Hace once días que soltó el bastón de mando de la Ciudad –si alguna vez lo tuvo- y parece que hace una eternidad de su marcha. A los pocos días de llegar intentó subirse el sueldo y poco antes de marcharse lo hizo con su autoestima. Para no quedarse fuera del circulo machadiano nos habló de la manida “ligereza de equipaje”. Al bueno de don Antonio –Machado- lo citan ya desde todos los ámbitos y, posiblemente, nunca existieron más “machadianos”. Lo mismo vale para un roto que para un descosido. Al “que ya no está” tengo amigos que lo conocen –o dicen conocerlo bien- y dan testimonio de que se trata de una persona honrada, solidaria y trabajadora. Dios me libre de poner en duda algo que nunca hice durante su nefasta gestión. Tuvo a mí entender un error fundamental y que condicionará con el paso del tiempo una herencia envenenada para sus predecesores: la pusilanimidad. Le dio algo más de cuarto y mitad a aquellos que no estaban legitimadas por las urnas para dirigir los destinos de la Ciudad. Los mismos que son incapaces de presentarse a la batalla electoral con su propio nombre y apellidos. Ocultan sus siglas (PCA) bajo un falso hibrido contemporáneo del Frente Popular (IU). Son, a que negarlo, fósiles de una arqueología política que la Historia ha puesto definitivamente en su sitio. Nunca harán replanteamientos de autocrítica auspiciados por una democracia interna a todas luces inexistentes. Las cosas que se oyeron por parte de algunos dirigentes comunistas -ante su descalabro electoral sevillano- hablan por si solas. Criticaron abiertamente la orientación del voto de los ciudadanos. Quien no los vota a ellos les está haciendo el juego a la “Derechona”. Dicen que con el PP se instala en la Casa Grande la extrema derecha sevillana. Es decir: los 20 concejales que representan a muchos miles de votos sevillanos se reunirán todas las mañanas en la Puerta del Ayuntamiento a cantar el “Cara al Sol”. Patético, sino fuera por la memoria de los héroes y las victimas que ha dado la infantería comunista a la Historia de esta tierra llamada España. Nuestro hombre no supo poner en su sitio –el que determinan los ciudadanos en las urnas- a estos demócratas de victorias y nunca de derrotas. Quiere, nos dice, seguir ocupando cargos públicos –o políticos- para que los que se siente con aptitudes dada su ya larga trayectoria política. Su verdadera vocación es la de político en activo, aunque no tendría reparos en volver a su antigua profesión. Si me lo permite creo que puedo hacerle una sugerencia: recuperar su profesión y vivir de ella y, en sus ratos libres, dedicarse a su vocación política (Partido; Sindicato; ONGS; Asociaciones o Fundaciones…….). Miel sobre hojuelas. Parece ser que no será así y pretende -en el uso de su legítimo derecho- que el Partido le proporcione un cargo por los servicios prestados y acorde con su historial. Mientras, su gestión va a ser sometida al inapelable rodillo de la Historia de la Ciudad. Puedo prometer y prometo que estos “Toma de Horas” no volverán a ocuparse de tan peculiar personaje político sevillano. Nunca mais. No habrá excepciones, pues ni pretendemos hacer leña del árbol caído, ni como se ha puesto de moda en los últimos Pregones hacerle ningún desaire. Pregón ya es igual a: Aborto; Eutanasia; Crucifijos en los colegios; Matrimonio entre homosexuales; Setas de la Encarnación y….desplantes al Alcalde. Es hora de que alguien les recuerde que el Pregón es en el fondo y en la forma una Exaltación a la Semana Mayor de la Ciudad. Ni más ni tampoco menos. Urge una sobredosis de lo auténticamente popular en el Pregón y, Manolo Melado o Pascual González, esperan ser quienes enaltezcan al Pueblo siendo Pueblo ellos mismos.
Que cosas nos pasan en los “Toma de Horas”: empezamos hablando del bastón y terminamos a bastonazos. Será por estas “calores” que nos reblandece el cerebro.
Alguien lo dejo escrito: “España es un país que siempre va detrás de los curas: unas veces con cirios y otras con palos”.
Que cosas nos pasan en los “Toma de Horas”: empezamos hablando del bastón y terminamos a bastonazos. Será por estas “calores” que nos reblandece el cerebro.
Alguien lo dejo escrito: “España es un país que siempre va detrás de los curas: unas veces con cirios y otras con palos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario