Hoy hace dos años que mi hija Margarita entró en un bucle de Salud Mental que se nos ha hecho penosamente interminable Una situación de estrés laboral, que lejos de remitir no hacía más que aumentar cada día, la llevó a tener que convivir con abundantes crisis de ansiedad y, por extensión, de pánico. Tanto le llenaron el “globo” de exigencias laborales que al final el globo se terminó reventando. Las estadísticas nos dejan meridianamente claro que es altísimo el número de personas (fundamentalmente jóvenes) que viven atrapadas en las redes de los desordenes mentales. Lo que ocurre es que cuando de verdad aprecias la magnitud de este serio y grave problema es cuando se asienta dentro de las paredes de tu casa. Aquí ya no valen valoraciones políticas ni sociales, aquí es vivir día a día con este penoso problema. A mí, al vivir solo, no quisieron comentarme lo que le estaba ocurriendo a mi hija. Pensaban que se solucionaría mas pronto que tarde. Ha sido su madre la que ha bregado en primera persona con el día a día donde se pasaba de Guatemala a Guatepeor. Ella, mi hija, pudo apreciar en primera persona los valores humanos y solidarios de la Madre que le ha tocado en suerte. Dios la guarde.
Durante estos dos años hemos podido comprobar (ella y nosotros) como la Sanidad Pública Andaluza se desentiende totalmente de los los enfermos que padecen algún desequilibrio mental. Solo se pretende que acudan a la Psiquiatría Privada que es donde está el negocio. El gravísimo problema de los Cribados de Cáncer de Mama ha puesto sobre las cuerdas a una Sanidad Pública que en Andalucía ha sido completamente desmantelada en beneficio de una privacidad fácilmente detectable. El negocio, los negocios, como principal ideario político. Les ha explotado el “Chiringuito” en las manos y ya no saben como salir del atolladero. Ya el “Relato” (las burdas mentiras) no les funciona y empiezan a notar que la gente exige algo más que la impostada “sonrisa Profiden” del señor Presidente de Andalucía . Al nuevo “Consejero de Sanidad” no lo han puesto para resolver los graves problemas de la Sanidad Pública (eso ya tiene difícil arreglo) lo han puesto para “Salvar al Soldado Bonilla”.
Mi hija, como recuerdo del triste segundo aniversario de sus problemas de Salud Mental, ha subido a las RRSS (Redes Sociales) sus vivencias en este tiempo donde las sombras siempre le ganaban la partida a las luces. Gracias a Dios (mi Fe en estos momentos es inquebrantable) y al apoyo de su familia y algunos amigos (de los que no se esconden en los momentos difíciles) mi hija empieza a ver algo de luz al final del túnel. Que sea ella, protagonista absoluta de esta dura travesía quien nos cuente sus experiencias………..

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