martes, 9 de septiembre de 2025

Sabina o el culmen de la poesía urbana

Dentro de su Gira de despedida la semana pasada estuvo Joaquín Sabina en Sevilla. Fueron tres noches memorables en el mágico recinto de la Maestranza sevillana. Se despide de los escenarios este juglar contemporáneo que se nos representa como el gran poeta urbano español de los últimos tiempos. Forma junto a Joan Manuel Serrat un dúo irrepetible donde la figura del cantautor alcanza sus cotas más altas y sublimes. Joaquín Sabina asume que el paso de los años va dejando unas secuelas que le va mermando paulatinamente la capacidad para desarrollar con plenas garantías su profesión. Aunque en el caso de este andaluz de Úbeda siempre valoramos más lo que nos cuenta por encima de como lo cuenta. Nos da exactamente igual que ya su manera de cantar esté más dentro del recitado de que la canción pura y dura. Que peleen los gladiadores que los poetas ganan siempre sus batallas con la fuerza emocional de la lírica. Ver a Joaquín Sabina encima de un escenario es siempre un ejercicio de reencuentro con nosotros mismos. Somos lo que fuimos y nunca lo que seremos. Vivimos en un mundo complejo donde la perversión y el despotismo de los que mandan se complementa con el vasallaje y la servidumbre de muchos de los que obedecen. Sabina, Joaquín Sabina, se nos representa como un oasis de libertad y camaradería. Se fue Serrat y se va Sabina pero siempre nos quedarán sus canciones como antídoto contra la desesperanza y la incertidumbre de estos tiempos tan complicados. Como pasó siempre, el Arte y la Cultura como frentes irreductibles ante la barbarie y la sinrazón de los poderosos que dominan nuestras vidas y haciendas. Si alguna vez el mundo se extinguiera siempre habría flotando en el aire un trozo de papel donde un poema nos recordaría que el alma existe. Cuando ya los escombros nos muestren el camino de la ruina absoluta sonará a través de una ventana derruida una canción, una copla o un cante. El Arte, los artistas, como fieles salvadores del naufragio de los seres humanos. Sabina se nos va alejando mientras en el tocadiscos su voz, ronca de noches de bohemias, nos dan un soplo de aire fresco. Suenan sus canciones en el sitio sentimental donde siempre nos darán la una, las dos y las tres. Eterno Joaquín Sabina.

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