martes, 18 de enero de 2022

El palo

"Vivimos en un mundo que es la caverna de Platón con Netflix "  -Pascal Bruckner-


"Los palos" es una excelente obra de teatro fruto del gran talento del recordado y admirado Salvador Tàvora. Los palos, en el mundo del Flamenco, es como se conocen los diferentes estilos que configuran el Cante. Por estos lares a los perezosos de almas y, sobre todo de cuerpos, se dice de ellos que "no dan un palo al agua". En el argot del mundillo de la delincuencia se llama "dar un palo" a perpetrar un atraco. En clave de Makinavaja "un palo" es desvalijar a un "pringao ". Existen infinidad de palos y todas sujetas a diferentes interpretaciones. Lo que ocurre es que el palo que voló el pasado sábado en el Benito Villamarín lleva trazas de convertirse en el palo más famoso de la Historia de Sevilla. Por cierto: el salvaje lanzador ya ha sido localizado, detenido y puesto en libertad. Después de el "palazo " ya todo ha transcurrido dentro del más puro surrealismo. El Derbi sevillano empezó el sábado cuando la noche pedía paso y terminó la tarde del domingo cuando, invariablemente, los palos de nata imponen su dictadura de colesterol en las mesa-camilla. Las Redes Sociales mostraron una vez más que son cualquier cosa menos sociales. Muchos han sido los comentarios vertidos desde todos los frentes como para ahondar en este modesto Blog que no llega a la veintena de visitas diarias. Desde mi barrera verdolaga no me duelen prendas en reconocer que las declaraciones de Ramón Verdejo "Monchi " fueron de quitarse el sombrero. Aunque hoy, por exceso, la palabra Derbi está muy devaluada en el mundo del fútbol existen dos que reúnen todos los condicionantes para serlos. Me refiero a los Boca-River y, evidentemente, a los Sevilla-Betis, este "deporte" cada día más envilecido y comercializado, se nutre de la pasión irracional que nos lleva en volandas al puerto de los sentimientos. En nuestra Ciudad siempre fue socializante y las sanas polémicas y la guasa sevillana fueron sus aditamentos más importantes. Cuando se traspasan las líneas de la concordia aparecen el fanatismo y la violencia verbal y física. De las medidas que tomen las autoridades con la imprescindible colaboración de los directivos futboleros dependerá que esto no se convierta en males mayores. Vivimos en una sociedad con escasos valores éticos y todo , incluyendo al Fútbol, está sujeto al perverso imperio de la manipulación. Es lo que pasa cuando hemos renunciados de ser tertulianos para ser pasivos oyentes de manipuladoras e interesadas tertulias.







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