viernes, 6 de febrero de 2015

Flamenco, Cine y Literatura





El Flamenco a lo largo de los años ha recorrido un más que interesante trayecto hasta llegar a lo que hoy de manera unánime es reconocido: la Música de raíz más interesante y completa del Universo. En la actualidad se representa en los mejores teatros del mundo y cualquier evento musical que se precie debe de tener al Flamenco en su programación. Cante, toque (guitarra) y baile como elementos fundamentales del Arte Jondo. De donde viene el Flamenco es sobradamente conocido pero lo verdaderamente importante, sin perder la esencia de sus orígenes, es saber donde está y hacia donde dirige sus pasos (de baile). A pesar del ancestral pesimismo de los agoreros de turno (los llamados puristas) soy de los convencidos de que el Flamenco en la actualidad goza de una excelente salud. Tenemos una amplia nómina de artistas jóvenes cuyos discursos y propuestas artísticas se nos muestran verdaderamente deslumbrantes. Son plenamente conscientes de donde vienen (conocen las raíces) y saben de manera meridianamente clara hacia donde van. Se apoyan armoniosamente entre ellos y recorren la senda universal que un día abrieron, entre otros muchos, artistas de la talla de “La Argentinita”, Vicente Escudero, Sabicas, Antonio Ruiz Soler, Antonio Gades, Pilar López, Camarón, Carmen Amaya, Mario Escudero o, como no, el llorado y añorado Paco de Lucía. Como muchos de mi generación siempre he creído que el Flamenco tiene todavía una asignatura pendiente: su definitiva vinculación artística con el Cine y la Literatura. Con el Teatro ya hace muchos años que quedó incardinado tanto en el de tipo más costumbrista (Pepe Marchena) como en la vanguardia más rompedora (Salvador Tavora y su grupo “La Cuadra”).  En el Cine a pesar de que figura en muchas películas española (algunas llamadas despectivamente folklóricas) tiene pendiente, como música universal, hacerlo en grandes películas internacionales. Con la Literatura ocurre más de lo mismo. Solo en contadas novelas españolas y, fundamentalmente, en el mágico mundo de la Poesía aparece omnipresente el Flamenco.  El Jazz siempre contó con una rotunda presencia tanto en el Cine (fundamentalmente dentro del llamado “Cine o Género Negro”) como en muchas grandes novelas.  Su ambiente musical, la vida de sus artistas, la época donde se mezclaba el Jazz con noches mafiosas de cabarets, ganters, policías y políticos corruptos (nada nuevo bajo el sol) y la “Ley Seca” (posiblemente la época donde se consumieron más litros de alcohol en EEUU). El Jazz se nos aparecía como la banda sonora que redimía a todos de todo.  En la actualidad se siguen haciendo grandes películas que tienen al Jazz y a sus intérpretes como principales referentes.  El Flamenco, a pesar de que su importancia no es inferior a la del Jazz, tiene todavía pendiente por recorrer ese camino. Estamos, a que dudarlo, ante un mundo apasionante con grandes vidas por contarse y situaciones  verdaderamente estremecedoras por detallarse. Posiblemente sea una tarea que se desarrollará a medio y largo plazo. Tendremos que esperar todavía para que el Flamenco sea parte inseparable del Cine y la Literatura. Cuando esto ocurra habremos recorrido el último tramo soñado por muchos flamencos. Cine, Literatura, Teatro, Jazz y…. ¡Flamenco!

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