lunes, 10 de febrero de 2025

Juan Espadas



La pasada semana se confirmó la marcha de la política andaluza del sevillano Juan Espadas. Una sensible perdida dentro del paupérrimo nivel de la política andaluza actual. Somos muchos los que pensamos que Juan Espadas nunca debió abandonar la Alcaldía de Sevilla. Ahí teníamos alcalde para rato. Desde la calle Ferraz madrileña le dictaron las coordenadas para intentar paliar la debacle socialista andaluza y, al final, consiguieron que se estrellara contra un muro. Nadie se dio cuenta que cuando se rompe un jarrón por muy bien que se pegue siempre habrá alguien que note que está roto. Juan Espadas es un político con unas cualidades políticas y humanas que le hacen sobrevolar sobre una cohorte de mediocres. Serio, honesto, lucido, trabajador y profundamente implicado con su Ciudad. En su mandato en la Casa Grande consiguió aunar a todos los segmentos sociales de Sevilla en torno a un proyecto común. ¿Errores? Dios nos libre de aquellos que no los cometan. Solo yerra en la diana quienes se atreven a disparar las flechas. El descalabro andaluz socialista da para varias tesis de política ficción. En un acto de pura soberbia “la tertuliana” convocó unas Elecciones Autonómicas cuando no procedían. Las ganó, todo hay que decirlo, pero con insuficientes votos para gobernar. Después ya todo es historia. Moreno Bonilla había llegado a Andalucía embarcado desde la calle Génova sabiendo que lo tenían completamente amortizado. Asumían que el bastión socialista andaluz era inexpugnable. Lo que olvidaban es que existen personas con buena estrella y otras que ya vienen estrelladas de fábrica. Moreno Bonilla es de las primeras. De esas que se encuentran un billete de lotería en la calle y encima les toca. Se percató que sumando a CIUDADANOS en la formación de su Gobierno y con el imprescindible apoyo exterior de VOX las cuentas le cuadraban. Culpar tan solo a Susana Díaz de este desvarío socialista aparte de injusto seria falsear la realidad. En los últimos años de gestión socialista en Andalucía dirigentes y cuadros adyacentes se habían olvidado del fundamento principal del Socialismo. La de dirigir la acción política en beneficio de los ciudadanos (sobre todo los más desfavorecidos) en vez de dirigirla en beneficio de sus propios intereses. CIUDADANOS actuó con un servilismo político sorprendente y, a la postre, terminaron haciéndose el harakiri político. VOX consiguió (por primera vez en España) tener influencia directa dentro de la gobernanza de lo público. Entre todos “fabricaron” un líder andaluz al que ya solo le falta llamarse Blas. Ha pasado de gobernar con el peor resultado logrado por el PP en unas Elecciones Andaluzas a conseguir mayorías absolutas. Siempre, eso sí, mostrando un espíritu cívico y un talante educado y conciliador. Que la Sanidad Pública esté desmantelada y la Educación vaya también por el mismo camino parece carecer de importancia. Le dieron a Juan Espadas un paraguas de una tienda de los chinos para resguardarse de la tormenta pepera. Nadie le mostró su apoyo. Ni Sindicatos ni incluso algunos Alcaldes socialistas. Ahora cambia su rol de portavoz socialista del Parlamento Andaluz por el de portavoz socialista en el Senado. No está actualmente la Andalucía política para esta clase de dispendios. Decía el cubano Dinio que la noche le confundía y a algunos viejos socialistas nos confunden los días. Ya no sabemos como envejecer sin dejar de ser socialista. Juan Espadas se va a los Madriles y deja ya pendiente para otros (u otras) la tarea de la reconquista socialista andaluza. Andalucía, la tierra de los tristes adioses y la de los felices retornos.

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