martes, 31 de octubre de 2023

El Réquiem de Mozart



Estamos en los días señalados por el calendario para recordar a los santos y, sobre todo, a los difuntos. Sevilla siempre supo darle a estas fechas su verdadera trascendencia. La Muerte y la Santidad como elementos vertebradores de todas las cosas. Todo cuanto nace muere y toda obra humana es manifiestamente mejorable. La cuestión es que todos los santos se mueren pero no todos los muertos son santos. Volver a insistir estos días sobre las permanentes invasiones “culturales-foráneas”, aparte de inútil,  empieza ya a ser cansino. Al día de hoy prevalece todo aquello que tiene elevados componentes comerciales. Hoy, mas que nunca, la Sociedad gira en torno al carrusel de lo socialmente rentable. En lo existencial recuerdo estos días otoñales atados amorosamente a la nostalgia del paraíso de la niñez. Mi alma siempre se encontrará  deambulando por las mágicas noches del Barrio de Santa Cruz. Embriagada con el olor de los dulces conventuales y los efluvios de la alhucema que impregnaba los modestos hogares de antaño. En lo cultural  este es (era) un tiempo para escuchar el cante por Toná de Antonio Mairena; la representación teatral de don Juan Tenorio; las películas de Bergman o Dreyer  y, por encima de todo, el Réquiem de Mozart. Obra póstuma e inacabada del Genio que le puso música celestial al transito que nos lleva de la vida a la muerte. Tan solo por esta obra Mozart hubiera pasado con letras de oro a la Historia de la Música Clásica. Tiempo espiritual de Dolorosas sevillanas enlutadas para recordarnos que no existe dolor mas infinito y verdadero que el dolor de una madre. Esta Ciudad de nuestros amores y desvelos  siempre supo ensamblar un perfecto maridaje entre los tiempos estacionales y existenciales. Actualmente cuando la Lotería de Navidad empieza a venderse en Julio; los mantecados en Septiembre y la Cuaresma empieza en Octubre ya las cosas no son como antes. Sevilla siempre fue una ciudad de prólogos y ahora estos ya se juntan con los epílogos. La prisa, las prisas, ya forman parte de nuestras actividades cotidianas. El Réquiem de Mozart difuminado entre una gran calabaza de plástico y el tintineo de las campanillas de los conventos de clausura. Aquí, que ya no ganamos para sustos, encima nos disfrazamos para poder asustarnos unos a otros. El Réquiem de Mozart son 51 minutos de música celestial que rinde tributo a los ausentes y enaltece los mas nobles sentidos de los presentes. El otoño sevillano que siempre nos lleva en volandas desde San Lorenzo hasta el Patrocinio. Estos días otoñales donde el alma se serena y el cuerpo busca el calor de la lumbre hogareña. Las hojas secas a los pies del Cristo de las Mieles pespunteando piruetas movidas por el viento de las tardes otoñales. La vida y la muerte como las dos caras de una misma moneda. Truco o trato, al final esa era la cuestión. 

jueves, 26 de octubre de 2023

El Bobote



Mencionar en el Mundo del Flamenco a José Luis Jiménez “Bobote” es citar el sentido del compas mas auténtico que haya dado el Arte Jondo. Endureció de niño sus manos en las  candelas de las antiguas chabolas de Chapina.  “El Bobote” junto con Rafael “El Eléctrico” (ya tristemente desaparecido) configuraron una versión flamenca del “Dúo Dinámico”. Dos palmeros únicos e irrepetibles donde el compás tomó fondo y forma para siempre. “El Bobote” ha acompañado con su mágico palmeo a todas las grandes figuras contemporáneas del Flamenco. El soniquete acompasado de sus manos se ha podido escuchar en todos los confines del mundo. Desde EE.UU. a Japón y de Australia a Francia. Hoy vive su patriarcado gitano y flamenco en las Tres Mil Viviendas en su nueva condición de bisabuelo (el varón mas joven en serlo). La familia de “Bobote” no es que sea numerosa es que pasan lista cada mañana para comprobar que no falta nadie. La estética indumentaria de “Bobote ”es un canto a algunos extras de “Corrupción en Miami”. Viste gorras deportivas americanas de las que tiene una colección de todos los colores y formas y utiliza gafas de diseño para enaltecer su eterna sonrisa. Su cabello, cada vez menos espeso, se lo recoge en una coleta y sus camisas floreadas caribeñas nos recuerdan una época  donde don Vito Corleone le alquilaba camiones a la Cuba de Batista. Grande, muy grande, este “Bobote” que se nos configura como un “Príncipe del Compas Flamenco”. Los artistas flamencos llamados “de atrás” nunca fueron suficientemente valorados. Son la infantería del Flamenco y su aportación es fundamental para la puesta en escena de los Cantes de compás. El Archivo Flamenco de Canal Sur nos ofrece una muestra rotunda de la grandeza de “ Bobote” en las innumerables grabaciones donde aparece. Estos grandes personajes flamencos son irrepetibles y representan un fiel reflejo de una época donde el Arte Jondo se expresaba libre de artificios y banalidades. Se nos muestran como la verdad desnuda y sonora del Flamenco. Bobote o el compás flamenco hecho hombre.

martes, 24 de octubre de 2023

Vandalismo, impunidad y paciencia infinita



Que duda cabe que el vandalismo es un fenómeno social (pernicioso y destructivo) de carácter internacional pero que, lamentablemente, en Sevilla se nos ha vuelto cruelmente selectivo. Atacan nuestro Patrimonio para herir el epicentro de nuestra sensibilidad sevillana. Cuando el vandalismo y la impunidad caminan cogidas de la mano las ciudades tiemblan por todas sus costuras. Este lunes nos levantamos con tres malas noticias. La primera el fallecimiento de Sir Bobby Charlton. Una leyenda del futbol inglés y mundial. La segunda una borrasca llamada “Bernard”  que deja a Sevilla con la mitad de sus arboles tirados por el suelo (éramos pocos y parió la tormenta) y con el miedo metido en nuestros ya asustados cuerpos. La tercera fue un ataque vandálico contra la cruz de piedra de la placita de Santa Marta (el Crucero de San Lázaro que data de 1564). Allí donde se sitúa el kilometro cero de las Hermanitas de la Cruz y donde los gozosos domingos de antaño se recubrían de la magia histórica de la Filatelia y la Numismática. La vida se reparte entre un sello (la historia); una moneda (la supervivencia y los intereses) y un poema (los sentimientos enredados entre risas y lagrimas). Esta plaza (placita) de Santa Marta se ha ido deteriorando con el paso del tiempo quedando abandonada a su suerte por la desidia de nuestras autoridades y el desinterés de la ciudadanía en general. Aquí se encuentra (mas bien se encontraba) deambulando el alma eterna de una Ciudad que estaba diseñada para ser inmortal y que hoy, gracias a la Aldea Global, se nos presenta instalada en lo efímero y lo banal. Sevilla sufre y padece el irracional vandalismo en toda su crudeza. Se ataca salvajemente a su Patrimonio Histórico (incluyendo sus Parques y Jardines) y se deterioran de manera permanente los elementos urbanos (mobiliario) que ven alterados seriamente sus cívicas funciones. Las medidas preventivas están muy lejos de ser eficaces y la impunidad sigue favoreciendo a unos infractores que, desgraciadamente, siguen creciendo cada día. Esta es una Ciudad ninguneada en su pasado y donde la solución a los problemas del presente siempre serán resueltos en el futuro. De continuo se toman medidas pero nunca conseguimos ver el traje terminado. Alguien dijo, creo que acertadamente, que Sevilla se padece en sus realidades y se disfruta en sus sueños. Mal vamos cuando ya la Fe son solamente procesiones; la Cultura eventos mediáticos internacionales y la Economía se sustenta en turistas con mochilas, portando botellas de agua y comiendo manzanas por las calles. Sevilla esta moribunda y no tenemos claro si reanimarla; darle cuidados paliativos o practicarle definitivamente la eutanasia. Reflexiones anímicas algo bajas cuando te levantas un lunes y sabes que ha fallecido el gran Sir Bobby Charlton; compruebas apenado que las bombas sustituyen a las palabras; ves como el bárbaro vandalismo destruye cruces de piedras y, encima, te asomas a la terraza y observas el árbol que daba sombra a tu portal tirado por los suelos. Eso si, todo cuanto acontece en la Ciudad (bueno o malo) está envuelto en papel de regalo que aquí siempre supimos muy bien guardar las formas. Como entierran a los muertos en Sevilla no se entierran en ninguna parte. ¡Que bien se entierra en Sevilla!  Siempre dicen en los velatorios: “Parece que está dormido”. Todo el que se muere era una mas que excelente persona. Aquí los malos nunca se mueren. Recuerdo asistir en el Tanatorio al funeral del hermano de un intimo amigo. El finado no se puso traje ni corbata en toda su vida. Entre chándal y camisetas pasaba las distintas estaciones del año. Su viuda en su último adiós le  compró un traje de segunda mano y lo amortajó como para ir de boda. Pensaría que no estaba bien entrar en la Gloria (o el Infierno) con un chándal y unas zapatillas deportivas. Esta es la Tierra de María Santísima y ya sabemos que la paciencia de las madres siempre es infinita. 

jueves, 19 de octubre de 2023

La pena infinita



El triste fallecimiento de Álvaro Prieto ha provocado en Andalucía y en el resto de España una tremenda catarsis de dolor y solidaridad. Este muchacho cordobés tenia 18 años de edad y toda una vida por delante para cumplir sueños y proyectos. Jugaba en el juvenil del Córdoba CF y todos los que lo trataron coinciden en que era buen estudiante, gran deportista, muy familiar y cercano en sus afectos. Una persona entrañable llena de ilusiones y con un prometedor futuro. Poco mas podemos añadir sobre su muerte y las circunstancias que la provocaron. Un fatal accidente que cercenó una vida muy joven llenando de dolor y desconsuelo a sus familiares y seres queridos. Los humanos no pueden pasar un trance mas doloroso que la perdida de un ser querido cuando esta ocurre en plena juventud. La vida está diseñada para que los hijos entierren a los padres y nunca al revés. Todos hemos pensado estos días en que tenemos un nieto, un hijo o un hermano de la misma edad de Álvaro. El “amarillismo militante” de este maltratado y querido país no ha perdido la ocasión para sacar a pasear su artillería de bulos. Se inventan conjeturas y opiniones de “expertos” para alargar y cubrir “programas informativos” cuya única y espuria finalidad es hacer caja. En eso consiste este  funesto “amarillismo informativo”: en convertir las tragedias familiares en espectáculos mediáticos. Hoy, mas que nunca, conviene acudir para informarse a Medios donde prime el rigor y la objetividad. Todavía, afortunadamente, nos quedan algunos. Que duda cabe que en este desgraciado accidente quedan algunas incógnitas por despejarse y bien haremos en dejar que las resuelvan los verdaderos expertos. No podemos entrar en el juego de las conjeturas que tan solo consiguen enmarañar las investigaciones policiales. Durante siete años cada jueves tomaba el tren de cercanías que me llevaba a Dos Hermanas a ver a mis nietos. Llegaba con bastante antelación a la Estación de Santa Justa y siempre tuve claro que los aledaños de la misma  -sistema de Seguridad incluido- eran manifiestamente mejorables (no olvidemos que la imagen de Álvaro encima del vagón quien la recoge es una cámara de una Gasolinera cercana). No estaría de mas que este trágico accidente sirva al menos para alejarnos de nuestro ancestral tercermundismo. Bien está que estemos instalados en una Sociedad donde mandan los protocolos pero sin olvidarnos de que las personas son el eje fundamental de todas las cosas. La muerte de este muchacho rompe todos los esquemas de la racionalidad existencial y nos deja con el animo por los suelos. No tocaba, no le tocaba morirse. Mostrarnos solidarios con su familia nos redime como humanos y, como creyentes, hacerle una pregunta y una plegaria al Dios de nuestros mayores: “Por qué permites que pasen estas cosa asumiendo que, en días de dudas, se haga tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo”. Son esos funestos momentos donde  conocemos el verdadero rostro de la pena infinita. 

martes, 17 de octubre de 2023

Crónica de una catarata anunciada



Afortunadamente soy un usuario poco activo del SAS (Servicio Andaluz de Salud). Sumo años pero no sumo recetas y eso es motivo de buena salud. Los achaques llegarán mas pronto que tarde pero de momento que me quiten lo vivido. Venia observando desde un tiempo a esta parte que mi ojo izquierdo perdía visión y, con los antecedentes del ojo derecho, me puse en manos de la Ciencia Médica. Después de cinco meses me citan el pasado día 11 en el Centro de Especialidades de María Auxiliadora y allí que me fui presto y diligente. Como es mi costumbre llego con cierta antelación. Han pasado diez años desde la última vez que estuve en ese Centro. Está todo muy cambiado y donde ya lo digital campa a sus anchas. Recorro a pie las cuatro plantas que componen las consultas de este edificio. Observé que había mas gente que en el Gol Sur del Campo del Betis un día de partido. Veo, con cierta perplejidad, unos carteles situados en cada planta donde se apercibe a los posible agresores del personal sanitario que sus agresiones serán comunicadas de inmediato a las autoridades pertinentes. Esto es tremendo. Hemos pasado de aplaudirlos en nuestros balcones a agredirlos en sus puestos de trabajo. En ningún país como este se pasa tan pronto de héroe a villano. Estaba citado a las 9,30 horas y mi clave aparece en el panel electrónico a las 9,50. Paso a una consulta donde me atiende una médico muy joven y una enfermera de una edad aproximada. Ambas con edades que casi podrían ser mis nietas. Gente muy eficiente y con una cordialidad exquisita. Como sabían que entraba un paciente de 77 años de edad me aplicaron el protocolo del pureta. Se dirigían a mí de una manera muy afectuosa y con una gran parsimonia en sus explicaciones (todo en aras de que me enterara perfectamente). Ocurre que cuando entré oí que estaban hablando de Rauw Alejandro (el ex de Rosalía). Les hice un par de comentarios sobre el padre de este cantante (gran fan de Elvis) que no dejaron de sorprenderlas. Seguro que se preguntarían: ¿cómo sabe este pureta estas cosas tan modernas? La exploración que me practican es muy eficiente y cuidadosa llegando a la conclusión que yo me esperaba: tengo una catarata que ya no admite más solución que intervenirla. Me aclaran que el próximo paso será una cita que me llegará de la “Unidad de Cataratas” pero, eso si, esto se producirá no antes de mediados del año que viene. Esta visita me produce un par de reflexiones.  1) No se puede estandarizar a la gente mayor. Joe Biden, el Líder de Occidente, tiene 80 años de edad y se volverá a presentar a las próximas elecciones. Mick Jager, líder de la mejor Banda de Rock del mundo, tiene 80 años y van a sacar nuevo disco teniendo programada una nueva gira mundial. Nuestros dúo musical mas importante (Dúo Dinámico) suman entre los dos 172 años y siguen dando recitales por toda España. Tres de los cineastas contemporáneos mas interesantes son Clint Eastwood (93 años), Martin Scorsese (80 años) y Woody Allen (87 años) y todavía nos siguen regalando nuevas y grandes películas. 2) Los problemas inherentes a nuestro Sistema de Salud no son responsabilidad de unos sanitarios que, junto con los pacientes, son quienes mas los padecen. Es responsabilidad de una política sanitaria que desinfla adrede las estructuras  públicas para priorizar las privadas. Decir que no se pueden contratar nuevos médicos y enfermeras  por no haberlos es una falacia. No los hay por haberse marchado  al extranjero buscando unas condiciones dignas de trabajo. Las mismas que aquí se les niegan. No culpemos al cartero del contenido de las cartas y mostrémonos orgullosos de tener unos sanitarios que siempre han sido un claro ejemplo de gran capacidad e incondicional sacrificio (¿tan pronto se nos ha olvidado que, durante la Pandemia, muchos de ellos dieron sus vidas para preservar las nuestras?). Mi catarata seguirá conmigo algún tiempo mas pero no dejará de ser otro aliciente para seguir sumando días, meses y años. No es plan de que cuando me llegue la cita ya solo pueda ver con los ojos del alma. Ver o no ver, he ahí la cuestión. 

viernes, 13 de octubre de 2023

Zafarrancho de mosquitos


Reconozco que en mi ya larga vida sevillana nunca había sufrido sobre mi cuerpo (cada día menos serrano) una plaga de mosquitos como la de este interminable verano. Son mosquitos muy diminutos y completamente inapreciables a la vista. Se camuflan en los sitios mas diversos a la espera de perpetrar sus certeros y dolorosos ataques. Lo importante para ellos es la eficacia atacante independiente de las parte del cuerpo donde se produzca. Tienen, eso si, una cierta predilección por tobillos y piernas pero no le hacen ascos al resto del cuerpo. Estos ataques terroristas que llevan a cabo estos diminutos insectos a los que la Ciencia llama Quironómidos suelen ser certeros y realizados a cualquier hora del día. De poco sirve tener la casa repleta de Citronela, Fogo o Casa-Jardín. Elaboran una sincronizada táctica de ataque donde siempre te pillan con la guardia baja. Estos mosquitos son un fiel reflejo de que, desgraciadamente, el Cambio Climático ya forma parte de nuestra vida cotidiana. Machado, don Antonio, escribió un insigne poema dedicado a las moscas pero nadie ha escrito nada sobre los mosquitos (solo El Cine los recuerda en la película “La costa de los mosquitos”(1986) y en la serie del mismo nombre de 2021). En verano estos insectos aumentan de manera considerable nuestro gasto domestico y nos recuerdan que pocas cosas hay tan inquietantes como  el siseo de su vuelo nocturno. Nos chupan la sangre como diminutos aprendices de Drácula y su voracidad es insaciable. Cuando lleguen los fríos días invernales (suponiendo que lleguen) ya desaparecerán de nuestras vidas. Siempre con el firme propósito de volver como las sombrillas playeras el próximo verano. Nuestra relación siempre será proporcionalmente inversa: ellos nos echarán de menos; nosotros a ellos no. Hasta la farmacéutica del barrio notará como desaparecen nuestras compras de Fenergán. Los mosquitos como muestra palpable de la existencia del caos. Todo en clave veraniega de picaduras. 

martes, 10 de octubre de 2023

Habemus Pregonerus


Como ya viene siendo costumbre el Día de la Virgen del Rosario el Consejo General de Hermandades y Cofradías nombró al Pregonero de la Ciudad de Sevilla. El elegido ha sido Juan Miguel Vega uno de los eternos candidatos para el Pregón y que, afortunadamente, ha dejado de ser futurible para ser ya un Pregonero con fecha de presentación (Domingo 17 de Marzo de 2024). A Juan Miguel Vega le pasaba con el Pregón lo que a Haruki Murakami con el Nobel de Literatura. Siempre figuraban como claro favoritos y siempre terminaban “en el cajón” al gaditano modo. El periodista sevillano ya ha perdido, afortunadamente, su antigüedad como eterno aspirante al Pregón; el escritor japonés todavía tendrá que esperar algún tiempo para conseguir su mas que merecido Nobel de Literatura. La Prefectura de Kioto y el Barrio de San Bernardo unidos por los raros avatares de los sentimientos literarios. No tengo reparos en reconocer que soy mas de Pregoneros que de Pregones. Asumiendo que el Pregonero tiene perfecto derecho a elaborar su discurso cofrade-sevillano por los cauces que estime oportuno. Entiendo que algunos Pregones que personalmente me parecieron profundamente cutres y reaccionarios a otros les habrán sonado a gloria bendita. Cada vez que se le pregunta a algún antiguo Pregonero sobre que consejo le daría al nuevo siempre sale una respuesta de manual sevillano: “Que procure ser el mismo y que lo disfrute”. Mal asunto sería que diera el Pregón en nombre de otro y encima que lo padezca. Las cosas de Sevilla: nada nuevo bajo este sol implacable. Estoy plenamente convencido que el Pregón de Juan Miguel Vega será un mas que excelente Pregón. Es un sevillano profundo carente de remilgos y sobrado de sapiencia popular. Sabe expresar lo que siente y sabe sentir lo que expresa. Los que bien lo conocen siempre dan como las dos claves mas acusadas de su personalidad su buen talante y su autenticidad. Esto no es poco para los tiempos que corren. Toma el relevo de mi buen amigo Enrique Casellas y aunque el listón está muy alto estoy seguro que Juan Miguel Vega alcanzará esa cima sevillana. Como dice el tópico que lo disfrute pues eso será sinónimo de que la Ciudad también lo disfrutará con él.  Suerte y al toro…como los buenos toreros de San Bernardo.

viernes, 6 de octubre de 2023

Víctor Erice


El Festival de Cine de San Sebastián esta firmemente arraigado en el Mundo del Cine y, por ende, se nos configura como uno de los mejores. Muy bien administrado desde sus comienzos (tanto a nivel administrativo como cultural) y con un firme apoyo institucional desde las distintas Administraciones. La Ciudad de San Sebastián (una de las mas hermosas de Europa) siempre supo tomar al Festival de Cine como algo propio y trabajó para que nunca se sintiera aislado de la gente. El resultado es de sobras conocido. Este año se le ha rendido un mas que merecido homenaje al gran Víctor Erice concediéndole el Premio Donostia. Un galardón que premia toda una carrera y que se le ha concedido a grandes cineastas (la genial Bette Davis lo recibió días antes de fallecer). La filmografía de Víctor Erice se nos presenta corta en cantidad y de una enjundia extraordinaria en calidad. La componen: El espíritu de la colmena (1973); El Sur (1983); El sol del membrillo (1992) y Cerrar los ojos (2023). Es decir que entre la primera y la cuarta han transcurrido cincuenta años. Erice forma parte de esos directores, a los que hoy consideramos de culto, que sufrieron fuertes recortes económicos en su proyectos artísticos. Orson Welles forma parte de ese grupo de directores que para sacar adelante sus películas (algunas veces mutiladas) tuvieron que plegarse a los intereses de las productoras. Víctor Erice se nos configura junto a Luis Buñuel como la cima de los directores españoles. En el cine de Erice los silencios y las miradas suplen en muchas ocasiones al contenido de las palabras. Un poeta de las imágenes que como ocurre con Ingmar Bergman o Terrence Malick traspasa la frontera que marca lo onírico de lo real. La cámara Víctor Erice se adentra en los ojos de una niña (Ana Torrent o Iciar Bollaín) para que sepamos que el presente siempre es prisionero del pasado y solo lo podrá salvar el futuro. Un cine, el de Víctor Erice, que admite varias lecturas y que al final  cuando vemos sus películas solo nos queda decir….¡Que grande es el Cine!


martes, 3 de octubre de 2023

Los santos inocentes

Los datos que las estadísticas ofrecen en nuestro país sobre la pobreza infantil son absolutamente demoledores. A saber: uno de cada cuatro niños está en riesgo de pobreza extrema (lo que popularmente se conoce como pasar hambre). Un Estado de Derecho que permite que tantos niños y niñas pasen necesidades vitales está a punto de que le salten sus costuras. Esta situación tan injusta como vergonzante se va medianamente cubriendo con la manta de la solidaridad. España ha sido, es y será un ejemplo de país solidario. Sevilla, la Ciudad de nuestros amores y desvelos, siempre ha sido un rotundo ejemplo de solidaridad. Como suele ocurrir con las grandes tragedias siempre suele aumentar los niveles de riqueza y por ende también los de la pobreza. La Pandemia del Covid (de la que tan poco hemos aprendido) es un clarificador ejemplo. Redoblaron sus ganancias los de siempre y aumentaron sus miserias los que configuran la infantería de la vida. Entiendo que te tachen de demagogo si te atreves a descorrer las cortinas de nuestra Sociedad. En Sevilla a efectos solidarios es fundamental el papel que cubre el Banco de Alimentos; Caritas y la inestimable colaboración de nuestras Hermandades. Todos unidos en la noble intención de paliar el hambre que, en pleno siglo XXI, sigue siendo un fantasma que recorre el mundo. Estos días y dentro de ese esperpento al que han llamado “Sesiones de Investidura” hemos visto como dos diputados equivocaban la intención de su voto. Para entendernos: tenemos a un montón de diputados y diputadas tres días a pensión completa en Madrid con la “difícil” misión de votar un si o un no y……¡dos diputados se equivocan!  Esto plantea algunas preguntas de manual. ¿Cuánto le cuesta al erario publico mantener a unos políticos tan ineptos?  ¿Cuántos niños comerían con ese dinero? Evidentemente estas preguntas nunca se responden y siempre sitúan al que las plantea en el campo de la demagogia. En un Estado de Derecho lo prioritario debe ser el gasto social y en ese terreno la infancia siempre debe ocupar un lugar preferente. Cuando un niño o una niña se va a la cama sin comer nuestras conciencias se pierden por los laberintos de la inoperancia. Los santos inocentes clamando al cielo para obtener respuestas.