lunes, 16 de septiembre de 2024

La lectura infinita




Con los avances  -enormes avances-  tecnológicos de los últimos años existían serias dudas de la supervivencia de los libros en papel.  Los visionarios de la cultura tecnológica ya nos avanzaban de manera apocalíptica el final de los libros en su hermosa versión tradicional.  Decían que el futuro de la lectura ya estaría íntegramente consolidado en los distintos artilugios donde el papel ya no estaría presente.  Afortunadamente esto no ha ocurrido así y los libros de papel, para regocijo de los buenos lectores y lectoras, siguen vivitos y coleando.  Nada existe más placentero que la lectura de un buen libro en su formato tradicional.  Abrir sus primeras paginas  es algo donde lo mágico aparece junto al placer de una nueva lectura.  El tacto percibido en las punta de los dedos al pasar las primeras hojas.  El olor a libro nuevo que te transporta al paraíso donde conviven en armonía los que disfrutan de la buena literatura.  En las librerías de libros antiguos y de ocasión nos adentramos, como náufragos de la lectura, en un mundo donde el pasado de los libros abandonados son nuevamente recuperados a la vida lectora.  Decía mi abuelo Félix  (maestro de escuela republicano) que el buen lector dispone de la mejor de las herramientas para no sentirse nunca solo.  Han sido muchas las Librerías que han desaparecido en Sevilla en los últimos años. Cuando se cierra una Librería se cierra un reducto vivo de la Cultura más noble y auténtica. Los libreros no solo nos vendían libros sino que nos asesoraban desde sus amplios conocimientos de libros y posibles lecturas. En el Mercadillo del Jueves está el gran Rodrigo que desde su puesto de libros nos asesora y nos da grandes momentos de felicidad al precio de uno, dos o tres euros.  La relación entre escritores y lectores siempre disponían del necesario puente que construían los libreros.  Desgraciadamente este tipo de libreros ya forman parte de un pasado perdido en los brazos del mercantilismo y la modernidad.  En la actualidad ya solo te preguntan si vas a pagar en efectivo o con tarjeta.  Todo lo demás sobra pues no te tratan como un lector sino como un comprador.  La lectura infinita como antídoto contra la desesperanza. 

jueves, 12 de septiembre de 2024

Sinatra reprise





Nadie ha pintado como Edward Hopper la soledad y la melancolía urbana.  Un canto a la vida que se ha quedado pendiente de vivir.  La nostalgia envuelta en sabanas de seda y con aromas de cigarrillos interminables.  Imaginemos una fría tarde otoñal de domingo en una ciudad de cualquier parte del mundo.  Es esa hora en que la tarde  se  empieza a morir en brazos de la noche que resucita.  La oscuridad  queda disfrazada entre las luces de neón.  En un bar su único cliente apura de manera parsimoniosa un último trago de whisky.  Sabe que al salir le espera la soledad de las almas solitarias. Ya hace tiempo que las prisas lo abandonaron para siempre.  Nadie le espera y él ya tampoco espera a nadie.  El camarero, tras la barra, seca lentamente con un paño dos o tres vasos recién fregados. Tampoco tiene prisas en cerrar pues ya sabe que el tren de su vida tiene boleto de ida y vuelta.  El cliente se levanta con parsimonia e introduce una moneda en el giradiscos.  Suena  “The Last Dance”  (El ultimo baile) de Frank Sinatra y ya todo empieza a cobrar sentido.  Ese es Sinatra: el cantor de la melancolía de los caídos en la batalla del amor.  A no poca gente de mi generación les ha costado descubrir al gran Sinatra por  entre los laberintos dogmáticos de nuestra juventud.  Se nos decía que había que descartar entre nuestras preferencias  al “cantante de los ojos azules” por ser “amigo de la Mafia”.  Un reduccionismo estúpido y sectario que se encuadraba en el pack del “buen progresista”.  Afortunadamente la madurez que dan los años pone a cada cosa en su sitio.  Hoy ya somos muchos los que hemos incorporado a Sinatra a nuestra cultura musical cotidiana.  Cuando canta Sinatra sabemos que estamos ante la mejor banda sonora de la pertinaz melancolía de los seres humanos.  Nadie cantará como Sinatra ni nadie podrá cantar nunca lo que canta Sinatra.  Los extraños en la noche saben que al final se trata de vivir cada uno a su manera.  Suena la voz de Frank Sinatra en las noches eternas de claros de luna y de romances soñados. Suena en las mañanas alegres y, sobre todo, en los atardeceres abiertos hacia la noche.  Retumba como un eco lejano en los cajones de las mesillas de noches donde se guardan los amortizados  anillos de bodas.  Con una melancolía que no reconoce más frontera que la establecida entre el gozo y la pena.  Suenan las canciones del alma.  Sinatra reprise. 


martes, 10 de septiembre de 2024

La XXIII Edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla




“Sevilla es al Flamenco lo que Roma al Cristianismo. La simbiosis perfecta entre el fondo y las formas”

Mañana comienza su andadura, flamenca y sevillana, la XXIII Edición de la Bienal de Flamenco. El mayor y mejor evento internacional del Arte Jondo. Desde el 11 de Septiembre hasta el 5 de Octubre la Ciudad se llenará de soniquetes flamencos por todos sus más bellos rincones. Se ha escogido un plantel de grandes artistas y se ha dotado al evento de diversos y bellos escenarios para su puesta en escena (algunos, como los Jardines de Murillo o el Alcázar, en espacios exteriores). Todo para que la magia del repeluco bajo las estrellas sepa que aquí (en Sevilla) siempre tendrá las puertas abiertas. Nos queda la espina clavada del cierre (¿temporal?) del Teatro Lope de Vega que a la postre se nos representa como la joya de la corona hispalense. ¡Lo que mis ojos han visto y mis oídos han escuchado en ese sagrado recinto! La tarea de dirigir este complicado y majestuoso evento Flamenco ha recaído en Luis Ybarra. La mayor critica que ha recibido a priori es la de ser demasiado joven para esta gran responsabilidad. ¿Hasta cuando los sempiternos “flamencólogos de guardia” van a considerar un gran defecto el ser joven? He leído algunos de los libros que ha escrito Luis Ybarra y, sinceramente, creo que la Bienal está en muy buenas manos. ¿Ausencias? Sin duda. A mí me salen media docena de artistas. Asumo que no pueden estar todos pues, en algunas ocasiones, las fechas de los contratos dictan su inapelable sentencia. Me llama poderosamente la atención que en el programa de inauguración (dedicado a Paco de Lucía) no esté omnipresente su mayor heredero que es el gran Vicente Amigo. Ignoro las causas de esta ausencia y algunas otras. No es conveniente ni racional hacer conjeturas sobre lo que ignoramos. Creo que todavía la Ciudad no ha hecho suya la Bienal. La Ciudad y el Flamenco de la Bienal están pendientes de una vertebración sentimental-cultural y eso siempre será una asignatura pendiente. El primer paso seria en considerar que Sevilla también lo es en sus confines periféricos. Se han hecho algunos avances pero queda todavía un largo camino por recorrer. Disfruten de la Bienal los que todavía navegan por los mares de los sueños subidos en la barca de las ilusiones jondas. Sevilla bien merece esta gran Fiesta.