Madre así lo entiende y no le duelen prendas en reconocer: "es que Pasión -aparte de ser mi amado hijo- es mucho Pasión".

Otro tema que se votó en el citado Cabildo fue lo de realizar Estación de Penitencia ante el riesgo de lluvia solo con la cruz alzada y sin nuestras imágenes. No tuvo color la votación. Por absosuta mayoría se acordó no salir. O con las imágenes o todos recluidos en el Vía Crucis interno por el Salvador. Como ya predijo nuestro añorado y recordado Cardenal (¡Dios mío como trata esta Ciudad a sus hijos más ilustres!) hoy este tema será de no pero no, dentro de poco será de no pero sí, y al cabo de los años será de sí pero sí. Tiempo al tiempo.

La cuestión que en principio se apuntaba como la más contravertida era la de incorporar de nuevo la figura del Cirineo al paso del Señor de Pasión. Se votó que de momento -y posiblemente por muchos años- es mejor dejarlo solo en el magnífico canasto de plata de Cayetano González. Yo sinceramente creo que así es como da su justa dimensión. Sólo con su pena de hombre abandonado por los suyos. Maltratado camina con su divina mansedumbre hacia una muerte cierta. Lo contemplamos en su Capilla o recorriendo pausadamente las calles de Sevilla y sentimos escalofríos al ver su sereno rostro de hombre que no puede -ni quiere- enfrentarse a su destino. No necesita al Cirineo pues su sola presencia se basta y sobra para llenar el espacio vital y sentimental que le rodea. Pasión y el Gran Poder tienen una cuestión fundamental en comun: ambos representan en todo su esplendoroso dolor al Hijo de Dios hecho Hombre. Pero siendo complementarios tienen una lectura bien diferente. El Señor de Sevilla transmite su dolor y hace suyo el de los/as que diariamente acuden a sus plantas buscando sosiego y consuelo. Duele mirarlo pues su cara nos dice: "¿como no voy a compartir tus penas y pesares si mira lo que han hecho conmigo?".

Pasión aporta serenidad a través de su tormento interior. Asume su condición de reo inocente, no desde el pasotismo del esclavo resignado, más bien sabiéndose participe de una historia que después de tanto sufrimiento tendrá un final feliz. Irradia la paz que se produce en alta mar cuando termina una larga y oscura noche de fuerte tormenta. ¿Pasión solo?. Nunca lo estará mientras que la fe y el aliento de los que lo contemplan -comtemplamos- se sientan -nos sintamos- participes de su pena. Sustraerle una lectura sentimental/espiritual a estas dos imágenes claves de nuestra Semana Mayor, y hacerla en clave de enfrentamientos artísticos, es aparte de insustancial un desconocimiento supino de lo que representan en nuestro tradicional entramado sevillano. Pasión es Pasión y el Gran Poder es el Gran Poder. Fueron concebidos por maestro y alumno -lo dos más grandes de la gubia, Martínez Montañés y Juan de Mesa-- para recordarnos de manera rotunda como se concibe en Sevilla la figura de Jesús Nazareno. Son la cima de una montaña donde se llega trepando con la cuerda de la fe, el sentimiento y la tradición. Cuando los contemplamos no lo hacemos sólo con nuestros ojos, sino unidos con los de aquellos que a lo largo de los siglos los miraron dentro de un ejercicio supremo y sublime de sevillanía. Nosotros pasaremos, otros ya pasaron y los que nos sucedan también lo harán, pero Ellos permanecerán de manera eterna dándonos un ejemplo de humano dolor y divino sacrificio. ¿Pasión solo?. Sola y llorosa está la Luna cuando se rompe el lazo eterno de amor de dos enamorados. Solo y triste está el sol cuando calienta inmisericorde sobre la terrible e injusta hambruna africana. Sola están las estrellas cuando su mágico polvo cae sobre los mortales sin que se dignen mirarlas siquiera. Sola está la pleamar cuando contempla los barcos pesqueros varados en los puertos. ¿Pasión solo?. Solo está el hombre que perdió su fe en manos del materialismo dialéctico y hoy no sabe donde la dejó ni como recuperarla. Seguramente cuando el Maestro imaginero de Alcalá la Real creó al Señor de Pasión lo hizo con una finalidad primordial: que ningún sevillano/a estuviera ya nunca solo en su andadura por la Ciudad de la Gracia.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Carta abierta a Aminetu Haidar


Estimada, valorada y respetada Señora:

En primer lugar mostrarle mi solidaridad más absoluta ante la noble lucha que ha emprendido, poniendo en riesgo su propia vida. Puedo asegurarle que nadie con nobles sentimientos, y que nota que el corazón le hace tic-tac ante las emociones solidarias puede permanecer indiferente ante su -ya largo- calvario en busca de la emancipación de sus gentes.

Pero evidentemente usted sabe mi querida y valorada amiga que esta Historia arranca desde muy atrás. Concretamente cuando el gobierno español de la época en un acto de mezquindad histórica abandonó a su suerte al pueblo saharaui. Fue concretamente en febrero de 1976 cuando abandonaron el Sahara las últimas tropas españolas, dejándolos a ustedes a merced de marroquies y mauritanos. Lo importante era salir de allí de prisa y corriendo y la soñada independencia dejarla depositada en el baúl de las infamias históricas.


De aquellos barros vienen estos lodos. Hoy usted simboliza una lucha que se nos antoja eterna en defensa de las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui. No le importa poner en serio peligro su vida para conseguirlo y en ello se encuentra actualmente. Estamos todos los demócratas con usted y con sus nobles aspiraciones.


Pero desde Sevilla, Ciudad Tartesia, Romana, Mora y Cristiana, quiero –queremos- hacerle un ruego: no se nos muera por favor. Lideres como usted deben estar vivos y prestos para la pelea. Los mártires son absorbidos por sus verdugos que descargan sobre los primeros cualquier sentido de culpa. La Historia está llena de ejemplos en ese sentido. No crea que no ha conseguido usted ya bastante. Su noble gesto no ha caido en saco roto. Para nada. Posiblemente se haya escrito y hablado más del pueblo saharaui estos días que en los últimos años. Si, ya se que ha dejado escrito ante notario que cuando no sea dueña de sus facultades mentales no la alimenten en ningún hospital.

Viva, viva querida Aminetu y no le quepa duda que ya ha puesto usted a los gobiernos español y marroquí contra las cuerdas. Lo decía el gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer :….!Dios mío, que solo se quedan los muertos!. Viva pues apreciada amiga y cuéntele al mundo –ahora le abrirán todas las puertas- la situación de ignominia que padece su pueblo.

Así lo deseo y desde mi posición de creyente se lo pido a mi Dios.

Un fuerte abrazo.

En Sevilla a jueves diez de diciembre del 2009..

Juan Luis Franco – Escritor e historiador sevillano.

El Valor de la Amistad.


Bien cierto es, que el auténtico valor de la amistad no se mide en términos cuantitativos sino cualitativos. Es decir, lo verdaderamente importante es tener pocos amigos pero de una calidad humana contrastada, antes que muchos que se relacionan con nosotros a través de la "ojana" y el camelo. Para evaluar si verdaderamente se tienen muchos o pocos amigos es necesario pasar por distintos trances (fundamentalmente negativos) que nos situará a cada uno en su justa dimensión humana y afectiva. Evidentemente en época de "vacas gordas" serán muchos los que se nos acerquen de continuo. Cuando lleguen (que siempre llegan) las "vacas flacas" solo se te acercan y se quedan -como dicen los flamencos - los cabales.

Mi abuelo Félix (Maestro de Escuela a la vieja usanza. Un día contaré su tremenda y humana historia) que era un gran filósofo y al que le debo la pasión por la lectura me decía: "nunca olvides que el verdadero amigo es aquel que te critica en tu cara y te defiende a tus espaldas". Dicho queda. Los amigos son de una importancia cápital en nuestra andadura terrenal. Son cómplices insobornables de nuestras confidencias más íntimas. Leales y afectivos. Críticos pero benevolentes con nuestras "meteduras de pata". Nos conocen mucho mejor que nuestros familiares más directos. Es rotundamente cierto lo que cantaban los Amigos de Ginés en aquella letra por sevillana que se hizo famosa en la serie de TVE "Verano Azul". La misma que decía:…"algo se muere en el alma cuando un amigo se va". Todo ser humano está formado por dos mitades. Es decir: somos la mitad de bueno de lo que dicen nuestros amigos, y la mitad de malos de lo que comentan nuestros enemigos.


Cuatro, fundamentalmente, han sido los grandes amigos que me han acompañado en mi devenir por esta Tierra de María Santísima. Curiosamente han aparecido en mi vida como en una especie de carrera de relevos. Todos, anecdóticamente, sevillistas de caché (algo verían en este bético de sentires, gozos -pocos- y sufrimientos -muchos-. Vamos digo yo). El primero (siempre el más recordado, sobre todo en días de Cuaresma y noches veraniegas salpicadas de estrellas) fue amigo inseparable de juegos infantiles. Compañero de pupitre en Colegios de Maestros severos, pero casi siempre justos y rigurosos. De inmenso frió en las clases. De muchas explicaciones en la pizarra y pocos libros de textos. Con días de rabona (novillos) para irnos al Parque de María Luisa, la Plaza de España o a los Jardines de Murillo. De los primeros amores juveniles en inolvidables tardes/noches veraniegas de "pikú". Con canciones del Dúo Dinámico, Cliff Richard, Luis Aguilé o Salvatore Adamo. Todo regado por sangrías depositadas en tinajas de barro. Noches de luna llena en cines de verano en el Prado. Y sobre todo Martes Santos con la túnica de armiño de la Candelaria enfundadas en nuestros esperanzados cuerpos de niños y adolescentes. Un día, un triste día, su familia se marchó masivamente a Cataluña buscando un futuro menos negro que aquel que la Ciudad de Sevilla les ofrecía. La distancia se cebo con nosotros dos y hoy nuestro vínculo se reduce a una felicitación navideña. Quien escribió: "dicen que la distancia es el olvido", lo clavó literalmente.

El segundo y el tercero casi coincidieron en el tiempo y el espacio. Amigos de lucha por las libertades democráticas. De lecturas, teatros, recitales y sesiones del Cine-Club Vida. Nos saciamos de vida y llegamos a la madurez llenos de experiencias y vivencias compartidas. Exprimimos el zumo de la juventud hasta hartarnos sin necesidad de caer en "malos rollos". A uno el desamor lo ha convertido en una barca a la deriva. Aparece y desaparece como el Guadiana y sus estados de ánimo varían como las estaciones del año. En su impenitente orgullo no admite ninguna clase de ayuda. Dice que es feliz a su manera y yo así lo respeto. Nunca conocí a nadie con más talento y peor suerte en la vida y el amor. El otro se lo llevó a los cielos un galopante e inmisericorde cáncer. Nos dió a todos una lección majestuosa de lo que es morir con dignidad. Nunca perdió la sonrisa y espero con toda la fuerza de mi Fe poder abrazarlo de nuevo algún día….."que tenemos que hablar de muchas cosas / compañero del alma / compañero…..".
Para este último tramo de mi existencia terrenal cuento con un amigo que en nada queda empequeñecido si los comparo con los anteriores. Reciente amistad pero tan firme como el Peñón de Gibraltar. Todos mis amigos estarán indisolublemente ligados a mi patrimonio sentimental más gratificante. Gracias a ellos mi vida ha sido más productiva y feliz. Compartimos penas y alegrías y aprendimos a navegar por los mares de la vida remando contra viento y marea.

El "Último de la Fila" tiene el nombre del Apóstol de España. Somos distintos en algunos conceptos banales pero almas gemelas en lo fundamental. Apreciamos en lo que vale la ética y la estética que nos configuran como personas. Ambos somos nazarenos de ruán (El Salvador y San Lorenzo nos aguardan cada año, y nos ven envejecer en cada Semana Santa acompañando a Pasión y al Gran Poder). Sabemos que nuestra amistad es solida como los cimientos de la Giralda. Cuidamos a Sevilla como a una hermosa y bella dama a la que rivalizamos en conquistar cada día.

Lo dicho. El valor. ¡El enorme valor de la Amistad!.

Nota: Sin duda- y bendita la hora- esta es la etapa de mi vida donde posiblemente haya obtenido la mejor cosecha de buenos y grandes amigos. Nuestro sentido de la ética y la estética es asumido por todos en el sentido más nobles de ambos conceptos. Discrepamos sanamente sobre la divino y lo humano sin necesidad de enzarzarnos en banales discusiones "telecinquineras". Disfrutamos por sentirnos vivos y participes de un proyecto colectivo: aquel que tiene como meta la conquista de la felicidad bebiéndonos a diario -no solo en Navidades- el dulce néctar de la amistad. Tienen nombres y todos tienen un denominador común: son gente cabal e impregnadas de sevillanía hasta el tuétano de sus huesos. Se volverán por la calle si les decimos: Salva Gavira, Pepe Fernández, Manolo Henares, Eduardo Pérez, Miguel Ángel Fernández, Santi Pardo, José Antonio Zamora o Antonio Carrillo. Los legionarios tienen -o tenían- un SOS ante las dificultades extremas que era: ¡A mí la Legión!. Yo lo tengo más fácil y solo tengo que decir: !A mí mis amigos!.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Un momento Perico, ponla al cuatro(la cejilla).


Esa era la introducción al mejor Programa de Flamenco emitido por televisión desde que la tele -poco a poco- empezó a formar parte de la vida cotidiana de la gente. Se llamaba "Rito y Geografía del Cante" y estaba magistralmente presentado y dirigido por José María Velázquez Gaztelu. Se emitía en blanco negro por la 2 de TVE. Era un Flamenco de gran pureza y verdad emitidos en aquellos televisores marca Philips, Lavis o Elbe. Con sus paños de crochet que servían de suave soporte para sostener una risueña flamenca, o un torero soñando ante un toro en miniatura faenas magistrales en el albero sevillano. Algunos televisores traián incluso sus ¡fundas! para resguardarlo del polvo, y que no se escaparan de noche buscando en las ondas hertzianas de Radio Pirenaica los aires de la soñada libertad. Recuerdo de niño asistir con mi tío Antonio en la Bodega Puente de la Puerta Carmona a la retransmisión de un partido del Madrid en Copa de Europa. A pesar de la enorme amplitud de este mollatoso recinto, una hora antes de comenzar el partido allí no cabía ni un alfiler. Dada las pequeñas dimensiones del televisor y su visión en blanco y negro, tan solo los ocupantes de las primeras filas podían ver el partido con cierta nitidez. ¡Qué tiempos aquellos!.

Volvamos al Arte Jondo que es lo que hoy nos convoca. Se va a volver a intentar por segunda vez que la UNESCO declare al Flamenco como: Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En esta ocasión a la Comunidad Andaluza se uniran la Extremeña y la Murciana. Bien está todo aquello que sirva para engrandecer culturalmente a este Arte parido, amamantado y exportado desde Andalucía. El mismo cuya afición heredé de mi padre, y que a la postre ha significado un elemento vital y fundamental para mi andadura sentimental por estos andurriales. Afortunadamente no anda corto mi zurrón existencial de aficiones nobles y enriquecedoras, pero mi relación con el Flamenco es algo más que una afición. Es simple y llanamente: la pasión de mi vida. Son muchos los años en que lo llevo adherido a las paredes del alma y, difícilmente termino unos de mis dias terrenales sin dedicarle una generosa porción de mi tiempo. Son ya mas de 40 años de una relación fructífera que empecé desde niño con mi padre, y la continué aprendiendo con Flamencos de la talla de Pepe Blás Vega, Manolo Centeno, Salvador Feria, Antonio Centeno o Luis Caballero, entre otros. Todo cuanto hice -y pueda hacer- dentro del Arte Jondo lo realicé desde el rigor y el cariño más profundo. Nunca descubrí nada que ya no estuviera descubierto. Solo espero que con el paso de los años se me recuerde como un buen aficionado (concepto hoy devaluado en todos los frentes culturales) y un estudioso que intentó desentrañar las luces y sombras de un Arte que nace de las entrañas de la Tierra (andaluza evidentemente).

Curiosamente este infausto 2009, que camina imparable hacia sus últimos estertores, nos ha deparado los Centenarios de los nacimientos de tres pilares cantaores fundamentales. A saber: Antonio Pérez Guerrero "El Sevillano"; Antonio Cruz García "Antonio Mairena" y, Manuel Ortega Juárez "Manolo Caracol". ¡Cualquier cosa es este trío de verdaderos ases flamencos!.
Pues eso, sesudos y expertos señores de la UNESCO, denle al Flamenco el título cultural que solicitan -solicitamos- andaluces, murcianos y extremeños. Es de justicia hacerlo. Si vuelven a fallarnos una vez más, lo solicitaremos una tercera, pero esta vez -eso sí- pediremos el apoyo de nuestros colegas flamencos japoneses. Seguro que por ahí -con un mercado tan goloso- no podrán decirnos que no una vez más. Mientras tanto un servidor de Dios y ustedes, seguirá escuchando a Mairena por Soleá de Alcalá; a Caracol por Siguiriya; a Camarón por Tangos; a Pastora por Peteneras; al Lebrijano por Cantiñas; a Vallejo por Granaina; a Marchena por Guajiras: al Gloria por Fandangos; al Sordera por Bulerías por Soleá; al Sevillano por Bulerías; a Fosforito por Soleá Apolá; a Paco de Lucía por Rondeña; a Chocolate por Tarantos; a la Paquera por Bulerías de Jerez; a Chano por Tanguillos y a Tomás….¿a Tomás Pavón?, a ese por "tó los palos". Me dejo doscientos en el tintero pero no pretendo hacer un ejercicio de erudición flamenca.


Larga vida al Cante de fuego y fragua. De gozo y pena. De jara y romero. De miel y limón. De mina y tasca. De olas de mar bravío. De noches de juergas eternas con amanaceres de Tonás. De sonios jondos y ancestrales. De cuartos, peñas, festivales y teatros. De cerrojos carceleros abiertos con alientos de libertades. Cimentado en el vientre de la Madre Andalucía para deleite de almas de músicos y poetas. Nuestro Arte Jondo. Tan nuestro como el aire que respiramos. Eterno, vivo, sentimental, universal y siempre dispuesto a arañarnos las paredes del alma. Allí donde anidan nuestros sentimientos más profundos.


Lo dicho:


El Taranto visceral,
la Siguiriya doliente,
la Soleá bien templá
y los Fandangos valientes.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Alcalde bueno: ¿buen Alcalde?

Por los mentideros sevillanos se barrunta que el actual Alcalde de nuestra Ciudad, don Alfredo Sánchez Monteseirín, no será el próximo candidato por el PSOE a la Alcaldía sevillana. Como ocurre en estos casos, se lanzan globos sondas que reboten por las esquinas de calles y plazas para comprobar el calado de los mismos. Ya conocemos aquello de:..”según se comenta por fuentes bien informadas”; “dicen que el Partido considera conveniente buscar un relevo para asegurar la Alcaldía de Sevilla”; “Alfredo está ya muy quemao y hay que buscarle sustituto”.

Sánchez Monteseirín, quizás curándose en salud, comentaba hace unos días que con el paso del tiempo le gustaría ser recordado como un Alcalde honesto y trabajador. Delo por hecho. Cuantos le conocen en profundidad argumentan que la honradez, la bondad y el espíritu de sacrificio no resultan ajenos a su personalidad. No seré yo quien ponga en duda estos loables méritos que adornan su persona. Esto se lo dejo a otros que desde las ventanas del sectarismo y el oportunismo, se asoman cada día a las calles de Sevilla para comprobar si ya está su figura política tumbada por los suelos. Son los “Depositarios de las Esencias” de nuestra Ciudad que bailan cual monos de ferias al dictado de sus dueños mediáticos. Allá cada cual con su película impregnada de filias y fobias. Que duda cabe que a usted –don Alfredo- (y disculpe la grosería) algunos asesores y gerentes nombrados por su augusta persona le han dejado con el “culo al aire” y, que han terminado saqueando los erarios públicos que encontraron a su paso.
Dicho esto, no tengo reparos en reconocer que usted es un Alcalde bueno (buena gente como decimos por estos andurriales de sangre y luz). Pero si desde mi óptica personal tengo que manifestarme sobre su gestión política al frente de la Ciudad, no tengo más remedio que admitir que le pongan con los brazos en cruz, con dos gruesos libros en cada mano y de cara a la pared (así nos ponían de niños en el Colegio San Diego y en el Mesón del Moro). Bueno, mejor para adaptarnos a los tiempos educativos que corren, bastará con ponerle como nota un Insuficiente en su asignatura de “Teoría y Práctica de Sevillanía Aplicada”. Cero patatero que diría un castizo. ¿Qué ha sido usted el peor Alcalde de la Democracia en Sevilla?. Sinceramente no sabría decirle. Otros tampoco se han lucido precisamente.

Las madres y abuelas de mi –nuestra- generación tenían una obsesión compulsiva para sustraernos de las malas compañías. No estaban exentas de razón. Sabían que una mala influencia se puede cargar un devenir lleno de buenas intenciones. Creo que ese ha sido el auténtico “quid de la cuestión” de su mandato municipal. Tuvo usted que caminar con una “china” en su zapato izquierdo a la que llamaremos IU y, en el derecho, otra a la que podemos llamar el Sector X de su propio Partido. Así es imposible caminar ni por los caminos de la vida y mucho menos por los de la política. Le pudo la indolencia y la pusilaminidad y por tanto no debe extrañarle que emulando el título de una película del genial Sam Peckinpah, digan ahora al unísono:”Quiero la cabeza de Alfredo García”.

Así funciona este Circo de la política, y seguro que con los muchos años que lleva usted ejerciéndola no le puede extrañar en absoluto.

No existe en política un cargo con una proyección más cercana a los ciudadanos que el relacionado con el ámbito municipal. Un buen Alcalde es aquel que prioriza el bienestar del conjunto de los ciudadanos de su Ciudad (veánse casos tan dispares en lo ideológico, pero tan cercanos en los resultados, como los de Anguita en Córdoba y Ruíz Gallardón en Madrid). Debió usted –don Alfredo- hacer una paraita en la Placita de Doña Elvira, sentarse pausadamente en un banco de la misma, y sacarse sin complejos las “chinas” de sus zapatos. Luego a caminar al frente de los sevillanos, haciendo una gestión política para –y con- ellos. La gente sabe apreciar cuando los políticos atraviezan las estrechas lindes de sus partidos para acercarse a los problemas reales de la ciudadanía. Sólo a través de la valentía política y el compromiso social -de verdad- con el sevillano/a forjado en el día a día, se consigue el pasaporte para ser recordado con cariño cuando sólo seamos retazos de la Memoria de la Ciudad.

Ignoro si su Partido volverá a apostar por usted como candidato a la Alcaldía, o por el contrario pasará a formar parte del “Cementerio de los elefantes políticos” instalado en la Vieja Europa. A pesar de que en el único contacto que tuve con su persona –para un asunto de simple justicia flamenca- no tuve buenas vibraciones posteriores, le deseo toda la suerte del mundo. Bien nuevamente como Alcalde –Dios nos libre (con perdón) de un nuevo Pacto de Progreso para la Ciudad-, bien como Jefe de la Oposición Municipal (ahí la verdad me cuesta trabajo situarlo) o, discurriendo por la bella Bruselas como conseguir sacarnos de esta profunda crisis, sin que se vayan de rositas los buitres de la política y la finanzas que la han provocado. Trabajando –como buen socialista- por las más desfavorecidos, y a los que le han quitado de las manos el pan de sus hijos.

Lo dicho, suerte, mucha suerte, y siga usted siendo buena gente que dicho sea de paso no es cuestión baladí. Puede –nada es descartable a priori- que los que le sucedan en la Alcaldía sevillana terminen por hacerlo bueno políticamente. Esperemos que esto no suceda por el bien de esta Vieja Dama que esta harta de “pelar la pava” con gente que ni la quieren, ni la miman y mucho menos la cuidan. Como dice una letra flamenca:

Dale cuartelillo al tiempo
que el tiempo lo arregla tó;
yo he visto nubes mu negras
rompela un rayo de só.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Tiempo de excedencia.


La mitad de su vida más uno, es decir 31 años, los pasó preferentemente en el tramo que va desde Santa María la Blanca (Puerta de la Carne) hasta la Capillita de San José. Ese era su entorno y lejos de él ya entendía que estaba fuera de su hábitat natural. Tuvo fuertes vinculaciones circunstanciales con el Barrio de la Macarena, pues allí en la calle San Luis trabajó desde los 13 a los 22 años. También vínculos familiares le hacian frecuentar con cierta asiduidad el arrabal trianero, quedando prendado de la peculiar forma de ser de sus gentes. No es ningún tópico decir que allí tiene su aposento “la niña” más mimada por la Madre Sevilla.

Solo en dos ocasiones se ausentó de la vieja Híspalis. Una, por obligados motivos militares, la otra, un corto período laboral por tierras catalanas.

Sus sentires cofrades los repartía entre la Candelaria y Pasión. La primera albacea y testigo de sus juegos de niños y amores adolescentes. En definitiva sus raíces sentimentales. La otra paradigma de su fe, algunas veces debilitada, pero felizmente recuperada en el rostro del Nazareno de Martínez Montañés: el Señor de Pasión. Corrió de niño como potro desbocado por la rampla del Salvador. Sintió bajo un blanco antifaz el olor de las buganvillas en los Jardines de Murillo. Muchas tardes-noches tuvo el honor de recoger y llevar del brazo a su tía-abuela, doña Concepción Fernández del Toro, que dirigía con mano maestra el Taller de bordado de la Hermandad del Amor. Dando cada Domingo de Ramos testimonio de su Arte el conjunto de los bordados del paso de la Virgen del Socorro. Verdaderamente insuperable.

Pues bien con este bagaje sentimental a sus espaldas y ante la avalancha de obras que se estaban acometiendo para “mejorar” la Ciudad, decidió marcarse un tiempo de excedencia voluntaria. No volvería a visitar su entorno más querido hasta las vísperas de las próximas navidades. Esta decisión de enclaustramiento voluntario la tomó un 13 de mayo, el mismo día que su hija mayor cumplió los 30 años de edad Tenía la esperanza de ver ya terminadas –o encauzadas- este cúmulo de obras en calles y plazas, y así poder emitir un juicio objetivo y libre de posicionamientos políticos.

Un mañana de Diciembre se armó de valor, pues reconocía que tenía cierto temor a lo que le esperaba. Ya era hora de salir al encuentro de la vieja Híspalis. Cuando cruzaba en el autobús por la Alameda de Hércules se acordó del Conde de Barajas. Él convirtió lo que era una laguna infecta en un paseo costumbrista, y ahora …¿ en que se había convertido la Alameda ¿. Los monumentos de Caracol, Chicuelo y Pastora situados “juntitos” como en un mueblebar. ¡Que ocurrencia!


Pensó que quizás su primera impresión cambiaría de opinión en una visita a pie. Posiblemente la Alameda sería uno de los pocos “disgustos” que le esperaban. ¡Craso error!. Desde la Plaza del Duque enfiló directamente hasta la Puerta de la Carne. Llegó a la Plaza de la Encarnación y apareció ante sus asombrados ojos unas “setas” enormes y, dignas de figurar en una nueva versión de: “2001. Una odisea en el espacio”. ¡Que horror!
Después de sortear un sinfín de vallas y zanjas llegó a una Plaza del Pan con unas farolas modernistas y unos bancos rectangulares (ideales para apoyar botellonas). Subió hasta la Plaza de la Pescadería y allí más de lo mismo. Farolas más propias de Sevilla-Este instaladas en un entorno de finales del XVIII. Como era lunes visitó a la Candelaria implorando su bendición y que calmara su espíritu.

Aterrizó en la Plaza Nueva. Allí estaba instalada la Feria del Libro Antiguo. !Por fin una buena noticia en su retorno al Centro de la Ciudad!. Vio llegar el Metro-Centro -¿se llama así, verdad?- tocando su campanita:


Belen, campanas de Belén,
tranvía en la Avenida;
pues mire usted que bien.


Saboreo el enorme placer de sentir el dulce tacto de los libros antiguos. Ya, dando por finalizado este depresivo retorno a sus orígenes urbanos, se volvió pensativo y lentamente a tomar de nuevo el autobús que le devolvería hasta su Barriada. Volvería a retomar de nuevo su Tiempo de Excedencia. No quedaba otra. Soñaría con ”su” Sevilla en los escritos de Romero Murube, Cernuda, José María Izquierdo, Juan Sierra, Chaves Nogales y Rafael Montesinos o en las fotos de Gelán, Serrano y Yáñez Polo.

Alguien dijo:…..” Sevilla es una bella mocita, pero siempre tiene los zapatos sucios”. Si. Pero ¿quién le quita el betún, la crema y el cepillo que amorosamente pusimos, ponemos y pondremos los sevillanos/as?.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La politización de nuestra Historia.



Ha habido épocas históricas –posiblemente demasiadas- donde las palomas daban un rodeo para no tener que sobrevolar nuestra Piel de Toro. Situaciones donde las personas simplemente honestas y decentes –independiente de sus manera de pensar y sentir- el levantarse cada mañana y poner sus pies en una tierra enfangada por el odio y el rencor era todo un sacrificio. Parecía que con la modélica Transición y con los fusiles de la venganza guardados en la armería de la reconciliación, este país nuestro podría avanzar en paz y concordia. Fraga, Carrillo, Suárez (por cierto resulta indecente que ahora algunos dirigentes de izquierda y derecha digan de él que fue un hombre clave para la consolidación de la Democracia. ¡Con la leña que le dieron –desde todos los frentes- mientras gobernaba!), Felipe González y algunos más entendieron que había que negociar la Transición con dos elementos fundamentales. A saber: no poner a los muertos (de uno y otro bando) encima de la mesa y ceder cada uno una parte de sus presupuestos ideológicos. Así se hizo, sin tapujos y dobleces, y a la vista quedó tan esperanzador y fructífero resultado. El Presidente González, que a la postre se nos presenta como el político español mas interesante del Siglo XX (teoría que suscriben gente tan poco sospechosas de pertenecer al puño y la rosa como Luis María Ansón o Nicolás Salas, entre otros muchos), supo tomar el relevo del camino emprendido por Adolfo Suárez y desarrollar una ingente tarea en algunas cuestiones fundamentales. Es decir: modernizar las estructuras económicas y sociales de España. Alejar definitivamente el ruido de sables de los cuarteles. Integrar a España en Europa. Reivindicar (sin tantas alharacas) la memoria de los represaliados por el franquismo. Creando medidas económicas y sociales que restituyeran las difíciles y crueles condiciones padecidas por los represaliados y sus familias. Se consideró (que menos) como períodos cotizables los años de cárcel. Se propició el retorno de muchos exiliados que quisieron volver a su Patria, posibilitando su plena integración en la Sociedad española. Recordar los años de gobierno de Felipe González solo por el GAL o los casos de corrupción y malversación de fondos de la última etapa (lease Luís Roldán y Cía.) es tremendamente injusto tanto en el plano histórico como en el político-social (recientemente el Grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, se negó a apoyar el nombramiento de Felipe González como Hijo Predilecto de la Ciudad. Es un ejemplo más de la mezquindad política a la que últimamente nos tienen tan acostumbrados algunos políticos españoles).

La Historia y los análisis de sus aconteceres es cosa de historiadores. Lo grave es que en lo concerniente a la Guerra Civil y sus funestas consecuencias, primero la “historiaron” los vencedores de la fraticida contienda, y en esta última etapa la están “historiando” los vencidos. “La Historia deja de ser una Ciencia cuando se politiza y se “interpretan” los acontecimientos según los intereses partidistas de cada cual” (cito textualmente a don Antonio Domínguez Ortiz, maestro de historiadores). Dejemos pues que hagan su trabajo los especialistas de la Historia, y a los que debemos exigirles dos cuestiones fundamentales, tan simples y básicas como: el rigor y la objetividad. La Verdad nos hará libres.

La Ley de la Memoria Histórica nació huérfana de contenido. Posibilitar que herederos de los “muertos por heridas de guerra” ( vilmente fusilados vamos) puedan recuperar los restos de sus familiares es lícito, humano y a todas luces justo. Así lo reconocía incluso el ya Ex-Cardenal de Sevilla. Pero mientras no se reconozca tácitamente y sin complejos que muertos hubo en los dos bandos se está adulterando la Historia. Lo que nos dejó perplejos fue que el Juez Garzón pidiera responsabilidades penales a los cabecillas de la Rebelión Militar de ¡1936!. Al final se percató que los mismos, ¡70 años después!, estaban todos muertos y se inhibió dejando el asunto en manos de los Juzgados Territoriales.

Lo de pescar en río revuelto ha quedado patente. Un grupo de izquierda que cada día tiene menos respaldo de la ciudadanía ¿Porque será?. Que además no se presentan en las elecciones con sus siglas históricas y si lo hace con un amalgama de letras y conceptos ¿porque será?. Se han puesto al frente cuál Cid Campeador contra los sarracenos franquistas. Se manda a hacer puñetas la difícil y equilibrada Transisión y “leña al mono”. Cuando se carece de alternativas políticas creibles y asumidas por los ciudadanos, propiciando que cada convocatoria electoral les suponga un nuevo descalabro político, cualquier “salida” ideológica vale. ¿Qué solo pueden gobernar a través de pactos legítimos pero antinaturales?. Pues nada, a mandar y ya de paso a resucitar los fantasmas del pasado a ver si así se gana algo de crédito político. Evidentemente reivindicar de verdad una salida democrática para el querido y sufrido pueblo cubano no entra en sus planes. Se descolgaron en muchas sedes los cuadros de Stalin, pero algunos se resisten a quemarlos históricamente y los tienen guardados en los cajones. Lo triste y lamentable es que están consiguiendo que vuelvan a llorar personas que hacia tiempo que no lo hacían. Lo dicho han conseguido –una vez más- que las palomas vuelvan a dar un rodeo antes de sobrevolar nuestra Piel de Toro.

P.D. Quién estas páginas pertrecha es hijo y nieto de socialistas republicanos. Él mismo se consideraría republicano si no existiera en España el “juancarlismo”, que a la postre ha significado para este sufrido país su mayor etapa de prosperidad, paz social y tolerancia (repasen la Historia española y ya me dirán si exagero). Pero no estoy dispuesto a coincidir políticamente con gente arribista que ayer propiciaron la caida de la II República (buscando la Dictadura del Proletariado) y hoy enarbolan la bandera de la III. ¡Menos lobos caperucita!.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Juventud, divino tesoro.


( Al joven candelario Jesús de la Salud Fernández )

En la actualidad, fundamentalmente en el campo profesional de políticos, sociólogos y educadores, se tiende –entiendo que de manera equivocada- a generalizar los problemas. Que dicho sea de paso es el camino más corto para no resolverlos. Es, utilizando el argot popular, lo de “tirar balones fuera”. Concretando en lo que a la problemática de la juventud se refiere siempre se dice: “la culpa es de los Padres”, o bien….”la verdadera culpable es la Sociedad”. Craso e interesado error, aparte de que “meter” a toda la juventud en el mismo saco es además de injusto una verdadera barbaridad.

Vamos a tratar de sistematizar someramente estos tres conceptos. Es decir: Padres, Sociedad y Juventud. Sobre las primeros es obvio el determinar que ser Padre no es una licenciatura. Ni un don del cielo (que también puede serlo en algunos casos ) y mucho menos un status social. Ser Padre/Madre es –o más bien debería ser- la mayor responsabilidad que una persona contrae consigo misma y con los demás. Hemos alumbrado a un ser cuyo comportamiento, futuro y bienestar va a depender en gran medida de nuestra entrega, sacrificio y de los valores cívicos y éticos que seamos capaces de transmitirle. Es, sin duda, la mayor responsabilidad que contrae un ser humano y la contradicción estriba en que puede ser padre -me refiero biológicamente claro está- cualquier impresentable fértil y con una rabo entre las patas. Una persona carente de principios, viciosa o inmoral, ¿qué puede aportar como padre, caso de que se estrene en esta materia? . La paternidad responsable solo puede estar al alcance de personas responsables. Lo demás es confundir al personal con cuentos chinos. Cuando un político argumenta en una tertulia sobre los problemas de la juventud actual y nos dice que:…..” los padres son los primeros que deben tomar cartas en el asunto”. ¿A cuáles se refiere¿ …¿A los que agreden a sus esposas en presencia de sus hijos pequeños cuando llegan borrachos?. ¿A los que tiran el dinero del futuro de sus hijos en vicios inconfesables?. Resumiendo: los padres son personas y de su sentido de la ética y el deber contraido dependerá su capacidad para desarrollar tan difícil y compleja tarea.

Vamos con la Sociedad. Ahí como cantaba Carlos Mejía Godoy uno se “sulibeya”. Siempre recurriendo a lo mismo. Es decir:…”que si “la Sociedad es la responsable de tal o cual cosa”…. “que es la Sociedad la que debe responsabilizarse para solucionar el problema”. ¿Y quién es la Sociedad?. Estamos hablando de un Ente abstracto. Pues la Sociedad se diluye y se vertebra en Entidades (políticas, sociales, gremiales, recreativas, culturales o religiosas) y en ciudadanos de todo signo, comportamiento y condición. Por tanto: ¿a quién nos dirigimos cuando genéricamente citamos a la Sociedad?. ¿A todo este conglomerado?. Es decir cuando se permite la botellona (con una Ley en vigor que prohibe beber en la vía pública) en detrimento de la libertad de algunos vecinos a descansar; ¿tiene la misma responsabilidad el Ayuntamiento de Sevilla que la Hermandad de los Servitas o el Club Natación Sevilla?. Cuando un “cafre” araña con una llave el lateral de un coche, destroza impunemente el mobiliario urbano, tira bolsas de basura en plena calle o comete “cívicamente” las tropelías que le salen de los ……., ¿debemos sentirnos responsables todos los demás ciudadanos?
Sinceramente creo, y me duele decirlo, que hay un interés programado en embrutecer al personal. Estamos instalados en un permanente estado de camelo. Guerra sin cuartel y marginación a los libre-pensadores. No interesan los reflexivos y “preguntones”. ¿Qué padecemos graves problemas en nuestros aconteceres diarios?. Pues nada se utilizan dos recetas. La primera es que:….“este problema ya está en estudio y en un futuro tendrá la solución adecuada”. Se trata siempre de salvar el hoy con el mañana. Para la segunda receta dirán:…. . “es la Sociedad en su conjunto quién debe resolver este espinoso tema”.

Nada nuevo bajo el sol. Vivimos y padecemos una ciudadanía adormecida por los cantos de sirena de la clase política y los ideólogos de la “Caja tonta”. No nos engañemos. No tenemos ni fórmulas ni ganas para vertebrarnos e implicarnos socialmente, y así poder impedir algunas “barrabasadas” por todos conocidas. Vamos cada uno a “nuestra bola” y así nos luce el pelo (al que le quede).


Por último al definir a la Juventud, así globalmente y sin más especificaciones, somos seriamente injustos y estamos jugando con fuego. No estamos hablando de un colectivo con los mismos intereses y perspectivas. Existen jóvenes ( y jóvanas que hay que ser políticamente correcto) que trabajan, estudian y están llenos de inquietudes culturales. Saben divertirse sin molestar a nadie ni caer en malos rollos. Son generosos, solidarios y respetuosos. Yo conozco a muchos y estoy completamente de acuerdo con los que afirman que estamos ante la juventud (un sector) más preparada de toda la Historia de este país nuestro (los llamados JASP).


Evidentemente por desgracia, para ellos y para todos nosotros, están los que sólo viven para el despilfarro del dinero (que otros ganan por ellos) y que hipotecan seriamente su salud con la inmisericorde cadena del alcohol y las drogas. Algunos son inútiles potenciales y cuyas señas de identidad se manifiestan a través del vandalismo y la violencia. ¿Que tendrían en común estos dos grupos tan antagónicos?. Pues la edad, solo la edad. La juventud que unos viven ilusionados ante un proyecto de futuro y otros dilapidan desde el pasotismo más negativo. Lo que los sociólogos observan y analizan es que cada día estos dos grupos están mas distanciados. ¿Qué otra cosa puede esperarse?. Los primeros ya han aprendido en sus cortos años lo perniciosa que pueden ser las “malas compañías” (en Sevilla estamos padeciendo estos días la búsqueda –larga y eterna- del cuerpo asesinado de una muchacha víctima de esta gentuza). Hoy ser jóven y no identificarse con alguna de las llamadas tribus urbanas es motivo de desconfianza y rechazo. Aquellos que de verdad estudian o trabajan (o las dos cosas a la vez que haberlos haylos) no necesitan mas clasificación que la que marca la honradez, la voluntad, la decencia y las ganas de vivir a tope su juventud sin quemarse en el camino. Dicen algunos políticos:….”no se puede criminalizar a la juventud” y cabría preguntarles…¿Y que herramientas utilizáis para reconducir esta nefasta situación?. ¿La permisividad mas paternalista? (ojo yo no quiero mas palos que el de la cucaña de la Velá trianera), y terminan diciendo: …”no se puede culpar sólo a los jóvenes de los males actuales de la Sociedad”. Ya estamos como siempre, hablan de los jóvenes en plural y como colectivo con los mismos intereses y no podía faltar de nuevo la manida y socorrida Sociedad

Seamos moderamente optimistas. Apoyemos a la juventud cuanto podamos, pero no vivamos en una disculpa permanente fruto de una progresía de salón.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El mantoncillo en la playa

Andrés se rascaba parsimoniosamente la coronilla mientras que, a través de la ventanilla del autocar del Imserso, veía pasar una multiforme hilera de olivos. Desde que era niño el viajar siempre le producía una cierta sensación agridulce. Era una mezcla de melancolía y gozo difíciles de explicar. La simple idea de morirse fuera de Sevilla le obsesionaba al paso de los años. Pasaban por su memoria -entremezclados en el tiempo- episodios ya vividos. Todas las etapas de su vida formaban un calidoscopio que le hacían acometer los viajes como un proceso de meditación sobre su existencia.

Había enviudado a los 73 años después de una extensa vida en común con su amada esposa Carmen. Fueron años difíciles llenos de fatigas, sinsabores y alegrías. Convivieron 50 años donde ni un solo día el almanaque de su cariño pasó una hoja en blanco. Tuvieron cuatro hijos; tres varones y una hembra, cuyas raíces hicieron crecer con las lágrimas del sufrimiento, el sudor del trabajo y el gozo de amar y sentirse amado. Felices estaban de la mágnifica cosecha que habían sembrado en su hogar.

Ahora, mientras sonaba el monótono runruneo de la calefacción del autocar, pensaba que sin Carmen ya nada sería lo mismo. Cerró su casa al sol y a las esperanzas y empezó un largo peregrinar por los hogares de sus hijos. Todos se desvivían en atenderle pero su risa forzada apenas podía disimular un estado general de tristeza. Sus nietos le animaban a que saliera con asiduidad. Que intentara distraerse y aprovechase que su estado físico en general era todavía bastante bueno. Todo era inútil. Se refugiaba durante largas horas en la lectura -la gran pasión de su vida- y tan solo salía esporádicamente a visitar alguna exposición de pintura o a la proyección de alguna película, otra de sus grandes aficiones.
Por eso no lograba todavía comprender como su amigo Ramiro había logrado convencerle para que se apuntase a esta excursión del Imserso a Málaga. Toda una semana en la Costa del Sol. ¡Precisamente allí, donde pasó sus momentos más felices con Carmen¡

Conforme el autocar se adentraba en tierras malagueñas no pudo evitar sentir un escalofrío que le recorría el espinazo. Tan solo con pensar que estaba a pocos mínutos del mar –la mar que diría Alberti- se le formó un nudo en la garganta.
Cuando se encontraba meditando si no habría sido un error el venir donde le aguardaban tantísimos recuerdos, notó sobre su hombro la mano amiga de Ramiro, quien con su habitual lenguaje le decía:…..”Espabila coj…. que ya hemos llegao”.

Se instalaron en un bello hotel muy cercano al mar. Dado que era época invernal se encontraba ocupado casi en su totalidad por extranjeros y personas de la llamada Tercera Edad. Aquellos a los que Ramiro gustaba denominar: “maduritas interesantes que le ponen a los maduritos la tensión alta”. Ocuparon la misma habitación y se esmeraron en colocar parsimoniosamente sus ropas en un ropero empotrado del cual pendían numerosas perchas. Fue entonces la primera vez que Andrés rió de buena gana desde su salida de Sevilla ante la ocurrencia de Ramiro que dijo :…”joé, cabemos a diez perchas por camisa”.
A la mañana siguiente, cuando Ramiro despertó, notó sobresaltado que Andrés ya no estaba en su cama. La ropa estaba perfectamente estirada y daba la sensación de que nadie hubiera dormida en ella aquella noche. Recordó que al final de la cena Andrés le dijo que se retiraba a descansar, pues había sido un día intenso de kilómetros y emociones. Fueron inútiles los intentos de Ramiro para que se quedase a tomar una copa. No había forma humana ni divina de tratar de convencerle de que se divirtiera y que hiciera volar los pajarillos negros de su cabeza.

- Diviertete tú y estate tranquilo que yo estoy bien……, le dijo a su amigo mientras se encaminaba con paso rápido y firme hacia su habitación.

Ramiro era viudo al igual que Andrés pero tenía una filosofía bien distinta de la vida. Decía que había que vivir por los que ya no podían hacerlo. Tanto empeño puso en sus “vivencias” que en la Asociasión de Pensionistas de la Gran Plaza le pusieron “el Ave”. Ya que prometía a sus conquistas: velocidad, seguridad, confort y rapidez en sus relaciones. Caso de no “cumplir con lo prometido” devolvía en el acto el billete de amor y pasión que había recibido de ellas.

Había subido a la habitación del hotel bastante tarde y con algunas copas de más. Se acostó sin encender la lúz para no molestar a Andrés y ni se percató si este estaba en su cama. Se vistió con rapidez pues su ausencia le tenía ciertamente preocupado. Bajo apresuradamente por las escaleras al vestíbulo sin esperar siquiera al ascensor. Una vez allí preguntó al recepcionista si había visto a su amigo.

- Sí, salió muy temprano y le ví dirigirse a la playa…….le contestó este.


Apretó el paso y salió del hotel como una bala mientras jadeante murmuraba entre dientes:…..” Joé, a ver si este capullo me la juega”. Cuando por fin divisó el mar se tranquilizó. Allí en la orilla estaba Andrés. Tenía los brazos caidos sobre el cuerpo y sostenía en su mano derecha un mantoncillo blanco cuyos flecos rozaban la arena humeda. Su mirada melancólica se perdía en el horizonte.

- Andrés cojo… donde te metes, que me has dao un susto de muerte…. le dijo Ramiro acercándose.


Al llegar a su altura observó que tenía los ojos humedecidos y una extraña sonrisa de felicidad iluminaba su rostro.


- La he visto Ramiro, ha estado aquí conmigo… dijo Andrés.

- Venga hombre tranquilizate que vas a perder la cabeza…. contestó Ramiro.

Andrés hizo una breve pausa victima de la emoción y prosiguió:

- Mira sus pisadas en la arena, se acaba de volver al mar.
Ramiro bajó lentamentte la mirada y efectivamente ante su sorpresa observó una hilera de recientes pisadas. Nacían donde Andrés y terminaban justo en la orilla. Eran de un pie menudo y descalzo. Indudablemente de una mujer. Tragó saliva e intentando reponerse cambió de tercio y le dijo tartamudeando preso de los nervios :

- Bueno, yyy que tetete ha dicho.

- Poco y mucho querido amigo. Que nuestro amor ha sobrepasado la barrera del tiempo. Que solo muere lo que ya vivió muerto. Que si quiero verla con frecuencia lo tengo muy fácil. Que la busque en la risa de su nieto Luis o en los ojos de su nieta Laura….

- ¿Y ese mantoncillo te lo ha dado ella?...... preguntó Ramiro.

- Si, lo llevaba puesto cuando la conocí en la Fería de Mairena. Pues así quiere que la recuerde: jóven, hermosa y con su risa de cascabel que contagiaba con solo oirla…… le contestó Andrés.

Ramiro le agarró cariñosamente por el brazo y haciéndole girar se encaminaron de vuelta al hotel. Andaban parsimoniosos sin notar siquiera el frío de la mañana. “El Ave”, mientras observaba con ternura a su amigo Andrés, se rascó ostensiblemente la cabeza mientras exclamaba:

- Co.., pues si que estamos distraidos los de la Tercera Edad.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Maruja “La Petenera”

En la provincia de Cai
ha nacio la Petenera,
en un pueblo que le llaman
Paterna de la Rivera.



Se miró con un rictus de amargura en el desconchado espejo que colgaba de la pared de su modesta habitación en aquella triste Pensión de mala muerte. Se dijo para sus adentros mientras se pintaba los labios de un rabioso carmín:…”si es verdad que quien tuvo retuvo yo debo ser la excepción que confirma la regla”. Luego se sentó a los pies de su ya ordenada cama y se enfundó lentamente unas medias ortopédicas color carne, que tenían como finalidad aliviar y tapar los estragos de las varices y la artrosis en unas piernas, que en otra época fueron la envidia de muchas mujeres y la admiración de muchos hombres. Luego se puso –no sin cierta dificultad- unos zapatos de medio tacón y a tomarle el pulso a la fría mañana callejera.

Era una prostituta a punto de cumplir los 70 años de edad y con un amplio historial de ilustres amantes que perdieron la hacienda y la cabeza por ella. Hoy Maruja era tan sólo un fantasma callejero que se ofrecía –para poder subsistir- a cualquier precio para “la limpieza de sables” o cualquier apaño en forma de masturbación. Un antiguo camarero de las “7 Puertas” le dijo un día al verla deambular tristemente por la Alameda: “Ay Maru, si tu chocho hablara con lo que tu has sido. Quien te ha visto y quien te vé, ayer comiendo en palacios y hoy pidiendo pá comé”.

Maruja Fuentes de las Lágrimas, llegó a Sevilla procedente de su pueblo natal de Paterna de la Rivera un 19 de febrero de 1941. Tenía 19 años de edad y era de una belleza deslumbrante. Un Don Guido machadiano de su pueblo natal se encaprichó de ella y la acosaba de todas las formas posibles. Era el cacique principal de Paterna y negarse a sus turbios deseos era poner en peligro el pan de toda su familia. Estábamos en los durísimos años de la postguerra y los vencedores en los pueblos eran los amos de vidas y haciendas. Sólo quedaba una sola y difícil solución: quitarse de en medio cuanto antes. La Duquesa de Paterna de Rivera, señora de gran corazón y nobles intenciones, la recomendó a la Casa de unos parientes de Sevilla, los Marqueses de la Fresa Verde. Una mañana de un inhospito febrero tomó Maruja el autobús que tres veces por semana hacía la ruta Paterna-Cádiz-Sevilla. Lo que ignoraba es que ya solo volvería a su pueblo natal en dos ocasiones: las mismas que se necesitaron para darle cristiana sepultura a sus progenitores.

Llegó a la mansión de los marqueses sevillanos para “servir” (así se llamaba entonces lo que hoy se conoce por Servicio Doméstico). Tuvo una buena acogida y quedaron todos prendados de su lozana y turbadora belleza y sus buenos y educados modales. Allí pasó cuatro años hasta que ocurrió un acontecimiento que la dejaría marcada para siempre. Se enamoró del hijo de los marqueses. Un atractivo “balaperdía” asiduo visitante de todos los garitos nocturnos sevillanos, y que estaba dispuesto a dilapidar la fortuna de sus padres por la vía del vicio y las juergas nocturnas.


Amigo y mecenas de toreros, cantaores, bailaores, guitarristas, prostitutas de lujo y tahúres, era siempre bien recibido en ventas y colmaos por lo espléndido de su comportamiento a la hora de gastar.

Pues en esta “pieza” sevillana fue a depositar Maruja su corazón y sus ilusiones de mujer joven. Pasó lo inevitable: la dejó embarazada y ante la polvareda que se levantó en la Casa y en un ejercicio de canallismo integral, él le negó la mayor. Argumentó ante sus padres que el niño no era suyo y que solo se trataba de un ardid de Maruja para “engancharlo”. Los marqueses no dudaron ni un instante de la palabra de su”niño”y pusieron a la infeliz muchacha de patitas en la calle. Ya lo demás estaba todo previsto de antemano. Ante un pajaro tan hermoso los cazadores no perdieron la ocasión de capturarlo para sus jaulas de oro. Empezaron a ayudarla en su período de gestación colmándola de atenciones. Le buscaron un piso en una zona céntrica y esperaron pacientemente a que se produjera el parto. Tuvo una hermosa niña. De tal palo tal astilla. Después la convencieron para que –dado que no podía cuidarla- la dejara en el Convento de las Hermanas Carmelitas Descalzas de la vecina localidad de Ecija. Ya tendría tiempo de recuperarla más tarde. Nunca más supo de ella y se comentaba que la habían cogido en adopción una familia madrileña.

Y ya empezó a rodar el mágico y falso mundillo de la noche para Maruja. El mundo a sus pies. Lujo y derroche a discreción proporcionados por una cohorte de amantes compuesta de: toreros, terratenientes, flamencos famosos, futbolistas de relumbrón y ricos empresarios de nuevo cuño. Vista Alegre, el Guajiro, Viña Blanca y la Parrilla del Hotel Cristina eran sitios frecuentados con sus amantes ocasionales. Aquellos que se deshacían en toda clase de regalos y mimos hacia su persona. Los camareros la trataban como una reina ante la avalancha de dinero que siempre presagiaba su presencia.

Pero el tiempo termina marchitando la belleza, y los estragos del desenfreno en noches interminables terminaron de hacer el resto. Pasaron los años y aquellos que pusieron el mundo a sus pies hoy ni tan siquiera se molestaban en saludarla. Ya sólo era una pobre puta sesentona que vagaba por las esquinas de la Alameda en busca de cualquier cliente ocasional. A más años menos cotización. ¡Ni la prostitución se escapa de la ley capitalista de la oferta y la demanda!.

Sólo consiguió que un hombre la comprendiera y mitigara su dolor. Cada mañana cuando salia de la Pensión de la calle Relator iba a visitarlo. Siempre a primera hora. Cruzaba lentamente la Alameda hasta Conde de Barajas y al final, desembocaba en la Plaza de San Lorenzo. Entraba en la Basílica y se sentaba al fondo a la izquierda intentando pasar desapercibida. Allí le rezaba en silencio. No se atrevía a acercarse más al Señor, por no molestarlo con su pecadora presencia. Un día, armándose de valor y aprovechando que la Iglesia estaba vacia, se acercó a besar su divino talón. Se preparó un blanco pañuelo para que sus labios -donde la lujuria tomó tantas veces carta de naturaleza- no mancillaran el Pié del Señor de Sevilla.

Cuando apoyada en la barandilla enfilaba el último escalón, y fatigosamente alcanzaba la espalda del Gran Poder, observó con estupor que el pañuelo había desaparecido de su mano. Miró el talón del Hijo de Dios y vió como por el mismo corría un fino hilo de sangre. Lo besó amorosamente sin tapujos y se bajó por la escalinata con los labios rojos de ternura, clavel y carmín. Se apoyó cansada y presa de la emoción en el azulejo de la Esperanza Macarena y exclamó para sus adentros:



Padrenuestro que estás en los cielos
Santificado sea por siempre tu nombre;
Divino Redentor que mitiga el desconsuelo
Tú eres el mejor nacido entre los hombres.



Nota: Por respeto he cambiado los nombres de esta triste Historia. Maruja existe. Su Historia también. El Señor de Sevilla es quién solamente puede hacer creíble este sentimental episodio sevillano.

Y otra: La Petenera es un estilo del Flamenco –que como tantos otros- sustenta su origen entre la Historia y la Leyenda. Se le atribuye a José Rodríguez Concepción “Medina el Viejo”, nacido a mediados del siglo XIX. Apartada de su repertorio por algunos cantaores gitanos supersticiosos que consideraban que el cante por Peteneras traía “mal bagío”. Curiosamente una gitana genial como “La Niña de los Peines” fue la máxima exponente de este “palo” flamenco. Igualmente genial la versión que el añorado “Naranjito de Triana” hacía de este cante. A Maruja le puso “La Petenera” un guardacoches –antiguo legionario- de la Alameda de Hércules. Este estilo del Cante Flamenco siempre tenía letras alusivas a una mujer fatal:

Quién te puso Petenera
no te supo poner nombre,
que debía haberte puesto
la perdición de los hombres.

O esta otra de corte más trágico:

La Petenera se ha muerto
y la llevan a enterrar.
No cabía por la calle
La gente que iba detrás.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Chips de la Memoria.



La Memoria. El eclipse de la luz de la Memoria. Poder recordar los episodios vividos. Exprimirlos con lo dulce de la naranja y lo amargo del limón. Alguien dijo que:….”vivir es recordar”. Bien cierto es. Montamos nuestro entramado cultural y sentimental con los recuerdos. Intentamos que prevalezcan los bueno e iniciamos un camino con la esperanza de alcanzar una meta llamada Felicidad.

Decía el Poeta del Palacio de las Dueñas:



Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.


Caminante no hay caminos
Sino estelas en la mar……



Poco sabemos lo que no espera en nuestro deambular por los senderos de la vida. Para los creyentes estará siempre en manos de Dios. Los que no lo son dirán que todo lo marca el Destino de cada uno. ¿Dios?. ¿Destino?. ¿Cómo se establece la diferencia ¿. En definitiva, fuerza ajenas a tu capacidad de decidir que al final determinarán tu dosis vivencial de felicidad y tragedia.


Las tres preguntas de la filosofía clásica siguen tan vigentes como siempre. Es decir: ¿de donde venimos?. ¿Para qué estamos aquí? . ¿Y hacia donde iremos?, cuando solo seamos rescoldos de la memoria. Mientras respiramos y pisamos esta injusta corteza terrestre, elaboramos nuestro proyecto de futuro con dos elementos: el Pasado y el Presente. Debemos vivir “con” los recuerdos y no “de” los recuerdos. Aprendemos de nuestros errores y nos congratulamos de nuestros aciertos. Tropezamos en piedras donde antes lo hicieron otros y donde volverán a tropezar otros muchos. Que nadie escarmienta en cabeza ajena es una rotunda verdad.


Pero, ¿y cuando se nos desconecta el chips de la Memoria?. Los médicos a esto le llaman Alzheimer y es uno de los grandes males que aquejan a nuestra Sociedad. Pierdes progresivamente la noción del tiempo. Terminas por no identificar ni a tus seres más queridos. Lentamente te vas evadiendo del entorno más cercano para entrar en un universo interior donde no caben los recuerdos. Solo comes, duermes, te medican y preguntas con las misma ingenuidad de un niño de pocos años.


Recientemente en mi entorno familiar estamos viviendo un caso de estas caracteristicas. Más doloroso por tratarse de quien representa para todos nosotros nuestro mayor referente moral, vivencial y espiritual: nuestra madre. Con 97 primaveras a sus espaldas ha entrado en un proceso irreversible donde todo es confusión y olvido. Aquí más que de Alzheimer podemos hablar de que todo es producto de su avanzada edad y la tremenda lucha que tuvo que librar para sacar a sus hijos adelante. Hay días buenos y días malos. En los buenos con que te llame por tu nombre y se muestre alegre ya te das por satisfecho.


Todos tienen un elemento en común: la bondad que desprenden sus miradas. Los cuidamos con mucho esmero independiente que puedan valorar nuestra entrega amorosa. Al final, la memoria (que ellos ya no tienen) es lo que nos hace recordarlos como abuelos o padres honrados, trabajadores y llenos de sacrificio para darnos una vida mejor. Ellos han terminado por olvidar quienes somos nosotros, pero nosotros sabemos muy bien quienes fueron ellos.


Recuerdo un día del pasado Otoño, que estando visitando al padre de un amigo que tenía Alzheimir en fase muy avanzada, escuchamos en la cercanía el ensayo de una Banda de Cornetas y Tambores. Este nos dejo perplejos. Tocándose sus labios con el dedo índice nos conminó a que callaramos. Lo miramos con asombro y nos dijo de una manera muy tenue……” ¿hoy es Domingo de Ramos?. Para tí ya para siempre. Para nosotros posiblemente una sola vez al año.


Mientras la Medicina investiga y logra avances para atajar este mal, no los dejemos solos. Colaboremos con nuestro mayor empeño solidario y afectivo. Recordaba en el pasado Toma de Horas del lunes que alguien escribió:



Dale limosna mujer
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada.


Bien cierto es pero….. ¡ y vivir en Sevilla sin el chips de la Memoria ¡.

viernes, 20 de noviembre de 2009

El Retorno.



Cuarenta, fueron cuarenta largos años los que pasó en tierras catalanas.

Al poco tiempo de terminar la “mili” pensó que Sevilla no le ofrecía muchas posibilidades de futuro tanto en lo laboral como en lo personal. Así que sin pensarlo dos veces una mañana se embarcó por tren hasta Barcelona. Allí tenía un amigo que trabajaba en la Costa Brava y que le decía permanentemente que en Cataluña era verdad lo de atar “los perros con longaniza”.

Después de un viaje interminable en “El Catalán” arribó a la Estación del Norte. Como decía Machado iba …”ligero de equipaje” y con la ilusión a flor de piel.
Cuatro cosas dejo en Sevilla que mantendrían viva a la largo de los años sus raices sevillanas. A saber: su familia, los Toros, el Equipo de sus amores que era el Sevilla y su Hermandad del Cachorro.

No le fue fácil abandonar el arrabal trianero. Atrás quedarón los juegos infantiles en la Plazuela, los amores de juventud y aquellas Velá de Santa Ana con sus baños en el río.

Los primeros años de “exilio” fueron duros. Añoraba su tierra y el frecuentar círculos andaluces no hacía más que avivar la llama de la melancolía. Comprobó in situ que los tópicos son medias mentiras que se asientan sobre medias verdades. Se fue adaptando poco a poco a su nueva vida. Conoció a Clara una joven catalana de clase media-alta de una belleza deslumbrante. Al poco tiempo se casaron. Sus hijos llegaron con “un pan debajo del brazo”. Mejoró ostensiblemente su situación laboral. Con esfuerzo, dedicación y una buena dosis de talento llegó a crear en la Costa Brava una red de Agencia de Viajes.

Con solo tres excepciones motivadas por fuerza mayores, no faltó ninguna Semana Santa al reecuentro con sus raices. Llegaba a Sevilla el Jueves Santo por la mañana y se volvía a Barcelona el Domingo de Resurrección. Como cita obligada veía a Pasión por la calle Francos. La Entrada de los Negritos. La Salida de la Quinta Angustia desde la Magdalena. Ya de madrugada no se perdía al Señor de Sevilla por Molviedro. La Entrada de los Gitanos en Campana. Este glorioso recorrido lo remataba en la antigua cárcel del Pópulo ante la Esperanza Trianera.

El Viernes Santo a cumplir con el mágico ritual soñado todo el año. Se vestía con su túnica en casa de su hermana en el Barrio León. Marchando posteriormente, con los pulsos a mil por hora, en busca del crucificado de Ruíz de Gijón y de la Señorita del Patrocinio.

Todos estos bellos momentos los compartía con su amigo Santiago. Formaron pareja en la procesión durante cuarenta años. Pasaron de nazarenos-adolescentes a nazarenos-abuelos sin que mermaran su fe y sus ilusiones.

Todo iba a consumarse en su periplo catalán. En un año se jubiló y perdió a su compañera del alma. Sus hijos estaban emancipados y formaban parte de la tierra que una mañana él pisó por primera vez en la Estación del Norte. Ya era abuelo por partida doble.

No lo pensó dos veces. Se volvía a Sevilla definitivamente. Reunió a sus hijos y les dio una noticia ya por ellos presentida y asumida: regresaba a Triana a beberse su último sorbo de existencia terrenal. Antes de partir se dio un reposado, largo y sentido paseo por Las Ramblas barcelonesa y susurró al compás de Soleá alfarera:


Tu vienes vendiendo flores
las tuyas son amarillas;
las mias de tos colores.


Compró un apartamento en la zona de Los Remedios. Una mañana, ya con el pelo blanco y cuarenta años mas, embarcó su equipaje y tomó un vuelo (esta vez solo de ida) que le llevaría al epicentro de sus raices y sentimientos ancestrales. Pensaba mientras volaba: mejor terminar como Juncal viendo la Maestranza desde la calle Betis que ante una bella puesta de sol en la Costa Brava.

En el aeropuerto sevillano le esperaba Santiago. Soltó su bolsa de viaje en el suelo y se fundieron en un largo y sentido abrazo.

Ya en el coche ambos sonrieron socarrones como cómplices satisfechos. Ninguno necesitaba preguntar:…¿A dónde vamos?. Esa pregunta ya la respondían cada tarde del Viernes Santo. Se fueron del tirón al Patrocinio a postrarse antes los pies del Cachorro y la Señorita de Triana. Al igual que un día Tarradellas cuando volvió a su tierra dijo…..”ya sóc aquí” (ya estoy aquí) él tambien diría en Triana …..”y yo también”.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La soledad del corredor sin fondos


Ocurrió durante la tragedia del Tsunami que arrasó la mágica ciudad de Nueva Orleans. La cuna de la música afroamericana quedó devastada por la implacable fuerza de la Naturaleza. Lo que os relato a continuación lo ví en televisión. Ocurrió lo siguiente: las aguas habian inundado las calles de la mitica Ciudad del Jazz. Parecía una réplica sureña de la Venecia italiana. Todo lo que se divisaba era destrucción y caos. Una lancha-patrulla de la policia navega por las improvisadas calles convertidas en canales. Están avisando a los pocos vecinos que permanecen en sus casas que las tienen que abandonar, dado que hay delincuentes que se dedican al pillaje. Se acercan a una esquina donde un hombre está asomado a su terraza con el agua prácticamente a sus pies. Es una imagen singular. Nuestro hombre tiene una camiseta de tirantas que se supone que alguna vez fue blanca y un pantalón vaquero sucio y roto por las rodillas. Su enorme perro tiene la cabeza apoyada en la barandilla. Con su mano derecha sostiene una garrafa de wisky y en la izquierda un rifle que apoya sobre su hombro. Cuando la policía le insta a abandonar su casa dado que corre peligro su integridad por la subida de las aguas y los delincuentes, este mueve la cabeza negativamente. Le dice a la policía:…..”de mi casa no me mueve nadie. Si vienen a por mí este (señalando el rifle) les dará la bienvenida”. El cámara que acompaña a la lancha-patrulla toma una imagen alejándose de la casa y se observa como este Robinson Crusoe sureño le pega un“lingotazo” a la garrafa de whisky, luego la deja en el suelo y acaricia la cabeza de su perro.

Otra: estamos en Rosario (Argentina) en plena crisis del “corralito” argentino. Hay una auténtica batalla campal en la calle entre manifestantes y policias. Un cámara de televisión se acerca peligrosamente a la reyerta y entrevista a un manifestante. Este tiene el torso desnudo y no hay un solo centímetro de su piel sin tatuar. Tiene el pelo largo y sujeto con una cinta en la frente. Empieza a hablar de las causas que económicamente han originado esta situación. Con una precisión digna de Oxford nos habla del PIB, de Balanzas de Pagos e inflacciones varias. Le pide al reportero que lo disculpe un momento. La cámara lo sigue y oberva como se enfrenta a palos con varios policias a los que hace retroceder. Como si tal cosa vuelve a situarse ante la cámara y continua su documentado discurso económico/político/social/financiero sobre los responsables de la crisis que arruinan a un país con tantos recursos naturales como Argentina. ¡Alucinante!.

Son sólo dos ejemplos (entre cientos) de unos especimenes humanos intemporales en la relación espacio / tiempo. Antes, cariñosamente, se les conocía por los”colgaos”, pero dada la triste connotación que a este término le ha proporcionado el terrible mundo de las drogas, yo los denomino los últimos heroes urbanos. Escriben su propio guión al margen de cualquier convencionalismo social. No están sometidos al yugo del trabajo y tampoco evidentemente a las obligaciones sociales ni tributarias. Comentan que ya tienen bastante buscándose la vida en el duro día a día sin robar ni pedir nada a nadie, para encima mantener a los parásitos. Son anarquistas en estado puro que dejarían sin argumentos al mismísimo Bakunin. Forman una parte indisoluble de nuestra cotidianidad y configuran la sal de la Tierra. Nos recuerdan la parte ms noble y valiente que tienen los seres humanos y cómo se pueden capear los peores temporales con un par de c……..
Desgraciadamente muchas veces los miramos por encima del hombro como si al relacionarnos con ellos pudieran contaminarnos. ¡Ojalá!, pero no caerá esa breva. Sevilla ha sido pródiga en este tipo de personajes y sin dudar todos hemos conocido a alguno en nuestro entorno más cercano. Posiblemente el famoso Loco Amaro represente la cima de estos singulares personajes sevillanos. Busquen el enorme placer de leer sus famosos discursos donde no dejaba titere con cabeza.


Mención aparte merece la excelsa figura del rockero sevillano Silvio. Un músico y cantante a la altura (sin desmerecer un ápice) de las grandes figuras del rock. Su profundo amor por Sevilla le hizo renunciar a una fulgurante carrera musical tanto a escala nacional como internacional. Era adorado en nuestra Ciudad donde siempre encontraba un hueco en la barra de un bar y un hombro amigo donde apoyarse. Vivía tanto en lo personal como en lo artístico a su manera. Es decir: vivía a lo Silvio. Afortunadamente ya tiene calle en Sevilla que perpetúe su memoria.


En mi Barrio convivo con uno que es un fiel representante de estos seres humanos tan peculiares. Se llama Fernando. Vive solo con su perro. Curiosamente cuando lo saca a pasear el canino siempre camina un metro detrás de él. Los dos andan iguales. Con pasitos cortos y rápidos. Sus comentarios políticos/culturales/sociales son apabullantes y es capaz de enfrentarse a Napoleón y a todas sus tropas. Vive de una modesta pensión resultante de los años que trabajó en Bélgica.


Todos estos personajes/personas tienen un ángel de la guarda que les ayuda a sobrevivir. Fernando cuenta para ese menester con una bondadosa hermana. Hace muy pocos días le sobrevino una anécdota que no me resisto a contaros. Ocurrió que tenía el colchón de su cama en muy malas condiciones y su hermana fué a Carrefour a comprarle uno. Le comentan que se lo enviarían y este se niega y dice: …”yo no voy a estar encerrado en mi casa sin salir esperando el colchón, ya pasaré yo mañana a retirarlo”. Dicho y hecho. Así que con el colchón a cuesta se planta en la parada del autobús. El conductor le comenta que no lo puede subir pues podría molestar a los usuarios. A él este comentario no le importa nada. Sube medio colchón en el autobús y le dice al empleado de TUSAM que esto es un artículo de primera necesidad y que lo piensa subir. El empleado llama a la Centralita y pide instrucciones. Fernando habla con el incorporado inspector y le da una serie de razonamientos de para que sirve un transporte público. Les dice:….¿pero ustedes creen que existe algo que preste mejor servicio a la gente que un colchón?.


Los pocos usuarios que en ese momento van en el autobús toman partido a favor de él. Al final, y dado que se bajaría con su colchón tres paradas después, “tragan” y lo dejan que suba con su “comoda” carga. Me lo contó un vecino que iba en el autobús y me dijo que la situación fue genial y surreealista. Se produjo un diálogo a tres bandas (Fernando, el conductor y el inspector) digno de haberse grabado para la posteridad.


Nueva Orleans, Rosario, Sevilla…..solo son enclaves fortuitos dónde estos seres humanos tan singulares desarrollan y practican su tesis existencial. Viven inmersos en lo que podríamos llamar: la soledad del corredor sin fondos.