Ahora, cuando ya se vislumbra en el horizonte nuevas convocatorias
electorales, nuestros “queridos gobernantes” han decretado una serie de medidas
tendentes a paliar las necesidades más perentorias de los más desfavorecidos. Se trata de un perverso círculo
político-financiero donde primero se genera el aumento de la pobreza y luego se
intenta solventar demagógicamente una parte de ella. Nos enredan con los datos
económicos de la macro y la microeconomía (¡que sabremos nosotros, pobres
ilusos, de cuestiones económicas!) y desde nuestra programada incultura, eso
si, observamos que los ricos aumentan a la par que lo hacen los pobres.
Asistimos impávidos como nuestro actual Presidente de Gobierno (también nuestro
Monarca) alardean en el exterior del gran nivel de nuestros jóvenes científicos
sin ser capaces de crear unas condiciones dignas de trabajo que impidan su
exilio profesional. El bipartidismo en nuestro país parece ser que ya tiene
fecha de caducidad y esto, fundamentalmente, es debido al trato tan infame y
torticero que le han dado a las clases medias (las han desactivado
completamente) y trabajadoras (a muchos los han puesto en las puertas de
Caritas). Se presentan a las Elecciones
con un Programa Electoral repleto de medidas que a la postre siempre serán
incumplidas. Evidentemente, son las circunstancias y la “Herencia recibida” las
culpables de que todo haya quedado en buenos propósitos e intenciones. Cuando ya el ciclo de Gobierno está tocando a
su fin y se aproximan nuevas Elecciones tiran de manual para volver a
engañarnos. Ahora, de prisa y corriendo,
verán que pequeñas cosas de su Programa Electoral se pueden sacar adelante. Lo buscarán olvidado en un cajón y echarán
migajas por el suelo a la par que nos dicen…pío, pío, pío. Han conseguido, entre “tirios y troyanos”, que
caminen cogida de la mano la desvergüenza y la pobreza. ¡Que país!
domingo, 1 de marzo de 2015
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