Un breve paréntesis entre Toma y Toma de Horas para robarle un minuto al reloj de las cosas importantes. Nuestro Tribunal Constitucional ha aprobado y, por extensión permitido, que Bildu se presente a las elecciones municipales. Fue una ajustada votación donde parece ser que los votos “progresistas” fueron determinantes. Mala cosa es que en un sistema democrático los jueces se posicionen en función de quienes los elevaron a sus cargos: conservadores y progresistas. Bildu está plagada de antiguos dirigentes de la antigua Batusana. Para entendernos y poder llamar a las cosas por su nombre: Bildu y Batusana se escriben con B de balas (en las nucas de personas inocentes asesinadas). Se han puesto la piel de cordero para entrar en los Ayuntamientos y poder seguir “mamando” de la Madre España. Lo han hecho siempre y, mientras se lo permitan, lo seguirán haciendo. ETA ha dejado de asesinar por estar sus estructuras seriamente dañadas por la labor de las policías francesas y españolas. Cuando se rearmen volverán al siniestro camino de lo que mejor saben hacer: matar a personas y llenar de dolor y orfandad a las familias españolas. En Democracia las decisiones de los tribunales hay que acatarlas pero no necesariamente compartirlas. Son ya muchos los veredictos jurídicos que dejan nuestras vidas menos libres, y nuestros corazones más endurecidos por la impotencia. Hoy somos menos libres que ayer y, posiblemente, todavía será mermada nuestra cuota de libertad ante lo que nos rodea. Cuando los “batasunos” celebraron alborozados la decisión judicial que los “reciclaba” en demócratas, éramos muchos los que nos acordamos de los familiares de los asesinados. ¿Quién –o quienes- les explica lo que está pasando? España está sumida en la mayor de las interrogantes: ¿hacia donde vamos o mejor a donde nos llevan? Desde que arrancó la Democracia vivimos absorbidos por “el problema vasco”, pues parece ser que los demás problemas de este país son secundarios. Duele, mucho nos duele, esta situación a la que los Partidos mayoritarios nunca supieron –o quisieron- afrontar por derecho. Estamos hasta los huevos de tantos políticos pusilánimes que, no solo gobiernan arrodillados ante esta “plebe”, sino que además pretenden arrodillarnos a todos nosotros. ¿Bildu? ¿Batasuna? ¿Qué más da? Si al final aquí siempre ganan los malos.
domingo, 8 de mayo de 2011
¡Democracia, democracia….pobre Democracia (española)!
Un breve paréntesis entre Toma y Toma de Horas para robarle un minuto al reloj de las cosas importantes. Nuestro Tribunal Constitucional ha aprobado y, por extensión permitido, que Bildu se presente a las elecciones municipales. Fue una ajustada votación donde parece ser que los votos “progresistas” fueron determinantes. Mala cosa es que en un sistema democrático los jueces se posicionen en función de quienes los elevaron a sus cargos: conservadores y progresistas. Bildu está plagada de antiguos dirigentes de la antigua Batusana. Para entendernos y poder llamar a las cosas por su nombre: Bildu y Batusana se escriben con B de balas (en las nucas de personas inocentes asesinadas). Se han puesto la piel de cordero para entrar en los Ayuntamientos y poder seguir “mamando” de la Madre España. Lo han hecho siempre y, mientras se lo permitan, lo seguirán haciendo. ETA ha dejado de asesinar por estar sus estructuras seriamente dañadas por la labor de las policías francesas y españolas. Cuando se rearmen volverán al siniestro camino de lo que mejor saben hacer: matar a personas y llenar de dolor y orfandad a las familias españolas. En Democracia las decisiones de los tribunales hay que acatarlas pero no necesariamente compartirlas. Son ya muchos los veredictos jurídicos que dejan nuestras vidas menos libres, y nuestros corazones más endurecidos por la impotencia. Hoy somos menos libres que ayer y, posiblemente, todavía será mermada nuestra cuota de libertad ante lo que nos rodea. Cuando los “batasunos” celebraron alborozados la decisión judicial que los “reciclaba” en demócratas, éramos muchos los que nos acordamos de los familiares de los asesinados. ¿Quién –o quienes- les explica lo que está pasando? España está sumida en la mayor de las interrogantes: ¿hacia donde vamos o mejor a donde nos llevan? Desde que arrancó la Democracia vivimos absorbidos por “el problema vasco”, pues parece ser que los demás problemas de este país son secundarios. Duele, mucho nos duele, esta situación a la que los Partidos mayoritarios nunca supieron –o quisieron- afrontar por derecho. Estamos hasta los huevos de tantos políticos pusilánimes que, no solo gobiernan arrodillados ante esta “plebe”, sino que además pretenden arrodillarnos a todos nosotros. ¿Bildu? ¿Batasuna? ¿Qué más da? Si al final aquí siempre ganan los malos.
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