Palabras y conceptos

“Quién sabe hablar no necesita gritar. Hablar es ordenar la cabeza”. (Gèrard Garouste)

Hoy, en este mundo tan confuso y voluble, las palabras adquieren un contenido conceptual tan confuso que una palabra puede significar una cosa y la contraria. Si decimos que aquello “estaba de gente hasta las trancas” suena encuadrado dentro de la negatividad. Si a la misma situación la llamamos como “Overbooking” la cosa ya cambia. Mismo contenido pero distinto continente. Visitar con frecuencia una tienda de ropa vieja o usada está mal visto en una Sociedad que lo tira todo (incluyendo los principios). Si comentamos que este chaleco lo compramos en una tienda “Vintage” quedamos como alguien adscrito a la modernidad. Llamamos a los rateros (“chorizos” de toda la vida) malversadores y ya parece que apropiarse de lo ajeno es algo alejado de la delincuencia. Todo queda contextualizado en las palabras antes que en los conceptos. Hoy se blanquea todo, desde el dinero conseguido de forma fraudulenta hasta los asaltos al Estado de Derecho. Cuando admitimos que existen jueces conservadores o progresistas damos por hecho que los temas jurídicos se resuelven a través de los posicionamientos ideológico (ufff…mal asunto). Lo importante es utilizar el lenguaje (¡pobre castellano, cuántas barbaridades se cometen contra tu idiosincrasia!) como una tapadera para que las alcantarillas no desprendan el fétido olor de la corrupción. Todo queda camuflado en palabras anglosajonas o en la utilización de una terminología difusa y poco aclaratoria. Lo importante, lo verdaderamente importante, es conservar el Poder aunque haya que pactar con el mismísimo diablo o conquistarlo a cualquier precio. Gobierno y Oposición; Oposición y Gobierno confundiendo a tirios y troyanos entre las palabras y los conceptos. Creo que todo empezó a torcerse cuando en Sevilla a los “calentitos” de toda la vida empezaron a llamarle “churritos”. A las palabras se las lleva el viento pero ¿quién se está llevando los conceptos? La RAE las junta (las palabras) y después en aras de la modernidad son disueltas y vaciadas de contenido en el campo de lo “políticamente correcto”. Palabras y conceptos.