lunes, 7 de noviembre de 2016

La Barbarie






En mi ya larga carrera de cinéfilo una de las películas que me ha causado un mayor impacto emocional ha sido sin lugar a dudas “Apocalypse Now” (1979). Película basada en una novela de Josep Conrad (“El corazón de las tinieblas”).  Estamos, a que dudarlo, ante una de las obras maestras de la Historia del Séptimo Arte. Una dirección absolutamente magistral de Francis Ford Coppola y unos intérpretes con Marlon Brando a la cabeza en permanente estado de gracia. Trata de la barbarie residual de la Guerra del Vietnam. Un capitán en un estado lamentable de degradación moral recibe de las autoridades militares un último encargo. Debe adentrarse con un reducido grupo (todos “colgaos” como consecuencia de los avatares de la Guerra) por la selva a través de un tenebroso río para encontrar el refugio y matar al Coronel Kurtz (Marlon Brando). Este se ha convertido en una especie de gurú y ha creado su propio ejército al margen de los mandos y del poder establecido. El Coronel Kurtz (con una hoja de servicios intachable y llena de condecoraciones) reina en una colonia donde manda el caos y la irracionalidad más aberrante. De tanto convivir con la barbarie institucionalizada ha decidido crear la suya propia. Esto es lo que los mandos consideran extremadamente peligroso: emplear la barbarie bajo el imperio de la ley es lo “natural” pero nunca se puede hacer al margen de lo legalmente establecido.  La barbarie, individual o institucionalizada, es siempre la barbarie y las victimas inocentes suelen ser las mismas. La emplea un asesino, fanático y fundamentalista, que a titulo individual (arropado por unas ideas perversas) mata salvajemente a muchos inocentes.  También unos bombarderos (con ordenes de los altos mandos) que lanzan bombas a poblaciones civiles donde se suponen viven algunos terroristas y que se llevan por delante la vida de seres inocentes. Vivimos instalados en el caos y convivimos con la barbarie por mucho que nuestros gobernantes traten de tranquilizarnos con falsas y vanas proclamas.  El fanatismo planea sobre nuestras atribuladas cabezas y mal haremos en considerar que esto no va con nosotros. La barbarie acechándonos agazapada por las esquinas.





Juan Luis Franco – Lunes Día 7 de Noviembre del 2016



No hay comentarios: