martes, 22 de abril de 2025

Entre la Muerte y la Resurrección


Hace un par de días la Cristiandad celebro el Domingo de Resurrección. La Pascua que da pleno sentido a esta Fe que, con sus luces y sombras, ya se ha configurado en el tiempo con más de dos mil años de existencia. Ese día un Papa argentino bendijo desde la Plaza de San Pedro a más de 50.000 fieles (Urbi et Orbi). El Sumo Pontífice antes de morir le dio tiempo a hacer dos cosas: recibir en una audiencia de unos siete minutos a J.D. Vance (mano derecha de Trump) y poder leerle la cartilla. Luego se fue a bendecir al Mundo de la Cristiandad representado por los numerosos fieles que llenaban la Plaza de San Pedro. Estos dos hechos son un firme y fiel reflejo de sus 12 años de pontificado: duro con las sangrantes espinas y bondadoso con las frágiles rosas. El pasado 24 de Marzo le dedicamos un Toma de Horas al Papa Francisco (“El argentino que conquistó el mundo desde Roma”) pues su estado físico nos hacia presagiar un fatal desenlace. Aguantó casi un mes más y luchaba por seguir impartiendo lecciones de bondad y solidaridad en el Reino de los Vivos. A pesar de que desde la oficialidad vaticana nos decían que el Santo Padre estaba experimentando una lenta pero progresiva mejoría las imágenes nos decían todo lo contrario. A través de la televisión veíamos a una persona mayor con nula movilidad, arrastrando serias dificultades para respirar y con tan solo un hilo de voz que salía de su maltrecho cuerpo. Parece ser que todavía no tocaba que se muriera el Papa obviando que por encima de todo era un ser humano preso en la celda de los años y las enfermedades. Ahora, sin más demora, se pondrán en marcha los mecanismos vaticanos para nombrar a un nuevo Papa. A Papa muerto Papa puesto y a seguir caminando por los caminos de Dios. Recordar con agradecimiento y cariño al Papa Francisco es algo más que un ejercicio de Fe: es un acto de Justicia hacia su persona y que termina por redimirnos ante nosotros mismos. Era argentino, era de Buenos Aires y llegó a ser un ciudadano del mundo. Oriundo de un planeta urbano y sentimental que más que la Ciudad de la Cultura es, en si misma, la propia Cultura hecha Ciudad. El Papa Francisco vivió su vida diluida entre la de los más desfavorecidos. ¿Errores? Desconfiad de aquellos que dicen no cometerlos. Morirse en tiempos de Pascua de Resurrección siempre será una muerte con posible boleto de ida y vuelta. Se van los hombres pero sus obras permanecen. No supimos percatarnos que El Cachorro ya estaba por Roma.

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