martes, 28 de abril de 2009

Se vende. Se alquila. Se traspasa.

En una gran proporción el caserío urbano (ignoro el campestre) de Sevilla está en venta o como mal menor se alquila. Pasear por cualquier zona de nuestra Ciudad, lo mismo dá que sea céntrica o de las afueras, es encontrarse con un enjambre de carteles en pisos,casas o locales comerciales donde se nos comunica a través de un teléfono de contacto que se le está buscando nuevo propietario o inquilino. Los motivos de que sus actuales propietarios quieran cambiar de aires serán de lo mas variopinto, pero en todas habrá un denominador común: no corren tiempos de bonanza. Es hora de vender y pocas de comprar. La necesidad aprieta y los bienes de que se disponen y su puesta a la venta en el mercado, se presentan muchas veces como la única solución para salir del atolladero. Serán posiblemente muy pocos, los que vendan o alquilen sus viviendas o locales sin que el fantasma de la crisis haya aparecido sobre sus vidas.

Los datos que aporta la Encuesta de Población Activa (EPA) referidos al primer trimestre del 2009 son absolutamente estremecedores. A modo de resumen son: España sobrepasa los 4.000.000 de parados. Andalucía se acerca peligrosamente al 1.000.000. Sevilla ronda los 202.000. A estas terroríficas cifras se añade el que hay miles de familias donde todos sus miembros en edad de trabajar están parados. Otras, tambien por millares, han terminado su período de prestación por desempleo y son familias sin ningun tipo de ingresos condenadas a la indigencia. Lo que mueve al desengaño es que el paro todavía no ha tocado techo. Es una pena que el Presidente del Gobierno español, don José Luis Rodríguez Zapatero, no acertará en sus previsiones , cuando aseguró estar convencido de que en marzo del 2009, ya se vería algo de luz en este largo y sufrido túnel. A lo mejor es que dentro de nuestra proverbial torpeza entendimos el mes pero no de que año se trataba.


Doctores tiene la Iglesia de las finanzas y la política para buscar las fórmulas que nos permitan salir del atolladero. Mala pinta tiene el asunto a corto y medio plazo, pues los mismos cazadores que salvajamente han tiroteado a las liebres y se las repartieron ahora se ofrecen para salvarlas. Para colmo este mundo de ingenuos del que todos –en menor o mayor grado- formamos parte cree que será Mister Obama quien nos rescatará del naufragio. Siempre encontramos a mano -para paliar nuestra desidía social y política- a un salvador que nos pondrá de nuevo en el camino del binestar, el confort y la felicidad. Nunca logramos enterarnos que solo existe un Salvador –para los que tienen la fé del creyente- para nuestras almas. Una parte considerable del presente y futuro socio/económico está en nuestras manos. El día que sepamos valorar la importancia de nuestro –en teoría- humilde voto, entendiendo que lo importante es votar con la cabeza y no con el corazón desde posiciones nostálgicas, seguramente que la cosas empezarán a irnos mejor. Si además nos implicamos a través de una verdadera vertebración social vía asociasiones (todas, desde las recreativas, sindicales, culturales o religiosas tienen en su discurso programático un noble fin social) seguro que en algo ayudaremos para mejorar esta lamentable situación. Por ser miembro activo de la Orden del Vaso Medio Lleno quiero confiar que no todo está perdido.



Volviendo al trasiego de venta y alquiler de una parte de nuestro caserío, no me resisto a relataros una circunstancia que he vivido recientemente y que es clarificadora al respecto. Por motivos personales, paso casi a diario en autobús por el tramo comprendido desde la Puerta Osario a la Avenida de la Borbolla. Por estos lares transcurrio prácticamente la mitad de mi vida siendo por tanto conocedor de los mismos. Pues bien, al pasar por los Jardines de Murillo observo con tristeza que de los cuatro bares que salpicaban su costado hacía la avenida (el Bar Jardines, el Bar Cristales, las Tres Carabelas y la Bodega Puente) solo está operativo uno de ellos. Concretamente el mas cercano a la calle San Fernando, hoy propiedad de los Hermanos Gómez. Los demás son fruto del abandono más deprimente. ¡Pobre Jardines de Murillo quien te ha visto y quien te vé!. Hoy te han cubierto de rejas para salvaguardarte del paso nocturno de los vándalos que están arrasando esta Ciudad. Yo te recuerdo en estos días de Feria con tu hilera interminable de puestos de turrones. Tu bullicioso trasiego con muchachas de flamenca cantando en grupos procedente de los corrales de vecino. Con los veladores de tus bares a tope de gente librando batallas amorosas con papelones de pescao frito, pan de rosca, aceitunas sin hueso, rábanos picantes, jarras de cervezas y refrescos para los niños. Gente humilde y decente de las que sabían convivir y disfrutar sin envidiar a señoritos montados a caballo, y grandes casetones con gente comiendo exquisites con cara de estreñios. Siempre ignorando la música que les proporcionaban excelentes orquestas. Nosotros apoyados en las barandillas desde el exterior si gozabamos con aquellos sonidos musicales que nos sabían a gloria. En fín, he terminado mezclando a la crisis galopante con la nostalgia de la Feria en el Prado. Espero sepais diculparme pero es que en cuanto le doy bola a este niño que vive en mi interior, se me escapa a navegar por los mares de los sueños. Pues eso, que no nos quiten nuestra capacidad de soñar con lo que un día fuímos y con lo que queremos ser. “Ajolá”, como decimos por aquí así sea. Nos vá mucho en el empeño. La Vida por vivir ni más ni menos.

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