Sin ánimos de dar el cupo por cerrado y reflexionando que a nuevos tiempos nuevas actitudes, estamos ya hoy en disposición de ordenar los distintos grupos humanos que pululan en torno a las Hermandades.
Nos encontramos ante varios especímenes y comentaremos posteriormente sus peculiaridades semana-santeras. Estarían encuadrados de la siguiente forma y manera:
a) Cofrade – arribista.
b) Cofrade – comprometido.
c) Capillita.
d) Penitente, nazareno, costalero, músico y acólito.
e) Cofrade – oportunista.
Antes de entrar en más detalles queremos aclarar que muchas veces existen entre unas y otras posiciones una línea divisoria muy fina y fácilmente traspasable. Dándose la circunstancia de poder atravesarlas de lado a lado en el mapa cofrade actual.
Entremos en materia: Cofrade-arribista es aquel que tiene como meta subir como sea el escalafón de su Hermandad. La cumbre estaría en llegar a ser Hermano Mayor de la misma. Durante su mandato está mas tiempo en la Hermandad que en su casa. Una vez terminado el mismo desaparecen como por encanto. Consideran que su gestión no ha sido todo lo valorada que debiera y que los homenajes recibidos son migajas. Cofrade-comprometido es aquel que asiste regularmente a los cultos internos de su Hermandad. Se considera un cristiano de base y tiene en sus imágenes el referente de su devoción. Disfruta la Cuaresma en toda su intensidad y si sus condiciones físicas se lo permiten hará Estación de Penitencia a la SIC.
Capillita es aquel que forma parte del grupo de los “jartibles”. Siempre está pidiendo tareas en su Hermandad a la que considera un patrimonio suyo. No tiene reparos en poner una marcha de Cornetas y Tambores de las Tres Caidas en el Camping de El Rompido en pleno Agosto. Tiene atestada su casa de fotos de los titulares de su Hermandad. Nazarenitos esparcidos por el salón y nunca falta el olor a incienso en su casa. Le hace ilusión que su hijo toque la trompeta –que le regaló en su “cumple”- aunque sean las cuatro de la tarde en verano. Dicho esto con todo afecto y sin ánimos peyorativos, reconozcamos que con su esfuerzo y dedicacion son verdaderos pilares de las Hermandades
Luego están los Penitentes, Nazarenos, Costaleros, Músicos y Acólitos. Acuden cada año a por su Papeleta de Sitio. Hacen “su” Estación de Penitencia y hasta el año que viene si Dios quiere. A las Hermandades que vayan con frecuencia los que les sobra tiempo que ellos están siempre muy atareados.
Caso aparte serian los costaleros ya que con las “igualá” están más estructurados como grupo dentro de la Hermandad. Aun cuando lamentables episodios vividos, nos dicen que muchas veces prima mas la división que una pretendida unidad. Configurándose en algunos casos como un pretendido grupo de presión dentro de la Hermandad. También lógicamente los ensayos de las Bandas de Cornetas y Tambores que con su eco lejano nos hacen soñar con lo que está por llegar.
Por último tenemos a los Cofrades-oportunistas. Son aquellos que aprovechan el tirón popular de las Hermandades para dejarse ver en momentos puntuales. Los políticos se llevan la palma en este grupo. De lo que se trata es de salir en la “foto” en grandes eventos cofrades y de fuerte tirón mediático.
Como veis de todo hay en la Viña del Señor. Lo cierto es que todos son –somos- necesarios y todos configuran –configuramos- este hermoso milagro de la Primavera sevillana. Son Hermanos y Cofrades a su manera y asi hay que aceptarlos. Que cada cual se identifique con el grupo que quiera pues nunca serán posiciones inalterables. Seamos pues tolerantes y tengamos la fiesta en paz que es de lo que se trata.
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