lunes, 13 de octubre de 2025

Crónica de un derrumbe anunciado



El incompetente e inhumano comportamiento sanitario demostrado por la Junta de Andalucía ante el cribado (búsqueda de pruebas concluyentes) del cáncer de mama ha provocado una autentica conmoción en la Sociedad andaluza. Que entre las pruebas iniciales y las confirmaciones (positivas o negativas) hayan transcurridos hasta dos años de espera se nos configura como la mayor crisis de la Sanidad Andaluza. Mujeres a las que algunas les han tenido que cercenar un pecho (algunas hasta los dos) por un comportamiento negligente de los que tienen (o al menos debían tener) la necesaria responsabilidad de velar por la salud de todas aquellas a las que dicen representar. Ahora se verá como se toman medidas urgentes y estructurales para “escapar de la quema” pues se da la circunstancia que ya estamos en la precampaña electoral andaluza. La política se mueve en dos direcciones y ambas son tan legitimas como espurias: mantener el Poder a cualquier precio y conquistarlo a costa de lo que sea.
Omitiré por un cierto sentido del pudor y la vergüenza el comportamiento de la Consejera de Salud cesada (para nada dimitida) minimizando el problema (decía que en realidad eran cuatro casos cuando ya se rondaban los dos mil) y culpando de la dimensión de este gravísimo dislate a la manipulación informativa. Conviene recordar que en muy pocos años han pasado por la Consejería de Salud un Consejero y dos Consejeras. Las casualidades casi nunca existen y menos en el ambiguo campo de la Política. Podemos culpar por razones obvias al señor Moreno Bonilla máximo responsable de este cúmulo de despropósitos pero sería como quedarnos varados en la orilla del problema. Moreno Bonilla no es más que un gestor de una política determinada que consiste en privatizarlo todo. Reconozco que siempre me gustó respetar a personas que se conducen a través del civismo aunque este no sea más que una programada pose. Las formas nos ayudan a relacionarnos y el fondo nos ayuda a desenmascarar lo falso de lo verdadero. Las manipuladas cuestiones políticas las percibimos en tres direcciones. A saber: presentir, sentir y vivir. Presentimos que hay algo que no funciona; sentimos en nuestras propias carnes que ese presentimiento tenía visos de realidad y, después, vivimos las secuelas correspondientes. Tenemos que partir de un hecho y es la clara intención privatizadora de determinadas opciones políticas. Conviene no engañarse a uno mismo para luego no lamentarse por haber sido estafados. La Sanidad se nos configura como el árbol más apetecido dentro del Parque de la Privacidad. No van a renunciar a los frutos que puedan proporcionarles el desvío de lo publico hacia lo privado. Lo han hecho siempre y lo seguirán haciendo.
Cuando este problema del cáncer de mama (otro día escribiremos sobre el abandono a que están sometidas las personas con problemas de Salud Mental) te afecta de manera directa y personal comprobando sin artificios en manos de quienes estamos te resulta completamente desolador. No caben rodeos ni excusas cuando ya se escucha a la lejos la trompeta del Séptimo de Caballería. Los tremendos fallos en el cribado del cáncer de mama solo ha sido la punta del iceberg que destapa sin tapujos la olla de la Sanidad Publica en Andalucía. Intentar desviar la atención tirando balones fuera ya no cuela.
Corren malos tiempos para la lírica y sobre todo para los cómplices silencios de muchos que dicen llamarse “periodistas”. El periodismo significa libertad, objetividad y rigor en la información lo demás son subterfugios donde placean los estómagos agradecidos. Disparar siempre las flechas en la misma diana no se llama periodismo se llama clientelismo. No es una mera cuestión de planteamientos ideológicos se trata del compromiso de personas decentes y solidarias. Las mujeres andaluzas tienen que saber que nunca caminarán solas. En ellas están reflejadas todas las mujeres de nuestras vidas. Las del ayer, del presente y del mañana.

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