Sevilla, en los parámetros de sus más nobles tradiciones, siempre funciona dentro de un interminable círculo donde se funden las idas con las llegadas. Le decimos adiós al año que ya gastamos entre gozos y zozobras para rendirle pleitesía al Año Nuevo que comienza como siempre en la Plaza de San Lorenzo. El Señor de Sevilla alumbra el nuevo año desde los parámetros de la Fe y los elementos tradicionales-sentimentales que vertebran al Hijo de Dios con la Ciudad. Todo es nuevo y viejo a la vez y todo se retroalimenta de la memoria sentimental de sevillanas y sevillanos. Con un continuismo lleno de magia hispalense tomará el relevo el Señor de la Plaza del Salvador. El Señor de Pasión apasiona desde los albores del año que comienza para, con su imponente presencia, marcar pautas sentimentales donde se complementan lo humano con lo divino. Ahora, sí que sí, es cuando de verdad empieza a girar el círculo mágico de la Ciudad. El mismo que nos llevará a la visualización callejera del primer nazareno que veremos en la mañana del Domingo de Ramos. No es casual que sean el Gran Poder y Pasión quienes den comienzo a un nuevo capítulo de esta Historia interminable. Sevilla se nutre de la magia de sus círculos concéntricos. Las puertas nunca se cierran del todo y siempre nos dejan abierto un resquicio por donde de nuevo se nos colará la luz que todo lo sana y todo lo renueva. Volver a empezar cada andadura sentimental no deja de ser un permanente proceso histórico de renovación. Aquí nada se da por definitivamente cerrado y, por eso, no es cuestión casual y baladí que la palabra que le da a la sentido a la Ciudad sea la de Esperanza.
lunes, 9 de enero de 2023
miércoles, 4 de enero de 2023
Elena Huelva
La mañana previa al Día de Reyes se nos abre con la noticia, triste noticia, del fallecimiento de la joven sevillana Elena Huelva. Tenía 20 años de edad y padecía un cáncer que ha terminado con su joven vida (sarcoma de Ewing). Su lucha contra el cáncer se hizo viral en las Redes Sociales por su valentía y por ser capaz de narrar cada día sus ganas de vivir en circunstancias tan extremas. Siempre utilizaba un lema que era “Mis ganas ganan” que le dio título al libro que nos escribió para la posteridad. Elena se hizo influencer en una época donde este concepto está tan manipulado e influenciado por espurios intereses comerciales. Cuando ya los días los vives asomado al balcón de los epílogos existenciales estos ejemplos, tan rotundos de dignidad y lucha por la supervivencia, te dejan con la certeza, absoluta certeza, de que no todo está perdido. Esta muchacha sevillana ha perdido la vida y nos ha dejado un ejemplo imperecedero de lucha contra la irracionalidad de morir en plena juventud. Se va a la Gloria donde habitan los ángeles de Murillo y nos deja inmersos en la duda de que puede ser verdad que, a veces, Dios escribe con renglones torcidos.
martes, 3 de enero de 2023
El orden de las factores
En estos pasados días navideños, donde la Felicidad está presente fundamentalmente en las formas, nos damos cuenta de que no todo es cuestión de buena intenciones. Alterando el orden de los factores alteramos el producto. Desear Felicidad y a ser posible propiciarla es una de la metas más nobles a la que podemos aspirar los humanos. Los cristianos se muestran felices por el Nacimiento del Mesías que a la postre será el comienzo de todo aquello en lo que creen. La Historia interminable. Los no creyentes se muestran felices acorde con un clima de impostada bondad donde se cumple el axioma de “una vez al año ser buenos y felices no hace daño”. Es legítimo que cada uno afronte la Navidad acorde con su manera de pensar y sentir. Estos días se hace insoportable la “brasa” de aquellos que te explican de manera extensa y pormenorizada los motivos de su desafección navideña. Las personas estamos inmersas en un cúmulo de circunstancias personales y estas siempre van a determinar nuestra manera de afrontar determinadas efemérides. Por muy feriante que se sea si has pasado en los meses previos a la Feria por un trance doloroso es lógico y humano que no tengas “ganas de farolillos”. En los pasados días navideños me encontré en mis paseos matinales con un amigo del alma. Compartí con él mi infancia y juventud y en la actualidad compartimos achaques y recuerdos. Nos abrazamos y le deseo muchas felicidades. Después de felicitarlo le pregunto cómo le va (ahí se demostró que el orden de las factores es muy importante). Me dice que hace muy pocos días le detectaron un cáncer de colon. Con el añadido de que su hijo estaba en la UCI de la Clínica Santa Isabel con un cáncer de recto. A esta persona, tan solo unos minutos antes, la había felicitado efusivamente. Utilicé la felicitación de manual antes de utilizar la lógica del razonamiento. Primero preguntar cómo está y si todo va bien al despedirte le deseas felices fiestas. Una vez al año cubrir la soledad de las personas que viven solas no deja de ser un ejercicio de fariseísmo programado. Que ningún niño se quede sin juguetes es loable y legitimo pero tampoco estaría de más procurar que el resto del año tengan cubiertas sus necesidades más elementales. Si hiciéramos extensible a todo el año el “espíritu navideño” mucho mejor nos iría a todos. La Navidad ha generado a nivel cultural y artístico unas obras absolutamente majestuosas y tan solo por eso habría que rendirle pleitesía. Para los que de verdad profesan el cristianismo son días de reflexión interior y de gozos compartidos. Nace el Mesías y todo cobra sentido y se vértebra en torno a la Esperanza. Se hace más que evidente el noble deseo de procurar estar en paz con Dios y los humanos. El orden de las factores (sentimentales) procurando que no lo altere el producto (consumo). Vivir y a ser posible atrapando los momentos de felicidad. El orden de los factores desordenando nuestras vidas.
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