domingo, 8 de marzo de 2009

La media verónica.

Emulando a mi compañero y sin embargo amigo Manolo Henares, voy a permitirme una paraita en el hermoso tiempo cuaresmal para hablar del Mundo de los Toros. La actualidad manda y no quiero pasar la oportunidad de mostrar a través de este Toma de Horas -taurino y maestrante- mi opínión -mi modesta y posiblemente poco documentada opinión- sobre un tema de actualidad que tiene revuelto –y con toda la razón del mundo- al patio (de cuadrillas) del universo de un Arte que tuvo en Juan Belmonte un antes y un después.

Como quiera que es un tema que me llega al epicentro de mis sentimientos escribo con el eco gitano de fondo de Camarón de la Isla. Esto al menos a mí me atempera los ánimos y consigue que el alma se serene. Cosa que dado los tiempos que corren y con la “gestión” de algunos políticos que nos han tocado en suerte no es nada fácil.

Vamos al tema en cuestión. Me enteré de la noticia en plena calle y a través de una amigo con sangre de albero, y que es capaz de vestir como un pincel al jorobado de Notre Dame. Me dice…..” oye Juanlu, ¿sabes a que torero le ha dado el Ministerio de Cultura la Medalla de las Bellas Artes?”. “Pues nada más y nada menos que a Francisco Rivera Ordoñez”. Me quedo perplejo pues sé que este entrañable amigo es poco dado a bromitas con el Arte de Cúchares.

Como era previsible el “nombramiento” abre una brecha con banderillas de fuego entre los que se adormecen en un capote de grana y oro. Empieza a disparar la ametralladora de la razón y la sinceridad Morante de la Puebla. Luego lo de siempre, unos por corporativismo, comodidad o indeferencia prefieren no manifestarse. Otros dicen que no es de buen compañero criticar el nombramiento y los que navegan en el barco de la sinceridad sueltan amarras. A esta situación le faltaba un empujón definitivo y se la dan Paco Camino y José Tomás. Ambos que en su día consiguieron este galardón que equipara el Toreo con las Bellas Artes, han entregado sus medallas por considerar que en la actualidad han sido devaluadas.

Esto abre una serie de interrogantes que es de justicia plantearse. Antes que nada es obvio reconocer que Francisco Rivera Ordoñez está ajeno a todo este tinglado. Él no ha pedido nada y los reconocimientos que le den por su profesión los acogerá –como cualquiera- con los brazos abiertos. Pero cabe preguntarse ¿Qué criterios se siguen para la concesión de las Medallas de las Bellas Artes?. ¿Son personas propuestas por entidades o con peticiones individuales de peso en su materia?. ¿Existen Comités de expertos para concederlas?. ¿Quién o quienes son los responsables en las altas instancias de que se haya abierto la veda contra la Fiesta Nacional?. Cada uno es muy libre de pertenecer o formar asociaciones que dentro de nuestra Constitución apoyen o critiquen cualquier actividad social, cultural o espiritual. No voy a insistir de nuevo (lo hice en el Toma de Horas “Capote de grana y oro”) en lo que los Toros representan a nivel cultural y de riqueza productiva. No vale la pena insistir. Seguirán atacando la Fiesta desde todos los frentes posibles.

El Ministerio de Cultura hubiera acertado plenamente si la Medalla se la hubieran concedido a Francisco y Cayetano Rivera (este si espabila la va a merecer dentro de poco) como miembros activos de una saga. La que componen la deslumbrantes y frondosas ramas toreras de los Ordoñez, los Dominguín y los Rivera. Hablamos para entendernos del Niño de la Palma, Antonio Ordoñez, Luis Miguel Dominguín o Paquirri. ¿Les dicen algo estos nombres en en el Mundo de los Toros?.

Pero nada, ya tenemos de nuevo a los taurinos donde más daño le hacen: en la Prensa Rosa (me niego a llamarla del corazón). Están al acecho y una ocasión tan jugosa y con tanto morbo no podían dejarla escapar. Pero a que engañarnos, en vez de llevar ante las camaras el triste testimonio de trabajadores que están pasando hambre, ahora empezarán a desfilar una cohorte de antiguas novias, familiares diversos y “secos como la mojama”, apoderados sin toreros a los que representar, críticos sin espacio para sus criticas y pasará como siempre, intentarán culpar al mensajero: es decir a Morante.

La solución puede estar que alguien mande desde el afecto y la consideración una serie de videos con algunas faenas antológicas de este Arte tan denostado al Ministerio. . No estaría de más que el –o los- que han concedido esta Medalla a las Bellas Artes mientras se ilustran con los imágenes se sienten al lado un experto que le aclare que es una media verónica.

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