Estos días de preámbulos otoñales la Primavera en forma de Virgen marinera ha reverdecido en todo su esplendor. Ha surcado la senda que la llevará a un submundo donde impera la pobreza, la marginalidad y el olvido institucional. La Esperanza de Triana se ha marchado unos días para convivir con sus vecinos más queridos. Aquellos hombres, mujeres y niños que un día fueron desterrados de manera inmisericorde del arrabal trianero en los años sesenta. La especulación inmobiliaria que siempre se ceba con los más necesitados. Demolieron los Corrales de Vecinos y mandaron al exilio de las nuevas Barriadas periféricas a sus numerosos habitantes. Desde entonces la idiosincrasia trianera quedó seriamente mermada pues se demostró con rotundidad que no es lo mismo “ser” de Triana que “vivir” en Triana. No es solo una cuestión de empadronamiento sino más bien de señas identitarias a través de los sentimientos.
Ahora, con excelente criterio sociológico y espiritual, han llevado en andas a la Reina de Triana hasta los difíciles contornos de las Tres Mil Viviendas. Allí donde el olvido y la marginación campan a sus anchas y también donde la luz (física y espiritual) deja de brillar por su ausencia. Tierra abandonada a su suerte por las distintas Administraciones y donde unos pocos se enriquecen vendiendo veneno para que las adiciones más destructivas nunca dejen de existir. No seamos ingenuos. Estos mercaderes del Mundo de las Drogas siempre van a pelear con todas sus fuerzas para que aquello siga sumido en el mundo de la marginalidad y las tinieblas. No les puede interesar una Barriada limpia, ordenada y donde funcionen todos los servicios municipales.
La Virgen de la calle Pureza lleva hasta esa olvidada zona sevillana la Fe y la Esperanza que, en los tiempos actuales, se nos presentan como elementos fundamentales para la supervivencia de las almas. Vivir sin Fe es como vivir a medias. Lo que ocurre es que nos enfrentamos a unos problemas sociales de tal envergadura que la Fe por si sola no puede ser garante de las soluciones a desarrollar. ¿Os suena en que quedó la visita del Señor de Sevilla a los Tres Barrios por la inercia e incompetencia de nuestros políticos?
La solución de los problemas de esta zona sevillana (sí, rotundamente también es sevillana) parte de un compromiso serio y decidido de todas las Administraciones. La visita de la Esperanza les reportará una necesaria dosis de Fe y un estimulo sentimental que les hará la vida más llevadera. Aunque conviene no engañarse. La próxima semana volverán los cortes de luz por la sobrecarga motivada por las plantaciones de marihuana existentes en algunas viviendas. Se volverá a incentivar a algunos menores para que apedreen a algunos autobuses urbanos a su paso por la zona. De nuevo habrá tiroteos en algunas de sus calles. Los servicios municipales se encontrarán con grandes obstáculos para desarrollar sus imprescindibles tareas. Como pasó siempre terminarán pagando justos por pecadores. Las personas decentes que configuran la mayoría de la zona se sentirán de nuevo desprotegidas y abandonadas a su suerte. El resultado de tan necesaria visita espiritual no puede quedarse solo en magníficas fotos o en videos de excelente calidad. La estética no puede ocultar las enormes dificultades que allí tiene la ética para poder desarrollarse en toda su plenitud ciudadana.
Seguirán llorando sus madrugadas con las Siguiriyas de los Cagancho y se alegrarán sus amaneceres con los Tangos del Titi. Triana y su Esperanza siempre navegando por los mares de los sueños. Volverá la Esperanza a su Reino Trianero y de los políticos dependerá si esa visita es un punto y aparte o simplemente un punto y seguido. Corren tiempos muy complicados donde siempre prevalecen las buenas intenciones sobre las buenas soluciones. El tiempo, juez supremo de todas las cosas, nos terminará dilucidando si la Esperanza llegó para quedarse o si solo fue una visita de cortesía. Ella ha puesto la Fe de los paraísos perdidos en los corazones de los trianeros “exiliados”. Lo demás queda en manos en los que mandan en nuestras vidas y haciendas. Esperemos y confiemos que no todo quede en otro “hecho histórico “ para nutrir nuestra Hemeroteca Municipal. Triana bien vale una misa y si es flamenca mucho mejor.