Nunca me he considerado un experto en temas semanasanteros y, afortunadamente, para estos menesteres siempre puedo contar con un gran conocedor de esta hermosa efemérides de soles, nubes y lunas como es el impagable Salva Gavira. Sabe lo que dice y dice lo que sabe y en estos tiempos tan volátiles esto no resulta una cuestión baladí. Veo, eso si, algunos elementos exponenciales que le van quitando poco a poco a nuestra Semana Santa la levadura de lo profundo y sentimental para convertirla en una Feria de Vanidades. Esta es una Fiesta a la que no debemos ni podemos acomplejarnos por llamarla de esta manera: Fiesta. Celebramos la Pasión y Muerte del Mesías y los que profesamos la Fe cristiana nos unimos gozosos para celebrar su Resurrección. Si prescindimos de estos tres elementos (Pasión, Muerte y Resurrección) la Semana Santa será cualquier cosa menos un supremo ejercicio de Cristianismo. Aquí participan de manera muy activa y presente miles de personas de toda clase y condición y siempre se ha dicho que el resultado más positivo de la masa son los calentitos. Se observan tendencias mal llamadas novedosas que discurren por los difusos caminos de lo insustancial. Posiblemente esta pasada Semana Santa me haya resultado personalmente como una de las menos productivas (por falta de presencia física) en toda mi existencia sevillana. Primero una afección estomacal me tuvo agarrado al sofá los primeros días de la Semana. Luego el Tiempo (meteorológico) nos sustrajo del verdadero Tiempo que debíamos de celebrar: el del encuentro de la Ciudad con su Historia sentimental. Todo el santo día hablando de posibles chubascos; precipitaciones; hora de las mismas y cielos tormentosos. La Candelaria no pudo salir y, en un asumido y defendible ejercicio de personalismo, cuando esto ocurre para mí la Semana Santa me resulta incompleta. Además con el triste añadido de no poder ver pasar a La Macarena por la calle Parras (siempre en la memoria los balcones del numero 35 del inolvidable Antonio Centeno). Si algo tenemos meridianamente claro en esta Ciudad es que históricamente la lluvia y la Semana Santa en muchas ocasiones siempre caminaron cogidas de la mano. La primera vez que salí de nazareno en La Candelaria tenia nueve años y no pude salir…. ¡por la lluvia¡ Vamos cumpliendo años a la par que también cumplimos Semanas Santas en nuestro currículo sentimental. Cuando decimos que el año que viene Dios dirá es mucho decir pues ya cada día se va estrechando más el margen de tu existencia. El Club de las Últimas Veces te va exigiendo su cuota en el día a día y estar al corriente con los recibos se nos convierte en una cuestión fundamental. Pasa la vida, pasamos nosotros pero, afortunadamente, nuestra Semana Santa nunca pasa del todo. Ella se queda marcando a golpe de tambor y soniquete de corneta los eternos tiempos inmemoriales de la Ciudad. Nuestra Semana Santa siempre fue un claro reflejo de las distintas épocas que le tocó vivir. La sociedad actual, con una clara tendencia hacia la banalidad, no le podía resultar indiferente. La llamada “Cultura de la bulla” ya hace tiempo que saltó por los aires hecha pedazos. Asistimos a una creciente masificación desnortada y sin rumbo. Lo estentóreo y superficial le gana claramente la batalla a lo verdaderamente profundo y sentimental. Por la catedralicia Puerta de San Miguel entran las cofradías para que se obre el milagro de que por la Puerta de Palos salgan las hermandades. Puertas que se abren y cierran para que salga y entre la vida.
jueves, 24 de abril de 2025
martes, 22 de abril de 2025
Entre la Muerte y la Resurrección
lunes, 14 de abril de 2025
Mario Vargas Llosa
martes, 8 de abril de 2025
La luna abrileña
jueves, 3 de abril de 2025
Pasión o la templanza ante la inminente tragedia
martes, 1 de abril de 2025
Fulgores del Martes Santo
jueves, 27 de marzo de 2025
La eterna Expiración
lunes, 24 de marzo de 2025
El argentino que conquistó el mundo desde Roma
El pasado domingo le dieron el alta hospitalaria a un ciudadano argentino llamado Jorge Mario Bergoglio. Ha dejado el Hospital donde ha estado ingresado durante algo más de un mes el Papa Francisco. Tiene 88 años de edad y nació en Buenos Aires un 17 de Diciembre de 1936. Antes de entrar en el seminario estuvo trabajando como técnico químico cuidando de la correcta higiene de los alimentos. Primero se cuidó de higienizar los alimentos del cuerpo para, posteriormente, preocuparse de cuidar los alimentos del alma. De joven le extirparon un trozo de pulmón que no le imposibilitó el poder desarrollar su vida con toda normalidad. Evidentemente esto siempre le iba a suponer un riesgo añadido ante cualquier problema de origen respiratorio. Jesuita de formación y también de profundas convicciones siempre fundamentó su apostolado en dos direcciones. El posicionamiento nítido y rotundo a favor de los más desfavorecidos y abrir siempre vías de diálogo con otras tendencias religiosas, políticas y sociales. Un hombre de su tiempo comprometido con los pendulares avatares de su tiempo. Mucho se ha escrito (sobre todo especulado) sobre su papel sacerdotal durante la feroz dictadura argentina. Se llegó a decir (sin pruebas) que había denunciado a dos sacerdotes jesuitas. Lo que se ha demostrado de manera fidedigna es que se implicó sin fisuras en ayudar a escapar de las garras de la dictadura militar a muchas personas (algunas de ellas de tendencia comunista). Fue elegido Sumo Pontífice de Roma y Jefe de la Cristiandad un 13 de Marzo de 2013. Lo hizo tras la renuncia por los serios problemas de salud de Benedicto XVI. Un pontificado de 12 años de duración en tiempos extremadamente convulsos. El Papa de las primeras veces. La primera vez que un jesuita salía elegido Papa. La primera vez que un Papa procedía del Hemisferio Sur y también la primera vez en tener un Papa procedente de América. Su papado no pasará desapercibido dada sus continuas implicaciones en temas donde los seres humanos estaban siendo vilmente atropellados. Está parte de su papado la izquierda de nuevo cuño lo valoraba en positivo o negativo en función de las valoraciones que hacia sobre determinados temas. La Derecha política y económica nunca le tuvo ningún aprecio y siempre lo consideraron un papa “demasiado atrevido”. El atrevimiento consistía en postularse claramente a favor de los pobres y en denunciar las tropelías que se cometían en el mundo. Muchas de estas valoraciones siempre son subjetivas pues las contextualizamos en función de nuestras distintas ideologías. Este seguidor del San Lorenzo de Almagro ejerce su difícil tarea para que la senda de la Cristiandad no se pierda por los turbios y falsos senderos de la mentira y los espurios comportamientos. Tiene una asignatura pendiente que ya se nos antoja algo complicada de realizarse: visitar Sevilla. Siempre nos quedará en el baúl de las cosas imposibles una foto del papa argentino rezándole a La Macarena. Parece ser que ahora le van a “programar” dos meses de convalecencia para poder recuperarlo para la actividad papal (¿). Estamos ante una persona mayor con graves problemas de salud fundamentalmente respiratorias. El audio que nos ofrecieron y su salida al balcón no son más que intentos de la cúpula jerárquica para demostrarnos que el Papa progresa adecuadamente. ¿Misericordia? ¿Humanidad¿ Parece ser que estos conceptos no son los adecuados para los tiempos que corren. Creo que lo sensato es que pueda dimitir y lo dejen en paz en su ultimo tramo existencial. Primero la persona y después el Papa.
martes, 18 de marzo de 2025
Ocurrió hace cinco años
jueves, 13 de marzo de 2025
El Vigía de la Ciudad
Nunca sabremos si fue Él quien eligió a la Ciudad o si la Ciudad lo eligió a Él. Tampoco parece ser lo verdaderamente importante. Él siempre se nutre de nuestras dudas e incertidumbres y nosotros nos nutrimos de sus certezas y su indesmayable firmeza. Vive solo pero nunca está solo. Ni incluso cuando de noche se cierra el pórtico de su divina morada. Sale poco pero cuando la hace consigue que se disipen todas las tinieblas.
La Ciudad en la distancia le reza de las formas más diversas y lo busca en las circunstancias más complejas. Fue el Dios de nuestras abuelas y de nuestras madres. Hoy es el Dios de nosotros envueltos en una patina de dudas existenciales. Un Dios ya omnipresente en el incierto futuro de nuestros hijos. Dios del mañana en la vida por vivirse y gastarse de nuestros nietos. Todo gira en torno a Él y todos giramos con Él dentro de la ineludible y firme presencia de la Ciudad. No es martillo de herejes pues hasta los herejes terminan creyendo en Él. Ante su presencia hasta los Santos Evangelios ocupan un segundo plano. Un firme baluarte para los cristianos pero también para los incrédulos.
Su mirada es introspectiva y profunda pues sabe y siente las miradas suplicatorias que sobre Él siempre proyectamos. El Dios de una Ciudad hecha a su imagen y semejanza. Donde algunas veces se confunde el sol con la luna pero que nunca yerra al buscar la senda que nos lleva hasta sus plantas. Un puerto de atraque donde poder acudir cuando nuestra barca empieza a hacer aguas. Un asidero donde agarrarse ante las tormentas.
Él sabe, bien lo sabe, que un día ya seremos tan solo recuerdos borrosos en fotos sepias y vidas amortizadas por el paso de los años. Lo sabe y siente sobre las espinas de su frente que nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar y allí, siempre benevolente, nos juntaremos con Él en la ultima playa. Al fin podremos decir: “En verdad tú eres el Hijos de Dios y de ti dimana un Poder Grande y Misericordioso”. Nunca sabremos, tampoco importa, si la Ciudad lo elevó a los Altares o si fue Él quien elevó a la Ciudad a los Altares de la Eternidad. Él siempre será el eterno Vigía de la Ciudad.
lunes, 10 de marzo de 2025
Tiempo de Cuaresma
Cambian los tiempos, cambian
las formas de entender la vida y, fundamentalmente, cambiamos nosotros. Se
celebran Cultos. Besamanos y Reuniones Cofrades en torno a lo que está por
venir. Todo parece moverse en el mágico circulo de nuestras tradiciones más
nobles. Sin embargo flota en el ambiente una sensación extraña.
Una
especie de alegría contenida donde, en algunas ocasiones, parecería que todavía
no estamos en Cuaresma. El gozo de las Vísperas no solo una frase hecha carente
de contenido. Asumo sin complejos que a ciertas edades el salir a ciertas horas
de “las cuevas” es algo que nos resulta gravoso. En la medida de mis
posibilidades me gusta ponerme “el traje de Cuaresma” y sentirme vivo y
participe de unos preámbulos que siempre me retrotraen a los dorados años de la
infancia y la juventud. Me gusta el Miércoles de Ceniza comerme la primera
torrija en La Confitería La Campana.
Pasarme por Triana para el besamanos del Cristo de las Tres Caídas. Escuchar misa en la Capillita de San José con la omnipresente presencia de su Señor Cautivo. Pasarme a mi cita anual con el Jesús Nazareno de El Silencio. Desgraciadamente estos días vas notando algunas queridas ausencias que te van configurando como una especie de Robinson Crusoe urbano. Algunos de mis grandes amigos ya no están y otros ya no se encuentran activados para la calle y sus circunstancias. De sobras es conocida la diferencia entre la Navidad y la Semana Santa. La primera, salvo para los niños y los jóvenes que todavía no tienen memoria, es melancólica por su propia naturaleza. La soledad de las sillas vacías. La Semana Santa es una fiesta fundamentalmente callejera y la calle, los espacio exteriores compartidos grupalmente, siempre es liberadora. La melancolía se transforma en alegría compartida incluso con los ausentes. Detrás de un redoble de tambor o un toque de corneta está la vida sevillana elevada a su enésima potencia. Estamos en la era de la IA (Inteligencia Artificial) y los protocolos vía online. No podemos negar la gran utilidad que las nuevas tecnologías aportan (o debían aportar) a la vida de las personas y al buen desarrollo de las instituciones. Lo que no podemos olvidar es que el contacto humano es fundamental para vertebrar a la que llamamos acertadamente nuestra Semana Mayor. Hay personas que dada su limitada movilidad agradecen sobremanera las retransmisiones televisivas semana-santeras y que la Hermandades, vía YouTube, retransmitan los Cultos internos de las mismas. El problema consiste en que quienes todavía pueden desarrollar un necesario contacto humano (por ejemplo el ir en persona a sacar la Papeleta de Sitio) renuncien a ello y se rindan en los brazos de la tecnología. Todo tiene (o al menos debía) su momento y su sitio natural. Las
Tradiciones son algo heredadas
de nuestros mayores y en la medida de nuestras posibilidades es nuestra
obligación no desnaturalizarlas en exceso. Al final todo es cuestión de
perspectiva: para algunos siempre será una Cuaresma más y para otros una
Cuaresma menos. La espera, la dulce espera, de volver a sentir sobre nuestra piel
los momentos que al final determinan quienes somos. Lo cantaba el añorado Pascual
González: Nazarenos de Sevilla por los caminos de Dios. Tiempo de Cuaresma o
los preámbulos de la Gloria.
jueves, 6 de marzo de 2025
Salvar al Soldado Mazón
Por una cuestión de principios nunca me gustó hacer leña del árbol caído ni participar en el arrinconamiento de alguien que ya por si mismo está completamente arrinconado. El intento de supervivencia política de Carlos Mazón, todavía Presidente de la Generalitat Valenciana, es absolutamente patético. Cada semana da una nueva versión de una actitud negligente que ya ha quedado meridianamente demostrada. No estuvo dando tenía que estar y estuvo donde no debía estar. Las funestas consecuencias de su nefasta gestión de la Dana valenciana no es una cuestión menor.
Han fallecido 224 personas (tres continúan todavía desaparecidas) y miles de familia lo han perdido todo. Su ya famosa comida es un inacabable serial por entregas donde las contradicciones y las mentiras se nos antojan absolutamente patológicas.
Después de la Cena de Jesús con sus discípulos la de Mazón es la comida más famosa. Ahora este espinoso tema ha dado un giro de 180 grados. Una Jueza ha abierto un expediente para determinar las responsabilidades penales que puedan derivarse. Aquí ya hablamos de palabras muy mayores. Todo fue abrir la Jueza la investigación y Carlos Mazón, en un repentino gesto de lucidez, empezó a recordar de manera minuciosa todo cuanto había hecho en aquella funesta tarde (cosa que le venían reclamando en vano los periodistas desde hacia bastante tiempo). Su Partido, el PP, sabe de sobras que Carlos Mazón está totalmente amortizado y que tiene fecha de caducidad como los yogures. Es un zombi político que ya vive lejos de la realidad.
Aunque en los tiempos que corren la ingenuidad hace tiempo que dejó de cotizar en Bolsa. Su Partido no lo deja caer, apoyándolo con la boquita pequeña, por temor a los daños colaterales que se les puedan venir encima. Adoptan el posicionamiento político de repartir culpas entre tirios y troyanos confiando que el tiempo, juez de la memoria y el olvido, diluya el tema en una eficaz reconstrucción. Si Carlos Mazón dimite perderá unos ingresos nada desdeñables y su carrera política ya estaría finiquitada. La política española (la que tengo más a mano para analizar) está llena de ineptos e incompetentes que saben de largo que en cualquier otra actividad profesional (sí, no nos engañemos, la política es una profesión) tendrían un recorrido muy corto. Carlos Mazón si le queda un gramo de dignidad debería dimitir de inmediato. Creo que no la hará hasta que el PP vea que se le escapan los pájaros de las jaulas. Esto no es una cuestión de resistencia política. Aquí han muerto 224 personas que muchas de ellas, si las cosas se hubieran hecho bien, estarían todavía entre nosotros. Váyase señor Mazón y dele a la Política española una oportunidad de decencia política. Verlo salir a escondidas de los sitios es verdaderamente preocupante. Ya está huyendo de si mismo.
miércoles, 5 de marzo de 2025
Felipe Campuzano
martes, 4 de marzo de 2025
Pasajeros al tren de la sabiduría
Decía la genial Agatha Christie que la ventaja de estar casada con un arqueólogo (su marido lo era) es que contra más años cumples más se muestra interesado por tu persona. La sabiduría, esa lucha inalcanzable pero imprescindible que buscan (o debían buscar) los seres humanos. Siempre situamos ese concepto en los años de la vejez. Damos por sentado que quién era un estúpido con 30 años de edad con el paso de los años se terminará convirtiendo en un gran filosofo. Conozco jóvenes de 20 años que ya están en la buena senda de la búsqueda de la sabiduría y gente mayor que ni la han encontrado ni tampoco nunca se han preocupado de buscarla. El tópico de que viajar mucho lleva implícito el atesorar grandes cotas de Cultura. Se dice: “¿Manolo? Es un hombre muy culto pues ha viajado mucho”. Hoy la forma de viajar está encuadrada en una vorágine de aviones, hoteles, comidas y visitas culturales programadas donde el individuo todo lo realiza de forma grupal y acelerada. No eres un viajero eres un turista encuadrado dentro de un maremágnum de turistas. Mi amigo José María ha viajado por muchos países del mundo. Se quedó viudo hace unos años y su único hijo trabaja de profesor en EEUU. Suele viajar solo y con una media en cada país de una semana. Tiene afortunadamente una posición económica desahogada y se lo puede permitir. Antes de viajar a una Ciudad se ilustra de manera pormenorizada de sus costumbres, su cultura, sus tradiciones y, sobre todo, de su idiosincrasia. Pasea por las ciudades más que buscando a los demás buscándose a si mismo. Lleva siempre consigo un libreta de apuntes donde va tomando nota de todo aquello que le parece singular. Hace fotos (es un gran fotógrafo) más que de los grandes monumentos del lugar que visita de las escenas de la vida cotidiana. Él siempre me demostró cual es la diferencia entre un viajero y un turista. Si, una vez en tu vida, tienes la suerte de ver de cerca la Monna Lisa del gran Leonardo da Vinci no pierdas el tiempo haciéndole fotos. Aprovecha ese momento que posiblemente será único en tu vida. Cuádrate en silencio delante de ella y procura registrarla en tu alma inquieta de grandes sensaciones. Cuando te vayas de este mundo la foto (las fotos) se terminará perdiendo en los compases del tiempo pero las sensaciones siempre se irán contigo. Pasajeros de un tren, lleno de preguntas y respuestas, que mueve (o al menos debía) la capacidad de aprender viviendo y de vivir aprendiendo. El tren de la sabiduría que nos lleva por las distintas estaciones de la vida. Salir de los rebaños programados sería un primer paso fundamental. Todos los viajes tienen un punto de partida y un punto de llegada pero es en la travesía donde el alma se serena.
jueves, 27 de febrero de 2025
Desde Sevilla a Bruselas (o viceversa)
lunes, 24 de febrero de 2025
Miguel, Josefina, Joan Manuel y un tocadiscos
jueves, 20 de febrero de 2025
Dos mujeres a la vez y no estar loco
Se llamaban igual que los suegros de San José (Joaquín y Ana). Vivían en el Corral de Vecinos donde transcurrió mi infancia. Configuraban un matrimonio querido y respetado por todos los vecinos. Ana (Anita) era poseedora de una belleza deslumbrante y con grandes virtudes para la vida y sus efectos colaterales. Joaquín era un señor en el más noble sentido del término. Lector indesmayable de Marcial Lafuente Estefanía. Hombre de porte exquisito que se manifestaba claramente en su forma de vestir (recuerdo que en verano usaba “cubanas” de todos los colores) y con un don de gente absolutamente admirable. No tenían hijos y me “adoptaron” para cubrir en parte esa carencia afectiva. Le hacia los mandados a Ana (Anita) y siempre estaba presto para cuantas indicaciones me daba el bueno de Joaquín. Siempre me daban algún dinerillo para mis gastos y en las noches veraniegas me llevaban con ellos a las sesiones de los Cines de Verano. Joaquín era un sevillista de los mejores que he conocido. Tenía una tertulia en Casa Cobos en la Puerta de la Carne donde estoy seguro que hablarían de todo menos del Betis. Sevillistas del ayer que se murieron con las botas puestas y la esperanza de ver a un Sevilla ganador. Compartí con Joaquín su gran secreto. Tenía una amante (lo que entonces se conocía como una “quería”) en el Campo de los Mártires. Algunas veces me mandaba a casa de Amparito (así se llamaba) para llevarle algún encargo. Si Anita era guapa Amparito no le andaba a la zaga. Siempre supe hacer de la discreción virtud y no meterme en terrenos pantanosos. ¿Sabría Anita lo del romance de Joaquín? Sinceramente no lo tengo claro. Lo cierto es que en este trío cada cuál era feliz a su manera y no le hacían daño a nadie. Un día me mandó aviso Joaquín de que me pasara a verlo esa tarde a Casa Cobos. Allí me planté y la verdad es que noté en su rostro signos de preocupación. Le habían mandado aviso que Amparito había sufrido un desvanecimiento y se había golpeado la cabeza contra el suelo. Me dijo que fuera yo a informarme. Al llegar al Campo de los Mártires me dijeron los vecinos que la habían llevado a la Casa de Socorro del Prado pero que parecía que se encontraba bien. A la vuelta fui a ver a Joaquín y ya con mi información pareció quedarse más tranquilo. Los tres aguantaron el tirón hasta una edad muy avanzada. Ya habían demolido el Corral de Vecinos y Joaquín y Anita se mudaron a la Barriada de Pio XII. Primero falleció Joaquín con 91 años conservando la lucidez hasta el último aliento. A las dos años lo hizo Anita cuando contaba con 88 años de edad. Amparito era la más joven de los tres y fue la última en caer. Murió con 84 años en una Residencia del Aljarafe donde, por suerte, fui a verla en un par de ocasiones. Pude, eso sí, asistir a los tres entierros. Joaquín, que me demostró que se puede amar a dos mujeres a la vez y no estar loco. Anita, que a pesar de vivir en el limbo no se hubiera cambiado por nadie del mundo. Amparito siempre supo que “era la otra, la otra, que a nada tiene derecho por no llevar un anillo con una fecha por dentro”. Tres personas, un destino y un niño aprendiendo a desenvolverse en esto que llaman vida. Vivimos, viviremos siempre, mientras alguien nos recuerde con cariño. La ruleta que gira con el soplo de los afectos compartidos.
lunes, 17 de febrero de 2025
El diablo se viste de rotulador
Con el imparable ascenso de Donald Trump a la Casa Blanca (que es como decir a la Sala de Máquinas del mundo) fuimos muchos los que sufrimos una gran decepción y también una enorme incertidumbre. No solo ganó las Elecciones sino que arrolló de una manera absoluta. Como siempre aguantaron el tirón los bastiones del Partido Demócrata que son los talismanes de la defensa de la Libertad y la Democracia. No consiguieron tumbar a ciudades como Chicago, Washington o Nueva York. Reconozco que cuando descubrí hace años al personaje mediático de Donald Trump no le concedí mayor importancia. Me dije: “Bueno, otro friki analfabeto y podrido de millones que piensa que su fortuna le facilitará que se le abran todas las puertas”. Con el dócil beneplácito del Partido Republicano y el apoyo de millones de votos las ha terminado tirando a patadas limpias. Ha entrado como un ciclón en el Despacho Oval represaliando a numerosas personas que, en uso de la legalidad, le persiguieron por sus variados delitos. Les abrió de par en par las puertas de la Cárcel a más de 1.500 golpistas que asaltaron por la fuerza el Capitolio. El nuevo inquilino de la Casa Blanca premia o castiga según se hayan comportado con su persona. Sus vecinos (Méjico y Canadá) han tenido que pasar por el aro de las pretensiones “trumpistas” so pena de verse perjudicados con el 25 por ciento de los famosos aranceles. En un corto espacio de tiempo son innumerables las amenazas, chantajes y presiones que Donald Trump ha ejercido sobre todos los confines de la Tierra. El Derecho Internacional queda secuestrado por leyes hechas a la imagen y semejanza de su personal interpretación de la legalidad. Tiene muy claro que la Ley es él . Todas las miradas estaban puestas en el uso que podría hacer del famoso “botón rojo” del Despacho Oval. Estábamos equivocados. El peligro no era un botón rojo sino un rotulador negro. Con el mismo que firma todas las ocurrencias que se le vienen a la cabeza o le propone su lugarteniente el multimillonario Elon Musk (que tiene el dudoso honor de estar considerado el hombre más rico del mundo). El negocio, los negocios, por encima de todo y de todos. Siempre suele firmar sus “sentencias irracionales” con este rotulador. Estas firmas las lleva a cabo acompañado de periodistas o gente afín que observan en completo silencio la liturgia de estos aldabonazos contra la igualdad y la dignidad humana. Luego con total parsimonia cierra enroscando el rotulador y le muestra lo firmado al personal asistente y a las cámaras de televisión. Es un portafolio que se abre hacia los laterales. Lo mueve lentamente hacia un lado y otro de la sala para que todos puedan verlo. Por la distancia solo se puede apreciar con nitidez la firma pertrechada con el rotulador negro. Para su inmenso ego eso es lo verdaderamente importante, la firma como símbolo de poder y supremacía. Un gesto similar al que hacían los Emperadores romanos con sus sellos imperiales. Estampaban sus sellos sobre los pergaminos y la suerte de algunos ya estaba echada. Unos a las Galeras imperiales; otro a pelear al Circo; otros a ser crucificados por los caminos y los más obedientes a un remunerado Senado. ¡Quien nos iba a decir que nuestras vidas iban a depender de un rotulador negro! Según confiesa solo duerme 4 horas al día. Es decir lo tenemos cada día 20 horas activo mirando el rotulador negro. Lo preocupante, lo verdaderamente preocupante, es que esto no ha hecho más que empezar. El dueño del rotulador es imprevisible y sus firmas siempre son demoledoras.
jueves, 13 de febrero de 2025
El plus de sufrimiento verdiblanco
lunes, 10 de febrero de 2025
Juan Espadas
jueves, 6 de febrero de 2025
Hospital de los Venerables
martes, 4 de febrero de 2025
Luto en el Barrio de Santa Cruz
La muerte es una temida dama tenebrosa, implacable y taciturna. Nunca duerme y siempre anda revoleteando por entre las vidas de los seres humanos. Cuando te señala con el dedo y te pregunta si quieres bailar con ella ya sabes que no podrás negarte. Ella te tiene programado tu último baile existencial. Elige a sus victimas de forma aleatoria y si bien es verdad que sus preferidas son personas de edad avanzada tampoco le hace ascos a la gente joven. Le da igual tu sexo, tu clase social, tu edad, tu grado de belleza, tu generosidad o el poco o mucho talento que hayas desarrollado en vida. Te dice ven y ya tienes que dejarlo todo para siempre. Esta Dama difícilmente concede segundas oportunidades. En la madrugada del pasado sábado transformó la Judería sevillana en una suerte de duelo compartido. Creó una nube de humo tóxico que se llevó por delante al insigne Catedrático de Historia del Arte don Enrique Valdivieso. También a su esposa, la no menos insigne Catedrática y Profesora de Latín doña Carmen Martínez. Un feliz matrimonio que pasaba plácidamente sus días y sus noches en el número 21 de la Calle Mateos Gago. Allí donde hace ya muchos años falleció don Luis Montoto. Casa que se mira en el alegre ajetreo infantil del cercano Colegio Mesón del Moro y que, a pocos metros, tiene como ilustre vecino al Cristo de las Misericordias de la Iglesia de Santa Cruz. Enrique Valdivieso fue un profesor universitario ejemplar y un faro luminoso que marcaba sendas clarificadoras en el Siglo de Oro sevillano. El Barroco fue su fuente y su inspiración intelectual. Con Valdés Leal y Murillo como sus dos máximos referentes pictóricos. La muerte, esta vieja dama enlutada y solemne, eligió esta vez la eterna Judería sevillana como epicentro de su demoledora tarea liquidacionista. Barrio el de Santa Cruz donde hasta Don Juan Tenorio huye espantado ante la avalancha diaria de turistas. Nos dejan dos magnificas personas cultas, muy cultas, y con un profundo amor por esta Ciudad. Alejarse del Barrio de Santa Cruz para siempre es ya formar parte de su Historia y su Leyenda. El eterno legado de los vecinos ilustres desaparecidos del Centro de Sevilla. En sus frías y largas madrugadas otoñales los espíritus salen a pasear por sus calles y nos dejan un reguero de pura sevillanía. Enrique y Carmen ya siempre serán vecinos eternos de la vieja Judería. Todo pasa y todo queda. Dios les guarde.