viernes, 30 de octubre de 2009

Don Gabriel.



Así era conocido por todo el entorno de la antigua judería sevillana con epicentro en San Bartolomé. O mas bien como como “dongabrié”. Se llamaba Gabriel Valero Rey. Era un médico natural de Carmona y que desarrolló su noble oficio en la zona antes mencionada durante un “porrón de años”. Primero tuvo consulta en la calle Conde de Ybarra (Condibarra en el argot popular) y posteriormente en la calle Cespedes.

Don Gabriel era un hombre demócrata, pacífico y tolerante con todas las ideas excepto con los fundamentalistas. Fue un republicano converso y confeso por lo que tuvo que pagar (como muchos de su generación) un alto precio. Se marchó de Carmona a Sevilla, pues en aquella época la estrechez mental de los pueblos imposibilitaban el vivir sin que te señalaran como un “bicho raro” por las calles.



Me tienen señalaito
Como pieza de mal paño,
A los hombres no se marcan
Como obejas de rebaño. (Francisco Moreno Galván).



Era un auténtico sabio de la medicina. Mi relación con él fue muy intensa durante mi niñez. Primero por ser mi madre de su mismo pueblo natal y segundo por que fuí un niño al que no le resultó ajena ninguna enfermedad infantil. Fundamentalmente una sinusitis crónica que me traía siempre de cabeza (en este caso de nariz).

A su consulta acudían gentes de toda condición social pues sus remedios (muchas veces caseros) eran determinantes para recuperar la deteriorada salud. Era una especie de Robin Hood de bata blanca. Le cobraba al pudiente y al pobre lo veía gratis y encima le regalaba las medicinas.

A pesar de los años transcurridos recuerdo su consulta con total nitidez. Siempre atiborrada de libros por todas partes (para poder sentarte en alguna silla siempre había que retirar algunos). Tenía un aparato de Rayos X obsoleto a más no poder, donde el enfermo tenía que sujetar los cables por encima de su cabeza, para que él pudiera verle detenidamente. Luego mientras te recetaba procedía a darte una explicación clara y perfectamente entendible de cual era tu dolencia y que podría haberla provocado. Te despedía siempre en la puerta y aprovechaba para desarrollar una de sus grandes debilidades: galantear desde el respeto y la admiración al sexo femenino. Utilizaba términos como….”Adios Mercedita que eres la alegría de la calle”……”Buenas tardes Amparo, que despiste del sacristan de San Bartolomé que se le ha ido la Virgen de la Alegría de paseo”. Despues ya se sinceraba contigo y te decía…”no te imaginas Juanito lo triste que sería el mundo sin las mujeres”.

A pesar de que todavía no se había creado el carril-bici él utilizaba siempre una bicicleta en sus desplazamientos profesionales o personales. Las mañanas de sabados y domingos armaba un cajón lleno de medicinas en el trasportín, se estrechaba los perniles de los pantalones con sendos alfileres de palo, y se marchaba al Vacie a tratar enfermos. En esa época allí se daba una de los focos más grandes de tuberculosis de toda España. Por cierto:…¿Cuándo tienen previsto nuestros políticos erradicar este eterno asentamiento chabolista?.

Dada su condición republicana nunca pudo ejercer la medicina en la Seguridad Social y tuvo que hacerlo a nivel privado. Lo marginaron, como a tantos otros, privando a este sufrido país nuestro de tantos talentos despedigados y lo que es peor: ocultos a través de la marginación.


A don Gabriel no buscarlo en ningun rótulo de una calle sevillana. Tampoco en algún azulejo instalado en las fachadas de las casas donde vivió y ejerció la medicina. Si lo hacéis en el buscador Google tampoco lo encontrareis. Oficialmente nunca existió. ¿Dónde podemos encontrarlo entonces?. Es muy fácil, en la memoria sentimental de los que tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo. Lo hallaréis cada vez que algun antiguo vecino de este mágico entorno pase por Conde de Ybarra buscando la mirada de la Candelaria, o por Cespedes para contagiarse de la dulzura de la Virgen de la Alegría y diga:…”En esta casa vivía dongabrié”….!que gran médico y que gran persona!. Ahí aparecerá él de nuevo en la puerta con su bata blanca y su amplia sonrisa bonachona, y a no dudar que piropeará a alguna mocita costurera que cantando “Madrina” camina garbosa hacia el taller.

Don Gabriel Valero Rey, Médico del Pueblo de Sevilla por los siglos de los siglos.

miércoles, 28 de octubre de 2009

El hombre que susurruba a los carriles.


Si de algo –en el tema político-municipal- estoy convencido, es que Sevilla tiene una gran asignatura pendiente. Se encuentra inmersa en el discurrir de la ya larga –afortunadamente- andadura democrática española. Me refiero concretamente a disfrutar de un buen Alcalde. Otras grandes ciudades, algunas hasta por partida doble, ya lo tuvieron. Asi de memoria quiero recordar a: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Málaga, Córdoba o la cercana y querida Cádiz. Excelentes alcaldes de distintos signos políticos, pero con un denominador común: supieron tirar de las riendas de sus ciudades, rodeándose de un equipo de colaboradores y asesores, donde todos remaban en una misma y unica dirección. Primaba sobre intereses partidistas o personales el progreso de la Ciudad, sin hacerla perder sus señas de identidad más nobles, y propiciando el bienestar de los ciudadanos –de todos- que en ella viven, gozan y padecen. Basta viajar un poco y visitar las ciudades antes mencionadas para comprobar la diferencia – la enorme diferencia- que mantienen con esta Sevilla de nuestros amores y desvelos. El matiz fundamental de sus avances y nuestro retroceso es que ellos saben de donde vienen, donde quieren ir y los medios para conseguirlo. Mientras nosotros, vivimos inmersos en eternos proyectos a los que nunca se les ve el final. Aquí todo está enmarcado en un cúmulo de chapuzas y despropósitos que condicionan que la ciudadanía –o al menos un buen número de ella- esté harta de tanto mentecato suelto, que están dejando la Ciudad sin parte de su hermoso pasado y con un presente abierto –en canal- a un incierto futuro.


Los políticos se configuran en tres grupos: los eficientes, los nefastos y aquellos que –aún gobernando- ni están ni se les espera (¿les suena un tal ZP?). Dentro de este último grupo estaría nuestro actual Alcalde que asumiendole -faltaría más- unos valores éticos y personales, nos ofrece en su ya largo mandato municipal una gestión que estaría rozando el suspenso.


Un buen Alcalde para Sevilla sería alguien que reuniera el rigor de Manuel del Valle, la seriedad y firmeza democrática de Soledad Becerril y el carisma de Rojas Marcos. “Difícil me lo ponéis amigo Sancho”, que diría el Caballero de la triste figura.

Pues bien, solo con un alcalde tan pusilánime como el actual es posible la irrupción en la vida municipal del ínclito Antonio Rodrigo Torrijos. Primero por no haber sabido ganar las elecciones municipales por mayoría (¿si hubiera sido así se hubiese formado el llamado Pacto de Progreso?). Segundo por tener que “gobernar” la Ciudad con tan molestos “compañeros de viaje” y no ser capaz de sacudirselos de encima. Es imposible gestionar bien una Ciudad mirando a la derecha a ver que cara te ponen en tu propio Partido y, a la izquierda para darle “jarilla” a tus inseparables socios de Gobierno. Todo este cúmulo de cosas han propiciado el “boom” de Rodrigo Torrijos.
Dejemos claro que la naturaleza de la Democracia consiste en que a través de los votos nos gobiernen aquellos que han sido beneficiados con la mayoría de los mismos. Evidentemente este no es el caso de IU en Sevilla donde consiguió un exiguo número de votos. ¿Qué las pactos son democráticos y legítimos según nuestra actual Constitución?. Sin duda, y nada que añadir en su contra. Tan solo, si me lo permiten, un pequeñó matiz: legítimos pero no naturales. Seamos justos a los antecedentes y digamos que también el PP intentó lllegar a acuerdos puntuales con IU para gobernar la Ciudad. Lo que pasa es que ni siquiera tuvieron la delicadeza de escucharlos. Al César lo que es del César.


Los últimos años han generado una cosecha de políticos (nacionales, regionales o locales) no solo de infausta memoria para los ciudadanos, sino que fueron amortizados política e históricamente a los pocos minutos de ser cesados (aquí dimitir la verdad es que lo hace muy poca gente). Uno de los casos más llamativos fue el de doña Magdalena Álvarez (hoy “arreglando” nuestros problemas por Europa) que a que negarlo dió bastante juego en You Tube, y proporcionó su pan a numerosos articulistas españoles. Mejor pasar de prisa y “najando” por su gestión pública.

Antonio Rodrigo Torrijos ya está amortizado de antemano. Cuando se vaya no habrá llegado a cerrar la puerta de su despacho y ya la Ciudad lo habrá borrado de su memoria. El creerá firmemente que será recordadado por el proletariado (¿) sevillano por su enorme aportación al binestar de los mismos, y que solo se alegrarán de su marcha los “fachas tradicionalistas” y los burgueses de toda índole y condición.

Resonarán –según él- durante muchos años por las paredes de la Casa Grande, su verbo culto y fluido y su revolucionario discurso ciudadano, emanado directamente de Platón, Kant, Hegel, Engels, Marx, Gramsci y el Che Guevara. Posiblemente a Lenin y Stalin los tenga todavía enmarcados y escondidos en el fondo de un cajón de su despacho. Puede buscar en el otro y posiblemente encuentre el piolet con el que le abrieron la cabeza al disidente Leon Trotsky.

A mí me interesan no sus ideas –que cada cual es libre de tenerlas y pasarlas por el filtro incontestable de la Historia- sino su gestión, a mi entender nefasta, al frente del Ayuntamiento sevillano. Sí, he dicho bien: al frente. Dejaré a los “depositarios de las esencias” de la Ciudad que lo descalifiquen –por ahí no pasa un servidor- utilizando cuestiones personales como el hecho de fumar en pipa o denominarlo “Comandante” y otras lindezas.

Conociendo el sentido de la responsabilidad ciudadana de muchos sevillanos, me temo que tendremos Rodrigo Torrijos y Monteseirín para rato. Lamento decirlo pero constato a mi alrededor un grado de pasotismo –ante cuestiones que nos afectan tan fundamentalmente- verdaderamente muy peligroso. Dentro de la libertad de cada cual de actuar –votar- en conciencia, lo que resulta evidente es que no anduvo muy torpe aquel que dejó dicho aquello de: cada Pueblo tiene el Gobierno que se merece.

P.D. Negarle el pan y la sal a un ilustre sevillano como don Felipe González Márquez al boicotear su nombramiento como Hijo Predilecto de la Ciudad ha sido una pasada. Se podrá estar de acuerdo o no con su gestión al frente del país, pero lo que resulta innegable es que fue altamente positiva para Sevilla (Expo-92, Ave…….). Con la mano en el corazón y en la cartera, ¿a quién prefieren ustedes a Zapatero o a Felipe González?. Ya va siendo hora de llamar a las cosas por su nombre y donde dicen Torrijos and Company: Ley de la Memoria Histórica, deben decir: Ley de la Venganza Histórica. Pero esto es lo pasa cuando te ves obligado a“elegir” para gobernar a tan malos compañeros de viaje. ¡Pobre Ciudad nuestra en manos de quien estás!.

lunes, 26 de octubre de 2009

La dualidad existencial.


Dicen, y posiblemente con mucha razón, que Sevilla es una Ciudad dual. Es decir antagónica y complementaria a la vez. El Alfa y el Omega de toda cuestión existencial. Pero esto no es privativo de Sevilla como Ciudad. Dual es también Madrid, Barcelona, Paris, Estocolmo o la mismísima Puebla de Cazalla. La dualidad no es como las orillas de un río o la doble cara de una misma moneda. Si solo cuidamos una orilla en detrimento de la otra alteramos gravemente el equilibrio que la Naturaleza nos proporciona. En esto, desgraciadamente, a lo largo de nuestra Historia siempre sacamos una nota muy alta. ¿Que cara de una moneda es la mejor?. Va a depender de por cual hayamos apostado previamente. El ser humano es contradictorio por naturaleza. Es cualquier cosa menos lineal. Se puede ser cruel por la mañana y bondadoso por la tarde y todo dentro de la misma persona. Mantenemos un difícil -y a veces imposible- equilibrio entre persona y personaje. A veces ni nosotros mismos sabemos cual de los dos está mas en consonancia con nuestra verdadera personalidad. La Sociedad actual, en Sevilla y en Pekín, nos obliga a alterar continuamente nuestro comportamiento en lo sentimental, social, espiritual o profesional. El firme comentario que sosteníamos ayer, ¿hasta cuando tendrá fecha de caducidad?. Lo que no ofrece duda es que la prueba del nueve siempre estará en la conciencia de cada uno (quien la tenga) y en su Fé (ídem).

Aquellos que nacimos en los coletazos de la triste postguerra in-civil teníamos como antídoto para contrarrestar una miseria latente la capacidad de soñar. No es casualidad que hombres/mujeres de aquella generación seamos grandes aficionados al Cine. El Séptimo Arte era una auténtica Fábrica de Sueños. Por muy pocas monedas tenias la posibilidad de huir de la triste realidad y durante dos horas instalarte en el mágico mundo del celuloide. Aquellas eran películas donde se contaban historias que conseguían emocionarnos (cosa que por cierto no ofrecía grandes dificultades) y enterrar por un rato la triste realidad del día a día. Allí ya empezaba a funcionar lo dual dentro de ti. Sentabas a un niño con ronroneo en las tripas, y al rato estabas emocionado aplaudiendo las andanzas del “bueno” de la “peli” y lógicamente, perdidamente enamorado de la “muchacha”. Luego los años te enseñaron que realidad y ficción se intercambian y llegan a confundirse como la noche y el día. Que lo real supere con creces en muchas ocasiones a lo ficticio, es tan verdad como el calor del verano o el frío del invierno.

El Cine a través de sus personajes más emblemáticos nos demuestra que el mundo interior de las personas –artistas- y la vida es mas compleja que cuanto se nos ofrece dentro de la pantalla. Las contradicciones son tantas como seres humanos habitamos en este planeta llamado Tierra. Ejemplos en el Séptimo Arte las hay tantos como estrellas en el firmamento. Son un ejemplo rotundo y clarificador de la llamada dualidad existencial.

Citemos algunos: Peter Ustinov que interpretó magistralmente a un Nerón despiado y sangriento fue en vida uno de los miembros más activos de Unicef. Bette Davis que era la mala por antomasia de las películas tuvo una infancia muy desgraciada, para posteriormente ser una esposa/madre dulce, abnegada y dando cariño a espuertas. Christopher Reeve que como Superman surcaba los cielos impartiendo justicia, terminó parapléjico en una silla de ruedas como consecuencia de la caida de una caballo. Rock Hudson que representaba la máxima expresión de virilidad en el Séptimo Arte salió del armario para decirle al mundo valientemente que era homosexual. Drew Barrymore la angelical niña de ET que nos hizo llorar a moco tendido, se enganchó al alcohol y a las drogas de las que felizmente ha logrado desengancharse. Dicen que John Wayne cuando todos creiamos que dormía a lomos de su caballo, lo hacía con un osito de peluche y con una tenue luz encendida por miedo a la oscuridad. Errol Flynn el “bueno-justiciero” del Cine por antonomasia, organizaba en su mansión unas orgias donde no existían frenos en lo moral, lo sexual y donde primaba el “todovale” en aras de la diversión más perversa (se contaba una vez, que ingresaron de suma urgencia a uno de los asistentes en una “fiestecita”, con una botella de champán incrustada en el ano).

Se argumentará: bueno, pero esos tenían el oficio de actor. Su “vida real” era otra cosa bien distinta. Cierto, pero nosotros cuando trabajamos –quien todavía tenga trabajo- en la oficina, el taller, la tienda o la fábrica…¿Qué somos?. ¿Cuánto ponemos o tenemos de personajes de ficción al cabo del día?. Cuando nos encontramos a algún conocido y nos mostramos alborozado de verlo, ¿se nos ha olvidado que es el mismo al que hace poco tiempo pusimos a parir en una reunión?. Tiremos de plena sinceridad y analizemos a lo largo de nuestra vida cuantas veces somos –o fuimos- persona y cuantas personaje. Las veces que callamos o no decimos lo que pensamos por no salirnos de lo “políticamente correcto”.

Sevilla no es dual por tener béticos o sevillistas. Gente de la Trianera o de la Macarena. Políticos –o simpatizantes- del PSOE o del PP. Belmontistas o gallistas de antaño. A eso se le llama sociabilidad y vertebración. La dualidad estará siempre en nosotros mismos. Que la batalla, en un resumen final, sea ganada `por la persona sobre el personaje será el quid de la cuestión. El antagonismo –cosa bien distinta a la dualidad- debe estar en luchar contra cualquier forma extrema de fanatismo, sectarismo, corrupción y contra aquellos, que por acumular fortuna y poder, no tienen reparos en mancillar los valores éticos de una Sociedad democrática. Los mismos que nos han dejados varados en el Puerto de la crisis más angustiosa, y luego han vuelto a surcar los mares de la usura, en busca de capturar nuevos tesoros al abordaje.

Mi –nuestra- generación se está quedando por día sin sus iconos culturales / sentimentales. Triste fue quedarnos en su día sin Marlon, Elvis, James, Lennon, Ava, Romy, Clark, Grace, Marcello, Paul, Antonio….. Nos quedará –eso sí- su arte eterno en sus canciones o películas. Esas si son imperecederas en nuestras almas como el renacer de la primavera sevillana. Alguien dijo que envejecer es sostener sobre nuestras espaldas un saco de orfandad que cada día es más pesado. Como antidoto a esta carga hoy me quedaré en mi casa y veré: “Marcado por el odio”; la 1ª y 2ª parte de “El Padrino” y “Matrimonio a la italiana”. Escucharé: “Yesterday”; “In the ghetto” y “Dos Gardenias”. Resistiré ante tanta basura y tanto materialismo. Defenderé a capa y espada una dualidad personal que entiendo muy positiva. El hombre material con sus problemas cotidianos y el espiritual, que busca sus sentimientos más recónditos en las paredes del alma.

viernes, 23 de octubre de 2009

Hermanos de San Bernardo


Crecieron juntos en el Barrio de San Bernardo. La calle Gallinato fue fiel testigo de sus andanzas de niños y adolescentes. Compartieron pupitre primero en el Colegio San Diego y ya en su última etapa en el Colegio San Isidoro (vulgo Mesón del Moro). Pasaban cada día por el túnel que desde San Bernardo los conducía a la Estación de Cádiz. Desde allí cruzaban los Jardines de Murillo y acariciaban amorosamente el caballo de cartón del fotográfo del baby blanco. Luego entre carreras, risas y lanzamientos de dátiles se plantaban en la Placita de Santa Cruz. Llegado a ese punto ya se enfundaban el traje de la responsabilidad.

Muy cerca les esperaba Don Carlos Alonso, acompañado de su cohorte de espléndidos Maestros/as (todavía estaba lejos en el tiempo los Profesores de EGB, ESO Y LOGSE. ¡Tantos nombres para enmascararar el fracaso educativo!) para mostrarles que sin sacrificio y disciplina poco futuro tendrían. ¡Triste Ciudad esta que olvida a hombres como Don Carlos que tanto hicieron por varias generaciones de sevillanos¡.


Al cumplir los doce años tomaron conjuntamente una decisión que les marcaría de por vida. Se hicieron Hermanos de la Hermandad de San Bernardo.


Sus dieciséis años fueron una frontera que les marcó caminos personales diferentes. Uno ingresó en la Universidad Laboral y el otro, debido a una cruel enfermedad de su padre, tuvo que ponerse a trabajar en un Bar de la Puerta de la Carne. Al poco tiempo y debido a la diáspora que sufrió el Barrio de los Toreros tuvieron que abandonar - como tantos - las calles de sus primeros años.

Sus caminos ya fueron cada día mas divergentes. Uno, terminó la carrera de Perito Industrial y al terminar la “mili” se fue a Bélgica en busca de mejores horizontes. El otro se casó muy joven –de penalti- y a los pocos años se quedó sin hojas en el Libro de Familia. Cambiaba de bar como de camisa, siempre buscando donde ganar algo más para alimentar a la prole. Cualquier ocasión llamese Feria, Rocío, Bautizos, Bodas….. era buena para aliviar una carga familiar compuesta de cuatro niños, una hermana soltera, su mujer y una suegra capaz de comerse un coco sin pelarlo.



A su amigo las cosas le fueron de muy distinta forma. Trabajaba en Francia como Director de Recursos Humanos en una multinacional del Ramo de la Alimentación. Su consideración social y su estatus económico eran bastantes considerables. Se casó ya durito de años con una francesa que era de una belleza deslumbrante. No pudieron tener hijos y estaban en trámites de adoptar uno.

Sólo en dos ocasiones se vieron de nuevo. En el entierro de la madre del “francés” y cuando falleció un hermano del que ejercía de camarero. El más pudiente le llamaba todos los primeros miercoles de cada mes y le preguntaba permanentemente que si necesitaba algo no dudara en pedírselo. Lo que le hiciera falta. Este con su orgullo como bandera siempre le comentaba que las cosas le marchaban de perlas, que ya era hasta propietario de un bar, ¡que mas hubiera querido él¡.

Así transcurrieron los años. Solo colgaba el mandil el Miercoles Santo para vestir su túnica de San Bernardo. Eso era sagrado para él y ademas tenía la sensación de que salía por los dos.

Un día, un caluroso domingo de Septiembre, llamaron a su puerta. Eran las doce de la mañana. Abrió con su pantalon de pijama celeste y su camiseta de tirantas mas blanca que el jazmín. Allí estaba frente a él una mujer de una belleza turbadora. Vestía con una elegancia exquisita y en su porte había todo el glamour del que hacían gala las francesas. Era Ella. La mujer de José Manuel. Traía de la mano un niño de unos trece años más rubio que la cerveza. Se dió a conocer y Paco le rogó que entrase. Grande fue el sofoco que se formó dentro del piso donde todos trataban de ordenar chismes y utensilios repartidos por doquier. La mujer de Paco utilizó la ancestral frase de:….” perdone como está todo pero es que no esperabamos visita”.

La francesa sonrió y les dijo que no pasaba nada. Traía malas noticias. José Manuel había fallecido de un galopante cancer de colon hacía un mes. No quiso comentarlo fuera de su entorno más íntimo por no preocupar a nadie.

Traía un encargo para Paco. Un ruego que José Manuel le hizo a su mujer poco antes de morir. Quería que su hijo que no estaba bautizado lo hiciera en San Bernardo. El mismo día del bautizo que lo hicieran Hermano. Que se pararan todos un momento ante Cristo de la Salud y la Virgen del Refugio y rezaran por su alma que nunca se fue de allí.

Paco se rascó los ojos a punto de sacarlos de sus órbitas, y mientras una gruesa lágrima le resbalaba por la cara, abrazó al niño con fuerza y le dijo:……” eso está hecho cojo…., eso está hecho”.

Eran para los restos de los días: Hermanos de San Bernardo.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La mirada en la cancela



Hace algún tiempo escribí un Toma de Horas (La Hora Crepuscular) dedicado al mundo de los ancianos que vivían –viven- en la Residencia Santa Genma en el Barrio sevillano del Porvenir. Estaba motivado por haber sido mi madre ingresada allí por mis hermanos –por cierto bendita la hora-, y al visitarla con frecuencia disponer de elementos de primera mano del discurrir de los días en tan singular sitio (la singularidad consiste en una convivencia que se produce entre personas ancianas residentes, y las gentes que los atienden que poseen una incipiente y deslumbrante juventud). Después de unos meses de acudir a la Residencia para estar con mi madre - lunes, miercoles y viernes- la experiencia no ha hecho más que rearfirmarme en las impresiones iniciales que desarrollaba en “La Hora Crepuscular”. Sinceramente, creo con toda firmeza, que sería difícil encontrar en Sevilla un personal con mayores dosis de profesionalidad y cariño que las que ofrecen en Santa Genma.

Con la curiosa circunstancia de que –y lo digo desde la atalaya de un hombre que pronto (D.m.) será abuelo- son gente que aparte de su juventud son guapas al sevillano modo. Es decir: el no va más de la hermosura femenina. Un día les comenté a dos de ellas si para entrar allí exigían con el curriculum un plus añadido de belleza. Ya son personas–en su conjunto- que forman parte de mi universo cotidiano. Tanto los residentes como el personal de la Residencia tienen para mí nombres familiares que te ofrece el trato cotidiano. En el magnífico bando de los/as que atienden están (si olvido alguno/a que me disculpe): Mari Loli, Jorge, Carmen, Pedro, Esther, Lola, María(2), Mari, Maribel, Merchi, Mercedes, Adriana, Eva….(verla barrer la zona ajardinada de la Residencia es todo un espectáculo). Entre los atendidos se encuentran: Pepe (2), María Jesús, Rosario (3), Ángeles, Rosa, Elvira, Encarna……. Todos/as con una historia a cuesta. Unos/as –los asistentes- por estrenarlas, otros/as –los asistidos- en los epilógos de las mismas. Los primeros/as con un –espero y deseo- espléndido futuro por delante. Los residentes, ya ebrios de sol y luna, varados en la última isla del Continente de la Vida. Viviendo el día a día impregnados/as con la ilusionante juventud que les rodea y atienden. Unos/as son conscientes de que el haber llegado hasta aquí es un signo inequívoco de que han vivido. Se muestran condescendientes con su situación, y en la Misa que allí se celebra mensualmente, pude comprobar que la inmensa mayoría pone su destino en manos de Dios a través de su fe. Quién cree desde la Esperanza, espera algo más que el balance de luces y sombras de cualquier existencia terrenal.

Luego están los otros residentes: aquellos que ya su mente determina que ni están ni se les espera. Viven sin recordar su pasado sentimental y poseen la dulce inocencia que tienen los niños de pocos años. No se acuerdan de lo que fueron y tampoco de lo que son, y esto conlleva que no acumulen en su memoria el dolor y el gozo de lo vivido.

Los observo desde la mayor de las ternuras y me commuevo con algunos de sus comentarios. Unos dentro de la racionalidad y la sabiduría que dan los años, y otros inmersos en el universo de los sueños y la quimera. Todos –sin excepción- son atendidos con suma profesionalidad y – lo más importante- con grandes muestras de afecto.

Sin embargo, existe un hecho singular que llamó mi atención desde el primer día. Os lo explico. La Residencia está ubicada en un chalet del Porvenir (barrio que junto al de Heliópolis se configuraron en Sevilla dentro de la expansión urbanística de la Exposición del 29). Concretamente está situada en la calle Brasil. Tiene una zona exterior ajardinada donde sacan a los residentes en época de bonanza climatológica. Hay una cancela en la entrada que se abre desde fuera con un cerrojo interior que se desplaza de izquierda a derecha. Pues bien: cuando los residente –todos- escuchan el ruido del cerrojazo y el presagio de que alguien llega desde el exterior, miran hacia la cancela con ansias de que el recien llegado sea un visitante de su cuerda familiar. Eso es lo que mas añoran: el calor de los suyos y, que lamentablemente debido a nuestros múltiples quehaceres se lo damos en pequeñas dosis.

La mirada en la cancela no es más que un canto de esperanza a que nadie pase –sin mirarlas siquiera- las hojas de su Libro de Familia. El mismo que escribieron con las lágrimas del sacrificio y la ternura, y que mojaron en la pluma del cariño más noble y desinteresado.

Cuando voy a visitar a mi madre y abro la cancela, ya hay al menos tres o cuatro ancianos/as que comentan henchidos de gozo compartido:…”Encarna, ya esta ahí su Juan Luis”. De eso se trata: de que estemos ahora allí. . Presentes y firmes junto al banderín de la solidaridaridad y el afecto. Mañana –ellos tienen un frágil mañana- ya será tarde para las lamentaciones. Que nuestra conciencia –esa que nunca perdona y siempre pasa factura- nunca nos diga: ¿porque ibas tan poco a visitar a tu padre/madre en la Residencia?. ¿Tan valioso e importante era tu tiempo que siempre los dejabas para el final?. En fin, que cada cual establezca su orden de prioridades afectivas como estime oportuno. La vida son momentos sentimentales a los que atrapar, y nos haremos un flaco favor a nosotros mismos si dejamos que se nos escapen. Mañana ya será tarde para lamentarnos.

domingo, 18 de octubre de 2009

El Dulce placer de lo cotidiano


Levantarte al alba. Palparte este cada día menos cuerpo serrano y darle gracias a Dios por regalarte una nueva hoja en tu almanaque existencial. Enfilar el cuarto de baño y ducharte y afeitarte de manera pausada, mientras la radio te va informando de lo bueno y lo malo -de esto mucho más- que acontece o acontecerá en tu Ciudad, tu País o en este planeta llamado Tierra. Vestirte procurando convencerte a ti mismo que todavía estas de buen ver y que mucho bueno está todavía por llegar. Salir a la calle en busca del primer café mañanero. Alli te espera -rodeado de buenos y afectuosos amigos- la primera tertulia del día. Pausada y sin que nadie tenga ánimos de pontificar lo más mínimo. Evidentemente como tema prioritario el fútbol de nuestros amores y desvelos. Béticos hablando gloria bendita de las hazañas del Sevilla, y sevillistas deseando que el Betis se libre del secuestro en que vive inmerso y retorne a su sitio natural: la Primera División. ¡Quién lo diría!, que exclamará el añorado Antonio Puerta asomado en los balcones del Cielo donde van los justos y nobles de corazón.

Sinceramente, vivir en Sevilla se ha hecho en la actualidad absolutamente insoportable. Circular por ella –menos en bici- es un canto al cabreo y a la desmesura. Andar por calles y plazas es más de lo mismo. Todas abiertas en canal por las obras y remodelaciones varias que se eternizan en el tiempo. ¿Conseguirán nuestros nietos algún día recorrer cuatro calles seguidas sin encontrarse una zanja?. Esta Ciudad es para salir najando del tirón. Nunca se posibilitó –y se invirtió- tanto en la peatonalización de Sevilla desde las altas esferas municipales, y nunca el pasear por ella fue tan complicado. Se no dirá -¿ hasta cuándo?- que las mejoras nacen de los planes urbanísticos que se ejecutan y, que es inevitable para disfrutar de los mismos el tener que soportar las molestias que originan.

Vivimos inmersos en grandes proyectos y la Ciudad está huérfana de dos elementos fundamentales para su conservación: mantenimiento y vigilancia. Mantener es ir subsanando aquellas anomalías urbanas que en su fase inicial son leves, y que como consecuencia de la dejadez se convierten con el tiempo en graves problemas. Vigilancia es controlar que el vandalismo y el salvajismo no campen a sus anchas, y se vayan –tirando el dinero de los contribuyentes- de rositas después de causar este cúmulo de destrozos y suciedades de las más diversas. ¿Saben ustedes cuantas toneladas de basura se retiran después de una macrobotellona por lo empleados de LIPASAM que pagamos entre todos?. ¿No existía una Ley anti-botellona que prohibía beber en la calle?. Seguro que algún “Progre de salón” esgrime el manido argumento de que la represión eran formas de dominación franquista. Para nada. Reprimir es también censurar un homenaje literario a un escritor –del signo político que sea- y dejar que el mismo, después de cerrarles las puertas de un local municipal, se celebrara en plena calle. Por cierto reconozco que lo poquito que he leido de Agustín de Foxá me aburrió soberanamente. Pero ese no es el quid de la cuestión. Aquí estamos hablando de LIBERTAD para todos y no sólo para los de vuestra cuerda política.

Mi admirado Rafael Alberti, tuvo para mí un lunar imperdonable. Teniendo tiempo en sus últimos años de condenar el estalinismo, cuando ya históricamente se conocía la masacre humana que desencadenó tan siniestro personaje, no lo hizo. Y digo yo…¿estaría dispuesta doña Josefa Medrano Altadisnosecierra a negarle un homenaje al Poeta del Puerto?. Seguro que no, y un servidor sería de los primeros que acudiría. Iría al de Rafael y también al de José María (Pemán), pues ambos son excelentes escritores andaluces. Claro que alguna ventaja tendremos aquellos que huímos del sectarismo y el fundamentalismo más casposo y trasnochado.

Por eso, precisamente por todo este cúmulo de sectarios, chapuceros e inútiles que dominan esta Ciudad cada día cobra más valor el dulce placer de lo cotidiano.

Seguir paseando por la Ciudad aunque sea a salto de mata entre socavones, tablones y vallas. Buscar la única verdad que encuentro en el Salvador, San Lorenzo, San Nicolás, el Alcázar o la Catedral. Degustar lentamente a mediodía una copa de manzanilla en la Goleta o la Barbiana al calor –dulce calor- de la amistad verdadera. Comprar el pan en el Horno de San Buenaventura de la Alfalfa. Volver a mediodía o por la tarde-noche al calor del hogar donde te espera un mundo que te has fabricado a tu medida. Ese que nunca te defrauda pues lo has ido acumulando amorosamente a lo largo de los años. Tus libros, tu música, tu cine, tus revistas, tus recuerdos….todo enmarañado en una cadena sentimental-cultural que hace que te sientas libre y feliz de estar vivo.

Un amigo –al que insisto le debo un Toma de Horas- me lo dijo una mañana de agosto y se me quedó grabado en el alma:…..”Convéncete, de que Sevilla es una Ciudad que se goza en los sueños y se padece en las realidades”. No dejemos por tanto que nos roben también los gratos momentos de la cotidianidad.

viernes, 16 de octubre de 2009

Internautas Cofrades.


Si algo ha caracterizado el transcurrir histórico de nuestras Hermandades ha sido el adaptarse a las distintas épocas por las que ha pasado. Esta adaptación se ha hecho siempre cambiando en las formas pero no en el fondo. Es decir sabiendo mantener a través de la tradición la esencia y el espíritu vivencial/espiritual de sus origenes.

Afortunadamente para un historiador, el material documental que hoy se dispone en los archivos de las Hermandades es altamente valioso. Esto nos ha permitido que hoy dispongamos de una rica y amplia bibliografía que nos permite situar a cada Hermandad en su justo contexto histórico. Encomiable a todas luces el riguroso trabajo de algunos cofrades (por sedme muy cercano citaría a Martín Carlos Palomo en la Candelaria) , que utilizando generosamente su tiempo y su dinero, han ordenado y sacado a la lúz este rico patrimonio. Hoy se nos muestra de manera fehaciente el discurrir de las Hermandades y por ende la Historia de la Ciudad. Ambas van inseparablemente unidas de la mano. Los archivo parroquiales son una fuente donde de manera inexcusable tienen que beber los que quieran indagar sobre nuestro pasado.


Los retos a los que se enfrentan las Hermandades en el Siglo XXI son múltiples y novedosos. Afortunadamente estos se están acometiendo con bastante rigor y el proceso de adaptación está siendo muy estudiado y comedido.

Dos de los elementos mas interesantes serían: la plena incorporación de las mujeres (todavía con algunos islotes que se resisten a ser conquistados por la razón) y la aparición de nuevos avances tecnológicos. Ya el trabajo administrativo en las Hermandades está todo informatizado y aparece una extraordinaria novedad que aglutina a nivel informativo/formativo a muchos hermanos. Hablamos lógicamente de Internet


Esto ha posibilitado que cofrades que, por cuestiones profesionales o familiares , estén desperdigados por el mundo puedan estar al tanto de cuanto acontece en su Hermandad.


Se pueden conjugar temas de actualidad con aspectos históricos. Evidentemente todo es manifiestamente mejorable. Pues hay que actualizar sus apartados con más frecuencia. Internet es una herramienta valiosísima pero no funciona por sí sola, más bien hay que dotarla de contenidos que la hagan interesante y que sean vertebradores entre los hermanos cofrades.

Esto, unido a que algunos Boletines son todavía bastante pobres en sus planteamientos y con unos argumentos poco atractivos, hacen que Internet tenga la llave del presente y del futuro. Cada cosa en su justo sitio. Los cultos en las iglesias. La Semana Santa en la calle. La fe y el cariño a unas imágenes en el corazón. Dejémosle pues a Internet la posibilidad de que podamos obtener más información / formación de nuestras Hermandades.


Esta ventana cofrade donde os “castigo” cada semana –lunes, miercoles y viernes-- con mis Tomas de Hora es un ejemplo edificante de cuanto aquí comento. Desde la misma y siempre contando con la inestimable ayuda de Salvador Gavira, expreso mis opiniones sin que estas estén supeditadas a líneas editoriales ni a intereses partidistas. Digo lo que pienso, y lo hago siempre desde el respeto y el profundo cariño que siento por esta bendita Tierra de María Santísima. Como cantaría José Mercé con su extraordinario eco flamenco jerezano y universal:



Abre la ventana
que avive la mañana
el cuarto y la cocina
Aire, aire……
Aire nuevo,
aire fresco pa la casa,
que tenga la puerta abierta
la alegría pa la casa
Aire, aire…….



Pues eso, aire, mucho aire fresco para esta Ciudad nuestra que se asfixia –o lo intentan- , ante la cerrazón y el falso modernismo de una cohorte de mentecatos que ni la aman ni la sienten. Aire, aunque sea internauta, pero aire fresco “pa” la casa.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El rostro humano de la Crisis.



José Manuel tiene 42 años de edad. Está casado y es padre de un niño de 12 años y una niña de 10. Trabaja ininterrumpidamente desde los 16 años. Desde hace 15 es verificador de una cadena de montaje en una fábrica de coches. El pasado viernes llegó a su casa apesadumbrado y le dijo a su mujer que se habían cumplido los negros presagios. Lo han dejado sin trabajo. Va a estrenarse por primera vez como demandante de empleo en las oficinas del INEM.

Elena tiene 27 años de edad. Pensaba casarse la próxima primavera. Junto con su marido, que es cartero eventual, se han embarcado en la hipoteca de un piso. Se lo entregaban a primeros de año. Trabaja de administrativa, con contrato eventual, en una empresa del Ramo de la Alimentación. El viernes pasado le han confirmado que no pueden renovarselo debido al bajón de las ventas. No sabe si el último período cotizado le dará para una prestación de desempleo.

Evelina tiene 53 años de edad y está separada. Es cubana y en la Isla ejercía de Profesora de literatura y Traductora de inglés. Llegó a España, hace 7 años, buscando el respirar aires de libertad y poder conseguir nuevos y más amplios horizontes. Aquí se encontró con la cruda realidad del día al día. Lleva sobre sus espaldas, durante la semana, las faenas domésticas de cinco casas. Aparte, en días alternos cuida de noche a ancianos enfermos. Vive de alquiler en un barrio del extrarradio y tiene a su cargo a dos hijos y a una hermana con Síndrome de Down. El viernes pasado le han dicho en cuatro de las casas que ya no pueden pagarle sus servicios. Nunca ha cotizado y no tiene posibilidades de acogerse a la cobertura del desempleo.

Nikolai tiene 35 años y es rumano. Lleva 4 años en Sevilla. Su mujer y sus 3 hijos se quedaron en Rumania a la espera de que algún día puedan reagruparse de nuevo. Vive, junto con 4 compatriotas,en un pequeño piso de la Barrida del Rocío. Trabaja en la construcción donde le pagan como y cuando quieren. Un inciso: mal asunto es que los sindicalistas “liberados” del yugo del trabajo se olviden que su función (de funcionarios) consiste en defender a los trabajadores más desprotegidos. A Nikolai le dijeron el pasado viernes que las obras están paralizadas por la bajada de ventas de pisos y que no vuelva ya al tajo el próximo lunes.

Estos ejemplos, reales como la vida misma, son una pequeñísima muestra de la catarata de casos similares, o peores, que empiezan a caer sobre nuestra sensibilidad mas solidaria.

Es el rostro humano de la crisis. Aquí no hay G-20 ni G-8. No se adentra nadie en el discurso político/económico/social de la temida Recesión. Por cierto, tardó un poco nuestro Gobierno en pronunciar este –parece ser que maldito- concepto. Había CRISIS y de las gordas.

Se están buscando soluciones –entiendo que desde las mejores intenciones- en todos los frentes políticos y financieros para tapar este enorme y fraudulento agujero. Si los grandes expertos en la materia (hablamos incluso de algunos Premios Nobel de Economía) no se ponen de acuerdo sobre las posibles soluciones, poco puede uno aportar desde su ignorancia.

Los más sensatos y sesudos argumentan que se han dado un cúmulo de circunstancias negativas dentro del marco de un capitalismo ultraliberal y conservador. Abuso de poder, y de recursos procedentes de los ciudadanos, por parte de no pocos políticos corruptos. Guerras costosísimas y que están perdidas de antemano por tratarse de enemigos imaginarios. Dictadura y usura a discreción por parte de una banca a la que los Gobiernos se dieron prisa en ayudar financieramente (¿).

Muchos factores concatenados que han hecho que la Sociedad del Bienestar se haya ido literalmente al ca….. de la noche a la mañana.

¿Remontaremos el vuelo?. Sin duda, aunque parece ser que seremos de los últimos, y nos llevará tiempo remontar hacia una nueva normalidad de falsas clases medias. Para que los “brotes verdes” se conviertan en un bosque, habrá que esperar un largo periodo. ¿Aprenderemos o aprenderán de los errores cometidos?. Aquí si se me plantean serias dudas sobre el particular.

Mientras tanto cabe preguntarse ¿Qué será de los José Manuel, los Nikolai y de las Evelinas y Elenas?. Van a pasarlas canutas.Vamos todos, directa o indirectamente, a pasarlo mal. Solo nos queda la solidaridad y que nuestro Gobierno acierte –alguna vez- con las médidas de protección social y económicas. Está en el aire nuestro presente y el futuro de nuestros hijos y nietos. Seamos moderamente optimistas y recordemos las palabras de J.F.Kennedy cuando dijo…..”no preguntes que puede hacer tu Pais por ti, preguntate que puedes hacer tú por tu Pais”.

Nosotros estamos preparados, como si fueramos costalero de nuestra Semana Santa, para cuando nos digan: …”a está é”. Pero cabe preguntarse ¿son de garantía el Capataz o los capataces que nos mandan?. Yo, sinceramente, lo dudo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Se llama Flamenco y no Flamenko



La relación del Flamenco con el Canal autonómico andaluz la podemos calificar cuando menos de discontinua y escasamente productiva. Ha habido momentos de cierta brillantez y otros de escasa calidad en las formas y en el fondo. Los programas de Flamenco daban saltos en los horarios de la programación sin previo aviso, y situándolos en horas imposible de sostener una audiencia medianamente interesante (es decir interesada por el fenómeno musical-cultural del Arte Jondo).

Existe un referente flamenco en la 2 de TVE (todavía en blanco y negro) llamado “Rito y Geografía del Cante”, que a la postre se nos antoja como el máximo exponente en calidad y cantidad de cualquier propuesta televisiva flamenca. Sus elaborados guiones bajo la excelente batuta de José Mª Velázquez Gaztelu, nos hicieron vibrar con un Cante Flamenco pletórico de verdad en cualquiera de sus variantes. Cantaores/as, zonas cantaoras, estilos y circunstancias sociales de las mas heterogéneas, daban calor y sabor a un más que excelente Programa de Flamenco.

Podíamos pasar de una estremecedora Perrata a un jovencísimo Camarón de una manera absolutamente natural. El Programa destilaba Arte Flamenco por los cuatros costados, y su revisión actualizada –absolutamente recomendable su adquisición- no ha hecho más que enriquecerlo considerablemente.

La eterna, perniciosa y –a mi entender- falsa polémica entre la ortodoxia y la heterodoxia en el Flamenco –y en el Arte en general-, quedaba sutilmente superada en este Programa abriéndole puertas al campo. Toda expresión artística se mueve –o debía- entre el clasicismo y el vanguardismo. Entiendo por clásico aquello que no solo supera el paso del tiempo sino que se engrandece con el mismo. Por vanguardia debemos entender la lógica y absoluta necesidad de los artistas, de utilizar el campo de la experimentación para abrir nuevas fronteras. Será el tiempo en definitiva quien determine que conceptos cuajaron, y cuáles quedaron aparcados con la etiqueta de falso modernismo.

El pasado 22 de octubre, el Canal televisivo andaluz inició una nueva aventura flamenca a la que han puesto el nombre de “Flamenko”. Aún admitiendo que lo importante es el fondo y no las formas, considero un craso error el titulito del Programa de marras. Vamos por parte: Flamenco se escribe con C de Cantiñas de Pericón. Con C de Cartageneras de Chacón. Con C de Colombianas del Niño Marchena. Con C de Carceleras del Puerto. Con C de Caracol. Con C de Camarón de la Isla. Con C de Callejones andaluces donde deambulan de noche los quejíos de gozo y pena del Arte Jondo. La K se la podemos dejar a los salvajes callejeros que en el País Vasco reciben el nombre de la Kale Borroka. Vamos ahora con el contenido del primer programa emitido.

Se utilizaron tres elementos fundamentales. A saber: el Cante Flamenco pseudo-camaronero-carcelario (Flamenco-marginación). Un recorrido por los garitos flamencos de Barcelona (Flamenco-golfo) y los preámbulos de un macroconcierto de Pitingo en Sevilla (Flamenco-mentirijilla). Unas pinceladitas sobre el Centenario de Manolo Caracol y poco más que añadir.

El Flamenco, con algo más de dos siglos de existencia, estaba inmerso en sus origenes –en la llamada etapa hermética- en una nebulosa de descrédito absoluto. Si había noticias del mismo era en las páginas de sucesos y nunca en las de cultura. Esto ha motivado que históricamente no se haya podido concretar ni algo tan elemental, como el origen del nombre de los estilos –palos-.

Los tres pilares sobre los que sustenta la raíz del Flamenco (el Cante) han sido Silverio Franconetti, que le dió futuro y rigor; don Antonio Chacón, que le proporcionó arte y señorío y, Antonio Mairena, que lo impregnó de cultura y grandeza. Sin la aportación fundamental y activa de estos tres cantaores, sería hoy impensable escuchar Cante en el Teatro Real de Madrid, el Liceo barcelonés, el Maestranza sevillano o el Olimpia de París. Aparte de que ya universalmente es considerado un Arte de primerísimo nivel e importancia.

Pues nada, ahí tenéis el Programa televisivo de “Flamenko”. Ignoro como serán los sucesivos. Ojala sean de distinta factura. Pero si como muestra vale el primer botón, yo prefiero que a esa hora nos pongan un capítulo doble de “Arrayán”.

viernes, 9 de octubre de 2009

Mi tortuga Pastori


Demostrado queda hasta el infinito tanto por activa como por pasiva, que nuestro futuro está señalado a sangre y fuego por las fuerza del destino o para los creyentes por la intersección divina. Todo es relativo y el cielo azul celeste que hoy disfrutamos sobre nuestras cabezas puede convertirse en negros nubarrones y llover a mares:

Que tiene que llover,
tiene que llover,
tiene que llover a cantaros. (Pablo Guerrero)

O bien a la inversa que todo es posible en nuestra andadura terrenal. Dice una letra del Flamenco:


Nadie hable mal del día
hasta que la noche llegue,
yo he visto mañanas tristes
tener las tardes alegres.



Bien cierto es. Todo funciona a través de ciclos (incluyendo la propia existencia. Nacer y morir van unidos de la mano como la noche y el día) que emergen y desaparecen sin solución de continuidad. Nuestras relaciones en el amor, el trabajo, la familia, lo corporativo, los amigos y todo lo que esto conlleva nacen y mueren como las hojas de un almanaque. Nada es eterno salvo la Fe y los actos que nacen del Amor, la Solidaridad, el Sacrificio y el Arte. Decía Antonio Machado:


Y cuando llegue el día
del último viaje,
y este al partir la nave
que nunca ha de tornar;
me encontraréis a bordo
ligero de equipaje;
casi desnudo
como los hijos de la mar.


Ahí queda eso. Nunca se ha dicho ni se dirá mejor.


Como complemento sentimental teníamos en mi casa como mascotas a una perrilla teker, un canario que cantaba con la misma afinación que Manuel Vallejo y una tortuga tropical. Pues bien el primero que se ausentó (este de manera traumática y para siempre) fue el canario. En un descuido entró un ave carroñera en la terraza y lo destrozó en su jaula. Nunca le deis la espalda a los carroñeros que esos van directo a por tu yugular.
Después viví un hecho singular y de inolvidable recuerdo: mi hija primogénita se casó y formó su propio nido. Alzó el vuelo en toda su plenitud de belleza y esplendor. Dice la Alboreá gitana:

Bonita es la novia,
bonito es el novio,
bonita es la cama
de su matrimonio.


Hoy gozosa comprueba en su vientre como su futuro hijo va creciendo paulatinamente. Esta guapa a rabiar en su deseado embarazo, y que conste que no es pasión de padre.

En la actualidad vivo solo con mi tortuga. Debo reconocer que esta situación no me resulta nada traumática, y la depresión –toquemos madera- campa muy lejos de mi territorio sentimental. Todo lo contrario. Es el eterno descuelgue vivencial que se produce en el carrusel de la vida. Crecen, se hacen mujeres y hombres y se buscan la vida fuera de nosotros. Es ley de vida y como tal hay que aceptarlo. Las cosas son como son y no podemos luchar contra la naturaleza de las mismas. Soledad no es vivir solo, soledad es llamar al eco y que este te dé la callada por respuesta. Decía Winston Churchill …”al final del camino de la vida lo verdaderamente importante es estar en paz con tu conciencia”. Pues por ahí andamos. De nuevo cito a mi poeta de cabecera Antonio Machado:


Converso con el hombre
que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.



Así que en la actualidad y de manera temporal habitamos la casa –huérfana de voces y ecos- la tortuga y yo. Hemos establecido una relación de complicidad que hace que nos sintamos habitantes de un mismo espacio. Acecha mis salidas a la terraza –que es donde tiene su aposento inmersa en el agua de un barreño de plastico- para reclamarme con grandes aspavientos su ración de camarones secos. Siempre insaciable como la crisis económica que nos acecha por las esquinas del consumo, y nos pasa factura en las cajas de los supermercados. Reclama mi atención moviendo sus patas como molinetes de vientos y con su esférica boca abierta de par en par. Parece decirme….”dame camarones a discreción que ya vendrán los fríos e invernaré hasta la primavera. Portate bien o me largo al Parque del Alamillo”. Curioso animal este. De una longevidad extrema (algunas especies llegan a sobrepasar los ciento cincuenta años) planifica su vida a su libre albedrío. Saca la cabeza solo si en el exterior encuentra algo de su agrado y su lentitud de movimientos posibilita que el estrés sea ajeno a su propia naturaleza.



Parece decirme…”para que tanto correr si todos tenemos un día y una hora señalados de negro en nuestro calendario”. Lágrimas negras que tarde o temprano resbalarán por nuestro rostro. Su caparazón le preserva de agresiones externas y su cabeza y patas aparecen y se esfuman como por arte de magia. Aplicando las leyes de la naturaleza es previsible que su vida sea mas duradera que la mía –vamos que si hace falta yo firmó ahora mismo el empate- e ignoro que será de ella (o de mí) cuando esta surrealista relación nuestra se rompa. Mientras tanto seguiré aprendiendo observándola y la obsequiaré copiosamente con raciones de camorones secos. Intento evitar que al volver un día al piso me encuentre el barreño vacio y una nota pegada con fixo en la pantalla del ordenador que diga: ”ahí te quedas pringao que yo me largo con mi gente a las Islas Galápagos”.

Por mí seguro que no vá a quedar y voy a mimarla cuanto esté en mi mano.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El Tiempo de las hojas caídas


Cuando escribo este “Toma de Horas”está dando su último suspiro la tarde de un domingo 20 de septiembre del 2009. En el reloj de las horas están a punto de dar las nueve –en el de los días las cosas van por otras coordenadas-. Me siento en el ordenador sin saber ni tener un tema predeterminado para cubrir un nuevo “Toma de Horas”. El Betis acaba de ganar en Albacete. El ayer Eurobetis de donmanué, hoy hace equilibrios en navajas albaceteñas, por tierras manchegas, en busca de su sitio natural: la Primera División. Como por arte de magia aparece Camarón en el Canal flamenco de Internet. Empieza a cantar el “Romance del Amargo” de Federico García Lorca. Canta “El Pijote”con su inigualable voz impregnada de aires salineros:


- El veinticinco de junio
le dijeron al Amargo:
ya puedes cortar si quieres
las adelfas de tu patio.

Pinta una cruz en la puerta
y pon tu nombre debajo
porque cicutas y ortigas
nacerán en tu costao,
y agujas de cal moja
te morderán los zapatos.
(………………………………………)



Ya empezó a rodar, en todos los aspectos, eso que eufemísticamente llamamos “el nuevo Curso”. Renovarse o morir, o morirse con las no siempre acertadas renovaciones. Al final todo queda reducido a los estados de ánimo de cada uno, motivado por la circunstancias personales que atravesemos. Para mí, a que negarlo, en lo personal empieza una etapa verdaderamente ilusionante: la más que inminente posibilidad de estrenarme como abuelo. Mi hija me comentó hace poco días que aparte de que el embarazo va viento en popa, la ecografía le confirma que en su vientre late el corazón de un sevillano. Se llamará Rafael como su bisabuelo –mi padre- y como el genio italiano de la pintura del Renacimiento (Raffaello). En su futuro DNI figurará un nombre rotundo y de hermosa pronunciación sevillana: Rafael Muñoz Franco. Muñoz por su padre y como Muñoz y Pavón, el canónigo que defendió el funeral de Joselito el Gallo en la Catedral. Franco por su madre y recordando la sevillanía de su abuelo Rafael Franco “Niño de San Nicolás”, y agarrado amorosamente al sevillano martillo de un capataz de capataces del mismo nombre: Rafael Franco Rojas.

Lo cierto es que ya ha empezado a moverse el mágico círculo de la Ciudad. Cuando este Toma de horas vea la luz del amanecer sevillano, se habrá celebrado el Triduo en el Salvador de la Virgen de la Merced, espléndida tras ser hermosamente restaurada.

Dentro de poco rebuscaremos en nuestro armario –fijarse si queda alguien dentro- alguna ropa de abrigo. Chaquetas de fina textura o chalecos finos de pico con reminicencias a los Almacenes Peyré o Algarín Hermanos. Con el cambio de hora los días serán más cortos y las noches más largas. Tiempo de lecturas sosegadas y paseos por una Ciudad que hecha el cierre de sus persianas antes de que muera la tarde. Ya habrá sido cautivo y desarmado el pegajoso espíritu del duro y correoso verano sevillano. Tardará algún tiempo en que nuestro primer comentario mañanero sea….”ojú, vaya nochecita de caló. No se ha podido pegar un ojo”. Ya todo será distinto y el reloj de los tiempos -no el de la horas- caminará con paso firme y decidido hacia lo que está por venir: los Días Grandes de esta vieja y sabia Ciudad. Un buen amigo –al que quiero dedicarle para que lo conozcan un Toma de Horas- dice que Sevilla se disfruta en los sueños y, se padece en las realidades. Dicho queda.

Visitar el Alcázar una mañana de sol otoñal. Sentir crujir las hojas bajo nuestros pies a la salida de la Basílica del Señor de Sevilla. Caminar pausadamente un lunes cualquiera por el ángulo callejero y sentimental de Pajaritos, Abades, Aire y Federico Rubio, hasta desembocar en la Placita de Ramón Ybarra. Luego entrar en San Nicolás y sentarse a contemplar el divino rostro de la Reina de la Judería, Señora de la Candelaria.

O ver llover tras los cristales con la mirada perdida hacia la cornisa del Aljarafe –el que se sueña más que se ve-, percibiendo olores de pan de pueblo, a carrilladas pro-colesterol y a mosto recien parido de la uva. Nadie lo dijo nunca como Serrat:


Llueve
detrás de los cristales, llueve y llueve,
sobre los chopos medios deshojados
sobre los pardos tejados,
sobre los campos llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.

La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada de otoño.
(…………………)



Poco queda por añadir. Mejor no tocar la rosa, que diría el Poeta de Moguer. Esa es en definitiva la esencia del alma sevillana: ser siempre niños eternos en busca del paraíso soñado.

lunes, 5 de octubre de 2009

El saludable ejercicio de la discrepancia


Debatir, polemizar o simple y llanamente discutir, pueden parecer ramas de un mismo árbol, pero son conceptos antagónicos y que nada o poco tienen en común. Es un ejercicio saludable y necesario–tanto intelectual, cómo política o socialmente- debatir nuestras ideas con la de los demás. Sobre todo si no fluctúa en el diálogo el fantasma del adoctrinamiento o el fundamentalismo en cualquiera de sus variantes.


Cuando tratamos de imponer nuestras teorías elevando el tono de la voz en detrimento del peso de nuestras argumentaciones, poco bueno puede esperarse. Dialogar consiste fundamentalmente en saber escuchar, sobre todo cuando valoramos los comentarios o rectificaciones que se nos hacen desde el rigor, la objetividad y el afecto.

Nada nuevo bajo el sol. Nadie posee la llave de la verdad absoluta en ningún campo de la vida, y por tanto no está de más sacar las ideas a pasear de cuando en cuando. Traigo a colación una frase que me repetía de continuo mi abuelo Félix:…..”Un amigo es aquel que te crítica en tu cara y te defiende a tus espaldas”. ¿Cuántos habemos de esa hornada?. Creo que se pueden contar con los dedos de una mano.

Afortunadamente, dispongo de un círculo de amigos íntimos a los que veo periódicamente, y donde estoy seguro que estas coordenadas se cumplen a rajatabla. Miguel Angel Fernández, Manolo Henares, Santi Pardo, Antonio Carrillo, José Antonio Zamora, Eduardo Pérez y el más caro de verse, Salva Gavira, son amigos entrañables con los que es un placer compartir vino, viandas y tertulias de las que agradece el alma y el espíritu. Sin embargo estoy completamente seguro de que si se nos hiciera un profundo test de personalidad, tendríamos entre nosotros muchas diferencias (más en las formas que en el fondo). Esto es profundamente positivo. Nos unen unos valores ético y estéticos –hoy en franca decadencia- y sabemos cultivar la amistad, y potenciarla desde el afecto, la diversidad y la tolerancia. Podemos discrepar sobre lo divino y lo humano, y ser capaces de mantener la sangre bien lejos de la orilla del río de la intolerancia. Nos encontramos cómodos y cómplices de sentimientos compartidos y verdades relativas. Cada vez que alguno hemos tenido alguna dificultad, he podido comprobar como el resto se pone -nos ponemos- manos a la obra para que el problema –al ser compartido- resulte menos traumático. Si algo me han enseñado los años, es a valorar en toda su grandiosidad la enorme importancia de la verdadera amistad. Digo más: en muchos casos –como el mío- ha resultado fundamental para poder navegar por los borrascosos mares de las realidades y los sueños. Un hermano te lo “regala” la vida, un amigo es un regalo que te haces a tí mismo.

Hoy vivimos en una Sociedad crispada, grosera e insolidaria en todas sus variantes. En lo político, lo cultural, lo social o lo espiritual (religioso) no se discute sometiendo las ideas al filtro de la dialéctica. Para nada, todos son exabruptos destemplados sin que exista el menor interés en confrontar o tan solo escuchar las opiniones ajenas. Solo si vienen de tu cuerda son bien recibidas. Hoy las famosa coordenadas del ejercicio intelectual de: leer, observar, vivir, reflexionar y actuar a pasado a mejor vida. Estamos inmersos, en todos los campos, dentro de “lo políticamente correcto”.



Algunas televisiones –afortunadamente no todas, pero sí la mayoría- han cumplido con suma eficacia la tarea de embrutecer al personal. Le han robado a las gentes la capacidad de pensar y por ende de discernir por su cuenta. Están –estamos- teledirigidos hacia una meta común: el acarajotamiento más pernicioso. Una Sociedad libre es una sociedad informada-formada, con un espíritu crítico y a la que resulta bastante complicado darles gato por liebre. Seamos realistas, esto no interesa para nada. A un antifranquista converso y confeso como un servidor le resulta paradójico que ayer el futbol estuviera considerado el opio del pueblo, y hoy exista un Canal futbolero de pago (con millones de telespectadores) y que dan una media de 150 partidos al mes. Vamos, que aún siendo un enamorado del buen fútbol me surge una pregunta: ¿Porqué lo que antes se llamaba alienación hoy se llama diversión sana y socializante?. Camelo del nueve en estado puro.

Lo dicho, ante la orfandad social, afectiva y espiritual que padecemos en esta Sociedad, lo más sano es configurar una tertulia de buenos amigos y disfrutar de los placeres que la vida pone a nuestro alcance. Un buen vino, una buena comida y una charla afectuosa y distendida es el mejor aval para conseguir un trozo de Gloria en la Tierra.

En Canal Sur Radio, poco antes de dar las siete de la mañana, hay unos minutos de reflexión religiosa patrocinados por el Arzobispado, en él mismo Rafael Sánchez Pallarés se despide con una frase antológica:…”Buenos días y, disfrutad del día que se os regala”. Pue eso, ni más ni menos.

jueves, 1 de octubre de 2009

El duro rostro de Satán

Hace unos días, en un pueblo de Tenerife, un uruguayo mató a su mujer y posteriormente la metió en un arcón. Después se suicidó tirándose por un barranco de más de veinte metros de altura (tenía que haber empezado por el final). Previamente había enviado a sus dos hijos, de cinco y siete años con una familia -uruguaya como ellos- que vivían en su misma calle. En el bolsillo del pantalón del menor de los niños la policía encontró un papel que decía textualmente:….”cuando lean esto mi mujer y yo estaremos muertos”.

Unos días antes, una “madre” en EEUU mató a su hijo de pocos meses. Le cortó posteriormente la cabeza a rodajas y….!se la comió!. Sin irnos tan lejos y más concretamente en la Muy Noble, Leal y Sufrida Ciudad de Sevilla, un asesino canalla que responde al nombre de Miguel Carcaño, ha cambiado de nuevo su declaración sobre el asesinato de Marta del Castillo, y de cómo se desprendió –se desprendieron- del cadáver de esta infeliz muchacha sevillana. En un alarde de criminal cinismo y con una sangre fría tan solo al alcance de las alimañas más crueles, vuelve a darle al Juez una nueva versión de los hechos y con esta ya van…..!cuatro!. Terrible el que estos padres y esta familia no puedan siquiera enterrar a su hija. Descansar de tan cruel incertidumbre, y sufrir el eterno duelo de los desconsolados que entierran a sus hijos. Son creyentes y esto debe ser el soporte donde poder agarrarse, e intentar sobrevivir en el duro día a día que les aguarda. Ahora mismo su mayor deseo es recuperar el cuerpo de su hija para darle cristiana sepultura.

Se me argumentará que los tres ejemplos expuestos anteriormente pueden considerarse como extremos y diabólicos. ¿Así lo creen?. Hoy día basta leer la prensa, escuchar la radio o ver la televisión para percartarnos de que el duro rostro de Satán se refleja en todos los espejos de la Sociedad. A una alarmante pérdida de valores éticos y morales, podemos añadir un evidente pasotismo a la hora de intentar remediar los males que nos aquejan. Hoy si el Mal está campando a sus anchas, es porque su antídoto natural –el Bien- ni está ni se le espera. Solo cuando un problema serio nos afecta personalmente, es cuando pretendemos que los demás lo conviertan en un problema colectivo. Siempre pensamos que serán otros desde instancias superiores los que tienen la obligación –en parte es bastante cierto- de reconducir a la Sociedad hacia metas más nobles y justas. ¿Y nosotros que podemos hacer para remediar este estado de cosas?. Unas pocas que –como miembro activo del escepticismo- creo que dejaremos en el baúl de las buenas intenciones. Podíamos por ejemplo hacerles ver a los políticos –de todo signo y condición- que nuestro voto no está cautivo de nada ni de nadie. Que nos pertenece, y que nuestro mayor aval democrático es el buen uso que de él hagamos. También procurando dinamizar la vida ciudadana en nuestros barrios, haciéndoles ver a los “funcionarios” que hoy dirigen las Asociaciones de Vecinos, que no somos monos de feria a los que torear de manera permanente. Podemos –y debemos- apoyar sin complejos todas las causas justas y tendentes a liberarnos del negro futuro que nos espera (sobre todo a nuestros hijos y nietos). Existen algunas personas honradas y eficaces en la política, el sindicalismo y los movimientos vecinales, aunque soterradas por los inventores y beneficiarios de “lo políticamente correcto”. Apoyemoslas sin fisuras.

Los Carcaños de marras son el fiel exponente de una Sociedad permisiva, pusilánime y anclada en una falsa “Progresía de salón”. Estos criminales son la punta del iceberg, pero no olvidemos que este se sustenta sobre la perniciosa y podrida base del salvajismo más atroz. Consecuencia directa de una “Educación” que desde hace mucho tiempo –en este sufrido país- hace aguas por todas partes. Ha triunfado plenamente el individualismo para el que hemos sido programados desde todos los frentes ideológicos. Nunca estuvo más de actualidad el:…”Yo soy yo y mis circunstancias”.

Si miran con disimulo –hacerlo sin tapujos nos puede acarrear funestas consecuencias- a ese grupito de jóvenes, y algunos no tan jóvenes, que se reunen en los aledaños de su bloque, y que solo tienen como meta las drogas, el alcohol, el sexo como dominación machista y el vandalismo más salvaje, no le quepa ninguna duda de que entre ellos hay un Miguel Carcaño en potencia listo para actuar. Le esperará despues de sus tropelías la fama mediática y la confianza de que en unos pocos años ya estará en la calle (el salvaje asesino de Marta recibe carta de “admiradoras” en la cárcel, y me han comentado –no he tenido “estomago” para averiguarlo en internet- que tiene un blog para recibir muestras de apoyo). Charles Manson en versión tristemente sevillana. No nos equivoquemos, si en el grupito que les comento puede haber de hecho un Miguel Carcaño, lo que es seguro es que cualquiera de nuestras hijas o nietas puede haber una Marta, y en nosotros a la postre puede haber un desconsolado Antonio del Castillo.