lunes, 16 de septiembre de 2013

El retrato del retractado





Parece ser que hoy alguien que se precie y no figure con cuenta propia en las Redes Sociales (Twitter o Facebook) es como si no existiera. Un “animal prehistórico” perdido en lo irremediablemente obsoleto. Debo reconocer sin complejos que me encuentro dentro de esa legión de internautas analfabetos y poco proclives por el intercambio a ciegas. Esto no es óbice para reconocer las enormes ventajas sociales-corporativas-solidarias que han representado la implantación de las Redes Sociales. Estamos, a que dudarlo, ante uno de los mayores avances tecnológicos de la Era moderna (que esta “herramienta” sea para muchos, y no pocas veces de manera perversa, tan solo un juego para entretener almas y cuerpos es otra cuestión). Sinceramente, y en cuanto a la amistad se refiere, ando más preocupado por conservar los pocos amigos que me van quedando que en conseguirme nuevas amistades. Me llegan con cierta frecuencia mensajes de personas que aprecio y admiro para que me incorpore a su “Página” en la Red. La verdad es que ni se como hacerlo ni tampoco estoy por la labor. Espero sepan disculparme. Evidentemente este nuevo formato comunicativo ha puesto en evidencia a una parte de “nuestra” clase política. Algo sumamente clarificador para saber en que manos estamos. Doña Elena Valenciano llamó en Twitter “feo” al futbolista Ribery. Concretamente escribió: “habéis visto un tío más feo que Ribery???”.  Alguien le aclaró que la “fealdad” del jugador era como consecuencia de un accidente de circulación que sufrió cuando acompañaba a sus padres y solo contaba con dos años de edad (salió volando por el parabrisas y unos cristales le cortaron la cara. Tuvo que someterse posteriormente a varias intervenciones quirúrgicas y su infancia fue un verdadero infierno). Doña Elena Valenciano, a raíz de la enorme cantidad de criticas recibidas tuvo que rectificar (no debemos olvidar, si Dios y las urnas no lo remedian, que esta mujer puede llegar a ser Ministra). El pasado agosto Manuel González (omito el don por higiene moral), Alcalde “popular” del pueblo gallego de Baralla, dijo textualmente que: “Los que fueron condenados a muerte durante el franquismo será que se lo merecían”. Luego, evidentemente, se disculpó diciendo que tan desafortunado comentario lo hizo en un ambiente distendido en un pleno (¿). Para terminar de arreglarlo dijo lo siguiente: “Con esas palabras u otras parecidas dije que las personas que habían sido juzgadas y condenadas debían pagar por ello”. Todo esto alcanzó unas proporciones gigantescas gracias a las redes sociales.  La palma por ahora de comentarios políticos inapropiados en la Red se la lleva Tony Cantó, el cuál nunca abandonó la mediocridad: primero como actor y ahora como político. Luego, eso si, se retractan y ahí en definitiva esta la clave del clima político tan sórdido y mezquino que estamos viviendo: primero se retratan y luego se retractan. ¿O no es así?

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