“Si alta viene la marea
más alto están los cordeles
bailando por la azotea”
Hace unas pocas horas me llega la triste noticia del fallecimiento en su Lebrija natal del cantaor Curro Malena. Hace un par de días le había sido concedida la Medalla de Oro de la Provincia de Sevilla. Se llamaba Francisco Carrasco Carrasco (“Curro Malena” para la Historia del Arte Jondo). Los aficionados, los buenos aficionados, hemos sentido en un abrir y cerrar de ojos una sensación agridulce. El viernes nos alegramos de que le concedieran esta Medalla tan justamente merecida. Este sábado nos invadió la tristeza ante la noticia de su fallecimiento. Este cantaor gitano que siempre tuvo a su Lebrija natal como santo y seña era un claro ejemplo de autenticidad y de respeto a las raíces (las suyas) del Cante Jondo más genuino. El nieto de “La Rumbilla” era un manantial de ecos gitanos y lebrijanos que llevan al Cante por las veredas que conducen al alma de lo Jondo. Han sido muchas las noches de luna llena donde escuché cantar a Curro Malena en los Festivales de Verano. Aquello más que eventos veraniegos de Flamenco eran un movimiento asambleario donde se daban cita los buenos aficionados. Una época, puede que irrepetible, donde artistas y aficionados formábamos un corpus indivisible. Festivales que comenzaban a las diez de la noche con un cante por Soleá y terminaban al amanecer con el alma arañada por el cante por Tonás. Allí estábamos todos nosotros y allí estaba, entre otros, Curro Malena para poder demostrarnos que lo genuinamente andaluz es algo más que los fantoches disfrazados de andaluces de cartón piedra. Hace ya algunos años Curro sufrió un ictus que dejó su salud seriamente mermada. Vivió sus últimos años en su Lebrija del alma bajo el amparo, la protección y el afecto de su familia y su legión de amigos y admiradores. Curro Malena, ya a titulo póstumo, será Medalla de Oro de la Provincia de Sevilla. Los políticos, nuestros políticos, siempre llegan tarde a su cita con el Arte y la Cultura. Poco o nada puede a estas alturas extrañarnos. Valga como ejemplo que a la genial Lola Flores le dieron la Medalla de Andalucía veintisiete años después de su fallecimiento. Gloria eterna a Curro Malena que es como decir gloria eterna a Lebrija y al buen Cante gitano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario