miércoles, 9 de noviembre de 2016

Que experimenten ellos






En el pasado verano y dentro de una serie de acontecimientos de auténtica tragedia ocurrieron también casos singulares que, siendo anecdóticos y sin  llegar al salvajismo asesino que nos invade, son paradigmáticos de que vivimos en una sociedad enferma. Se incautaron en Alcalá de Guadaira (me gusta más “de los Panaeros”) una alijo de droga de la llamada “caníbal”. Un tipo de droga que produce graves episodios de pánico, efectos irreversibles y con una clara inducción al canibalismo (de ahí el nombre de la droga). Los estragos que provoca esta droga en cuerpos y mentes son absolutamente demoledores. Pero queda claro de que cuando se vende es que existen personas dispuestas a comprarla.  Por otra parte leo en la prensa una de las ultimas “novedades” -vía contacto por Internet- de esto que la progresía llama libertad sexual. Se ponen en contacto (sin conocerse de nada) dos personas de distinto (o del mismo) sexo para tener relaciones sexuales.  La novedad es que se citan en espacios públicos (preferentemente parques) y allí previa comprobación de la ropa que los identifica echan un…. por la vía rápida y al amparo de la vegetación. Luego se visten deprisa y se marchan velozmente sin decirse adiós ni mirarse a la cara.  Si esto no son síntomas de que vivimos en una sociedad neurotizada y con una pérdida de valores alarmantes que venga Dios y lo vea.  Existe una degradación permanente y progresiva donde los ilusos que todavía defendemos los valores y principios heredados de nuestros mayores somos considerados obsoletos y trogloditas.  Bien está que a cada persona se le respete su orientación sexual y, como no pude ser de otra forma,  sus creencias ideológicas y/o religiosas. Debemos defender una sociedad donde la buena convivencia sea la brújula que marque la vida de las personas (individuales o grupales).  Pero vamos, de eso a tomarse una droga que pueda provocar que muerdas a un vecino en el ascensor o quedar con un/a desconocido/a en un parque para desarrollar un Kamasutra vegetal existe un abismo. Hace unos años nos vendieron la “experimentación” como un aditamento imprescindible para nuestras vidas y así nos va. Todo era susceptible de ser probado.  Pues llegado a este punto debemos plantarnos y decir….”que experimenten ellos”.





Juan Luis Franco – Miércoles Día 9 de Noviembre del 2016



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