viernes, 18 de noviembre de 2011

Personas con talento



En la anterior y felizmente superada etapa municipal sus dirigentes decían que querían convertir a Sevilla en la “Ciudad de las Personas”. Luego, cuando Zoido tomó posesión de nuevo Alcalde dijo en su discurso que pretendía para Sevilla que la moviera fundamentalmente el “Talento”. Uniendo los dos conceptos nos saldría algo que no estaría nada mal que ocurriera: Sevilla, la Ciudad de las Personas con Talento. Sevilla…Ciudad….Personas….Talento…..y, con el añadido de una dosis de decencia y trabajo, tendríamos la fórmula perfecta para salir adelante. Pasado mañana es 20-N y estamos convocados a algo que realmente le da sentido a la Democracia: el poder votar y elegir a quienes nos representen. Atrás quedaron las largas e inútiles charlas de café “arregla mundos”. Ahora toca cargarnos de razones democráticas y dirigirnos a cumplir con nuestro deber de ciudadanos libres y responsables. Evidentemente, cada uno que vote a la opción que considere más oportuna y que más convenga a sus intereses. Dios me libre de interferir en tan sano, noble y democrático ejercicio. Como se supone que somos personas pues nos personamos en las urnas. Como además se nos presupone una buena dosis de talento votemos pues en consecuencia: de manera talentosa. No son buenos tiempos para el escaqueo ni para insuflar de pesimismo los ambientes por donde nos desenvolvemos. Nadie debe –o debía- de sustraerse de la posibilidad de votar y cambiar con su voto el significado de las cosas. Indignarse es legítimo; votar es imprescindible. No hacerlo en empezar a darle “Carta de naturaleza” a los que, de forma interesada, cuestionan a la Democracia en su conjunto. Caso de no estar conforme con nada ni con nadie –lamentablemente es mi caso- pues para eso se creó el voto en blanco. La Democracia es frágil por las fechorías que cometen actualmente no pocos dirigentes “demócratas” contra ella. Pero no podemos culpar al paraguas de la lluvia. Insisto, como decía un anuncio de hace ya algunos años: “Pase, pruebe, compare y si encuentra algo mejor cómprelo”. Mañana será “Jornada de Reflexión” y bien está que reflexionemos sobre lo que nos pasa y que podemos hacer para remediar este estado de cosas. Nuestra ausencia ante las urnas no nos quepa ningún género de dudas que siempre beneficiará a alguien que se siente cómodo propiciando el abstencionismo. Traer la Democracia a este sufrido y hermoso país costó sangre, sudor y lagrimas (más el añadido de muchos años de cárcel y destierro). Renunciar ahora a ella –la Democracia- cuando más falta hace que la apoyemos, es tirar en saco roto la durísima lucha de tantos demócratas. Sintámonos vivos y participes de las riendas de nuestro destino y del futuro de nuestros hijos y nietos. ¿Qué posiblemente vuelvan a defraudarnos los que salgan? No sería de extrañar, pero como decía al principio reivindicamos nuestra condición de personas y además con talento. Demostrémosle que no somos marionetas de salón a los que resulta fácil manipular. Guiñoles donde otros mueven los hilos sentimentales del pasado, para de esta forma poder “robarnos” nuestro presente más inmediato. ¡Votad, Votad, malditos! Que Dios reparta suerte y que sean las tripas saciadas de las urnas quien dicté la última –por ahora- sentencia democrática. Como escribió Rafael Alberti: “Galopa, jinete del pueblo caballo de espuma / ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!

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