jueves, 2 de abril de 2009

La Hora D.

Ya, sin más preámbulos que llevarse a los sentidos llegará la Hora D en un abrir y cerrar del alma. D que viene de Domingo de Ramos. D que nos sabe a Dicha compartida. D que nos llevará a Deambular por las calles de la Ciudad en busca del Hijo de Dios y su bendita Madre. D que nos marca una cita ineludible con nuestros queridos Difuntos. D de Despojado. D que nos transporta a la gloria sevillana en estos siete Días. Domingo soñado todo un año. Dolorosa Amargura. Dios hecho hombre por la rampla del Salvador en una Borriquita y de nuevo la máquina del tiempo y la memoria sentimental vuelven a ponerse en movimiento. Todo armoniosamente configurado para que todo parezca nuevo y eterno a la vez. La Pasión de Jesús al sevillano modo. Llega la Hora D. La Hora de la Dulce espera concluida.


Arrancaremos en la mañana del Domingo de Ramos visitando cuantas capillas nos permita nuestra capacidad de aguante. Volveremos a emocionarnos ante los pasos preparados para tomar amorosamente la Ciudad. Todo estará dispuesto para si Dios y la lluvia lo permiten volver a darle al mundo una lección de amor, sensibilidad, arte y fé. Los sevillanos no decimos nunca que nuestra Semana Santa es la mejor de todas. ¿Para qué?. Nosotros sabemos lo que tenemos y nuestra obligación es ayudar dentro de nuestra modestia a su continuo esplendor. Alguien dijo, que la diferencia fundamental entre los franceses y los italianos es que los primeros se creen el ombligo del mundo y los segundos no se lo creen porque saben que lo son. Pues por ahí andamos. Ya todo está consumado. La Cuaresma toca a su fín. Enrique Henares dio su Pregón. Como todos esperabamos y sabíamos cortó orejas y rabo. ¿Alguien podía dudarlo? Terminó el tiempo de Quinarios y el trasiego de las Casa de Hermandad. Ya todo está matemáticamente dispuesto para que una voz emocionada nos diga….”a esta é”


Guardaré con doble vuelta de llave esta “Toma de Horas”en el baúl de los sentimientos hasta que el Resucitado entre en Santa Marina. Tiempo habrá de elaborar analisis y balances sobre lo vivido. Ahora toca perderse por callejuelas y plazuelas que posiblemente solo pisemos en estas fechas. Busquemos nuestros mejores momentos para sentirnos vivos y emocionados. Detrás de un antifaz con un cirio o una cruz. Con una vara o una insignia. Debajo de un costero. Con una corneta o un tambor. Inmersos en la bulla. Sentados en la Carrera Oficial. Con lágrimas de melancolía ante la pantalla de una televisión local. Trabajando por los demas para que todo salga perfecto. Haganle caso al insigne poeta Joaquín Caro Romero cuando dijo en su pregón que …..”la vida es una semana”.

Pues eso, a vivir plenamente lo que se nos ofrece en toda su plenitud. Sed felices y hasta despues de estos siete diás de Gloria si así lo permite Dios y la Madre Andalucía.

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