lunes, 16 de abril de 2012

Rebelión en la granja


La luna se negaba a tener que morirse cada mañana para darle al sol su radiante vida de esplendorosa luz. Los pájaros enmudecieron camuflados entre los olivos del Aljarafe. “Que canten otros”, dice que dijeron. Las torrenteras se secaron negándose a transportar el agua de la lluvia. Las guitarras se durmieron en sus confortables fundas dejando al Cante huérfano de acompañamiento. Barcos, trenes y aviones tomaron parada y fonda en puertos, estaciones y hangares. Las mocitas casaderas guardaron con llave su ajuar en las cómodas de sus abuelas. Los recién nacidos se quedaron dormidos enganchados a los pechos de sus madres. Los catorce o quince caños de Carmona se quedaron sin agua y sin letrero que diga...”Viva el Polo de Tobalo”. Las barcas del Puente se fueron a Sanlúcar por Manzanilla dejando a sevillanos y a trianeros pegándose voces desde las dos orillas del Río Grande. Las mujeres del “Servicio Domestico” se sentaron a tomar el té de las cinco servido por nobles y augustas damas. Los toros en los encierros de Pamplona se negaron a salir de los corrales a golpe de cohetazo. “Que corran ellos solos”, dice que comentaron entre campestres mugidos de dehesas. Los corderos se quitaron definitivamente las pieles y se enfrentaron a los lobos. Dios puso el dedo índice de su mano derecha sobre la Tierra para que esta dejase de girar. Las vírgenes sevillanas se secaron las lágrimas y se fueron con los Sanjuanes a los juzgados a denunciar el asesinato de Jesús. San Joaquín cogió su báculo y se fue con el abuelo de Marta del Castillo a buscar su cuerpo. Un Cirineo en paro ayuda a bajar a los crucificados sevillanos del Monte Calvario. Los hombres dejan de darle brillo a sus cadenas y se niegan a remar en las galeras de los poderosos. San Lorenzo apaga a soplidos la parrilla que eternamente lo quemaba. Las tortugas corren detrás de las liebres y las liebres detrás de los galgos. El Betis gana la Liga y el Sevilla juega la Final de la “Champions League” (¿la ganará?). La pobreza y la riqueza se encuentran, frente a frente, por los senderos de la rebeldía. La RAE quita del Diccionario de la Lengua Española (Vigésima segunda edición) la palabra “Resignación”. Dios levanta su dedo para que la Tierra siga girando, y nos da a los “Indios” una nueva oportunidad para que ganemos la Batalla. La tarde barrunta agua y los equinos se muestran inquietos en las cuadras. Las campanas tocan a rebato y los poderosos se tapan temerosos los oídos. Bertolucci filma “Novecento” y, en los salones burgueses, las copas de cristal de bohemia se empañan con el aliento de los campesinos. Jesús anda sobre las aguas y los dueños de las embarcaciones en Puerto Vaticano dejan de “hacer caja”. Pancho Villa, armado hasta los dientes, espera el autobús en una parada de Guanajuato. Rebelión en la granja.

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