jueves, 9 de octubre de 2025

Sinfonía en clave trianera



Estos días de preámbulos otoñales la Primavera en forma de Virgen marinera ha reverdecido en todo su esplendor. Ha surcado la senda que la llevará a un submundo donde impera la pobreza, la marginalidad y el olvido institucional. La Esperanza de Triana se ha marchado unos días para convivir con sus vecinos más queridos. Aquellos hombres, mujeres y niños que un día fueron desterrados de manera inmisericorde del arrabal trianero en los años sesenta. La especulación inmobiliaria que siempre se ceba con los más necesitados. Demolieron los Corrales de Vecinos y mandaron al exilio de las nuevas Barriadas periféricas a sus numerosos habitantes. Desde entonces la idiosincrasia trianera quedó seriamente mermada pues se demostró con rotundidad que no es lo mismo “ser” de Triana que “vivir” en Triana. No es solo una cuestión de empadronamiento sino más bien de señas identitarias a través de los sentimientos.
Ahora, con excelente criterio sociológico y espiritual, han llevado en andas a la Reina de Triana hasta los difíciles contornos de las Tres Mil Viviendas. Allí donde el olvido y la marginación campan a sus anchas y también donde la luz (física y espiritual) deja de brillar por su ausencia. Tierra abandonada a su suerte por las distintas Administraciones y donde unos pocos se enriquecen vendiendo veneno para que las adiciones más destructivas nunca dejen de existir. No seamos ingenuos. Estos mercaderes del Mundo de las Drogas siempre van a pelear con todas sus fuerzas para que aquello siga sumido en el mundo de la marginalidad y las tinieblas. No les puede interesar una Barriada limpia, ordenada y donde funcionen todos los servicios municipales.
La Virgen de la calle Pureza lleva hasta esa olvidada zona sevillana la Fe y la Esperanza que, en los tiempos actuales, se nos presentan como elementos fundamentales para la supervivencia de las almas. Vivir sin Fe es como vivir a medias. Lo que ocurre es que nos enfrentamos a unos problemas sociales de tal envergadura que la Fe por si sola no puede ser garante de las soluciones a desarrollar. ¿Os suena en que quedó la visita del Señor de Sevilla a los Tres Barrios por la inercia e incompetencia de nuestros políticos?
La solución de los problemas de esta zona sevillana (sí, rotundamente también es sevillana) parte de un compromiso serio y decidido de todas las Administraciones. La visita de la Esperanza les reportará una necesaria dosis de Fe y un estimulo sentimental que les hará la vida más llevadera. Aunque conviene no engañarse. La próxima semana volverán los cortes de luz por la sobrecarga motivada por las plantaciones de marihuana existentes en algunas viviendas. Se volverá a incentivar a algunos menores para que apedreen a algunos autobuses urbanos a su paso por la zona. De nuevo habrá tiroteos en algunas de sus calles. Los servicios municipales se encontrarán con grandes obstáculos para desarrollar sus imprescindibles tareas. Como pasó siempre terminarán pagando justos por pecadores. Las personas decentes que configuran la mayoría de la zona se sentirán de nuevo desprotegidas y abandonadas a su suerte. El resultado de tan necesaria visita espiritual no puede quedarse solo en magníficas fotos o en videos de excelente calidad. La estética no puede ocultar las enormes dificultades que allí tiene la ética para poder desarrollarse en toda su plenitud ciudadana.
Seguirán llorando sus madrugadas con las Siguiriyas de los Cagancho y se alegrarán sus amaneceres con los Tangos del Titi. Triana y su Esperanza siempre navegando por los mares de los sueños. Volverá la Esperanza a su Reino Trianero y de los políticos dependerá si esa visita es un punto y aparte o simplemente un punto y seguido. Corren tiempos muy complicados donde siempre prevalecen las buenas intenciones sobre las buenas soluciones. El tiempo, juez supremo de todas las cosas, nos terminará dilucidando si la Esperanza llegó para quedarse o si solo fue una visita de cortesía. Ella ha puesto la Fe de los paraísos perdidos en los corazones de los trianeros “exiliados”. Lo demás queda en manos en los que mandan en nuestras vidas y haciendas. Esperemos y confiemos que no todo quede en otro “hecho histórico “ para nutrir nuestra Hemeroteca Municipal. Triana bien vale una misa y si es flamenca mucho mejor.

martes, 7 de octubre de 2025

Paseando por la Ciudad de las prisas



La puerta de la muralla
 le dice hola al que llega
y hasta luego al que se vaya.

Cuando Fermín Garrido de las Heras salió de su casa situada en la sevillana calle Abades sintió una cierta sensación de felicidad. Hacia casi dos meses que no ponía un pie en la calle motivado por un ataque agudo de gota que lo tuvo con el pie derecho apoyado en un taburete de estilo renacentista. Casado en segundas nupcias con Margarita Fernández del Moral tenia un único hijo que ejercía de Profesor de Literatura en Boston. A sus dos nietos, Fermín e Isabel, que ya navegaban por los difíciles mares de la adolescencia los veía cada semana a través de las video-llamadas. Apoyado en un bastón rematado con una cabeza plateada de perro sacó a pasear sus recién cumplidos 85 años de edad. Derecho como una vara de mimbre lorquiana gozaba del placer de poder volver a callejear por las céntricas calles de la Ciudad. Una primera visita a la Iglesia de Santa Cruz donde un 19 de Mayo de 1972 contrajo matrimonio con Lourdes Cifuentes Garrido, su primera mujer, que un infausto día de Febrero se marchó para siempre con el Cristo de las Misericordias. Se quedó viudo muy joven con un niño muy pequeño al que, con la ayuda de su hermana Alicia, consiguió sacar adelante.
Durante toda su vida ejerció de alto funcionario de Correos en una época donde la gente al ver una carta en el buzón no se le aceleraba el pulso. El cartero siempre llama dos veces y si no contestan no está de más volver a insistir una vez más. Se configuraba como un sevillano culto; elegante en sus formas; pausado y conciso en sus hablares y siempre utilizando el bendito don de la discreción. Cuando salió de la Iglesia de Santa Cruz dudó si avanzar por los confines turísticos de Mateos Gago o adentrarse por los laberintos cernudianos de la calle Aire. Optó por lo segundo pues sabia lo que le esperaba si se adentraba en los contornos laterales de la Catedral. Una ingente cantidad de turistas desnortados y algunos comiendo por las calles trozos de pizas o plátanos. Diseminados en pequeños grupos detrás de un banderín que los enganchaba a la pobladas zonas monumentales. Pensó para sus adentros que era bien cierto aquello de que: “Sevilla es una Ciudad que se goza en las ensoñaciones y se padece en las realidades”. Cada día iba notando que la Ciudad ya no le pertenecía y que los tiempos y sus modismos se habían llevado por delante una parte considerable de su idiosincrasia. La mayoría de los llamados establecimientos tradicionales habían desaparecido dándole paso a unos negocios irrelevantes en plan franquicia, cutres y globalizados. El feísmo, la horterada y la suciedad campaban a sus anchas y se podía comprobar que el mercantilismo por un lado y los sempiternos “Depositarios de las Esencias “ por otro mandaban en la Ciudad. Los inventos que provenían de la Casa Grande para mejorar la vida de la gente se quedaba muchas veces en inventos más que en mejoras. Todo se enredaba en debates superficiales que no eran más que subterfugios para enmascarar los verdaderos problemas de la Ciudad. La vivienda se había convertido en un sueño inalcanzable para la gente joven. Los pisos dedicados al Turismo se habían adueñado por completo de las calles céntricas de la Ciudad. Los patinetes, bicicletas y lectores de wassap con la cabeza gacha habían convertido la buena costumbre de pasear en un ejercicio de alto riesgo. Una Ciudad convulsa donde las prisas imponían su feroz dictadura.
Conocía por la prensa que en los últimos días se habían producido dos excelentes noticias. La próxima reapertura de la Antigua Iglesia del Convento de San Hermenegildo y el “estreno” de las remodeladas Atarazanas (uno de los sitios más cargado de historia de la Ciudad) para su posterior uso cultural y social. Con las Atarazanas se había producido uno de esos conflictos de uso y abuso a los que la Ciudad era tan proclive.
Siempre consideró que la belleza histórica y monumental de la Ciudad era de tal dimensión que ni incluso las barbaridades urbanísticas cometidas a lo largo de su Historia habían podido desfigurarla del todo. Era consciente de que las grandes obras de Sevilla siempre marcan a los presupuestos en dos dimensiones. A saber: nunca se cumplen los plazos de ejecución y siempre aumentan considerablemente las partidas presupuestarias. Nada nuevo bajo un sol de justicia que cada día se alarga más en el tiempo. El largo y cálido verano cada día es más largo y también más cálido.
Su paseo le llevó como siempre a la Capilla de San Onofre en la Plaza Nueva. Un pequeño pero necesario remanso espiritual que se mostraba orgulloso como ultimo bastión de la franciscana y monumental Casa Grande de San Francisco. Asumía sin complejos que era una persona que cada día creía menos pero que también rezaba más. Buscaba al Dios machadiano de mares, olmos y veredas para poder un día tenerlo cara a cara y poder hablar con Él. Siempre tuvo muy claro que no existe huida más inútil que la que emprende el ser humano huyendo de si mismo. Terminó su paseo matutino en la Plaza de san Francisco donde estaba instalada la “Feria del Libro Antiguo y de Ocasión “. Allí, en la caseta de Boteros, compró un par de libros. “El pacto de los asesinos” de Max Gallo y “Todo un hombre” de Tom Wolff. Libros que, en definitiva, nos mostraban que la barbarie actual ni es nueva ni será la última. Por allí merodeaba Fali Castizo, otro noble buscador sevillano de libros de siempre y de discos del pasado. Era plenamente consciente de que vivía en un mundo caótico donde la barbarie programada desde las altas instancias quedaba normalizada por los acólitos de la mentira disfrazada de relato. Temía por el futuro de sus nietos pues sabia que configuraban una Generación donde la incertidumbre vivencial posiblemente sería una moneda corriente en el discurrir de sus vidas cotidianas.
 Después de comprar el periódico en el Kiosco de la Plaza esquina a Sierpes emprendió su camino de vuelta. Al pasar por la calle Bamberg se cambió de mano la bolsa con los libros y comprobó que la Cultura pesa. Llego a la puerta de su casa y depositando la bolsa en el suelo llamó al timbre de la puerta. Una voz de mujer que acompañaba cariñosamente sus días y sus noches dijo: “¿Quién es?” La respuesta siempre estaría en el viento de los amores compartidos: “Soy yo, abre”. Se abrió la puerta y se cerró Sevilla.

viernes, 3 de octubre de 2025

Manuel Pellegrini



Tras el partido que el Betis disputó contra el Osasuna el pasado domingo, Manuel Pellegrini se convirtió en el Entrenador que más partidos ha dirigido al Equipo verdiblanco. Con sus 264 partidos supera al mítico Lorenzo Serra Ferrer (263 partidos). Ha sido una etapa enormemente positiva para el Real Betis pues por primera vez en su Historia ha conseguido cinco clasificaciones europeas consecutivas; la conquista de una Copa del Rey y la disputa de una final Europea. Aunque lo verdaderamente importante es que ha sabido dotar al Betis de unas características propias, dando como resultado que en el Mundo de Futbol ya se conozca al Equipo de las Trece Barras como el “Betis de Pellegrini”. Un Equipo ofensivo que compite y sabe mezclar la fuerza y la técnica de una manera que se nos presenta más que interesante. La Afición lo adora sin fisuras pues entiende perfectamente la valiosa aportación que el chileno ha proporcionado a la Historia del Club. Es cierto que no existe nada mas voluble que los sentimientos futboleros hacia los jugadores, entrenadores y, por supuesto, hacia las Juntas Directivas. Ganas tres partidos seguidos y te suben a la cima del Olimpo balompédico. Los pierdes y ya llegarán las dudas y las críticas mas exacerbadas. El “romance” entre Pellegrini y la Afición del Betis no solo no se resiente con el paso del tiempo sino que se acrecienta cada nueva temporada. El “Ingeniero”, en su andadura, construye puentes de buen futbol.
El futbol no se podría entender sin que en él no estuviera omnipresente la pasión. No es lo mismo asistir a un Concierto de Opera que a un Partido de Fútbol. El futbol y el amor a unos colores consiguen que se pierdan las formas en aras de una explosión lúdica y sentimental. El problema surge cuando la pasión deriva en fanatismo y este a su vez en violencia física o verbal. Vociferar en un Estadio de Futbol entra dentro de la normalidad; tirar objetos o proclamar mensajes de odio ya entra de lleno en los parámetros de lo violento. Manuel Pellegrini aparte de ser un Entrenador con un brillante historial es fundamentalmente una persona equilibrada donde la mesura y la buena educación siempre están latentes. Sabe gestionar tanto las victorias como las derrotas de una forma racional y donde la prudencia se hace más que evidente. Estos días se está hablando de manera reiterada en los medios sobre su posible (o no) renovación. Creo firmemente que más pronto que tarde está renovación se producirá. El sabe que como en el Betis y en la Ciudad de Sevilla no va a estar en ninguna parte. Es cierto que llegará un día (Pellegrini cumplió 72 años de edad en Septiembre) que por imperativos de la vida se terminará su idílica relación con el Betis y entiendo que ese será un mal día para la Entidad Verdiblanca. El mundo del Fútbol no anda muy sobrado de entrenadores de la categoría humana y deportiva de Manuel Pellegrini. Sabe mucho, muchísimo, de Futbol pero tampoco anda corto del conocimiento de la vida y sus circunstancias. Esperemos que su marcha se demore en el tiempo todo cuanto sea posible. Manuel Pellegrini.