viernes, 29 de abril de 2022

Remedios Amaya




“Que es aquello que reluce en medio los Olivares son los ojos de mi Luis
que se parecen a los de mi pare” (Tangos) 


María Dolores Amaya Vega “Remedios Amaya” es una cantaora que, como ocurre con demasiada frecuencia en el Flamenco, no ha llegado a tener la consideración que su enorme caudal sonoro flamenco atesora. Esta gitana de soles y luna es puro compás y su discurso Jondo es de una belleza deslumbrante. Un día a algunos mercaderes de la “Música” se les ocurrió subirla a una barca y hacerla navegar descalza por un escenario europeo como si llegara de una Reserva India. Aquello, como era previsible, no funcionó. Se repuso de aquel descalabro y siguió dejándonos muestras indelebles de su gran categoría de cantaora de postín. Su cante por Tangos (junto con Antonia “La Negra”, Aurora Vargas  y Juana la del Revuelo) se nos representa de una belleza expresiva difícilmente alcanzable. Remedios Amaya canta desde las raíces de su raza para partirnos el alma entregados y rendidos a su causa de soniquetes inmortales. En los últimos años ha padecido serios problemas de salud que ha ido superando con una entereza admirable. Profunda admiradora del cante de Camarón (en algunos entornos flamencos se la conoce como “La Camarona “) tiene en el Genio de la Isla su mayor soporte en los conceptos del Cante Flamenco. Insisto, creo que no le han sido reconocido sus grandes méritos de gran cantaora e incluso desde Despeñaperros para arriba algunos la conocen despectivamente como “la de la barca”. Su discografía es demasiado escueta para lo que ella ha representado en el Flamenco. Tiene afortunadamente el cariño y la alta consideración de los buenos aficionados. Remedios Amaya canta al aire de la tarde y las hojas de los árboles del Aljarafe se dan su vueltecita por Bulerías.

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