jueves, 2 de octubre de 2014

La china en el zapato





Insisto: nada mejor que Cáritas para calibrar la situación actual de la gente más desfavorecida en la, todavía, llamada España.  Una Entidad, Cáritas, que nace en el seno de la Iglesia Católica española y que lleva a la práctica en toda su expresión el mensaje del Mesías. Es decir: predicar y dar trigo (priorizando lo segundo). Atienden a los más desfavorecidos en sus necesidades más elementales y a nadie se le pregunta su ideología, nacionalidad, credo religioso o color de la piel.  Llevan a rajatabla lo de “dar de comer al hambriento y beber al sediento”. Los datos de su Memoria-2013 son absolutamente demoledores y dejan al descubierto las falsas verdades (económicas y sociales) de quienes nos gobiernan en la actualidad (lo mismo que hicieron los anteriores).  En relación al 2012 aumentó en 600.000 el número de personas atendidas por Cáritas y, paralelamente, han recibido de las Administraciones Públicas el menor porcentaje de ayudas de los últimos cinco años. Las donaciones a través de la Iglesia y la ayuda de particulares y entidades privadas se configuran como sus principales fuentes de ingresos. Sus voluntarios que superan los 78.000 se entregan de manera altruista para paliar las necesidades más extremas. Aparte, desarrollan una serie de trabajos sociales tendentes a sacar de la pobreza y la marginación a un número considerable de personas. Incluso cubren tareas que debían de desarrollar las distintas Entidades Públicas (por cierto: la falta de políticos no será el problema. Están superpoblados de ellos los Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas y Gobierno Central, ¿hay quien de más?). El Partido en el Gobierno (PP) y el de “nuestra” Comunidad Autónoma (PSOE) se encuentran realmente incómodos con Cáritas y su tenaz defensa (con palabras y hechos) de los más necesitados. Si un político asume la existencia de una pobreza extrema también está asumiendo su fracaso. Todos tiran de manual para salvaguardar sus muebles. El PP siempre culpa en tertulias y debates a la penosa etapa “Zapateril” de todos nuestros males actuales. La Herencia recibida (demoledora por cierto) como subterfugio de una pésima gestión actual al frente del país. El PSOE andaluz siempre tiene a mano las afrentas y humillaciones que reciben de los “peperos” de Despeñaperros para arriba. A Podemos, una fuerza emergente y residuo político del 15-M que, a los nueve meses de su creación,  iguala en intención de voto a un Partido centenario (PSOE) ya no saben como atacarles. “Populistas”, “Proetarras”, “Chavistas” o “Castristas” son algunos de los conceptos que les adjudican para descalificarlos (si los Socialdemócratas y Liberales-Conservadores europeos hubieran hecho a tiempo sus “deberes” los extremismos emergentes, de Derecha (Francia) e Izquierda (España), estarían durmiendo el sueño de los utópicos). Pero, evidentemente, con Cáritas se encuentran entre la espada y la pared.  Es casi imposible escuchar a un Ministro o a un Consejero de la Junta referirse a ella en términos elogiosos.  Mejor ignorarla y a esperar que lleguen tiempos mejores y tengan que poner un cartel que diga: “Cerrado por falta de hambrientos”. No saben ni pueden (y posiblemente no quieran) como atacarla. Pero lo que les resulta muy molesto es como, en el día a día, Cáritas los deja con las posaderas al aire. Que quieren que les diga: a lo mejor el Nazareno no estuvo entre nosotros en vano.  Ayudemos a Cáritas y nos ayudaremos a nosotros mismos.

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