jueves, 17 de octubre de 2013

A veces veo muertos





No tengo claro si yo veo muertos o son ellos los que me ven a mí. Hay muertos que nunca terminan de morirse del todo y, de esta manera, ni descansan ellos ni tampoco descansamos nosotros los vivos. La Guerra In-civil española estará definitiva e históricamente superada cuando no hablemos de mis muertos y de tus muertos: sino de los muertos. Los caídos de los dos bandos en definitiva. Una muerte es la vida extinguida de una persona y un epilogo de duelo perenne para sus seres queridos. La ideología o el credo nunca pueden justificar el que haya muertos buenos y muertos malos. La muerte es terrible por el feroz zarpazo de su propia naturaleza. El pasado domingo día 13 de Octubre se celebró un acto multitudinario en Tarragona para beatificar a 522 personas de creencia religiosa asesinadas en la fraticida contienda española. Fue un evento masivo encabezado por dos Ministros, el Presidente de los catalanes, 104 obispos, 8 cardenales, 1.386 sacerdotes, 2.720 religiosos de todas las congregaciones y 3.947 familiares de los mártires. Como era de esperar este acontecimiento  desató la polémica no solo en el “otro bando” sino incluso entre muchos cristianos de base. La Iglesia –como le ha pasado siempre- perdió una ocasión que ni pintada para reivindicar la reconciliación nacional abogando en su discurso por todos los muertos –sin excepciones- de la Guerra. Nada que objetar a que se honre la memoria de personas que fueron vilmente asesinadas por su credo religioso y, tampoco, a que se haga lo propio con aquellos que fueron asesinados por defender sus ideas democráticas y republicanas. Lamentablemente soy de los convencidos que el “Frentismo” nos acompañará todavía durante un buen puñado de años.  Los que siempre abogamos por una “Tercera vía” en aras de una verdadera concordia nacional lo tenemos crudo. Siempre estaremos bajo sospecha y nuestra falta de implicación histórica (en lo que a muertos se refiere) con “uno de los bandos” será hartamente cuestionada.  Continuamente se reeditan nuevas obras de Manuel Chaves Nogales (la última “¿Qué pasa en Cataluña?” -Editorial Almuzara- absolutamente recomendable) y leerlo en la actualidad cobra un especial significado. Nuestros abuelos vieron muertos; nuestros padres vieron muertos y la gente de mi Generación nos criamos viendo muertos. ¿No es hora de que procuremos que nuestros hijos y nietos no los sigan viendo?  No me gusta escribir Toma de Horas que propicien  la polémica y el auge del fundamentalismo. Por ese motivo he dejado pasar varios días antes de pronunciarme sobre este espinoso tema. Ayudemos de manera solidaria (con el Gobierno a la cabeza) a quienes quieren desenterrar de las cunetas a sus familiares para darles una justa sepultura. Tampoco podemos convertir la “Ley de la Memoria Histórica” en la “Ley de la Media Memoria Histórica”.  Al reclamo de la Crisis la Extrema Derecha está tomando un auge muy considerable en toda Europa (la replica de la Extrema Izquierda no tardará en llegar).  ¿Ese es el futuro que queremos para nuestros hijos y nietos? ¿Dónde ha llevado a la Humanidad las posturas radicales?  Que cada cual saque sus propias conclusiones y actúe en consecuencia. Nos dicen continuamente que los pueblos que olvidan su Historia están llamados a repetirlas (en sus aspectos más negativos).  En fin…..a veces sigo viendo muertos en noches de pesadillas.  ¡Que Dios nos coja confesaos!

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