lunes, 24 de noviembre de 2014

Manolo Sanlúcar





“Un guitarrista, un músico puede ampliar su conocimiento y
sensibilidad nutriéndose culturalmente. Quienes por sentirse
más flamencos dan la espalda a estos haberes, muestran con
este comportamiento una triste realidad”
- Manolo Sanlúcar -

El Flamenco tiene sus raíces ancladas en dos elementos fundamentales: tierra y pueblo.  Andalucía se nos aparece como la madre redentora que pare y amamanta el Arte Jondo.  Después de titánicos esfuerzos hoy está considerada como la música de raíz más importante del Universo. Una persona fundamental en este reconocimiento es el sanluqueño Manolo Sanlúcar. Un músico andaluz que se nos representa absolutamente excepcional y al que el Flamenco –y Andalucía- siempre le deben estar eternamente agradecido. Nació este genial guitarrista en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) un 24 de noviembre de 1943. Siendo un niño fue su padre Isidro Muñoz, un panadero de Sanlúcar, quien primero le puso una guitarra entre las manos. Ya no la soltaría ni creo que la suelte mientras le quede un soplo de vida andaluza. Con tan solo catorce años de edad ya iba en la Compañía del gran Pepe Marchena siendo su madrina artística nada menos que la genial “Niña de los Peines”. Su encuentro -siendo muy jóvenes- en Madrid con Enrique Morente fue enormemente productivo y propició una serie de grandes recitales. A destacar cuando en 1972 Manolo Sanlúcar da un concierto como solista en el Ateneo madrileño produciéndose su definitiva consagración como concertista de guitarra flamenca. La obra discográfica de Manolo Sanlúcar es antológica y su “Tauromagia” (1988) está considerado el mejor disco de guitarra flamenca de todos los tiempos.  La vida y la obra de Manolo Sanlúcar son inmensas como para intentar resumirlas en estas breves líneas. Luchador tenaz para incorporar la música flamenca a los Conservatorios y gran compositor de sonidos flamencos  en su gozosa incorporación a las Orquestas Sinfónicas. Hace ya algún tiempo que decidió dejar definitivamente los escenarios y recluirse en su tierra sanluqueña para componer e impartir su magisterio flamenco. Manolo Sanlúcar tiene el mayor y mejor titulo posible: ser considerado un andaluz universal. Su música flamenca nos redime a los andaluces ante tanta  ignominia histórica y nos libera del yugo de la Andalucía tribal y caciquil.  Manolo Sanlúcar, por derecho propio, ya forma parte de la Historia de Andalucía. Su legado cultural y humano se nos antoja hoy absolutamente imprescindible para las nuevas generaciones de artistas, estudiosos y aficionados flamencos.  Hoy, 24 de noviembre del 2014, cumple setenta y un años de edad.  ¡Larga vida Maestro!

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