miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sé lo que hicisteis el último verano.



“Los amigos son bien escasísimo; los fingidores legión” (Miguel A.Yañez Polo)

Esta claro que lo sé y, en caso contrario, terminaréis confesando. Sé por ejemplo que tú te quedaste dormido en la Playa de Regla tendido sobre una toalla de Coca-Cola. Dormías placidamente la “media papalina” sin darte cuenta que el implacable sol del mediodía le ganaba terreno a la sombra de tu sombrilla. Te quemaste las piernas –vulgo canillas- y paseaste varios días por la calle de las Sierpes chipionera como si te estuvieras cagando. O tú, que anduviste por la Riviera Maya buscando tu particular y personal “El Dorado”. Estabas acompañado por aquella a la que cuando te refieres a ella la nombras como: “la muchacha que sale conmigo”. Tranquilo, si acaso no diste con la huella de Hernán Cortés búscala en el Convento Madre de Dios de la calle San José: allí están enterradas su esposa y su hija. Y tú, si tú, aquel que cada agosto busca su alma en un rincón distinto de la Vieja Europa. Sé que escuchaste misa en una iglesia de Praga (concretamente en la basílica de San Jorge). La tierra de Franz Kafka es un melancólico ejemplo de lo que pudo haber sido Sevilla y no lo es. Lo moderno unido amorosamente al pasado y nunca al contrario. Por cierto: ¿tenía o no razón cuando te decía que Praga es de las ciudades mas hermosas del mundo? También tú, ¿o creías que te había olvidado? Si tú, que huyes de la arena caliente buscando los oasis de los chiringuitos. Dejas tumbado al sol el libro de familia al completo, “olvidas” el móvil dentro de una bolsa en el exiguo territorio de de la sombrilla, te sientas en el chiringo con tu cubata, abres un libro y aromatizas con tus “Montecristos” toda la Costa de la Luz. ¿Y que decir de ti que cada agosto te marchas a Nueva York? Te imagino pensativo a pie de semáforo en la Quinta Avenida soñando que desde un taxi amarillo te invita a subir Doris Day. No te desmoralices, competir con Rock Hudson no es nada fácil. Por tu perseverancia agosteña newyorkina ya es hora que Woody Allen te diera una vueltecita por Manhattan (por menos cariño que el que tu demuestras por su tierra le dimos a él en España el Príncipe de Asturias). ¿Y que de decir de ti? Si tú, el mismo que ha hecho del Gran Poder el centro de sus devociones. De su parienta y hermanas el de las emociones. De la tierra de Manolo Ruiz Sosa y Rogelio el de los desatinos. Del jazz y del blues el de las sensaciones. Llevas todo el verano organizando tu copioso y valiosísimo archivo discográfico. La esencia musical afroamericana de Nueva Orleáns trasladada al Campo de los Mártires sevillano. Ella, Louis, Billie, Ray, Duke y Nina clasificados como las cajas de pescado en Mercasevilla. Frescos y prestos para ser saboreados lentamente. Todavía no he hecho el recuento definitivo, pero estoy por asegurar que habéis vueltos todos sanos y salvos y con el mismo estado civil. ¡Eso está bien que cojones!


Por aquí más de lo mismo. Ya nada es lo que era incluyendo agosto. O cada año os vais menos o por el contrario es que somos más los que nos quedamos. Viene a ser igual pero no es lo mismo. Irse o quedarse ya queda condicionado en muchos casos por la situación coyuntural -económica o personal- de cada uno. Muchas tiendas abiertas. Muchos bares cerrados. Mucho “guiri” aflatado y bebiendo como patos. Mucho paseante sin rumbo establecido y, mucha demora en la llegada de los autobuses.

Este año una vez más -¿y van?- se batieron en Sevilla los record históricos de altas temperaturas. Cada año la misma cantinela (esto viene a ser como el “partido del siglo”, que se juega uno cada semana). Esta crisis y la política de los que la “gestionan” conseguirán que terminemos preguntándole a las farolas: ¿qué han hecho con nuestra desconocida Ciudad que ni agosto es ya lo que era?

Salió espléndida como siempre la Virgen de los Reyes, y desde el mirador en la Plaza que lleva su nombre le rogué amparo para todos nosotros y, por extensión, para aquellos que nos acompañan en este duro y noble ejercicio de vivir. Cuando se recoge la Patrona de la Diócesis el verano empieza a tener fecha de caducidad.

Santa Mercedes Alaya le dio las riendas del Betis a Rafael Gordillo, que a la postre se nos antoja como el verdadero buque insignia de nuestros sentimientos verdolagas. Suerte “gordo”. “Donmanué” sacó una nota de prensa descalificando al “Vendaval del Polígono” (polingano en versión sevillana). Dudaba en la misma de las “cualidades” de Gordillo para gestionar “sus acciones”. Alguien que dice “prosupuesto”; “asandía” y, que “tenemos acolasá la parmera”, debía ser más cauto en sus valoraciones sobre la valía de los demás.

La señora fiscal ha recurrido (¿) contra las medidas cautelares impuestas por la señora jueza contra la venta de las acciones de Lopera (ya resulta doloroso ver todavía su nombre en nuestro Estadio). Sin comentarios, o mejor con algunos que dado los tiempos que corren, conviene guardarlos en el baúl de nuestros desconciertos. El mundo al revés: el portero le tira el penalti al delantero. Creo, lamentablemente, que al ya largo y doloroso culebrón verdiblanco le restan todavía algunos capítulos (esperemos que todo conduzca a un final feliz y liberador). Tiempo al tiempo. El Sevilla se quedó en puertas de conseguir otro titulo. Lo siento por mis colegas sevillistas. Ojala que pronto podamos tener un nuevo derby en Sevilla. Será bueno para la Ciudad y sobre todo para los béticos, pues será signo inequívoco de que estamos de nuevo en Primera.

De política y otras cuestiones ya tendremos tiempo de hablar más adelante. Todavía no toca. Para nuestra desgracia ni “nuestro Alcalde” ni “nuestro” Presidente del Gobierno se tomaron vacaciones. No nos perdonan ni una. Quitaros primero la arena de las chanclas que ya tendremos tiempo de seguir dando la vara. Como en el maltratado Toreo: los quites y cambios de tercio mejor despacito y acompasaos.

Termino con algo que no quiero dejar de comentaros y que me llegó a lo más profundo del alma. A principios de agosto Rafael Fernández escribió en su blog (No coge ventaja, ¡miarma!) una trilogía detallando de manera pormenorizada la vida y costumbres de su “Casa de vecinos”. Verdaderamente admirable y digna de ser leida por todos los que aman esta Ciudad. Cosa fina de verdad. De lo mejorcito de lo mucho que he leido en este tórrido agosto (si esto lo escribe “quienyomesé” le obligan a dar otro Pregón). El de la “talla completa y tamaño académico” que habita y recibe todo el año –menos un glorioso día llamado Martes Santo que lo hace en la calle- en San Nicolás de Bari, no anduvo rácano a la hora de dotar a este orondo y bondadoso candelario de talento, sensibilidad, valentía y una memoria fotográfica.

Pongo, con la inestimable ayuda de Salva Gavira, este reloj con los Toma de Horas en marcha. Temas seguro que no me faltarán. Bienvenidos hijos del agobio al universo sevillano. Estáis de nuevo en vuestra casa que es también la mía. La Ciudad –y un servidor- ya os echaba de menos. Hagámonos eco de lo que un día escribió José María Izquierdo:

- Nadie es culpable de no nacer en Sevilla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenido Juan Luis se han echado de menos tus escritos durante este mes para l@sque hemos hecho vacaciones en Sevilla Beach.