viernes, 11 de noviembre de 2011

Alma de papeles perdidos (y III)


Concluyo, por el momento, con mi busca y rebusca en este batiburrillo sentimental de papeles y cosas al que yo llamo “mi Archivo”. Me aparece un poema fechado en Febrero del 82 como Homenaje a Manuel Vallejo. Se lo envié A Paco Herrera para que le diera lectura en el Programa de Flamenco que entonces tenía (creo que en la COPE). Sinceramente cuando Paco le dio lectura logró emocionarme como si el poema hubiera caído como llovido del cielo. Manuel Jiménez y Martínez de Pinillo, Manuel Vallejo, nació en 1891 en el número 1 de la calle Padilla. Falleció en 1960 en el Hospital de las Cinco Llagas. II Llave del Cante (la única que posee un cantaor nacido en Sevilla) simboliza uno de los grandes, grandísimos, cantaores de toda la Historia del Flamenco. El ninguneo del que ha sido objeto Manuel Vallejo a la largo de la Historia sevillana por parte de autoridades, mentores culturales y “flamencólogos” de tres al cuarto ha sido indignante. Son muchas las veces en las que, un grupo de aficionados, hemos clamado en el desierto contra la incomprensión y la inquina contra Vallejo. Siempre nos dieron “capotazos” de todos los colores. Al final su Cante, su único e imperecedero Cante, ha ganado una y mil batallas después de su muerte. Hace unos años participé, como un pardillo, en una fallida “Biografía” sobre la “Vida y Obra” de este Mozart flamenco de la Collación de San Marcos. Una y no más Santo Tomás. Como evidentemente estamos instalados en la irracionalidad a aquel –para mí- bodrio le dieron el “Primer Premio de Investigación del Festival de Flamenco de las Minas de la Unión” (lo relaciono dentro del “currículo” en mi blog solo a título anecdótico). En fin corramos un tupido velo sobre aquellos episodios de nuestra vida de los que no nos sentimos especialmente orgullosos. Manuel Vallejo tiene pendiente su magna Biografía y, el autor de la misma, tiene desde hace tiempo nombre y apellidos: Manuel Bohórquez Casado. Esto fue lo que escribí aquel lejano Febrero de 1982:


Homenaje a Manuel Vallejo

Guarde la noche silencio
Y el río navegue en calma;
Que en Sevilla se oye un cante
Capaz de romperte el alma.

¿Quién canta de esta manera
Que el aire llena de aromas?
¿De donde sale esta voz
Que es de terciopelo toda?

Y se escuchan Malagueñas
Y Siguiriyas gitanas;
Fandangos y bulerías
Con sabores de Triana.

¿Que te pasa prima? dice,
Cantando por Siguiriya,
Y lloraron las gitanas
Por las calles de Sevilla.
Y después la Granaina
¡Que melodía! ¡Que pureza!
¡Como la lleva y la trae!
¡Con que majestad y grandeza!


Que la luna se emborrache
De aromas de cante viejo;
Que los ruiseñores callen
¡Que está cantando Vallejo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy admirador de Manuel Bohórquez, he leido cuatro obras suyas y le considero un hombre muy capacitado. Además dedica gran número de horas a la investigación, hemerotecas, archivos, parroquias, etc. Nunca le serán pagados esos desvelos, como a casi todos los que hacen grandes labores por el bien de la cultura y el saber. En cuanto a Vallejo, lo tengo desde niño metido en mi corazón, desde aquella ventanita de madera que era la radio philips por la que salía su prodigiosa voz y su manera tan particular de entender el flamenco. Ojalá apareciera en el panorama alguien qued se le pareciera. Saludos, Juan Luis, y me gusta lo del "batiburrillo", yo lo uso mucho también, es una palabra muy entrañable. José Luis Tirado Fernández.