Cuando en mis paseos mañaneros coincido con mis colegas generacionales y ante mi pregunta de que tal están la respuesta, invariablemente, siempre es la misma: "Bien, estoy bien, pero me noto muy cansado " Evidentemente se trata de un cansancio psicológico que termina debilitando el estado físico. La Sociedad en general ha padecido una situación inedita y de una extrema gravedad. Padecimos un confinamiento de meses donde la incertidumbre era el pan (amasado en las cocinas) nuestro de cada día. La gente mayor ha pagado un altísimo precio con sus vidas apagadas, en muchos casos, sin el consuelo de una mano amiga que les acariciara la frente. Ahora, los "puretas " supervivientes de la Pandemia, andamos como zombis enmascarados por las calles del alma que ya apenas nos reconocen. El no darnos por vencidos forma parte del ADN de nuestra generación y sabemos, por propia experiencia, que los negros nubarrones siempre terminan vencidos por la luz del sol. Nos pondremos la tercera vacuna y cuantas más hagan falta para seguir dando ejemplo de sensatez y civismo. Tampoco es plan de darle ventaja al virus y que nos den de baja en esta bendita tierra. Cansados pero nunca vencidos.
jueves, 25 de noviembre de 2021
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