(A Pepe Torrano por compartir conmigo el cariño
por esta mágica y maltratada Ciudad)
Vencerá la primavera con su luz,
A los grises días invernales,
Se teñirán los cielos dulce azul;
Y verde/rojo los amplios ventanales.
Y un día ya no estaré para sentirte.
Alguien dirá…..”Huele a azahar”,
Y aspirará profundo en tus callejas;
Y la mano de una enamorada rozará
Una flor que en su pecho sabe a queja.
Y un día ya no estaré para aspirarte.
Sonarán trompetas y tambores
Y el rachear de alpargatas costaleras,
Se llenarán las tardes de colores
Y llorarán en tus calles lágrimas de cera.
Y un día ya no estaré para escucharte.
Fuistes ayer gloriosa Hispalis Romana,
Y culmen de belleza: Isbiliya Moruna;
Conquistada por San Fernando una mañana,
Para cambiar por Cruz la Media Luna.
Y un día ya no estaré para adorarte.
Padeciste la cruel piqueta intemporal
Que profanó tu Historia y tus Murallas;
Falsos profetas de la modernidad
Que te hieren porque tu gente siempre calla.
Y un día ya no estaré para llorarte.
¡ Cuanto te amé Ciudad de mi niñez !;
¡ De juegos, amorios y desengaños ¡;
Fuiste testigo fiel de mi vejez,
Al paso inapelable de los años.
Y un día ya no estaré para…. ¡ quererte!.
Vencerá la primavera con su luz,
A los grises días invernales,
Se teñirán los cielos dulce azul;
Y verde/rojo los amplios ventanales.
Y un día ya no estaré para sentirte.
Alguien dirá…..”Huele a azahar”,
Y aspirará profundo en tus callejas;
Y la mano de una enamorada rozará
Una flor que en su pecho sabe a queja.
Y un día ya no estaré para aspirarte.
Sonarán trompetas y tambores
Y el rachear de alpargatas costaleras,
Se llenarán las tardes de colores
Y llorarán en tus calles lágrimas de cera.
Y un día ya no estaré para escucharte.
Fuistes ayer gloriosa Hispalis Romana,
Y culmen de belleza: Isbiliya Moruna;
Conquistada por San Fernando una mañana,
Para cambiar por Cruz la Media Luna.
Y un día ya no estaré para adorarte.
Padeciste la cruel piqueta intemporal
Que profanó tu Historia y tus Murallas;
Falsos profetas de la modernidad
Que te hieren porque tu gente siempre calla.
Y un día ya no estaré para llorarte.
¡ Cuanto te amé Ciudad de mi niñez !;
¡ De juegos, amorios y desengaños ¡;
Fuiste testigo fiel de mi vejez,
Al paso inapelable de los años.
Y un día ya no estaré para…. ¡ quererte!.
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